Los alucinógenos y el experimento.
Camino de Valencia. El 3 septiembre del 2024.
Por si después hubiese problemas legales o morales respecto
a mis actos, voy a llevar todo el experimento relatado en primera persona y en
el momento actual en el cual lo estoy haciendo.
Mi nombre es Andrés García García y trabajo como profesor de
Química Orgánica en la facultad de Valencia. Tengo 46 años y llevo desde los 40
trabajando en la fabricación de alucinógenos sintéticos. Para no caer en ningún
delito seré yo el único que las va a probar y consumir, y no serán en ningún
momento objeto de venta. Debido a su capacidad adictiva que tendrán en el caso
de su buen funcionamiento, por razones morales, tampoco serán probadas por los
demás. Yo sí que puedo dominar su acción adictiva. El objeto de la
investigación, está dividido en dos partes. La primera será el tratamiento y
construcción de los ácidos como elemento prioritario que actúa sobre la
membrana de entre las dendritas. Las dendritas propias de las neuronas donde se
realiza la trasmisión de información por osmosis - sin contacto directo,
variaciones electromagnéticas y químicas en la membrana y es donde construimos
y configuramos la realidad. Y desde este lugar y con estas utilidades y
funciones actuar sobre enfermedades psiquiátricas ante la confrontación con la
realidad cómo con la construcción de sensaciones propias optimas y formadoras
para las personas con el objeto de superar ciertos problemas referentes a su
relación con la realidad admitida. Experiencias que utilizadas bajo unos
principios y control médicos pudiesen utilizarse cómo un elemento constructor
de la realidad propia del sujeto. Y sin búsqueda patológica, buscando agrandar
y enriquecer nuestra experiencia y realidad vital. La posibilidad de crear
realidades paralelas escogidas y controladas puede ser una gran experiencia
para las personas. Ampliar nuestra realidad, nuestra naturaleza, nuestro
horizonte de acción. Quizás en esta visión metamorformizada de la realidad
encontremos soluciones y valores a nuestra vida. En mis manos tengo el primer
ácido, su nombre es SaturnoA1 - Saturno, descriptivo de los dibujos de la
capsula que los contiene, en forma de banda de colores difuminados y A1 por ser
el primer acido. Este primer acido debería de producir una exageración de cualquier
sensación que pueda sentir el sujeto, potenciarla enormemente. No sensaciones
nuevas, sino aumentados cientos por cientos. Para su correcta observación las
dosis serán a su vez suministradas en intervalos temporales. Las membranas
plastificadas propias de las capsulas distribuirán el ácido en paquetes
divididos en unos espacios temporales. Sentiré los efectos con plenitud, se me
pasarán y volverán en toda su plenitud. Pasado no mucho tiempo después, podré
narrarlo y contarlo. No es más que el intento de la creación de realidades
paralelas de manera e intención médica para curar algún tipo de patología
psiquiátricas o psicológicas en las cuales la huida y visión de la realidad
desde la lejanía, valga para la cura o, mejor, para la vuelta al movimiento
social normalizado ¿esto es la cura, la vuelta a la normalidad, me pregunto y
os pregunto posibles lectores? El laboratorio será el camino en el tren camino
Valencia, donde está la universidad desde el pueblo dende vivo ahora, es decir
Puzol. Se acaba el informe de hoy, estoy llegando a Valencia.
4 de septiembre 2024
Hoy es el día en el cual comienzo los experimentos. La capsula Saturno (sus dibujos y colores) A1 que tengo en la palma de mi mano me la voy a
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