miércoles, 24 de octubre de 2018

Y la Democracia muere.





Y, yo cayéndoome de risa, retorciéndome entre las carcajadas, fue, cuando mi amigo me dijo que por qué dudaba de vivir en una democracia. Con la suavidad tal que una madre quitándole el flequillo del pelo que le tapaba la vista traté de hacerle ver el error de sus pensamientos.
No vivimos en una democracia – gobierno del pueblo- pues esto jamás es así.
La democracia murió en el momento en el cual el sujeto, el ciudadano perdió la capacidad de votar a individuos como el mismo. Los puestos elegidos y otorgados, con el poder delegado que tú le has dado con tus votos, son utilizados tal y como les venga en gana. Pactos, acciones, decisiones contranatura de sus primeras intenciones prometidas.
¡ahy! Platón, hubieras disfrutado viendo como los universales toma forma terrenal. La mentira como entidad metafísica, adquiere forma y existencia en el mundo material y es admitida como parte correspondiente en los actos y discursos de los políticos con adsoluta normalidad y previsibilidad.
La fidelidad a las palabras se suicidió en su último cumpleaños.
El posible dirigente tiene que hacer su carrera en el partido correspondiente. Éste actúa de manera independiente y paralelo a los propios problemas a solucionar. La satisfacción estriba en la simpatía, fraseología, afirmaciones, miseras opiniones dichas como verdades metafísicas, lameculos y transformistas que terminan sin saber donde están ahora ni lo que quisieron ser.
Los grandes o pequeños partidos políticos que actúan en unas condiciones ya estipuladas y planificadas, recibiendo, ademas una gran ayuda central, no son para nada parte del pueblo. Son un limbo de extrañas situaciones, posturas, hipocresías, mentiras con beneficios, usualmente económicos, de sus participantes. ¿Mala gente,?, no, pero “estoy aquí por el dinero y poder. No por mi entrega a tu mejora. Sí, por su búsqueda accidental mientras a mi no me perjudique”. La búsqueda del poder es el único objetivo buscado por los políticos. El pueblo ni importa ni me interesa. Me rio a carcajadas cada vez que oigo a un político que nunca, pero nunca jamás, busca el bien del pueblo, haciendo alusiones al bienestar de lo ciudadanos.
No quiero aceptar que el poder trasforme las lentes de cada uno de nosotros y que esto sea inevitable.
Es posible convencer a la gente y que comprendan que no vivimos en una democracia y menos en una estructura que busque el bien del pueblo.
Y ¡mierda de democracia!
¡Solo quiero que me hablen sin mentirme!
¡solo quiero que no me traten como un objeto y además tonto!
Los ciudadanos montantes, no tenemos el poder mediático ni la capacidad económica para decir la verdad y la necesidad consecuente de hacer un cambio que nos imponen los beneficiados que son además, dirigentes y dominan el funcionamiento del sistema.
¡mierda el futuro en sus manos!
Es imposible el cambio sin revolución pues no hay medios canalizados y actuales que puedan funcionar para la reforma.

domingo, 14 de octubre de 2018

El tren de mis soluciones.






Habíasae perdido el primer tren de la mañana y le tocaba coger el segundo.
Lo que era una desgracia, pasó a ser una bendición.
- Sí, sí, Andrés, mira que me lo he dicho veces, ¡fíjate en el letrerito de la vía!. Se había vuelto a equivocar. Segunda vez en años, pero era demasiada evidencia.
Pensose que iba a tener un pequeño follón pues sus compañeros igual tenían algún pensamiento despectivo por su supuesto desinterés o con el mismo por su incapacidad para darse cuenta de la jodida letra que te decía en que vía salida el tren.
Se hizo la ilusión que era su cabeza la que más problemas ponía, que el mundo no tiene capacidad para descolocarte, marearte, aturdir, sino que es tu cabeza, tu mente, tus pensamientos, tus sentimientos surgidos de las conclusiones o cual otra cosa similar, lo que impacta y marea tus pasos hacia allá donde fueras.
El pasado ya murió, el futuro no tiene ni una sola pincelada, lo único que hay es presente, el cual, no quiere vivir mareado por los supuestos incidentes ni agobiado por sus consecuencias.
Decidíó que iban a ser ellos, los demás, quienes tuviesen que acatar y sufrir a este descolocado fraile de la minifalda.
El escaparate social nos afecta a los más débiles, que no podemos evitar sentirnos observados.
Además de sentirnos observados, querer y necesitar hacer gozar al que nos observa. La felicidad está en los demás.
    • Jo, Andrés, ¡Cómo exageras!
    • No, Antonio, sal del agujero y observa lo que te rodea.
Así pues, iba a llegar tarde al trabajo y aquella fue la primera vez, en muchos años, que no se sentía con la necesidad de dar explicaciones y explicar sus aventuras y desaventuras, o a no ser que se lo pidieran, y con potestad o suplicios.
En el tren supuso su inocencia y el camino continuó o comenzó con tranquilidad mientras se decía y hacia alusión a la capacidad que tienen aquellos a los que todos permanecemos sumisos a darnos verdades constitutivas y que nosotros asumimos con rapidez. Es ¿por lo fuerte de sus razonamientos!, no, es por la falta de creencia en los nuestros. Aquella mañana comenzó a tratar de imponer más sus pensamientos independientemente de la similitud, continuidad de aquellos que supongamos verdaderos y primeros.
Mira, los pasajeros de este tren - pensaba- que a punto estuve de perder, tenemos la misma capacidad de encontrar las maneras mínimas de funcionamiento y ventajas de que cogiera su tren, igual que el revisor, conductor ayudante, pero pensaremos que cualquier reflexión sobre el impacto directo que tendrá en nuestras vidas el uso del tren, se lo dejamos a los que consideramos especialistas.
Y estos, arruinan nuestra libertad y realización.
Los valores constitutivos y primeros en cuanto a la dinámica de funcionamiento y desarrollo del ser humano como tal, están ya fuertemente asumidos y postulados y el resto de los individuos no debemos que recogernos ante sus decisiones.
Pero el tren seguía y ya se acercaba al colegio.
Andrés se iba repitiendo lo que era importante y, asumiendo la dificultad y peligrosidad del camino, decidió, siempre respetando a los demás, encontrar su modo particular e independiente de sentarse, a pesar de todos los consejos del listo, resabido e interesado, siempre, revisor.

viernes, 5 de octubre de 2018

Martillear el sistema





Hasta que no seamos capaces de aceptar que ninguno de los que te rodea debe, por necesidad, tener más razón, por diferentes intenciones y conclusiones en aspectos, olvídate. No hablo de que un licenciado en Filosofía pretenda de dar consejo del diseño del edificio.. Que esto lo tengo cerca.
Hablo de la perdida de miedo a expresar tus ideas y sentimientos ante la gente, un pequeño grupo, cien, mil, diez mil personas si se tercia por el temor que tienes ante el error, suponiendo, siempre que aquella muchedumbre, con entidad y forma propia, siempre tendrá razón. El individuo por vergüenza murió entre las multitudes. Pero vivimos sometidos a la coacción y observación que nos rodea. Lo sé porqué lo veo y me siento también así y evito, ante la inseguridad, en ocasiones, de las miradas de los demás.
Esto es lo que sentimos y nos pasa.
Pero, y lo más grave y preocupante, no será la inoperancia e incapacidad de superar la visión de los demás y nuestra vergüenza ante los demás, sino la existencia de entidades supramateriales creadas, surgidas, nacidas, desarrolladas a los largo de la historia.
No ha sido con intencionalidad, pero si una dinámica propia del sistema creado, inevitable y consecuente con sus conclusiones.
El mercado y el dominio que producen las empresas publicitarias dadas en los grandes medios de comunicación, nos configura y construye.
Pero ¿hubo alguna intencionalidad producto de la corrupción en la búsqueda de aprovecharse e imprimir a los demás?
Bueno, sí, algún caso nos podremos encontrar de maldad, corrupción o patologías
mentales, pero el asunto es cuando la maldad cobra entidad en forma de competitividad, control dentro del mercado. No hay un acto consciente que lleve a más o a menos. El encarcelamiento propia de cada uno no es más que producto del sistema, que sin control avanza, nos configura y nos domina.
No hay beneficiados, ni ninguno que ponga normas ni que tenga intenciones conscientes y voluntarias en su continuidad. El mercado y aquellas relaciones sociales se desarrollan por si solas ya. No se necesita acción alguna. El funcionamiento y las normas han cobrado vida propia y actúan fuera de las decisiones de las personas.
La solución no está en cambiar a las personas, que ya somos solo que objetos de manipulación dentro de estas estructuras convida propia. La única solución sera la destrucción y aniquilación totalmente de aquel sistema.
A martillazos, pero y sobre todo, martillear ante la mirada del resto de los dominados, como tú y como yo, y despreciar y destruir todo esto montado y que nos venden como realidad y corrección.
Observo las salidas y resoluciones de algunos, insertados en la más absoluta ignorancia, respecto a lo que hay, existe y somos.
La sumisión de los engañados es nuestra sopa diaria.

jueves, 4 de octubre de 2018

El tren



Y era todavia de noche, la oscuridad imperaba y mis pensamientos todavía disfrutaban de la libertad del anonimato de las sombras.

Seguia sin comprender, al menos, la mitad de las cosas. Los sin sentidos elevados al atril, desde donde, con piedad y benevolencia me absolvian de mi divergencia ante lo cotidiano, normal y admitida normalidad.

El tren circulaba camino del amanecer. Al momento de llegar al trabajo, en la estacion del tren, el sol me dará los buenos dias y pareciame, en todos estos momentos, el único de todos que me sonreia al hacerlo.

Y la culpa es, sin duda mia, por concebir o entender mis corcunstancias, sentimientos y pasiones con exclusividad y propios y solos mios.

Discutí, con mi mujer, en unas dimensiones en las que solo le duelen a los que tenemos el corazón de membrillo y que nos levanta, a las 5:55 a todos algo más dubitativos.

¿Sobre tu matrimonio( en mi caso )?

No, no, sobre la necesidad de quitarme la saga que del cuello me apreta y me tiene colgando de la ultima esquina de la normalita realidad.

La iniformidad es el mal.

No avanzo.

Tengo miedo.

Pero, y bien lo sé, nunca jamas podré dejar de ser lo que soy.

Entre los tamboleos por las vias y los sonidos ahogados del motor diesel, va llegando la claridad, al mundo circundante y a mi alma. Mi parada ya no está lejos y mi animo levanta la cabeza y me digo que mi trabajo, profesor interino Filosofía, es una fortuna y mis preocupaciones no son sino hechos infundados y resolubles. (En demasiadas ocasiones me iria con Zaratrusta).

¿Mis emociones y pensamientos?,sí. Todo aquel que dicese hacer reflexiones publicas o Filosofía, no hace sino dibujar s mundo interior con mas o menos objetividad, subjetividad, belleza o frialdad y lejania.

Mirando al sillón vacio que tengo en frente resuelvo que estoy en el momento mas propio y particular.

¿Y por qué publicas estas reflexiones?

Quizás buscando comentarios que desenrrollandolos con atención y cuidado pueda encontrar lo que busco.









lunes, 1 de octubre de 2018

LA FERIA Y LA VIDA




No me inclino, ni me voy por una parte o para la otra, pero es un sinduda y sinequívoco, que la vida es una autentica tómbola.
Las sensaciones se amontonan en mi vida a medida que ocurren los acontecimientos con el único señor y ley de actuación que las coincidencias y posibilidades.
Mas que me pese, las buenas situaciones y perspectivas solo valen para mantener tranquilo y sosegado a un espíritu que no sabe lo que le viene.
No, no es una característica negativa de la vida, es solo y llanamente, una característica más.
Vivir significa estar en manos del destino caprichoso.
¿Quien de Ustedes no conoce algún mal de alguien cercano que le pudiese haber pasado a el sujeto que mira?, nadie.
Sin embargo, es el flujo de emociones, de un color o de otro, lo que le da toda la belleza e intensidad a la vida. La unica manera de darle un sentido a los actos que realicemos en la vida, es incluir a la desgracia o la mala suerte que te traiga el destino.
¿Que belleza tendría estar rodeado siempre de la más dulce paz, de los mas bellos colores, de los mas puros sentimientos a lo largo y ancho de toda nuestra vida?, ninguna. La hermosura es producto de la contraposición con lo que llamamos fealdad.
Nuestra vida es exactamente un camino de emociones contrapuestas que le dan todo el esplendor y atracción hacia ella.
Claro, esta atracción solo será para aquellos que no sean setas, hongos o parásitos, y que sienten, dudan, discuten, buscan o se sorprenden.
Soy consciente de como cambia mi razonamiento en aquel instante donde ese destino que tan poco me prometía, caprichoso, como siempre, va y me lo da todo, o en aquel momento cuando mis ideas se despeñaban por el precipicio de la desesperación trae lo que nunca le pedí. Mi concepción de la vida es pendular, cuando no arrastrada, por los acontecimientos.
Cada vez me encuentro mas lejos de creer en una solución y explicación total sobre esta realidad en la cual me muevo.
Mis ojos ven demasiadas cosas diferentes según donde me lleve la vida.
Mi alma pesa mas en un sitio que en el otro.
Me voy vacunando con los males y voy conteniendo mi felicidad. No me siento perdido, ni decepcionado, ni buscado y perseguido cuando me tocan las malas cartas.
Es más y escucharme con atención pues no es un dicho sin contenido.
Lo que te ocurra, sin llegar a los limites en los que todos coincidíamos, es siempre un camino de mejora y superación. Cualquier problema, en el mero ejercicio de la resolución y aprendizaje, trae consigo una mejora personal y propia.
Cualquier, menos las limites, circunstancia, puede ser otro camino para hacer las cosas.
¡ahy!, ¿cual será el camino que me lleve a la felicidad?
Digo yo, que casi cualquiera si lo tratas con sabiduría.