viernes, 27 de julio de 2012

EL CAMINO







I
Es evidente que por el camino marcado en la manera establecida de funcionamiento y relaciones humanas, ya sean sociales, personales, o económicas, nos lleva insolublemente a la deshumanización ya que nos aleja de cualquier manera de operar que sea conforme a nuestro modo original y propio.
Es fácil de concretar los valores y objetivos sobre los cuales pendula nuestro existir y también es sencillo concluir que los motivos de funcionamiento sólo enriquecen al propio sistema y empobrecen nuestra naturaleza y esencialidad, que se formó y constituyó en unas condiciones operativas distantes de las actuales.
El aspecto ético si que avanza, pero va hacia adelante sobre normas de pura acción social-normativa y ninguna convicción moral. Las leyes y estructuras normativas actúan bajo una serie de valores que consideramos universales, cuando no son más que el producto y la formación de fuerzas anónimas económicas que actúan en doquier.
El sistema se agota.
La sociedad se pierde.
Las razones de funcionamiento se han quedado obsoletas.
El individuo se difumina.
Las personas dejamos de decidir sobre nuestro futuro.
El cambio es necesario.
Cambio, con orden, con fines objetivos y conscientes.
II
La solución debía de venir y estar en manos de los dirigentes; o bien los palpables o bien los facticos. Es decir o la política o los elementos endémicos, es decir, las fuerzas económicas.
Los primeros son unos grupos de engañados por el poder y tentados y corrompidos por el dinero, que mas que ayudar, perturban, ensucian y molestan.
Las fuerzas primeras, las económicas, el baile del dinero, son muy listas y actúan dentro del sistema, con normalidad y la legalidad. Estas van deformando el futuro.
Vemos con absoluta normalidad los actos racionalmente ridículos pero que están totalmente enmarcados en la sociedad.
La acción, visión y objetivos, en el campo empresarial actúan, pues así se permite dentro del marco y estructura legal.

III
Me cubro de vergüenza cuando oigo a la clase política vociferando mentiras, conclusiones interesadas o verdades escondidas y,  como puntilla, toman al pueblo como tontos e ignorantes.
Votamos, pues sentimos la obligación dentro de la democracia y por las ansias de cambios. Si solo fuera por su presencia y el contenido de sus discursos,  lo que nos llevase a salir de casa a votar, el tanto por cien de los que saliésemos se dividiría, digo yo, entre seis al menos.
Los excluidos, auto o por diferentes razones, del funcionamiento social, no traerán los cambios. La protesta de esta manera solo produce más desequilibrios sociales que son más perjudiciales para los individuaos.
La repudia del sistema sin solución a las circunstancias formadoras de los colectivos, no sólo no vale de nada, sino que produce mayor desorden y disfuncionamiento.
 La protesta como rabieta es un acto de inmadurez.
El cambio ha de ser ordenado y profundo.
No formal, sino básico y esencial.
No es una corbata o pendiente, son unos valores formadores y constitutivos u otros.
IV
La solución es difícil y complicada.
No es el darle la vuelta a la tortilla, sino que además hay que cambiar la sartén.
Digamos y por ejemplo que la máxima competitividad sin más razón que ella misma, enajena al individuo.
La ambición material no satisface ni justifica la vida de una persona allá, en los albores de su vida.
La formación espiritual, vital, social y cultural permite a las personas, realizarse como tales.
El ser humano tiene una diferencia abismal con el resto de la naturaleza que lo engendro.
No la imitemos y actuemos tal y lo que somos.

BAJAR DEL ARBOL




“Bien, es absolutamente inevitable que en situaciones extremas actuemos por nuestros instintos  y que además nuestras directrices vitales están también marcadas por ellos.”
Ésto lo oí aquella tarde. No sólo pienso que no, sino que también quiero pensar que no.
No me siento preconfigurado por una naturaleza anterior. El ser humano ya hace mucho tiempo que bajó del árbol.
Hay elementos claramente definibles de momentos en los que se da este control.
En el mundo animal hay un elemento  claro sobre su modo de actuación, tal como es la competencia y la violencia necesaria, intrínseca y esencial de ella.
Cualquier actuación del ser humano en el campo que se quiera que produzca  competitividad  lleva intrínseca la violencia.
            La cultura puede y debe eliminar toda  la competitividad del círculo humano. Esto traerá la disfuncionalidad de la necesaria violencia natural que la mantiene como tal.
El ser humano con su cultura debe actuar por encima de la naturaleza, no en sentido biológico, sino moral
Hay sistemas filosóficos, políticos o sociales que tienen como motor la competitividad. A mi eso ya no me vale, yo ya bajé del árbol.
¿Solución?, la educación.
La educación, no la imitación, según lo dicho antes, es el elemento constitutivo de la cultura, o de lo propiamente humano.
Lo complicado, sería pues, el manifestar los criterios necesarios para su correcta realización, al estar en contra de los intereses usuales y aceptados del poder, del sistema a todos los niveles, desde una Aldea al más grande país. ¡Déjense de educar a grandes expertos en funcionar dentro del sistema, a competir y a ganar!, hay que educar con otros fines y conceptos pues la dicha competitividad es animal, y no humana.


martes, 17 de julio de 2012

EL ERROR


El error es necesario.
Sin él nada tendría sentido y es la explicación de nuestra existencia. 
Con o sin la participación divina, la espina dorsal de la explicación esencial como seres humanos es la libertad, pues sin ella no somos nada. Y la libertad es producto de la existencia del error. Si no tuviésemos posibilidad de equivocarnos no tendríamos posibilidad de elegir pues toda acción seria correcta y consecuentemente no actuaríamos libremente.
Cuando hacemos, nuestros movimientos, se encuentran con errores. Estos hay que aceptarlos pues son parte inherente del proceso. Son reflejos de nuestra libertad.
Si somos la culminación del desarrollo del Cosmos, la autoconciencia, la superación del mecanismo y la libertad, el error es, por tanto, elemento constructivo y explicativo de esta realidad.
Si es Dios, el creador de la Humanidad, su Omnipotencia solo deja cabida a la libertad para llegar a El, y encontrar, entonces, el sentido de la vida.
Un camino u otro me lleva a aceptar con plenitud y sabiduría mis errores siempre entendiéndolos como un medio de superación y aprendizaje.

miércoles, 11 de julio de 2012

LA MALDAD DEL INDIVIDUO


La maldad del individuo, que existe, no es propia de él.
Todos nacemos buenos.
A las personas nos hace malos el sistema.
Son las circunstancias las que imponen su carácter.
Las acciones si que son corregibles por ser cuestiones prácticas.
El estilo interesado y  egoísta es propio de un mundo que actúa así. Ni tuyo ni mío.
Es complicado acertar las intenciones del sujeto que actúa pues vivimos en una sociedad que estudia y planifica como convencer, indicar, dirigir, manipular y más al sujeto como miembro activo de compras. Estas acciones están absolutamente admitidas en su uso y además se considera una persona más válida aquella que puede ir algo más allá y actuar de manera inteligente, interesada y para nada cierta y objetiva, a la hora de conseguir ciertos objetivos. Quedémonos con el ejemplo de los profesionales dedicados a manipular nuestras impresiones a través dela publicidad
La temática y los ejemplos son varios. Los campos de la misma dinámica a aplicar existen y se dan.
El espíritu correcto de actuación aquí y ahora es  equivocado y dañino.
El sistema es lo malo, pero es el cambio en la educación el camino de corrección.