jueves, 10 de mayo de 2018

...de la triste previsibilidad humana...




La previsibilidad y pronosticidad que tenemos todos los seres humanos como entidad colectiva, me produce apatía al comprobarla.
No hay ninguna situación en la actualidad que no esté atrapada por estudios probabilísticos y antropológicos y deduzcan unas situaciones finales, que para mi mal y tristeza, siempre se cumplen.
Nuestra pronosticidad es máxima.
Ninguno nos escapamos del camino marcado por unas circunstancias creadas.
En los estudios de actuación de las empresas te deducen y aciertan en el comportamiento de millones de personas. Es cuando el ser humano pierde toda su esencia que es la máxima libertad.
Estamos sujetos a unos movimientos y acciones repetitivas en todas las personas y que nos vinculan a las mismas operaciones.
El individuo, en la actualidad reflexiva, ha desparecido, pues el mundo actúa sin éste.
Me resulta triste entender como un grupo de personas dirige y vincula el funcionamiento de nuestra vida colectiva al tener absolutamente calculado y comprobado, nuestras reacciones ante los hechos, y con esta máxima seguridad, actúan.
Ni siquiera hablo de la moda, hablo de la previsibilidad en cualquier tipo de acto.
Quiero creer que esto es un hecho temporal, es decir, que hemos perdido nuestra reacción individual y propia y hemos pasado a una acción prevista y colectiva, por unos motivos resolubles.
Debido a las generalizaciones admitidas y buscadas el individuo es dirigido hacia un campo operativo en el cual las reglas del juego están instauradas y controladas.
La libertad de creación y pensamiento, se ha perdido como acto formativo.
Las diferencias que surgen, en mi país y en la actualidad, no son sino que contradicciones a lo que hay pero jugando con las mismas reglas y operatibilidad, dándole igual de previsibilidad que al resto.
Damos ya por buenas y acabadas, las conclusiones globales sobre el funcionamiento de las cosas y los cambios son siempre dentro de estos hechos previstos y calculables.
El individuo, ha perdido la capacidad de decidir en función de sus propias convicciones y sometido a los actos del mercado y relación social, se convierte en un objeto de especulación y previsibilidad.

FILOSOFÍA LITERADA. Libro tapa blanda.






martes, 8 de mayo de 2018

FILOSOFÍA LITERADA. Amazon. He realizado cambios en la mejora de la presentación del contenido.


El Fútbol, el Mercado y mi Libertad.


Y mientras pinchaba en la noticia, me di cuenta de mi error.
No paro de despreciar el funcionamiento desigual e injusto de un necesario mercado, como ocurre, cuando grandes empresas dominadoras de los sectores, imponen sus usos, costumbres, precios, modas y nos produce subyugación.
Ahora bien, ¿de donde le viene todo su poderío mediático de cualquier acto social que yo critico?
De actos como el mio.
He pinchado en una foto de una puntual acción del partido Barcelona-Madrid y, lo que parece una acción sin importancia, multiplicada por muchos millones, hacen de un desinterés, un control mediático de unos pocos individuos, sobre todo el pastel futbolero.
Si sientes vergüenza cuando escuchas los salarios de los futbolistas que sepamos que es producto de una acción de oferta y demanda, que yo con mi inocente “click”, he pagado parte de la rueda de aterrizaje del Jet privado, de éste o aquel súper futbolista.
Es decir, la corrección del mercado, la tenemos mucho más cerca de nosotros, pues tenemos en nuestras manos potenciar, mediante el uso y compra, elementos diferentes.
Allí tendríamos el cambio social y no en las nuevas estructuras.
El mercado es necesario para el funcionamiento de la sociedad, pero el error está en estar sumidos a sus placeres y dirección, y no ser el pueblo, los sujetos, quienes decidan hacia donde quieren que se dirija, pues el dinero estará allí.
No comparto con Cicerón, el asunto de que el pueblo es ignorante. No, sus compatriotas romanos eran igual de listos que él, pero no estaban informados.
Es un hecho de información, comprensión y voluntad.
La educación, entendida como estudios, seria la base fundamental para enseñar a los alumnos, pero en el caso de no haber sido así, la concienciación colectiva sobre este hecho es relativamente sencilla y posible.
El razonamiento que te lleva a la solución del la situación, es real.
El mercado sin control adquiere y toma entidad y toma el las decisiones. Nadie decide la subida de los precios, son las circunstancias del mercado, las que lo hacen, el que lo hace.
Pero conquistar su control es absolutamente directo; si yo compro o si yo no compro, o si compro esto o si compro aquello.
Aun así, el mercado tiene uñas y garras, y es difícil no caer en el borregismo y en las muchedumbres, guiadas por éste.
Voluntad y coherencia.
¿te parece indigno que a 1000metros a la redonda de un maxifutbolista con cientos de millones en el banco haya gente durmiendo en la calle?
Trato de obviarlo, pero ese click, vale para el cubata del atleta y no otro Click que hubiera valido para el café del articulista o el poleo del pianista.
No os equivoquéis y penséis que nuestra natura es más cercana a jugar al fútbol que escuchar música.
Esto es lo que el mercado quiere.


Que me decís ¿tenemos capacidad de dicho cambio?