sábado, 23 de febrero de 2013

LA MÚSICA Y EL SENTIMIENTO


            
            La música trasmite y suda por todos los poros el estado anímico característico de cualquier época histórica.  En ella podemos encontrar la cosmovisión general establecida, aceptada y admitida con normalidad siendo reflejo de los deseos y fines propios de cada generación.
            Desde su más pronta concepción ha ido de la mano de situaciones anímicas.
            Digamos desde el barroco, yendo por el  modernismo, pasando por los años setenta, hasta la actualidad, donde la gente se retrotrae al pasado ya más cercano, se puede realizar un estudio sobre las circunstancias que rodean y definen las características y sentimientos de esta forma de expresión humana.
            Si hacemos un estudio psicológico, sociológico, económico, literario, ideológico y más, con ansias científicas, se ve y entiende la música de esa época. Esto sabido es por todos.
            Pero nos vale también para investigar las consecuencias en el interior humano que produce una serie determinadas de las circunstancias y reflejada en la composición cultural de la música.
            Corres el peligro, en su estudio de quedarte en la dimensión puramente estética de la música, juzgable por el placer auditivo que nos provoca. Nos queda también el estudio epistemológico sobre los sonidos, ritmos, instrumentos, voces y su resultad, su intención de búsqueda y su fundamento en la utilización y cómo, de dichos elementos.
            Oyendo música de los setenta entiendo y veo que destila esperanza, ilusión, romanticismo e inocencia. Guitarras acústicas y voces tranquilas. Es un nuevo comienzo de siglo tras los atropellos anteriores. Y tras esto, el materialismo y la inconsciencia nos invaden y atrapan y los ritmos sinsentido se imponen. El Barroco nos elevaba en la asumida vida ante Dios mediante el  virtuosismo y dentro de ritmos e instrumentos y el Romanticismo daba  el poderío de toda la orquesta pues el hombre alcanzaba toda su dimensión. Muchos aspectos se anclan allá donde se producen. Estudiémoslo, relacionémoslos y hagamos un estudio intelectual y no sentimental.
            No ha aparecido cada época un nuevo el concepto de música, ni de instrumento para producirla, ni la concepción rítmica. Lo ocurrido es un cambio moral, llevando a uno estético y que arrastra a la creación de música. En la actualidad la mentalidad ha cambiado mucho respecto a la de los años setenta, la visión vital también y como su consecuencia la concepción artística, musical y los instrumentos utilizados para ello.
            Veamos que ritmos forman la tristeza, estudiemos que instrumentos dan añoranza, digamos que voces reconforta y encajémoslo todo en un momento histórico puntual y veamos por qué esto se busca.
            Si estudiamos el estereotipo del autor propio,  la forma de su música encaja totalmente con una actividad moral, ética, cívica y demás propia y correspondiente a sus tiempos.
            Entendamos qué y cómo producen el cuanto de.
            Tenemos la creatividad encadenada a los tiempos en los que vivimos y somos esclavos de nuestras circunstancias. Sino todoi al menos la producción, pues en la totalidad  personal aspiro a que las superemos (siempre, claro, mirando a Ortega y Gaset)

POLITICUS



            Mi sorpresa ante el ridículo se incrementa. Varios fantoches convencidos de nuestra comprensión de sus verdades a medias me obnubilan.
            Salto de un medio de comunicación a otro y el circo no descansa. No me rio ante inocentes payasos, sino que me mareo en la podredumbre propia de la jaula de animales.
            Platón y Montesquieu llorarían cogidos de la mano si estuvieran en el espectáculo, junto a Felipe II, lamentándose que no fue la tormenta económica quien hundió las naves, sino el peso del oro robado en las Américas.
            Listas abiertas ya, pues quiero comprar en pan en el mercado y no comer bocadillos envasados al vacío y venidos, ni siquiera Dios, sabe de dónde.
            Orbitando al redor del policentrismos sube y baja la marea de nuestra economía según la distancia con y amplitud de, sus mentiras y corrupción. La falsa diferencia en los poderes del estado, resulta agria, y lo que fue agua bendita pocos años a, en vino amargo ha acabado. Regeneración urge.
            Firmado por un ciudadano que se ve impotente para el cambio y se siente atado de la barbas, y nunca mejor dicho, de otros.

viernes, 15 de febrero de 2013


HYLEMORFISMO

            Cuando pregunto por esta asunto en alguna conversación me encuentro, con normalidad caras de sorpresa, bien por la temática o por el propio  interés de ella por alguno.
            Y, ante esto, dada la madurez social, en cuanto a la posibilidad de expresarte, lo encuentro como resultado de una malformación de la cultura imperante en el mundo occidental.
            Cuando me encuentro con una variación sentimental o un cambio anímico en un corto espacio de tiempo sin más actividad que meditar, me pregunto si una variación eléctrica o un campo electromagnético pueden dar como resultado un asunto claramente espiritual
            ¿Qué siente el fracaso?, ¿Qué siente el orgullo?, acaso ¿según la forma geométrica de las interconexiones neuronales, en “U” o “V”, provocan el sentir éxito o fracaso?
            Se me escapa por todos lados, sitios y lugares esta continuidad entre mis neuronas y sentimientos, entre mi cuerpo y mi estado anímico.
            El Hylemorfismo cada vez cabe más en mi persona y me lleva a separar la materia del espíritu o el cuerpo del alma.
            Vuelvo a entender que todas las personas tienen en algún momento dado este pensamiento. El problema estriba en que es aceite en agua, el introducir una reflexión sobre esta relación entre la materia y nuestra persona. Es un movimiento intelectual totalmente extirpado de nuestra actualidad, y si se trata tiene muy poco de objetividad en sus conclusiones, sea por ética o religión y todos sus axiomas puros.
            Pienso que debemos de ser consciente de su importancia y tratarlo científicamente, es decir, separarlo totalmente de cualquier valoración y realizando únicamente una investigación fenomenológica.
            Este asunto es, sin duda, el elemento más importante en la definición ontológica del ser humano.
            Sus consecuencias son definitorias y definitivas con respecto a nuestra actuación necesaria y oportuna.

viernes, 8 de febrero de 2013

CAMBIO

Y me pregunto si debo cambiar mi manera de escribir y dejar de sentirme bailando rumbas con las dunas en el desierto o recitando poesia en las extensiones heladas de los casquetes. Quizas olvido com frecuencia que se escribe para ser leido por otros Es en mi mente donde está la claridad dd mis palabras. En esto, unos me dijeron, que explicara mas las conclusiones y hiciera mas sencillo y directo el camino hacia ellas. Ante la falta de guia, tendré que reconducirme pero dificil me será autoevadirme y pensar que todos volamos juntos. Ahyy, cuan grosso error. Desde mis dudas, defectos y libertad, hasta mi proxima necesidad vital de escrbir

sábado, 2 de febrero de 2013

COMENTARIOS DEL LUNES


                

La ciencia del pensamiento o el disfrute del razonamiento o el sentimiento organizado es decir la filosofía que conozco y manejo, hoy no me vale y no me sirve.
                Un día, como cualquier otro, mi mente se mece en el sedante producido por mi mente tratando de no sentir lo que veo y no escuchar lo que me dicen.
                Es entonces cuando la filosofía Griega me parece vacía, la escolástica medieval la entiendo como un camino de huida, el racionalismo modernista lo siento como ilusiones y la filosofía contemporánea la veo como alumbrando frustraciones
                Pocos días escapo de mis ideas que me mantienen alerta, busco soluciones y me sumerjo en mi clara y veraz ignorancia. La tranquilidad del desconocimiento y la resignación ante la imposibilidad es profunda y me descansa.
                No quiero teatro, tragicomedias, dramas, ironías, quiero pensar desde la minúscula pequeñez a la que pertenezco.
                Nietzsche, no quiero el poder desde la grandeza, sólo la tranquilidad desde mi pequeñez.
                Hegel, no quiero ordenar todo el mundo bajo la razón, sino encontrarme tranquilo y sosegado navegando en el desorden en el que he de vivir.
                Cuánta razón, Heráclito, todo  cambia y el rio desciende por el camino de la vida,
                El sol va saliendo, amanece y el sentirme perdido fluye en el olvido.
                Sube el sol con el día, y la ontología de Aristóteles, me comienza a saciar.
Es entonces cuando atardece y bajo el manzano disfruto con la entereza y aceptación con Ortega y Gasset.
Y comienzo a andar de nuevo.

LA ENTROPÍA Y ESPAÑA




            Cualquier sistema formado y creado ante unos problemas dados, tiende y más en el caso del ser humano, a la corrupción y malformación.
            Por naturaleza propia las cosas se estropean. La entropía, entendida como el aumento del desorden propio del sistema es una ley insalvable. Nada permanece impoluto ante el paso del tiempo.
            Lo que funciona como innovación y cambio acaba siempre con asuntos de malformación y en el caso de los asuntos humanos, con la perdida de los primeros principios formadores.
            Las barrigas y los culos cogen peso, y esto, impide recuperar la pureza intelectual y los motivos sinceros que dieron lugar a la validez de la actuación.
            La transición española, fue un ejemplo a nivel mundial. Allí se comprometieron y actuaron muchas personas con sinceridad e interés de cambio y mejora general.
            La ilusión de los nuevos vientos movían el corazón, la honradez era un término que no se discutía, el interés propio era la aplicación de las ideas defendidas.
            Pero los culos y barrigas de ellos y ellas siguieron aumentando y lo que era pureza e interés general pasó a ser malformación e interés personal.
            El término degeneración, implica la necesaria renovación. El cambio ha de ser constante pues las personas estamos envueltas entre los papeles de  los beneficios e intereses personales.
            El poder empobrece la naturaleza.
            El poder se trasforma en ambición.
            El poder empequeñece las humildes intenciones.
            Los qué y cómo se tiene el poder debe de ser constantemente renovado y adaptado para su correcto funcionamiento.
            Ya no se trata de cultivar la tierra de España y plantar la semilla de la democracia. Con la estructura ansiada ya lograda, los primeros se van, se encuentran con la comida ya puesta y dejan, a un lado la idea del compromiso y avance aparcada al lado de una lucha fratricida de los partidos por el sillón del poder. Las ideas murieron en el rio del dinero y los perjudicados somos los Españoles.
            Siento que el pueblo Español  es  grande, fuerte, inteligente, sincero y capaz pero también, y esto lo sé, hay, algunos propios,  que nacieron sin vergüenza ni honestidad o si, pero se les cayo con la primera palmadita en el culo dado al nacer.