martes, 30 de septiembre de 2014

EL ÚLTIMO PASEO DE SÓCRATES


A  pocos centímetros del suelo pisaban mis pies mientras pensaba en el mundo de los elementos universales.
Meditaba en  círculos concéntricos dibujando una espiral enfilada hacia las nubes mientras que con mi reflexión escapaba de la inútil materialidad que expectante, me vigilaba.
Tenía claro, muy claro que no había otra salida más hacia la verdad.
Sabía que el destino estaba así configurado.
Aún así las intensas y rápidas conexiones de mi cuerpo y mi alma apostaban por la resistencia y se parapetaban en el menor suspiro de la sinrazón reinante, con la pretensión de escapar del real y autentico orden establecido.
Realizaba giros de 360 grados con mi visión, hacía lecturas verticales de arriba hacia abajo, mientras construía movimientos trasversales de un lado al otro de las circunstancias puntuales y físicas, buscando salir de la trampa y del engaño reinante.
Paseaba, codo a codo, por la calle de mi ciudad, con todos aquellos que permanecían ciegos.
Tenía la esperanza que alguno de mis alumnos, hubiese llegado,  ya también,  a la fase final de los conocimientos.
Las hojas perennes de los bonitos arboles cían caducas ante la incomprensión e imposibilidad crónica y patológica de lo que tenían como verdadero.
La meditación me había dado la luminosidad, pero me había quitado la comprensión que se debe por vivir en el engaño.
Fue con Bruno, al verlo por el camino, por el que apenas por unos instantes deposité mis pies en el suelo.
Empezó a hablarme y yo traté de escucharle. Cuando él se fue, acepté que ya estaba lejos y la conversación resultó inocua, vacía, estéril.
Continué caminando consciente de que mi volatilización se estaba consumando y concretando. El mundo de las ideas me abría las puertas y mi alma se iba allí donde nació.
Desaparecía ante los ojos de los transeúntes cercanos, pero tan lejos estaba de sus principios formadores y actuantes que como el polvo de primavera, apenas podían sentir algunos pequeños  efluvios alérgicos.
La última trasmigración de mi alma llegaba y mi libertad nacía.
Lo que vi primero y con claridad fue la ciudad a lo alto.
Desde la verdad observé la mentira y la apariencia de la sociedad.
Sabía que ya no volvería.
Entendí el proceso de los viajes como realizados por tener el máximo conocimiento de la verdad y realidad.

Entonces, la hoja de la carta voló por los aires, cayendo a los pies de aquel joven discípulo, mientras su cuerpo se difuminaba en la morada de los conocimientos.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

LA DEFINITIVA Y ÚLTIMA REVOLUCIÓN COPERNICANA



La concepción Giro Copernicano, tiene su origen en el paso que dio el cura protestante Prusiano, Nicolás Copérnico a lo largo del siglo XV, y el XVI, el cual consistía en proponer como centro del sistema de los cuerpos celestes, entonces conocidos, al sol, en vez de a la tierra, hasta el entonces propuesto y defendido, con la imposición también de la Iglesia tras el estudio de las santas escrituras, en aquellos párrafos en los que Dios mandaba que el sol se parase. La máxima dificultad e inicio de la necesidad de cambio fue  producto de la resolución de los problemas encontrados, para explicar las órbitas de los planetas, suponiendo que la tierra fuese el centro de las circunferencias. Estas orbitas se entendían circulares y Ptolomeo, en el siglo II intentó explicar, con esta  manera de concebir, las irregularidades que se encontraban en  caminos de sus órbitas, proponiendo retrocesos en sus trayectorias y demás, lo que hacía imposible su cálculo correcto. En su lecho de muerte, Nicolás, la esperó con su libro, titulado “Las órbitas de los cuerpos celestes” entre las manos a sabiendas de la herejía que cometía con su teoría,  escrito y concebido,  debido a los claros y correctos  cálculos, apoyado en la sencillez y precisión de las operaciones matemáticas, si se pusiera en el centro de las órbitas a la sol (Heliocéntricas) y no a la tierra (Geocéntricas).
Eran los comienzos de la Vía Moderna de explicación y ya comenzaban a circular por Europa más pensamientos Griegos clásicos, en los cuales había más pensadores importantes, además de Aristóteles y platón que propusieron al sol como centro del, entonces, conocido cosmos y totalidad.
Evolución, cambio.
Así pues, nos encontramos con un cambio en un paradigma fundamental explicativo a partir del cual realizar  las investigaciones y deducciones pertinentes.
Pero ha habido más, menos o más conocidos.
En el siglo XVIII, llegó, el también Prusiano, Inmanuel Kant y nos dijo que entendiéramos que la formación de la realidad estaba directamente construida por nuestra mente y que ciertos elementos formadores de ella y que nos valían de base para  comprensión y explicación, no estaban en la realidad material que nos rodea, sino que éramos nosotros quien los poníamos al trabajar con ellas. Los objetos tienen unos componentes físicos propios, pero la situación, digamos y por ejemplo, espacial, el arriba o el abajo, no están en éste, sino en el sujeto que las mira. Revolucionó el concepto del conocimiento de la realidad circundante, revolución cognitiva, Copernicana también. Las personas éramos participes en esta realidad circundante que permanecía realmente lejana y oculta ante nosotros, pues nuestros pensamientos sobre ella (Noúmeno) siempre estarían condicionados por nuestras estructuras internas (Fenómeno).
Y más todavía más peculiares. El Franciscano Buenaventura, huyó del racionalismo y trato de rechazar conceptos universales racionales de Santo Tomas para la explicación de la relación con Dios. Esta primera huída de la razón pura, nos llevo a entender la necesidad de la experimentación sobre la naturaleza para su comprensión. Había que tocarla, verla, experimentarla, para conocerla. Roger Bacon, en El siglo XIII, aun no siendo el primero en hacerlo, sí que lo teorizó como el comienzo de la ciencia experimental, superando el tratamiento de los conceptos abstractos para explicar toda la realidad. Fue otra revolución copernicana en el momento del cambio de un paradigma fundamental. Aristóteles había sido desde 20 siglos, culminando con Santo Tomas de Aquino el punto de referencia máximo de explicación de la realidad, trabajando sólo con la observación y meditación. Desde la ventana de su casa, explicando el funcionamiento total del cosmos. Una mente, sin duda privilegiada.
Fueron cambios totales en la perspectivas de trabajo y principios formadores que hicieron, en estos casos, evolucionar y cambiar a mejor,  los modelos sobre los cuales montar, al fin y a la postre, conocimientos, formas y maneras.
Y aún hay más cambios en la historia del pensamiento que revolucionaron la concepción de la globalidad.
Actualmente necesitamos otras.
¿Física? No, ¿Ontológica?, no, ¿Gnoseológia?, tampoco, necesitamos una clara revolución copernicana en la concepción de las relaciones humanas y en los objetivos que hemos de buscar y proponer en el funcionamiento social y de relaciones mundiales.
Hasta que no cambiemos algunos paradigmas en cuanto al debido funcionamiento del mundo el cambio será imposible.
El objetivo de un país se base en el bienestar social, es decir, en la comodidad de la vida de los particulares. Pues no, mucho más importante es que todos coman.
Otros objetivo es el nivel educativo de las facultades. El conseguir un nivel teórico alto. No. Mucho más importante para el funcionamiento social es la extensión máxima y total de la educación  media, incluyendo una articulación del correcto funcionamiento social en sus principios formadores que los altos y grandes conocimientos. Es sin duda alguna, preferible que todos, que tengamos respeto unos a otros que saber qué pasa cuando dos partículas a velocidad de la luz impactan. El circuito de aceleración en Austria hubiera valido para construir cien colegios y pagar a los profesores en sitios que no los tienen. El conocimiento científico es importantísimo para la realización del ser humano, pero hay otras prioridades.
He puesto ejemplos total y absolutamente discutibles, pero sin un cambio revolucionario en la concepción de los objetivos básicos que tenemos que buscar como elementos formadores de las comunidades y enlosa sujetos que tenemos que construir, la resolución a ciertos problemas no serán más que pequeños parches en el gran pinchazo mundial que tenemos.
No hago ideología barata.
No hablo de nuevas sistemas económicos-políticos.
Habla de nuevas concepciones, propósitos, objetivos, intenciones.
Todo cambio efectivo debe de ser lento, pausado y tranquilo.
No se puede buscar lo que en el momento es imposible.

Pero no veo, ni se ve, estos lejanos pero altos y resolutivos fines en la concepción de la agrupación, pues es la que nos define en su  totalidad, como seres humanos.

domingo, 21 de septiembre de 2014

DARWIN, JHON Y LOS MONOS ENJAULADOS



Crujiendo el casco Roble Ingles y temblando en su verticalidad los mástiles de pino Español, el gran Velero Beagle había salido ya hacia dos años de Inglaterra con el objetivo de recorrer las costas de Suramericana primero en un viaje de investigación que daría la vuelta total al mundo por sus océanos y mares. Jhon era el cocinero y había conseguido una gran amistad con Charles.
Aquella mañana, se encontraban viendo una vez más, la salida del sol en la eslora izquierda del Beagle en su viaje hacia el pacifico, habiendo pasado el estrecho de Magallanes, en el confín del mundo, cerca de la tierra de hielo, en el punto más lejano de la Patagonia.
Charles salía a pasear con su traje de levita azul y disfrutaba mucho de los vientos frescos y matutinos que levantaban su pelo rizado. Observaba con atención y su lente los azules amaneceres de aquellos inhóspitos lugares. Coincidía normalmente con Jhon que con su siempre puesto delantal, le iba a su encuentro.
- Señor Darwin, lo he vuelto a hacer. Como me pasa algunas mañanas, he vuelto a gritar a mis ayudantes y mostrarse violento con algunos marineros. Me detesto esos días, parezco un mono enjaulado.
Charles se le quedó mirando fijamente y volvió perder su vista en la lontanía y soledad del océano. Había estado estudian los pinzones de las islas del atlántico, había observado la rareza de los dragones de las islas de estrecho y empezaba a especular sobre la necesaria adaptación de los animales a su entorno. Susa notas comenzaban a tomar forma de libro y en el empezaba a plasmar su idea de la evolución. Justamente aquella noche, en sus sueños especulativos tuvo la tentación, durante breves instantes de aplicar estas conclusiones a la especie humana.
- Pero, qué me cuenta Jhon, ¿que deja de utilizar su razón humana y actuá de manera impulsiva como lo hacen los animales.?
- Bueno, tu pregunta es difícil, no sé, sin pensarlo.
Darwin había leído algo de Hering, fisiólogo de Liebnizg que estudiaba la relación entre la velocidad respiratoria y el sistema nervioso. Sabía que había una relación entre el estado corporal, en este caso matutino de Jhon, y su humor. Ahora bien, la idea de que fuera el posible reflejo de la evolución del ser humano, le asustaba.
- Sí, Señor Darwin, y me siento arrepentido, pues yo no soy así y no quiero que mis compañeros me vean de tal manera. Por la tarde nunca me pasa.
Darwin seguía pensando. Había estudiado a los primates en todos los zoológicos de Inglaterra que los habían traído de sus colonias extendidas en todo el mundo, y había visto que no tenían un estado de humos variable a las horas del día. Aquí si que había una diferencia clara. Pero sabía que esta reacciones en las cuales las personas no utilizaban la razón y no estaban en sus cabales eran tremendamente similares a las de los animales.
- Jhon, es importante y fundamental controlarse, lúchalo, pero no te desprecies pues en mayor o menor cuantía a todos nos pasa.
El estudio de los picos de los pinzones adaptados a la vegetación propia de cada isla apenas separadas por unas millas pero la imposibilidad de comunicación por los grandes vientos del océano y su forma debido a la adaptación al tipo de flores le apasionaba y le hacia reflexionar sobre qué tipo y hasta donde podían llegar este tipo de cambios.
- Pero, Jhon, ¿te pasa constantemente o viene de unas condiciones especiales? - le dijo mientras acariciaba la suave madera pulida de tono azulado de la barandilla del casco.
- Sí, especiales, en cuanto que menos noción de mi mismo tengo, es decir, tras una noche cansada y la mente aturada, tengo más dificultad para pensar.
- ¿Será como si dejaras a parte tu razón?
- Sí, algo así.
- ¿Como los monos que no la utilizan?
- Bueno, señor, esa broma ya la hago yo.
Rieron los dos.
Darwin sería repudiado por la Iglesia Anglosajona si se atrevía establecer cualquier conexión en la engendración entre el mundo animal y el ser humano, pero no podía evitar pensar, en las reacciones inconscientes de los animales, la reacción consecuente nerviosa ante la aceleración respiratoria de Hewring y los cansinos amaneceres y de mal humos que inconscientemente tenía Jhon.
El mar pacífico, cruzado ya hace tiempo por Magallanes, le esperaban. Era una larga travesía flotando entre las aguas vaciás. La nada era su población.
En el movimiento repetitivo y el silencio creado por el grito continuo de las aguas rompiendo en el casco del barco, le inspiraban y ordenaban su mente.
Sabía que había un elemento evolutivo propio en la naturaleza y que podía haberlo habido en el ser humano, lo que le daba la probabilidad de encerrar en sí mismo el acto irracional e irreflexivo propio de los gorilas en celo del África tropical.
Pero no se atrevía pensar que hubiera alguna dimensión actuante e irracional propia formadora del ser humano.
El atardecer se completaba y no quería escribir esta noche a la luz del candelabro.
- ¡Señor Darwin! - Jhon daba una vuelta revisando las provisiones antes de irse a dormir ¿qué tal ha pasado la tarde?
- Bien, bien, mi querido y buen cocinero y déjame que te diga, que intuyo que en este siglo, a sus finales, alguien nos explicará de donde vienen estas reacciones que tan poco controlamos y que tanto nos perturban.

Entre los graznidos de las gaviotas de las últimas tierras costeras, se dieron las buenas noches.

sábado, 20 de septiembre de 2014

SPINOZA EN EL CANAL HACIA EL BÁLTICO



Paseaba despacito y tranquilo, por una bella Amsterdan, cubierta de amplias flores blancas, caducas, sutiles, efímeras, pero esplendidas en su corta madurez.
El verano era corto.
Marchaba lento y pensativo pues su tuberculosis le producía problemas en el movimiento pesa a su juventud.
Observaba lo que le rodeaba y luchaba por no sentir odio y desprecio hacia aquellos que lo había apartado del mundo del pensamiento por alegar la existencia y manifestación como parte de la misma ontología, a Dios, su pensamiento y la belleza extensional de los blancos tulipanes expuestos en cada balcón de aquella ciudad construida con una madera clara de frescos y grandes abedules.
Se dirigía a su taller. Los antiguos Sefardíes, los Judíos expulsados de la península Ibérica, no lo abandonaban, pero si apartaban y sólo le dejaban dedicarse a la artesanía.
Spinoza, se sentía feliz puliendo las lentes para sus amigos científicos, pues le permitía reflexionar y mantener contacto con buenas mentes pensantes.
Apoyado en los vallas protectoras de un canal, elevado por la marea, se le acercó un antiguo alumno, que ahora ocupaba un puesto de dirigente importante en su comunidad. Nunca estuvo cerca de lo fanáticos, pero siempre fue un hombre precavido.
- Maestro ¿cómo está?
- Bien, mi amigo, tratando de, contemplando la belleza, olvidar los dolores en mis huesos.
Acercándose más le dijo
- Ya está impresa su obra, el tractatus teologico-philosophicos. Vamos a empezar a mandar a los tantos otros pensadores racionalistas que le siguen en el resto de Europa.
- ¿A Liebniz?
- Sí, también
- Alumno Christiaan, probablemente deba irme a la Haya, en cuanto se haga oficial mi excomunión y me gustaría que siguiéramos, en secreto repartiendo mi obra.
- Sí, señor, cuente conmigo, pero dígame ¿qué alegan para condenarle?
- Mire, el gran admirado por mi parte, Descartes, quiso separar ontológicamente al ser humano de Dios, para mantener su capacidad de elección.. Su cuerpo, su alma y Dios, no eran lo mismo. Y yo le pregunto a Usted ¿en qué punto rebajo un centímetro el poderío y omnipotencia divina si le afirmo que Dios también se encuentra y se da en la belleza de las flores que cuelgan de los balcones?
- Bueno, Señor, pero nuestro Dios, Yave, es superior y está por encima del ser humano.
- Pero, mi alumno el que yo piense no me da independencia divina ni la existencia de las flores como realidad tampoco. Todo lo existente es Dios, nuestra libertad está en la asimilación de nuestro destino como parte creadora, es la Panagea, todo es y está en Dios.
- ¿Los mismas vertientes formadoras de Santo Tomas?
- Sí, parecido – y le dijo acercándose, cuidado con nombrar a un santo de la iglesia católica, cristiana, apostólica y romana, aquí, en este barrio comercial grande y Judío muy judío.
- ¿Quería Dios que le hayan apartado de la iglesia y no le permitan instruir a los jóvenes, señor Spinoza?
- Te voy a decir una cosa, y que nunca se te olvide, Christiaan, la iglesia, sea cual fuere, no está formada por Dios, son los hombres quien la hacen y la componen y todos los pecados y defectos que tienen las personas fuera de ella, la tienen dentro también.
La última mirada fue algo melancólica. Sabría que debería de partir hacia se nuevo lugar de residencia pronto. Su capacidad intelectual estaba pletórica, pero su cuerpo se consumía con lentitud. Apenas tenía 40 años, pero pocos más le quedaban, le dijeron algún amigo intimo médico, con otras palabras.
- Baruch- por un momento sintió la fuerza para tutearle ¿podremos, con la razón explicar el mundo?
- No sólo podemos, sino debemos. El mundo no es más que la manifestación del orden divino. Nuestra mente llegará a su conocimiento pues somos parte de Dios. Somos, esencialmente seres racionales y con nuestra razón llegaremos a la más alta comprensión, lease por favor a descartes, siempre lo he admirado.
Se despidieron y su antiguo alumno se fue con paso ligero pues tampoco quería que se le siguiera asociando en la cercanía con él.
El canal estaba enfocado hacia el mar báltico, en el norte y el sol se ponía en su hombro izquierdo con lo que no le molestaba y podía ver los rayos de luz caer trasversales en la madera húmeda del casco de la pequeña barca cargada de girasoles que llevaban hasta la costa.

- las religiones no son malas, la maldad esta en las personas que dicen que la representan – dijo en voz alta, sin miedo pues los dados de su destino, ya estaban jugados.

LA DIFERENCIA EN LA BARBARIE Y LA NUEVA CLASIFICACIÓN




Las personas somos el producto de la más absoluta variabilidad.
Me rio de aquel que trata de definirnos en base comportamental única.
Me considero demasiado lejos de algunos, para que me introduzcan dentro del mismo género de la misma especie, al menos, en el mismo grupo final formativo.
No encuentro manera alguna de clasificar en ninguna similitud a los autores del logicismo Alemán, con los creadores del nazismo, aun perteneciendo a una cultura contigua y contemporánea.
Son cabezas y pensamientos cuya capacidad de comunicación, entre ellos, es absolutamente nula.
No hay comunicación entre las víboras y los mamíferos.
A lo largo del mismo día y como producto de las lectura tuve en mi la evolución propia de la historia de la filosofía.
Cierto es que la corriente del logicismo tuvieron, muchos de ellos una vida propia difícil quizás por la lejanía del su pensamiento de la realidad, pero fueron, en este caso hombres, con unos pensamientos puros, que elevaron la mente propia del ser humano a unos trances magníficos y envidiables.
Pero en el mismo día y por la tarde, dejo de leer los libros de Lógica y me introduzco en una revista que hacia una revisión a las víboras que en aquel momento pertenecían, que no lo eran, al pueblo alemán y realizaron las ultimas barbaries en los también últimos días del nazismo. Llego a ver la mirada de los niños de 10 años que son lanzados en los últimos días y en la agonía, por la locura, con unos cascos de combate que se les caían entre los hombros, a luchar defendiendo las ruinas de Berlín, y no puedo que menos evitar, tropezarme con un clímax de la barbarie humana.
La supremacía del pensamiento y mi admiración por el ser humano, en este caso, de Wittgeistein en su tratado lógico-filosofico, en cuanto al intento de explicar la formación e información que hacemos y trasmitimos a través del lenguaje, se me desmorona al leer la locura con asentimiento colectivo que puede trae esta misma posibilidad constructiva mental en la destrucción, de las personas.
La concepción del ser humano se tambalea de la mañana a la tarde.
Este sentimiento me recuerda a la propia historia de la filosofía.
Desde el estudio, fuera de la soga de la vida, de la realidad circundante hasta asumir la angustia provocada por ella.
Desde la cosmología Aristotélica, al Vitalismo de Ortega.
Desde admirarnos y saborear nuestra superioridad ante la capacidad para comprender el mundo circundante, hasta hundirte en la miseria de la incapacidad de comprensión de los actos de algunos individuos cercanos.
Saber que hay dos dimensiones, como dirá Frege en nuestro lenguaje. Una, el objeto del que estamos hablando, que se queda fuera de la trasmisión y otra del sentido que le damos, que es lo que introducimos y con lo que trabajamos. Estos primeros hechos formadores, serán llamados por Wittgestein, hechos Atómicos, y nos valdrán para construir los teoremas que nos llevarán a la trasmisión de la información.
Tras reler, otra vez más esto, emocionado y tranquilo, aparco el libro en la mesita de noche aquel Sábado por la mañana, que me hablaba de aquel Vienes, y el mismo día por la tarde, tras leer un pequeño reportaje sobre los últimos días del tercer imperio, así llamado por, los asesinos Nazis, aturdido y triste me quedo con la figura de los niños de diez años, ahogados en su nada formadora, luchando, en la incomprensión contra un ejercito soviético formado por hombres que podían por edad, ser sus padres.
La variabilidad constitutiva de la especie humana es máxima.
No hay en todo el reino animal tal distancia de comportamiento entre unos y otros.
Habrá que empezar a comenzar la clasificación del ser humano en familia, genero, especie y educación. La diferencia es patente.
Negros, Blancos, Orientales, de América, de África, de Europa, de Asia, de Australia, todos somos seres humanos de la misma especie y género, pero a años luz de distancia me considero de algunos de estos mal llamados seres filiales míos.
Quizás encuentre más similitud conmigo a un delfín que a varios elementos llamados también personas y que decapitan públicamente.

Y como conclusión diré, que cuando pienso y hago metafísica hablando de conceptos, elementos o valores que no tienen una realidad material, me encuentro más ubicado en el vitalismo y existencialismo actual, pues me es realmente complicado no acercarlo a la vida que me rodea.

viernes, 19 de septiembre de 2014

LA INUTILIDAD Y LA REVOLUCIÓN



Sí, necesitamos actuar bajo unos determinados modelos estéticos precisamente para que te escuchen y atiendan tus opiniones. A los que están en absoluta discordancia con las formas y maneras usuales, pierden toda su capacidad de cambio pues no son ni serán nunca escuchados. Sí, tenemos que asumir unos roles supuestos.
Cervantes, el siempre grande escritor de aquí, mi España, nos dijo que donde fueres hagas lo que vieres, refiriéndose a la inserción propia del sujeto
Se puede ser inmensamente critico al hacer unos duros comentarios con las formas y maneras de utilización social, con una bonita corbata verde y un elegante traje azul oscuro a rayas o con unos  viejos vaqueros y camiseta, pero sé, que así, más que me pese, con certeza que se te escucha la mitad.
Si quieres protestar y que se te escuche debes insertarte en esas formas y maneras, los roles imperantes. Sé con seguridad de la mayor validez del acto. El cambio social, entonces entra en el hecho de ser una posibilidad.
No demuestres tu incapacidad de incomprensión y te vayas a entidades divinas abandonando la realidad, como Kierkeggar, pero tampoco la desprecies, la detestes, la ahogues en la crítica como hizo Nietszche.
Aprendamos de Locke, asumamos lo que queremos y busquemos de manera discreta e inteligente el cambio más correcto, progresivo y posible hacia otras situaciones.
Si no ves la televisión por sus vacios,  humano, cultural e intelectual, no hace falta ir vestido de tal manera que te miren como a un perro verde o un gato a rallas, para publicar en tus palabras tus discordancias con muchos affeirs ridículos al que se les someten a aquellos atrapados en esa miseria.
La adopción de ciertas  maneras es un elemento imprescindible para los cambios. Pues debes de estar inserto para actuar, desde fuera no se cambia nada.

Pericles, en el siglo V adc, construyó y comenzó un gran cambio, con un proceso democrático en Atenas,  a lo largo de un tremendo siglo. Era un hombre admirado y parte constituyente del la sociedad contemporánea de ellos.

No creo en las revoluciones como ruptura, es el lanzarte a nadar el  laguito, siendo un crio y sin flotador. El pueblo no olvida su pasado, sus fuentes y creencias de un día para otro, independientemente de lo buenas o malas que estas fueran.
El día de la libertad en el culto religioso en la antigua unión soviética, las catedrales e iglesias se abarrotaron. La religión acampó en las casas.
Éstas, las radicales y violentas revoluciones son el meterte en un nuevo mundo desconocido sin más preparación que unas líneas teóricas. Treméndamente justas y verdaderas, pero que no son más que unas líneas escritas sobre un folio en blanco.

Las evoluciones progresivas te llevan hacia lo probable y posible.
En las revoluciones radicales, el cambio en el error, no tiene marcha atrás. Andando con calma y tranquilidad se puede llegar al mismo punto se puede corregir la trayectoria.

Asumamos unas formas y maneras pero con la única intención de cambiarlas.

No hay ni tenemos otro camino.

Estéticamente nos han educado así. Yo me he criado y he asumido la corbata como un símbolo de elegancia. Y así, otros muchos aquí en España y si se quiere llegar a la totalidad hay que respetar las medidas y formas.

Jamás te libras del peso de tu subconscientemente.


Por ello, la debes de llevar esta corbata como parte equipaje, para hacer el viaje seguro, en el barco que te llevara al mar donde tirarla.

jueves, 18 de septiembre de 2014

LA LOCURA DE LA IMPOSIBILIDAD



Cuando lees a cualquier escritos sea en el campo que fuere, es fácil, si se presta atención, sentir los efluvios de sus pensamientos.
Algo apreciable, sabido y difícil de discutir es que las narraciones están directamente unidas a la personalidad, valores, formas y maneras del que las compone.
El problema que se plantea será, entonces, hasta que punto quiere, el que escriba, que estos principios y pensamientos sean desvelados.
El literato se esconde y escabulle tras sus personajes. Los cuales los construye fingiendo lejanía y observación, cuando él mismo sabe que la empatía propia e ineludible se establece entre los dos. La persona protagonista de una novela, tiene los problemas o asuntos que el escritor ve como individuo creador y decisivo. El mundo que construye, es el que éste compone, con normalidad en su pensamiento.
En la filosofía y meditaciones, el problema se duplica, pues siquiera la subjetividad se puede disimular.
La filosofía es directa trasmisión de tus pensamientos.
En la filosofía no hay objetividad.
Y por ello, es esto lo que escribo después de haber compartido alguna de las experiencias comunes o haberme sumergido, en otra repetitiva ocasión, en una normalidad.
Pienso que el mundo iría mejor si variásemos aquellos movimientos entendidos como habituales.
El problema es que el cambio debe de darse desde el principio y, ahora y ya, estamos todos en marcha.
A la educación de los pequeños, algunos valientes debían de retrotraerse y cambiarla, en busca de nuevos usos y maneras a nivel social.
El pensar de una manera independiente en esta sociedad actual a nivel mundial es un peligro. Puedes cometer la gran inconsciencia de caer en la diferencia y en la actualidad esto es un problema.
Somos una sociedad monocromática y sometida a unos usos y maneras propias.
Los grupos surgidos en las diferentes actividades tienen unos protocolos establecidos.
La creatividad independiente no está concebida.
Y aquellos que creen que lo son, no son más que parte de los mismos engranajes al adoptar posturas, modas, vestimentas y actos que están también estandarizados como movimientos laterales al funcionamiento.
Nuestra capacidad propia de manifestarnos tal y como somos, es difícil y complicado.
Tengo experiencias propias de moverme en lugares y en ocasiones y recordarme más tarde como otro ciego más operante de aquella obra de teatro.
Esta operatividad se hace extensiva a absolutamente toda la sociedad.
Y vuelve la idea del súperhombre de Nietzsche, pero sólo entendida como aquel que tiene la capacidad para huir de las posturas domadoras de las grandes fuerzas sociales.
Aludió a la religión como el escape ante nuestra debilidad de la finitud de la vida y nuestra enfermiza capacidad de luchar ante ella.
Actualicémoslo y olvidémosnos de conceptos tal trascendentes y lejanos y vayámosnos a cuestiones tan cercanas como la televisión y los programas de pura basura en su operatividad intelectual, que nos ayudan y nos llevan, ante nuestra debilidad de actuar y luchar, a hundirnos en las gilipolleces y olvidar lo decisivo e importante.
Las fuerzas de consumo se aprovechan de nuestra falta de decibilidad independiente.
No nos venden el producto, sino a los que lo consumen.
Nos imponen unas medidas estéticas y vitales a seguir en búsqueda de nuestra realización personal.
- ¡Pero eres tú el que compras y te equivocas!
- Sí, pero son ellos que debido a mi debilidad, se enriquecen.
No creo en la perversidad de unos magnates, pienso en nuestra debilidad a las hora de decidir.
Esta flaqueza da como resultado, la imposición de los grandes modelos adictivos.
No te venden nada, te prometen aquella solución estética y vital que nosotros, en nuestra incapacidad individual no somos capaces de obtener por nuestra propia falta de confianza.
Nos amontonamos en la repetición.
Y utilizo con total consciencia de ello, la primera persona en el plural.


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miércoles, 17 de septiembre de 2014

DESCARTES Y EL JARDINERO




Era el precioso castillo de Fontenebleau, pero si lo era, más sus jardines.
Paseaba entre los setos, con un traje negro alisado, con mangas largas y cuello alto.
Siempre permanecía con la mirada atenta y fija. Parecíase que estaba contando hasta última hoja de cada uno de los frondosos abedules que formaban el centro neurálgico del jardín dividiéndolos entre los metros cuadrados del mismo.
Su vida era matemáticas, más bien, exactitud. Buscaba la completud del pensamiento, fuera el tema que fuese.
Inclinándose en un conjunto de setos, estudiando las lineas de conjunción que surgían en el horizonte, se tropezó, como todas las mañanas con Andrè, el joven y porqué no, magnífico jardinero y encargado de aquello.
- Haces arte, joven – le dijo Descartes
- No señor, no me avergüence.
La cercanía humana que mostraba ante los trabajadores, de un Aristócrata bien situado y mejor apreciado producía una gran ternura pero humildad en ellos.
- Que, ¿consigues realizar lineas paralelas entre los lados de las hileras de los setos?
Andrè, muy modestamente, alzó una media mirada y le contesto
- No señor, no es mi intención, en la desigualdad de los lados encuentro la belleza.
Cual una tormenta seca de verano, se abrieron los ojos de Renè.
- Pero !que me dice Usted¡, ¡La belleza es la perfección!, el punto de fuga debe estar calculado hacia el fin de las vallas finales del jardín!, ¡Tiene un poste central hacia donde dirigirlas!
- Si, maestro donde los haya, pero en mis pocos años en el arte de la jardinería he llegado a la conclusión que la a simetría trae cierta belleza y encanto.
Se dio media vuelta con potencia y comenzó, Renè a andar hacia el castillo, pero tras unos pasos hacia el se giró y se aproximó de nuevo.
Andrè, temblaba, intuía que había hablado demasiado aun sin saber por qué.
Plasmado entre las pequeñas montañas totalmente verdes en su espalda, observaba como el paso de maestro se iba calmando, y el ruido de las pequeñas hojas color cobre aligerado, sonaba más calmado en su proximidad.
- Tendría ganas de que Usted se hubiese leído el ensayo que escribí hace algunos años cuyo único objetivo era enseñar a pensar, pero bueno, dejémoslo y déjeme preguntarle si el desorden es bello
- No Señor
- Y la desigualdad es un tipo de desorden.
- Si, señor
- Por lo tanto concluiríamos que el desorden no es bello.
- Sí, Señor.
Descartes se le quedó mirándolo a la par que se sentaba despacito en un banco a la vera del jardinero.
- Sé que me contestas con afirmaciones pues sientes la necesidad de hacerlo.
- Sí, Señor.
Sabía y entendía que en la belleza del jardín nunca podría encontrar una verdad absoluta.
Sabía que tenía tantas posibilidades él, estudioso y culto en deducir donde está la belleza, que aquel, sin estudios ni cultura clásica, entendía que todo era susceptible de encerrar dudas en cuanto a su concepción y desarrollo.
Miraba y observaba las lineas escapatorias.
Él las veía rectas, pero el jardinero ya le había dicho que no lo estaban.
Él le había hecho un pequeño razonamiento, el cual si hubiese tenido toda la claridad y evidencia, no lo hubiera dudado André.
Descartes, pensaba firmemente que estábamos, en manos de Dios y sus antojos y motivos y la que pensásemos podría estar muy lejos de las realidades.
Vivía rodeado de las matemáticas pero el sabía que su exactitud podrían ser sólo consecuencia de este Dios caprichoso.
La verdad única que encontraba era que pensaba y dudaba.
- Andrè, he de decirte que busques la belleza donde quieras encontrarla, pues allí estará, pues te puedo decir que la única verdad será que yo estoy dudando que ahí estuviera.
El jardinera seguía con las tijeras anchas cortando las lineas irregulares, con la mirada dirigida hacia Descartes, su Señor, pero perdido totalmente en sus deducciones y conclusiones.
Renè, el Señor, se levanto sin mediar palabra.
Sabía la forma y características que debía de tener las verdades, pero aun intentando y creyéndose ver así ciertas reflexiones, sabía que esto era una deducción perfecta, un modelo, pero después entraría su propia apreciación a la hora de aplicarlas, es decir, clasificar o darle unas características de una verdad absoluta a otros conceptos, pero seguía sin saber si su asignación de modelo la tenían los objetos que había mirado como tales. Lo buscaría, necesitaba más conocimientos similares, o mejor, iguales.

- Clara y distinta, así debe de ser la verdad dijo en voz alta mientras se iba.

martes, 16 de septiembre de 2014

QUE ME VOY, PERO QUE VUELVO


Vivimos sumergidos en nuestros recuerdos.
Estos o son  situaciones, con claridad visual o Lo que sentimos es un agente físico o mental relacionado con aquel momento.
Era un viento fresco en tus mejillas el que siempre soplaba cuando de pequeño llegabas a tu lugar de veraneo. Entonces vivías sin preocupaciones y eras feliz.
Y ahora, en un día, como cualquier otro, desde casa hasta el trabajo, el viento del mar te atrapa sin compasión y de pronto te sientes, por unos segundos, que tu mente alcanza un gradito de máxima felicidad. Porqué así  te sentías en aquellos momentos con este mismo pequeño airecito de aquel gran mar.
No ves el mar, no aparece ninguna imagen, pero si sientes el placer corporal. Si paras y lo piensas, entonces lo ves.
Tenemos auténticos teletrasportes.
La mente nos descoloca de esta realidad y nos coloca en aquella.
Son sensaciones, normalmente físicas que tuvimos entonces, en el pasado, de manera repetitiva y que se relacionan directamente con algún sentimiento potente y fuerte.
Para decir esto, escapo como puedo del subconsciente Freudiano y trato de alcanzar una dimensión más inconsciente y casi sólo que física.
En ocasiones siento la felicidad, cuando por la tarde los rayos de sol, cayendo por la trasversal de mi vista apenas me acarician mi persona y mi mente, con mi cuerpo, se va a todas las tardes de aquel verano, cuando de niño volvía de la piscina y con mi feliz cansancio cenaba viendo el atardecer  en el  balcón de mi casa. Paz y tranquilidad, apenas sensible sin atención, surgen.
No son ideas, no son sentimientos, son puras y duras sensaciones que te invaden y te llenan, en mi caso, de placer.
Son auténticos momentos de teletrasporte  en el cual tu cuerpo siente y va a otros momentos, allí donde estos se daban.
Añoro con alegría aquello que sentía, pues veo y sé  que esto no se ha borrado de mi persona.
No es una estructura perdida de tu subconsciente que sin medida de control de tu consciente  que tome decisiones por su cuenta, son unas sensaciones que evidencian, conscientemente, como te vas allá donde las sentiste.
Las cargas físicas las arrastramos.
Cuanto más tranquila y más clara tengo la mente más fácilmente me sitúo en la felicidad que  en el pasado disfruté a través de una pura sensación física.
No es un recuerdo feliz, no, es una reubicación allí donde y cuando lo fuiste.
Al releer el escrito me digo que en ocasiones tratando de hacer Filosofía, es decir, aplicar de forma racional y lógica mis pensamientos y tras hacer la operación y acabar, me pregunto, que grado de literatura, deseo e imaginación he puesto en ello.
Desde la Física Presocrática hasta el existencialismo de Sartre, el camino cada vez está más confuso.
Quiero hacer Epistemología de mi alma con la razón, pero puede que la forma más racional de hacerlo sea olvidarnos que este sea el camino único para llegar hasta el conocimiento verdadero de las cosas.
Cansado estoy del puede y añoro y busco el es.



lunes, 15 de septiembre de 2014

EL ALMA QUE NOS HUYE



Hundido entre las teclas del ordenador, con los ojos perdidos en la distancia de los pensamientos, trato de salir del problema que siento al buscarle una cabida ontológica en la realidad a los sentimientos y consecuentes pensamientos que surgen, en diferentes colores, tonos y volúmenes, según sea el tipo de música que escucho.
¿Hasta que punto unas dimensiones de onda pueden producir semejantes cambios anímicos?, ¿de veras piensan en que un pequeño cambio en los watios de carga eléctrica en tu cerebro te lleva a caerte en la tristeza o a saltar hacia la alegría?
Freud nos trajo ese punto que superaba la conciencia de la realidad y la racionalidad aplicada a ella.
Sí, nos desvelo su existencia y revolucionó, en el transito del siglo XVIII y XIX cuando concluyó que no somos amos de nuestra persona pues combinamos nuestra supuesta racionalidad con otros elementos componentes en ésta.
En los pensamientos de esta locura escondida en nuestra persona, enfilo la cuestión, mucho mas cerca y problemática que nos habla del punto donde se encuentran estas dimensiones.
Que nuestro racionamiento es el reflejo de unas conexiones lógicas y físicas en nuestro sistema neuronal, es comprensible pero no demostrable, y esto se multiplica cuando aludimos a nuestro subconsciente.
Agarro bien fuerte la mesa y comienzo a introducirme en el concepto del alma al escapárseme por todas las esquinas, la forma material que puede tener ese subconsciente que nos produce un hervor en la sangre ante las notas de una canción y melodía.
¡oh!, tantos años estudian autores clásicos del pensamiento y sigo dudoso, por no decir más perdido en cada paso que doy en esta cuestión.
¿Tenemos un alma formativa?
Ante una respuesta negativa, la vida no cambia de color, pero y más que pero, si la atisbamos en su demostración las peras verdes pasan, en un segundo, a ser manzanos rojas.
Los clásicos Griegos hablaron del alma relacionándola con el conocimiento humano, en cuanto a sus repetitivas apariciones en otros cuerpos (Transmigraciones) y el alcance consecutivo del conocimiento máximo y le dieron también una explicación Psicológica y Social en función de sus dimensiones. Era el dualismo Platónico. No estaba allí, pero nos ha llegado mucho más como una metafísica, es decir, como un contemplación de la verdad que como ella misma en desarrollo. Quizás su móvil de actuación y justificación fuera justificar y explicar unas formas de agrupación social que servirán en su futuro como base de toda la cultura occidental.
La filosofía medieval nos la presento como parte divina, los ilustrados nos limitaron a presentarnos como seres racionales, sin hablar del burrito que cargaba con semejante peso.
El idealismo Moderno, la metió dentro de esquemas generalizados como parte integrante y dependiente de la totalidad.
El existencialismo y la filosofía contemporánea habló del ahogo de su soledad de las personas ante nuestro desconocimiento pero no indagó en donde se producía ni en que forma tenía.
Sí alguien ha sacado ese tema ha sido calificado dentro del misticismo y no de la filosofía.
Hay que hacer una reflexión racional máxima sobre la posible existencia del alma, es decir algo más allá de lo físico y sus consecuencias.
Yo quiero que me cuenten que pasa si tenemos una estructura o entidad sobre material.
¿Donde está, qué características tiene, en qué nos convierte, qué haremos con ella?.
Si aceptamos la existencia afirmativa de entidades abstractas reales como sería nuestra posible alma, deberemos comenzar, otra vez desde el principio, a la hora de definirnos.
Hablamos del humanismos, aceptamos unas series de características sentimentales, estéticas que nos distinguen del resto de los seres vivos.
Bien, pero la reflexión no debe ni tiene que acabar ahí.
Como locura, pues así suena y lo veo y vemos, la comunicación sin la utilización de materia puede ser contemplada si aceptamos una dimensión independiente de la materia aunque ubicada en nuestro cuerpo.
Y continuo y repito, entiendo que mi mente actúe en un sentido lógico pues al fin esta no nos indica más que lo que físicamente es posible. La lógica aplicada a la vida, no son más que inmensas tablas de verdad que Turing puso en manos de un gran complejo ordenador, no más que un minúsculo polvo de arena en el, ya utilizada metáfora, desierto de nuestro pensamiento.
Y si la aceptamos, nos debemos preguntar de donde vino y cuando surgió.
Sí aplicamos al artista Darwin, surgimos como seres humanos en un punto determinado, localizado temporal y espacial.
¿Nos llegó?,¿la formamos?
Escribiendo estas lineas soy consciente de lo esperpenticas e histronantes que resultan.
Pero son unas reflexiones totalmente correctas y aceptables.
Es una temática que huimos de ella como si fuera secundaria.
Es primaria, fundamental, axiomática pero lejana, escondida y sentimos y tenemos miedo al tratar este tema.
Freud, diles que nuestra racionalidad es sólo una parte constitutiva.
Entonces, decidme, ¿Somos una entidad suprematerial formativa o todo el que siente, llora y odia son mis neuronas?,¿son ellas las que envidian y sienten celos?.
Freud, saca de contesto este asunto y nos habla de unas estructuras que se pierden en el desconocimiento de la inmensidad del subconsciente, es decir, en la acumulación de datos que nos escapan en su lectura pero no aborda ni ataca qué es, donde está.
¿qué no hago filosofía sino misticismo?
¿Me pueden decir, qué hacia en denso Hegel cuando hablaba del gran e inabarcable espíritu absoluto?
Ortega, debiste escribir donde dormía este vitalismo formador.
Hagamos Epistemología del alma.
Disfrutemos con la poesía pero no la definamos, el alma, con ella.
El miedo a contar más que mis dudas me impide aquí y ahora razonar sobre qué es.
El aceptar su existencia es un elemento de distanciamiento con el pensamiento generalizado en la actualidad.
Pensamos, estudiemos, busquemos un hecho que nos demuestre su existencia y apliquemos a Galileo, haciendo un total empirismo.

Veamos, esto, dejarme que lo piense.

sábado, 13 de septiembre de 2014

LOS POLÍTICOS Y LA POLÍTICA


Así pues, decidí, con libreta y bolígrafo en mano, escuchar y estudiar las actuaciones y diferentes comentarios esperando, pacientemente, algún hecho, fuere comentario o actuación que me llamase la atención porque fuese diferente a lo usual.
Pasaron los días, las horas los minutos y con la tinta seca decidí aparcar la libreta y manifestar mi elocuente desasosiego.
Qué rutina, qué repetición, qué aburrimiento y, además, dentro de una concepción equívoca de ella misma, de la vilipendiada e insultada política realizado, estos improperios, por sus propios elementos formadores, es decir los políticos.
Si hiciéramos unos desarrollo esquemático de cada una de las propuestas, planteamientos y proposiciones, encontraríamos, repetidamente las mismas estructuras infértiles, las cuales tienen ya, en su principio de planteamiento, un fin y desarrollo totalmente inflexible. Las reacciones, tanto de unos como de otros, son previsibles y estandarizadas.
Desconocen, o simplemente no quieren hacerlo, que la Política es el arte del acuerdo, de las soluciones compartidas, del perder aquellos detalles en búsqueda del bien propio producido por el general del que somos y son participes. Piensan y creen, o así lo manifiestan con sus actos, que es mecanismo de la imposición de sus ideas primeras..
La misma dinámica de comportamiento y relación entre los diferentes partidos políticos está total y absolutamente formalizada, es decir, se podría deducir, sin entrar en el contenido particular cual sería, en su caso, la forma de la contestación que hiciese el partido político competitivo hacia la propuesta hecha por el primer competidor.
Este comportamiento, llena de hastío nuestra relación ante esta labor primera y formadora de la democracia.
Rara vez, por no decir nunca, encontramos un atisbo de continuidad con sus pertinentes correcciones a una primera proposición, y nos dan y encontramos siempre la negación y la oferta de otro camino, diferente y adverso. La construcción conjunta es un hecho olvidado.
El arte de la Política está totalmente delegado a trabajadores y técnicas de los movimientos estandarizados.
La intencionalidad del acuerdo, por encima de sus principios, es nula.
Esto se ve y se siente.
En términos históricos, los acuerdos generalizados, en casos de producirse han sido en situaciones de máxima urgencia y necesidad (Constitución de 1978, España) o en lugares y momentos en los cual el interés general fuera máximo (Atenas s.V ac, con la actuación de los propios senadores que recibían directamente sus propias decisiones).
Lo que ha mantenido en mayor funcionamiento a las democracias actuales ha sido la antigüedad en su practica, fomentada, esta durabilidad, fundamentalmente por la marcada y definida división de poderes.
Pero en la actualidad, todo el pueblo somos conscientes de la poca intencionalidad de la clase política en la búsqueda primera de un bien común libre de cualquier posición anterior y su interés en la persecución de los intereses particulares de su grupo político
El ceñirse a las necesidades propias, primeras, necesarias y puntuales que necesitan un acuerdo rápido y eficaz, no se da. Y a los hechos me remito.
Tanto unas vertientes como otras, pues ya apenas hay diferencias en los términos generales de las diferentes políticas, no tendrían muchas dificultades en alcanzar acuerdos en muchas cuestiones.


viernes, 12 de septiembre de 2014

EL CAFÉ. PEDRO Y SU AMOR PERDIDO




- ¡Maldigo mi corazón que me invade y controla!
- Pedro, cálmate.
- ¡Qué me dices Andrés!, dime que harías tú si las mañanas murieran nada más abrir tus ojos sólo sin ella a tu lado.
Su cabello gritaba entre las curvas de su despeinado y sus ojos estaban tan grises en la pena del olvido como el cortadito insípido que entonces se atascaba en su garganta.
Le dejó.
En la mesa de la vida se levantó y se fue.
Dejó el micrófono llevándose las últimas estrofas de la canción.
Se fue con otro.
Ella no buscaba un corazón lleno y perdido de amor.
Ésta quería la calma fría y aburrida de un bolsillo lleno de seguridad.
Quería la pena y el sinsabor propio de la estabilidad.
Pedro no tenía más que aventuras en su pensamientos, revoluciones en su corazón y diferencia en sus intenciones.
Le estaba dando pasión y fe y ella no estaba preparada para ello. Estaba atrapada y atada por la vulgaridad generalizada.
- Pedro, la vida es juguetona y caprichosa.
- Y mi corazón sensible y delicado ¿qué he hecho mal?, amigo
- Nada.
No supo darle lo que todo el mundo espera.
No alcanzó a comprender el sinónimo de tranquilidad y paz que se buscaba.
No quiso admitir y aceptar que esto era la usual utilización del término amor.
- ¿Qué quería de mi?, ¿Qué no le supe dar?
- Algo que no tenías – le dijo Andrés con calma y seguridad, no te juzgues por algo que no ha sabido apreciar. Déjala que se hunda en el infierno de la normalidad. Se acordará de ti. Te echará de menos. Cuando se vea prisionera de lo establecido añorará los caminos y salidas de la normalidad que tú le ofrecías.
El barman observaba de lejos la escena. Conocía a la mujer por la que Pedro lloraba. Recordaba con gran claridad sus ojos profundos y sus labios brillantes. Escalofríos le entraron la primera vez que al pagarle le envolvió la mano con las dos suyas mientras clavaba su sonrisa en el pecho de él. Le comprendía. Mareaba con sus movimientos acompasados.
Andrés nunca dudo de su diferencia y relación insostenible. Sabía que ella parecía una mujer dispuesta a darlo todo por amor pero que no lo era y que cambiaría unos caballos blancos galopando por entre las estepas por un grueso, pero seguro camión, que potente caminaba lento y seguro por las humeante calles.
Bebieron, aquella tarde noche.
Olvidaron al amor entre los efluvios del alcohol y comenzaron a tener la mente clara, borrosa por la bebida pero diáfana en los sentimientos.
- Aparquemos las pasiones que en mi caso, tanto nos pueden. Olvidemosnos del temblor del corazón, aparquemos las sonrisas cómplices de los enamorados – dijo Pedro.
- No – contestó Andrés. Busquemos parejas que sean capaces de aguantarnos, busquemos encuentros difíciles pero fructíferos y sin ninguna intención de continuidad ni seguridad. Entre las riñas se mueve el amor, todo lo demás es, hermano conveniencia.
Salieron del bar algo bebidos pues su amigo y compañero barman, cerró la persiana y estuvo bebiendo con ellos.
- No te enamores nunca, Andrés. El sentimiento se puede controlar.
Le dejó pensativo y tras acompañarle a su casa, estuvo todo el camino planteándose por qué el nunca se había enamorado apasionadamente, ¿quizás estaba demasiado encerrado en si mismo como para abrir de par en par hacia otra persona su corazón?, ¿era demasiado egocéntrico y le enamoraban más sus dudas propias?, ¿no le gustaba el amor que se ofrecía?
Andrés era joven y él lo sabía. Suponía que alguna vez una mujer llamara con fuerza a las puertas de su corazón. ¿Habría alguna que llegara a aquella con las que él soñaba que compartirían sus aspiraciones y motivos?
Ahora, era consciente de su peligro, no sabía si compartir su vida yu perder su libertad, pero era realista y también sabía que lo buscara o no, si llegara no podrá con ésta, pues ya no será él quien decida.
La metamorfosis del amor se hará dueña y reina de él.


EL MERCADO. ENTIDAD PROPIA E INDEPENDIENTE



Nos creemos que tenemos algún grado de actuación y control sobre el funcionamiento del mercado.
Nos pensamos que algunas grandes empresas dominan y lo manipulan.
Creemos que nosotros, como compradores de sus productos, provocamos los vaivenes propios de éste.
No.
El mercado tiene entidad propia y funciona al margen de los intereses e intenciones de ningún, repito, ningún elemento personificado.
Es decir, el cúmulo de las variables participativas que van a definir el movimiento, las tendencias, la actuación en cualquier momento y lugar, son tantas, tan varias y tan distantes que no hay entidad o persona algunas que las domine o maneje.
Digamos y como ejemplo sólo ilustrativo partiendo del desconocimiento puntual del asunto, el petroleo no sube por que Arabia Saudí así lo decida. Sube porque la guerra de los pueblos adyacentes así se lo condicionan, porque hay una huelga en las petroleras americanas de Texas, porque el combustible de soja brasileño, por la falta de lluvias ha caído en su producción, porque la ford de almussafes a bajado el precio del nuevo ford fiesta y hay mas coches que necesitan petrol y así infinidad de criterios que condicionan y producen los diferentes condicionantes de la subida y bajada de los precios del petroleo.
He utilizado quizás aquella parte del mercado en el cual hay más dominio, dentro de su incontrolabilidad, se produce, pero en el resto no se da ninguna.
¿Creemos que hay una posibilidad de planificar le funcionamiento del futuro económico?
Sí, pero poco y mal, pues se hace desde la distancia que supone su independencia.
Se atisban las posibles consecuencia y se actúa en función de lo que pudiera ocurrir.
Pues el mercado cobra entidad.
El mercado alcanza vida.
Defiende sólo sus propios intereses en su funcionamiento.
Se mueve en este mundo por si sólo independientemente de las personas que los formamos.
El mercado es necesario, pues nuestra relación social está constituida en un cambio de mercancías y objetos.
Pero o se cambian totalmente las reglas de funcionamiento como podría ser poner unos límites infranqueabres en costes y beneficios, las alzas y bajas de ambos, son incontrolables.
El petrol, se pongan como se pongan jamás pudieraser vendido por encima de un máximo y Bill Gates, hubiera hecho lo que hubiese hecho, no podría haber ganado tanto.
Límites marcados en costes y beneficios frenarían bastante y mucho las alteraciones de éste, pues algunos movimientos y cambios dejarían de ser rentables y aunque se dieran las condiciones , no se harían y el número de variables de actuación quedaría disminuido.
No soy economista, pero si sé que hay elementos propios que marcan la idiosincrasia pertinente y que podrían ser categorizados y regulados para poner bridas y frenos al mercado.
Pues o le ponemos riendas al mercado o alcanza vida propia y se nos escapa de nuestro control.
Los crisis surgen sin el más mínimo vaticinio.
Se estudian ciclos, deducidos a partir de su existencia pasada, es decir, sabemos que el mercado en su entelequia y funcionamiento propio, cuando le viene en gana se va al traste.
- Bueno, sí, pero es todo explicable – me dijo aquel
- Claro, a toro pasado, no explicas, si no que describes lo ocurrido. - le contesté.
La soluciones de no comprar este tipo de PC para que su precio no suba, son utópicas pues jamas pondremos de acuerdo a 5.000 millos de personas y los diferentes grupos millonarios de ellas, es decir, países y continentes, tienen una idiosincrasia propia que les dará una u otra actuación, cuya suma de ellas resulta imposible e incalculable.
El monstruo del mercado está vivo.
Fagocita cada uno de sus elementos.
Actúa sin piedad ni remordimientos.
O le atamos las bridas o se escapa.
Si no le ponemos una calzonera, ahogará hasta donde le plazca.

El mercado alcanza y tiene entidad propia e independiente.

jueves, 11 de septiembre de 2014

EL MUNDO SOLO ES Y SERÁ LO QUE QUERAMOS QUE SEA.



El desconocimiento, en un nivel general de nuestra concepción abstracta de la realidad, es enorme.
El populis creemos en la normalidad de sometimiento a una realidad general de nuestro pensamiento y acciones intelectuales.
Pues no.
Trabajamos con elementos que no están ubicados ni existentes en la realidad circundante.
¿El orden?
No, compañeros, no existe. Somos nosotros quien se lo damos y otorgamos a la realidad.
¿Nos creemos que el primero y el segundo son características propias de los objetos?, pues no tampoco.
Sólo una mente humana observa y concibe un elemento detrás de otro, y lo hace para poder pensar sobre ellos.
En el escritorio que tengo delante, sólo tiene propio del su material compositivo, si no estuviera yo delante, no estaría ni aquí ni ahora.
Esto no es una locura de pensamiento, en este caso kantiana (C.R.P), es una verdad operativa.
Nuestras mentes incluyen estructuras en la realidad para entenderla.
Ahora superemos el estudio de la propia formación de los juicios, las frases, las descripciones y vallamosnos algo más allá y pensemos que este mundo en el cual nos creemos ubicados, no es sino, una construcción pura y dura de nuestras personas.
Ataco duramente a todos aquellos que hablan de unos principios Naturales formadores y concluyentes insalvables.
El mundo sólo es y será lo que queramos que sea.
No encuentro límites formadores y constitutivos que los que nosotros impongamos.
No veo ni pongo frenos a nuestro orden y organización.
El ser humano, el homo sapiens, las personas, estamos por encima de la natura y podemos formar y construir una formación y coexistencia perfecta sólo sometida a los accidentes físicos, es decir tiene que haber una convivencia completa y pacifica solo sometida a aquella maceta que cayó accidentalmente de ese balcón.
Niego a no pensar y a no creer en la correcta y posible construcción humana por nuestra total concepción y operativilidad en ella y con ella..
Cierto es que tenemos ciertas características formadoras a partir de las cuales hemos salido de la naturaleza.
Somos egoístas en nuestra generación. Es un elemento necesario para sobrevivir en un desorden natural.
Así son los animales.
Pero nosotros ya no somos animales y tenemos el deber y la obligación de formarnos, educarnos y prepararnos para superar todas las limitaciones formadoras y construir un mundo bastante mejor.
-¡oh!, ya llego el soñador –me dijo el ignorante aquel día
-Sí, sueño,  pues aprendí y salí de las cavernas – le contesté.
Los sistemas basados en una gran convivencia global están basados en un gobierno central fortalecido que domina y somete a todos los ciudadanos. Todos acaban por la corrupción del personal.
La única manera de la formación de la gran convivencia radica en la total educación de cada uno de los ciudadanos.
El funcionamiento correcto de las estructuras, será una consecuencia necesaria de ella.
Mentalicémonos y aprendamos que la realidad está vista y construida por nuestras mentes y que no existe ningún límite un su correcta construcción a través de la educación.

La belleza está en los ojos que los miran y el mundo no debe ser más que una idea desarrollada por aquellos que la formamos y constituimos, es decir, por nosotros, por la personas.

martes, 9 de septiembre de 2014

ME EMOCIONÉ Y NACE LA FILOSOFÍA



La filosofía, entendida como el arte del desarrollo del pensamiento va íntimamente, es mas insolublemente, unido al sistema y estado emotivo.
Desde la dura y pura biografía del autor hasta la música que oyera en el momento de aquella composición engendrando aquellas ideas.
Fácil es relacionar las maneras, formas y costumbres de diferentes autores con el contenido de sus obras.
Es más, es relativamente sencillo inducir el momento en el cual ciertos pensamientos surgen o fueron construidos por aquella persona.
Tengo en la cabeza algún otro que llevó una vida separada, radical, dispersa y que su filosofía fue revolucionaria en su dimensión de diferencia hasta lo hecho o la de aquel que su vida no fue sino el orden y la rutina personificada y sus escritos analizaron con orden y despacio todo lo circundante.
El estado animico vital condiciona directamente las obras propias.
El asunto de que es primero, si lo uno o lo otro, si la vida o la obra en su pensamiento es altamente secundario, pues lo único deducible y noticioso será la relación directa entre las dos cosas, la obra y el estado anímico del pensador.
Y con esto ¡oh!, la verdad y su diseño se nos escapa entre las manos del corazón del que la escribe.
Situémosnos históricamente y encontremos la razón de ser de aquel pensamiento en las coordenadas allí tratadas y consecuentemente concluimos al condicionamiento directo e inevitable de la supuesta verdad a estas situaciones emocionales.
Es más, tus propias conclusiones, la de este simple escritor o la de aquel gran filosofo, estuvieron o están condicionadas por una obra de Bach o Wagner o una canción de los Beatles o Juan Luis guerra, ese gran filosofo por los primeros y el segundo humilde escritor por ambos y todos cuatro.
La verdad se me deshace en verdades múltiples arrastrándose por los gritos de horror o gozo que sofocan o queman en la garganta de algunos.
¡Quién no ha oído hablar de los problemas cerebrales del archiconocido e superutilizado Nietszche y la locura propia suya y la acorde con todos estos elementos en la disconformidad y disonancia de una inmensa verdad encontrada en su obra con todo los demás pensadores y por qué no ver y estudiar a aquel profesor, Kant, humilde, tranquilo que jamás salio de Königsberg y en este reposado laguito de tiempo, escribió una inmensa obra en la que desde la claridad del espíritu dibujó una verdad según el era.
Pero no quiero hacer un estudio del la verdad en la grandeza del orden supremo como elemento explicativo que encontramos en el Partenón de Fidias o la Republica platonica directamemnte surgido de aquellos personajes que tuvieron el tiempo dentro de la riqueza e intereses comerciales para indagar y preguntarse por el cosmos, ni tampoco en la Europa que Jhon Watt dejó con su máquina, el comercio total, la grandes empresas y que Marx trató de desmontar en sus pensamientos.
Sólo abogo como idea superior que cualquier verdad viene directamente condicionada con sus condiciones totales propias y esto, que me lleva al abandono de la búsqueda de la verdad única e inmóvil.
La esencia está en el movimiento emotivo y aquí se encuentra la verdad constitutiva.
Tu visión del mundo cambia de una mañana a otra o, es más, de una canción a otra que oyeras aquella misma mañana.
La filosofía tiene entonces sólo dos salidas.
O disfrutamos con el puro y duro razonamiento, sin más objetivo que el que tendría aquel gran arquitecto al construir aquella catedral en busca de la belleza y no en encontrar ninguna verdad.
Construyamos discursos llenos de estructuras necesarias que nos deslicen fácil y sencillamente por las ideas y pensamientos más complicados.
O sino, si queremos encontrar alguna verdad, hagámoslo estudiando la propia evolución emotiva y circunstancial de la filosofía y encontrémosle cabida a esta situación en nuestra propia situación y estatus esencial y propio.
Es un camino que nunca acaba.
Es un viaje sin destino.
No sabemos cuando comenzamos, pero sabemos que jamas llegaremos a su final.
Los últimos acordes de la canción desmontan mis ideas en el volumen que me rodea.
El mundo de las probabilidades se desvanece con las últimas notas.
El pensamiento, va de la mano de las emociones.
Lo intelectual no es contrario al sentimiento.
La música me empuja hacia otra composición como este escrito

Fregue, Russell, Wittgenstein lo supieron y ejecutaron a la filosofía en formas lógicas de la razón.

lunes, 8 de septiembre de 2014

LA BELLEZA DEL PENSAMIENTO



Cometemos un error cuando juzgamos la filosofía en función de la verdad de sus conclusiones y no el la corrección de sus razonamientos.
La verdad está en la mecánica correcta del pensamiento y no en sus resultados.
Las conclusiones como verdades aplicables y tangibles son siempre equivocas pues ninguna es última.
El razonamiento teórico que te lleva a necesidades tras un razonamiento correcto, son verdaderas, que lo son por ser fundamentalmente hermosas.
Es el reflejo de aquello en lo que nuestro espíritu se encuentra.
Me embriago de la belleza cuando comienzas y por necesidad cayendo por una rampa sin freno, te plantas en otro lugar.
La Filosofía es bella, es hermosa, es bonita.
Los Griegos hablaban del Logos, un concepto actualmente incomprensible.
Tenemos una visión finalista en toda operación intelectual y nos es altamente complicado encontrar la razón de ser y la verdad un un estado dinámico.
Lo entendemos como el mecanismo para y no cómo la verdad en sí.
El Logos, era la verdad en desarrollo.
La belleza del razonamiento ya no tiene validez.
La visión teórica y no practica está altamente castigada en la actualidad y además la visión teórica sin más objetivo que descubrir la verdad en su propio desarrollo, encuentra en la actualidad menor, si no nula aceptación.
las Matemáticas como exactas y bellas.
La Filosofía como el arte y verdad en desarrollo.
El pensamiento es bello, aun que no tenga ninguna utilidad.
No debemos, ni podemos olvidar esta manera de desarrollo.
Esto, la filosofía, el pensamiento, el razonamiento en si, es lo más cercano y diferencial de las personas respecto al resto de elementos propios del cosmos y esta diferencia no estriba en su aplicación, si no en la belleza, en el arte, que tenemos al hacerlo.
Es, esencialmente, un movimiento puramente humano.
A años luz se encuentran estas palabras de la actualidad.
La utilidad y el practicismo es el elemento sui generis compositivo del ámbito humano en nuestra época contemporánea.
La belleza de las palabras cadezen de sentido y son aplicadas, y ¡pardiez!, que se me libre de cualquier crítica, a la Poesía o Literatura, igual de bellas, pero por unas cualidades altamente diferentes.
Cuando te hablan de razonar con la belleza de las palabras te encuentras perdido pues concibes la razón como el proceso de llegar a alguna verdad, siendo ésta el objetivo y la razón de ser de la acción.
Suponer que la verdad está en la propia existencia de este logos, de estas palabras, de este razonamiento, se nos aleja en demasía de lo que hoy consideramos como belleza.
La necesidad y corrección en desarrollo, no más, como verdad.
Difícilmente encontraríamos un grupo de personas disfrutando de los razonamientos propios que unos y otros hicieran en la defensa de unas teorías sin llegar, siquiera, a ninguna conclusión.
Las mesas de diálogos en aquellos perdidos cafés del principios de siglo, ya anterior, aquí en España fallecieron con las últimas luces del ultimo atardecer.
Es más, con todo mi amor y respeto, la filosofía actual, no es sino un ejercicio de aplicación en la resolución de problemas prácticos ya sean éticos o sociales.
Volver a la belleza del razonamiento es un hecho muerto.
Que somos seres primeros racionales y que esta operatividad es lo que nos define, sólo la encontramos en su maniobra directa de su aplicabilidad.
Es más, yo mismo, soy Juez y reo en este juicio, pues no hago un ejercicio de pensamiento en el cual los conceptos se arrastran unos a otros y las razones de su ser dibujan un lienzo en el conocimiento.
Quizás sea lo difícil que me resulta nadar, cuando ando y cabalgo en medio del desierto.
Hago un ejercicio de practicismo y crítica, realizando la susodicha, es decir crítica a las maneras actuales de actuar.
Olvidarse de la belleza , plenitud y grandiosidad de los razonamientos, es aparcar nuestra propia esencia.

El perderse entre las nubes de los razonamientos, no es un acto de locos, es aquello que hacen los que no han olvidado lo que somos.

viernes, 5 de septiembre de 2014

LA REALIZACIÓN VITAL



El espacio correspondiente entre nacimiento y muerte se ha transformado en un mero transporte realizado por elementos ajenos a nosotros mismos y nuestra  decivilidad. La vida como tal, es decir la decisión y utilización de ella como elemento formador dejó de ser constitutivo cuando otros elementos comenzaron arrastrarnos en este intervalo de tiempo. Las ya siempre presentes drogas  tales como el alcohol y el cannabis que constituyen formas y maneras de diversión normalizadas, la imposición y ambición en el mundo laboral como primer elemento formativo y el proyecto de dejadez propio puesto por los medios de comunicación y otros elementos similares, coartan la  toma de decisiones de los sujetos y su arrastre entre las manos de ellos.
Hay personas que no conciben la diversión sin lo impuesto, he oído casos en los cuales el sujeto quedaba perdido en la inacción una vez habían recibido o obtenido la jubilación, pues el tiempo debía de usarse en elementos y aficiones propias, quedándose perdidos en el sinsentido,en otras ocasiones en las que solo encontraban la fiesta al perder el sentido de autoconciencia en manos de estupefacientes más o menos duros, es las fiestas, las risas y diversión encarcelados por el consumo de ciertos elementos y aquellos que viven totalmente condenados al uso de los elementos propios de los grandes medios de comunicación. Nuestra vida no es más que un juguete en sus manos.
Es nuestro intento de reducción en función estos elementos formadores al desnudo.
Esta conciencia de nuestra situación es inexistente. Nuestra búsqueda de estos fines constitutivos han desaparecido.
Potenciar nuestra esencia no es buscada,  es más, será vista como una forma ridícula de vida.
 Por nuestra propia felicidad en esta realización debemos dejar la ignorancia, la utilización, la manipulación a la que somos sometidos por elementos externos a nuestra propia naturaleza y realizarnos como personas.
La vida es la búsqueda.
La vida es encontrar.
La vida es construir.
No hay nada hecho.
No hay nada terminado.
No hay ningún camino marcado, y menos deben de imponernos los intereses propios ajenos a nuestra persona.
Capacidad de elección y búsqueda de nuevos caminos en tu diversión o en tu constitución, es buscada por pocas pesonas.
Y no se confundan, pues no escribo desde el Nirvana y los pies en cruz.