martes, 29 de abril de 2014

PEQUEÑA REFLEXIÓN. EL PODER Y LA MUERTE DE LA INOCENCIA



La dependencia a ultranza de lo conseguido es manifiesta y repetitiva.
La pureza de las intenciones y acciones, se pierden cuando entran en el juego del poder.
La toma de decisiones en circunstancias determinadas colapsan tus intenciones y se auto proclaman con resolutivas en el sistema.
Valga el momento en el cual a una persona con un corazón inmenso y bien intencionado sea corrompido por el propio poder.
Éste toma forma, atrapa al que lo tiene y le hace actuar como parte integrante.
No hay persona que no llegue a comprender las acciones que antes de subir despreciaba.
Desde lo alto se entiende lo que antes no se podía.
¿Por un mayor acto de comprensión?
No, por tratar en aquellos niveles de poder, como normalidades, asuntos y cosas que no lo son.
Dejan de sufrir y de avergonzarse por hechos que antes no lo fueron pero que ahora si, secundarios.
No caben tantas imágenes de dirigentes diferentes y en muchos lugares que perdieron toda la confianza en sus actos al realizar acciones que desde arriba, ahora, consideran necesarias cuando antes de su escalada, las condenaba, sin tapujos ni concesiones.
El mundo no cambia, pero la perspectiva de la persona sí.
La persona corrompida por el poder, comienza a ver como una acción necesaria aquellas que despreciaba en tiempos anteriores.
La repetición, reiteración y acuso de las circunstancias, hacen que esta pierdan toda navaja en su capacidad de actuación.
Se acostumbran a vivir a ciertos niveles del pensamientos e inquietudes.
El trabajar por las generalidades es necesario, pero que la rutina y repetición no provoque el olvido de los individuos.
La normalidad de los hechos incorrectos con visas a alcanzar motivos más grandes produce una deformación total de los valores y principios del que sustenta el mando.
Deja de ser aquella persona con principios y valores propios y cae en las garras del sistema y movimiento generalizado.
Cuando queremos darnos cuenta hemos perdido la personalidad.
Son los juegos del poder.
Para entrar en su funcionamiento, acaban cambiando y traicionándose.

El poder rompe la pureza en los pensamientos.

EL CAFÉ. EL FUTURO





Entraron pausadamente en el café.
El día no había sido agradable para ninguno de los dos, pese a trabajar en una esquina y la otra de la editorial.
Diseño uno e impresión, el otro.
Apenas se dijeron nada hasta estar bien acodados en el fondo de la barra, sentados en dos amplios taburetes y tomándose un chato de vino para celebrar que el duro día se acababa.
- Andrés -le pregunto Pedro, por tus comentarios veo que tu tienes confianza en la humanidad ¿no?
Pedro, desde el octavo piso de diseño, había estado hablando con Andrés al bajar a estudiar como aplicar el formato conseguido con las máquinas y posibilidades, quier manejaba Andrés – el jefe de la maquinaria le conocían algunos. El libro diseñado realizaba una gran perspectiva temática sobre los caminos de salida para la humanidad.
Los dos lo habían, más o menos, leído u ojeado.
- Bueno, Andrés ¿qué me dices?
- Creo ciegamente en el futuro, Pedro, es decir, no alcanzo límite a la hora de calcular hasta donde llegaremos en todos los sentidos.
- O sea, que coincides con el autor en sus propuestas, pero vamos cogidos de la mano con el problema que estriba en que nos comamos los unos a los otros.
- Pues plenamente amigo, pienso que no haremos nada tal que nos autodestruyamos y entiendo que con el avance potencial a nivel técnico no habrá ningún hecho natural que elimine a la raza humana.
- ¿Y qué hacemos con la podredumbre social que parece que nos lleve a menos?
- Opino que avanzaremos en las relaciones sociales, pues cada vez las posibilidades se ajustan a menos por su propio agotamiento y consumo y la conclusión sobre la acción, ya ha sido sufrida, pasada por estudiada.
- Pedro, no haces más que preguntas poniendo en duda tu futuro – se sonrieron ambos, y no creo que esa sea la respuesta oportuna. Pienso que vamos a más.
Por un momento Pedro pareció enfadarse y le dijo
- ¿Que vamos a más?, Andrés, ¿no ves la televisión?, ¿no sabes de las barbaridades que por ahí se realizan.
- Si lo sé, pero también te digo que en los lugares del mundo en los cuales hay masacres, genocidios y otras barbaridades, están en el momento histórico ya pasado en muchos lugares y ya superadas este tipo de acciones desde el más completo desprecio.
- Bien, bien, vale, Andrés Supertram, supongo que aprendemos a convivir y ¿qué hacemos con las dificultades ajenas a los individuos?
- Déjame que te diga que concluyo que nuestro control sobre la naturaleza no tiene límite ni fin.
no concibo nada que en un largo, pero cierto futuro, no podamos hacer.
- Andrés, estoy de acuerdo, la evolución es potencial.
- Sí, en los últimos cien años , la técnica ha evolucionado más que en los dos mil anteriores. Seamos, siempre, optimistas. Los problemas actuales serán, si se incrementan, un punto de inflexión en la historia, pero no un punto y final.
- Cierto es Andrés, que es indiscutible el proceso de evolución humana en muchos países. Se me hace inconcebible una nueva guerra entre los países Europeos.
La conversación estaba resultando muy fluida, sin apenas dificultades y con un acuerdo continuo. Esto era la primera vez que pasaba hacia mucho, mucho tiempo. Así pues, los dos, estaban navegando entre las calmadas y calientes aguas del bello lago de una de acorde conversación.
- ¿Y que hacemos, Andrés,. con los países hiperarmados?
- Buena pregunta a la que sólo te puedo decir, que no puedo entender que en cualquier momento ocurra una catástrofe atómica. El tiempo juega a mi favor en estas afirmaciones.
Siguieron disfrutando del pequeño vasito de vino y de una agradable conversación, bien merecida, antes de irse a casa ambos dos.
El barman se quedó mirándoles a medida que se iban. Percatándose de ello, ambos dos, y al ser todos amigos, estos dos se giraron con sonrisa y le dijeron.
- Venga, anímate, dinos algo
Juan, el hombre de la barra, sin sonrisa pero con cara de confianza les dijo
- Amigos, la especie y genero humano continuará. La supervivencia es un modo de aprendizaje.
Siempre sobreviremos. Siempre habrá futuro.
Frases lapidarias consiguieron que los dos amigos se fueran algo pensativos de aquel garito donde hacían el mejor café..

lunes, 28 de abril de 2014

MARATONES VITÁLES




Como via sin defectus, el caminun esentia, invoco al positivismo anímico. Partamos de ese principio ineludible porque sólo se puede andar, por definición hacia adelante.
En vistas de esto hagamos maratones. Cuando corres una hora, digamos, sin pausas de continuidad, entrenas y beneficias seguramente a tu cuerpo. Oxigenas lo físico, trabajas bien tu corazón y limpias, por uso y abuso, tus pulmones. Tienes un acto de lucha que fortalece tu cuerpo y tu espíritu.
Es bueno correr muchos maratones.
Cuando hablo de los maratones dibujo los problemas cotidianos, o mejor vitales, con los que tenemos que correr.
Y el anhelado positivismo me acucia y me lleva a pensar en los beneficios directos de participar esto que estoy llamando maratones.
Luchas largas y cansinas.
¡Fortaleza!, ¡Fortaleza mental!
Con cada problema que superes, cada maratón que corras, engrasarás los caminos seguidos por tus pensamientos, darás más fuerza eléctrica en los senderos y vías neuronales correctos que, en otras ocasiones ante también problemas, den la resolución y serán, entonces, mas fácilmente recorridos en las sinopsis neuronales posteriores. Es decir pensarás,, por experiencia, con más corrección.
Veo y entiendo los problemas como el proceso necesario en la construcción personal propia que es, al fin y a la postre, el único fin objetivo en su beneficio. Los problemas son variaciones que construyen. La continuidad apacible y estable te lleva a la inmovilidad y estancamiento. Las dificultades surgen ante hechos incalculados a priori e implican un cambio y nuevas construcciones en tu actuación. Estas, las variaciones y la experiencia en nuevas situaciones, se acumulan, te engrandecen, te hacen crecer.
“¡Válgame Dios! – me dijo aquel que me conocía, ¡cómo noto tus circunstancias en tus palabras!”. Sí, le dije, pero no olvides que todos, tú también que juzgas, estamos sujetos a ellas.

Aceptemos los problemas como hechos constituyentes y constitutivos de esta realidad pues en sus variadas soluciones, formas de hacerlas y, sobretodo el talante en afrontarlos, está, no os engañéis, el posible sentido de la vida.

!PELIGRO¡, UN ACTO DE ESCRITURA REFLEXIVA



Si tu acción de escribir conlleva un alejamiento de la realidad circundante, es un hecho peligroso.
Si la escritura que realices es un acto reflexivo que implique el juicio de la realidad circundante, supone un riesgo de aislamiento.
Si lo que narres trata la aplicación de términos e ideas diferentes a las establecidas en la realidad circundante, puede suponer un riesgo para tu continuidad, con usualidad, en ella.
Es un riesgo patente y existente.
La crítica hacia el mundo exterior por parte del sujeto, del individuo, es una manera frecuente de salir por la tangente de las opiniones y alejarte del funcionamiento normalizado.
Al tratar durante minutos u horas sobre los conceptos y temáticas que de manera abstracta y anhelante sobre deseos y objetivos, trae como resultado, la dificultad inconsciente de la completa inserción en el funcionamiento y pensamiento totalitario en cuanto a extensión.
Así entiendo la locura de algunos escritores que las excentricidades, por su alejamiento de la usual, son normalizadas y realizadas con forma real en los escritos.
Es una acción singular y atenta.
El tratar sobre objetivos finales globales y abarcantes, supone una perdida de contacto con la inmediatez que resulta descriptiva.
Aquellos que veáis que vuestros escritos e ideas toman caminos muy distantes, tanto en formas como en contenidos de los habituales y comunes, asumir la dificultad que ello supone.
El reflexionar en voz alta a través de la escritura es un acto de liberación, de alejamiento y de absorción en estos cánticos de solución que te atrapan y alejan.
Te pierdes en las mayas de la construcción de soluciones vitales.
Te alejas de la inmediatez impuesta.
Te centras, en tu totalidad, en la reflexión.
Es difícil mantener en paralelo las dos acciones, tu vida en las líneas y tu caminar por las aceras de tu ciudad.
Encerrarte en los pensamientos tormentosos de la solución y dejar las aguas tranquilas de la ignorancia, es un acto que produce, en ocasiones, ensombrecimiento por su dificultad en la elección.
No invoco, por qué no y sólo, los actos sumamente intelectuales y trascendentes en el racionalismo de Descartes, hablo del practicismo imperante en el Empirismo Ingles, de Hume, es decir, estos hechos que describo, no sólo afectan al pensamiento distante e inmaterial ontológico, sino también hace referencia a la unión y relación entre las personas de manera fáctica como punto y hecho reflexivo en búsqueda de unos caminos de resolución inserto en la teoría del estudio de entidades y colectividades realizas por necesidad de aquel que teorice.
Se acabo de sumar y restar lápices, es decir, traficar con objetos materiales, cuando haces actos reflexivos y tratar de enlazar ideas y obtener conclusiones con actos de pura reflexión.
Hablar sobre la concepción de un acto Justo y sobre su aplicación generalizada es un asunto realmente distante de la dinámica normal de funcionamiento.


 La acción reflexiva, es un acto que está en camino de su extinción.

jueves, 24 de abril de 2014

LA FELICIDAD Y SU ESTUDIO



El objetivo es vivir, estar, sentir, y compartir la felicidad. Ver de qué se trata y conseguirla.
El primer problema, que podemos encontrar en el caso de un estudio de carácter científico, es decir, resolutivo y previsor, estriba en definir el término.
La definición es compleja pues apenas podemos dar una indicaciones puntuales y descriptivas, hablando sobre los niveles de satisfacción y demás factores que produzcan un bienestar personal
Ahora, una vez tratado de definir, viene su concreción.
¿Cómo llegar, en que consiste, qué significa, qué grado de cumplimiento tiene en nuestra esencia y cómo llegar a ella y asuntos de este tipo, es decir ontológicos?
Este planteamiento definitorio, en este caso, del ser de la felicidad, está realizado bajo una serie de definiciones y especulaciones que concuerden únicamente con esos grados de felicidad y lo sentido en ellos, pero que no nos hablan apenas de su definición comprensible y definitoria.
¡Qué feliz me sentía!
Sí, pero ¿qué elementos, dentro de esta felicidad encontrabanse?
El error se trata de la inclinación metafísica en su explicación de lo que será un termino de aplicación y concreción material y directa y de la individualidad propia del que la siente.
Como en muchos otros aspectos, nos sumergimos, con excesiva facilidad, en la ternura y las caricias de los sueños, quitándole el peso, que sí que lo tiene de los asuntos a tratar.
Y la solución es una, que será la imposición de un método de trabajo e investigación empírico, aplicable y que tenga resultados directos.
Y esto ¿cómo es posible en una entidad abstracta, inmanente, que no permanece para su estudio y que se evapora tras el sentirla y disfrutarla?
¿Cuando fui feliz?
Concretarlo y estudiarlo.
El camino a seguir son los recuerdos y la vida ya pasada.
El pasado ya no es nada, jamás debe de condicionar el presente. El optimismo debe de hacer que lo olvidemos como mochila en su concepción y trato anímico que pesa e impide avanzar.
Pero y sin embargo, el pasado sí que puede ser visto desde la distancia, cómo un acontecimiento que ocurrió en ti y que conlleva el hecho de hacerlo palpable como objeto observado aun no teniendo, si así lo buscar, ninguna influencia en tu actividad actual.
Bien y esto ¿cómo se consigue?
Con la auto-observación.
Esta acción es problemática desde el momento en el que se estudia desde la lejanía y sólo se observan los datos físicos y temporales en su forma más concreta, es decir, que donde fui, a quién conocí y conceptos tal y como lo digo, pero sí que hay una manera realmente descriptiva de como fue el asunto y cuales fueron mis reacciones ante este.
Las circunstancias y elemento que rodean aquel momento en el cual sentiste esa felicidad.
Este estudio te puede dar una lista de elementos que te llevan directamente a ella.
Una vez tenga esta lista propia, hacerla extensiva, es decir, acumular datos referentes a las situaciones en las cuales los individuos, máximos posible sintieron felicidad. Estudio colectivo y concluso.
En mi caso, independientemente de mi nivel actual, fue sin duda, de máxima felicidad, mi punto álgido en el comienzo de mi juventud, digamos, algún año mas y alguno menos de los 18 años.
Vale, venga, bien, ya tenemos el objeto a estudiar, y ahora ¿cómo hacerlo?
La solución siempre se encuentra en la auto-observación y ésta sólo sera posible en la recreación de momentos similares para ver en cual de ellos se dieron y comprenderos.
Será los momentos puntuales que se han dado con la música y la climatología.
Hay temas de música, que cuando los oigo rememoro con intensidad aquellos años pues estas canciones las viví a tope viviendo aquellos años. Fui feliz, sin dudarlo..
¿Qué ahora no lo soy?, poco importa, que la distancia te da más sensibilidad y objetividad en el estudio.
¿Y los elementos?, el viento frio y el sol perezoso que aparecía todos los años en aquel lugar donde iba con mi familia y que, tras salir de la urbe, me inflaba de el nuevo camino hacia el divertimento.
Ya tengo dos factores objetivos y descriptivos de momentos de la felicidad, y ahora tenemos una posibilidad de hacer estudios objetivos y obtener datos del mismo tipo.
Siento que mi corazón volaba (auto observación) cuando escuchaba aquella canción, pero por qué, me digo y recuerdo claramente que era por la inmanencia de la impresión y situación. No tenía un hecho expansivo en el tiempo, sino una ausencia del tratamiento temporal, era la inminencia en el asunto.
Con el asunto del tiempo atmosférico, también. Mi recuerdo consiste en la puntualidad de aquel paseo, bajo el sol, pero con el frio de la primavera, en el cual el tiempo se detuvo en mis pensamientos.
Conclusión, tenemos dos elementos y momentos en los cuales podemos estudiar los elementos formativos para calcular en qué consiste los momentos de felicidad.
La primera conclusión y última de este escrito y estudio, es la sensación de inmanencia que acompaña a la felicidad.
Una de las características que provocan el éxtasis puntual estriba en su no dependencia del pasado ni su importancia en el futuro.
Es actuar prescindiendo de todo más que la sensación de plenitud momentánea.
La felicidad es un hecho puntual, inmediato y no un estado duradero y prolongado.
Así pues, tenemos elementos para hacer un estudio científico en ciertos conceptos, pese a su ontología y existencia abstracta y metafísica (no en la existencia, sino en la definición)
No me digan que con alguna canción no se encuentran recorriendo aquella calle, en este día como otro cualquiera de aquella primavera por las calles de aquel concreto lugar.


 Recordar los hechos personales ocurridos puede ser algún mal negocio, pero recordar las sensaciones buenas en los elementos en los que las tuviste, entiendo que es una buena inversión para calcular tus movimientos futuros camino de la felicidad.

miércoles, 23 de abril de 2014

FILOSOFA A RAS DE TIERRA. REVOLUCIÓN RADICAL Y RACIONAL



Sí, sí, aquellos que se sientan con fuerzas y motivos que se suban al caballo de la mejora, cambio y revolución.
Aquellos que vivan en su carne, en su corazón o en ambos lugares la injusticia de este mundo, que se calcen su mejor zapato, para andar, sin miedo a las cuestas, hacia el cambio.
Los que estáis preparados, ¡actuar!
Los que queráis luchar ¡hacerlo por todos!, pero con corrección, es decir, fuera de la atractiva, fulgurante, hermosa pasión y dentro de la eficaz, lenta y aburrida razón.
Necesitamos un cambio de estructuras, de fines, de principios, de modos, de formas, de objetivos, de funcionamiento, de estructuras de poder, de medios de elección y otros muchos aspectos que necesitan de su cambio máximo para el funcionamiento optimo de la humanidad. Existe, como realidad no alcanzada pues tiene una cabida de realización sin duda. No es una ilusión de futuro.
¡Revolución, si!, ¡máximo cambio!,¡despuntadla y hacer caer todos las estructuras que sostienen y permiten el funcionamiento del sistema!, ¡luchemos y acabemos con el control al que estamos sometidos!
Sí, sí, sí.
Pero hagamos las cosas bien y no pensemos que hacer la revolución con visas a obtener algún resultado, es   hacer justo lo contrario que la sociedad actual y despreciandola aplicando elementos que separan y aíslan a aquellos que quieren el cambio de los que lo quieren, pero no tienen tiempo, lugar o posibilidad de hacerlo.
Nada se consigue desde la distancia.
Nada se consiguiente con la violencia o agresividad.
El cambio total exige la comprensión colectiva a través de los hechos culturales.
El pueblo no debe de pasar a ser un elemento impersonal que obedece, sino un factor de acción formado por individualidades que piensan y deciden.
Preparación, preparación.
“- Debemos de buscar un fin máximo al cual enfocar todas nuestras acciones. Es el bien colectivo y buscándolo actuaremos. Es la idea principal, es el bien, del cual participan todos los elementos correctos – dijo Platón aquella tarde bajo las escaleras del pórtico en la ya curtida ágora de Atenas.
Y rascándose la perilla como hacia cada vez que pensaba, le dijo Kant
- No entres amigo, en Ideologías, es decir en fines que se evaporan en el tiempo y que por su abstracción impiden una aplicación. Vayamos al único funcionamiento objetivo y real, y éste, son las formas.”
Esto es, no podemos actuar de una manera ideológica desde la distancia y con la protesta crónica y patológica inserta en el corazón, hay que cambiarlo todo desde dentro y de manera planificada e inteligente..
¿Y esto qué significa?
Significa no tomar supermercados, no invadir de cortijos, pues ambas acciones forman parte de la ilegalidad sin ninguna intención constructiva o creativa. Un hecho irresoluto que no provoca más que el desprecio que la mayoría desde la distancia.
No significa vestir de la manera más desacorde y con máxima dejadez, mostrando nuestro desacuerdo con la realidad actual, pues la diferencia estética tan profunda, produce el rechazo, hasta en aquellos que también quieran el cambio pero están absorbidos por unas formas estéticas.
No desde la acción en la calle, el griterío, la violencia en las protestas, la insumisión colectiva, pues esto provoca el rechazo para aquellos que también quieren el cambio, pero necesitan algo de tranquilidad para ir a casa y al trabajo.
¡Todos queremos el cambio!, pero también llegar a casa dentro de la injusta, pero actual realidad.
Abrir los ojos y sabed que la trasformación de cualquier elemento sólo se puede hacer desde dentro del sistema y aquí, como relámpago, surgen una serie de condiciones formales para poder realizar este cambio.
El contenido es propio de cada uno, sitio y lugar. Las maneras y las formas, son extensivas también a todos los sitios y lugares.
Y ellas, comienzan con la preparación de aquellos que deben de dirigir nuestro cambio y revolución. Deben de ser los mejores en aquellos campos que marquen el funcionamiento de esta sociedad para producir este ansiado cambio.
No renunciemos al uso y seguimiento de la ley y funcionamiento estructural de nuestra realidad, si cambiemoslo una vez estemos dentro.
Desde la lejanía no hay posibilidad de actuación.
No hagamos manifestaciones callejeras contra el tribunal superior de justicia, sino que aquellos que queramos los cambios tengamos una preparación como para entrar en este y trasformarlo.
¡Actuar ya!, ¡se necesita!, pero con corrección buscando alguna posibilidad de éxito.
Si quieres llegar a donde te escuchan para conseguir que todos aquellos, que son muchos, que siguen disconformes con esta realidad, ten una preparación estética correcta. La persona más indicada para los cambios, puede no ser aceptada por sus modos y vestimenta. Os parezca bien o mal, todos, unos y otros, estamos sometidos por usos y costumbres, que condicionan inexorablemente tu actuación. Habrá, dime que no y equivócate, motivos estéticos que arrastrarán tu comportamiento, elección y opinión.
¿Entonces?, preparación, preparación, pues el cambio debe de ser realizado desde dentro y para ello necesitas cultura y conocimientos. Si quieres hacerte oír respecto al mal funcionamiento del organismo judicial o político, debes de conocer las herramientas, dentro de los propios mecanismos formadores, para maquinar un cambio posible y llevadero.
Todo aquel que quiera el cambio de este fango al que estamos metidos, de este último rincón de las cloacas, de esta sierra en la cual unos tocan las estrellas y otros apenas salen de la cueva, debe de tener unos medios y formas adecuados.
Preparación jurídica, social y económica.
Trasformación paulatina con vistas al cambio total.
No podemos caer el el pozo del engaño creyendo lo como camino hacia la salida.
El camino es largo y el cambio paulatino.
Aspiremos al máximo, pero hagamos el movimiento razonarlo en la posibilidad, el los caminos realizables.
Cuando lo vi, pensé que no hacían mas que darle armas a los que realizaban aquello contra lo que protestaban. Mi pena fue entender que se pensaran que con la invasión de casas opulentas iban a conseguir algo mas que la caracterización cómica y burlesca de estos individuos. Las formas y maneras son una perdición.
Hay que superar las pasiones, para los caballos y actuar con cautela.
Las revoluciones no deben de ser frutos de años sino de decenas de estos.
No deben de ser fruto de un acto violento, sino de cien paulativos.
La violencia en la revolución implica un pueblo pasional, irracional, borreguil y despersonalizado.
No quiero la ideología que embellece, engaña y estropea toda correcta intención, abogo por el trabajo y el planteamiento de pasos constructivos prácticos, pragmáticos y reales.
El fin está claro y aquel no no sepa cual debe de ser el estado al que debemos enfocar todos nuestros esfuerzos colectivos, no tiene la capacidad para hacer nada a nivel social.
Todos sabemos cual es el estado correcto en nuestras relaciones sociales y lo que tenemos en la actualidad no es.
Hagamos el cambio, pero no onírico como huida de una realidad ahogante. Busquémosle pies y cabeza al producto del cambio.
No hablemos de utopías irrealizables en el mismo momento.
Hablemos del pesado camino que nos lleva a ellas.
De los lentos pero reales caminos.
La revolución sin preparación no vale para nada.
Que sean los mejores quienes obtengan el poder y lo cambien desde a este desde su propio atril.
Tus estudios, tus practicas, tus idiomas, tu experiencia, tu cultura en general es, sin duda, la mejor arma a utilizar.
¡Que no estropeen la reivindicación general y el cambio total, con actos reivindicativos ridículos y que no provocan nomás que la risa e indiferencia.
Cambiarlo, que podéis, pero hacer de manera correcta, que es con preparación, planificación y paciencia, mucha.
El cambio no debe de ser impulsivo, sino racional y duradero.
Sin estabilidad, no hay mas que una pequeña inflexión en la nada.

martes, 22 de abril de 2014

EMPIRISMO Y LA CAFETERÍA



Desde el primer piso del patio interior con forma de plaza de toros y apoyados en la barra de la barandilla, observamos, los Británicos de Erasmus y yo, aquella mesa justo en frente, a la sombra de los voladores del falso techo de la pequeña cafetería central.
En aquella mesa habíase una mujer joven, pantalones de pana marrones y suéter de lana azul clarito, que tenía en su mesa, junto a los cafés, tres móviles. No me gustaba su vestimenta pero algo me decían de la asimetrías y el descompas. Yo sí que sí, respondía.
A uno apenas hacíale caso, en el otro recibía llamadas y en el último las hacia. Tres móviles uno detrás del otro.
Su mundo se constituía e iba hacia delante, ya con los tres móviles colgados, a modo de gargantilla, de su cuello.
No uno, sino tres.
Esto llamaba la atención de mis dos compañeros de Erasmus.
Británicos y Españoles en Francia. Grande, si.
El más mayor iba a mi clase en la facultad, se llamaba Locke. Había estado algo metido en la política, allá en su país, pertenecientes a las juventudes laboristas, pero tras pocos años, lo dejó y siguió estudiando.
Él, y el joven, Hume, tenían una visión muy similar del mundo y a mi me seducía muchísimo las charlas afirmativas, es decir, uno le decía al otro, y el otro al uno, constantemente que tenía razón, sobre la temática del comportamiento humano.
- Ves, Andrés, ves, me dijo a mi.. El uso que hará esta mujer de sus móviles, no es más que una imposición social que crearán el definitivo uso repetitivo de las elementos que marcan su continuidad.
- Sí, amigo, sí, las personas somos elementos de usos y costumbres y cuando queremos darnos cuenta estamos atrapados por ellos.
- ¿Me decís- les pregunté, que la utilización de tantos móviles es una dependencia creada y no tiene nada de necesidad en sí?
- Sí- contestaron los dos al unisono
En el entreactos de esta escena, vienen dos compañeras más con esta primera, allá, a la mesa del bar. Al compás de su amistad, las dos sacan, con simetría, ambas dos, ambos dos móviles que dejan encima de la mesa.
Relucían. Cromados y Niquelados los más garrulos de una de ellas que llevaba también mechas de colores y colores pastel azul y verde, de la otra que su coleta rubia le caía por los hombros. Realmente diferentes pero, al parecer, buenas amigas, y como no, influidas y atrapadas por lo mismo.
Antes de que nadie fuera consciente, se encontraban las tres inmersas en una profunda conversación, entre ellas tres y los respectivos tres móviles. Seis, al menos, individuos o personas, envueltos en la discusión. Una de ellas, combinaba el uso de dos artefactos.
Hume, mucho mas epistemológico y empirista, tenía el asunto bien claro.
- Si las has educado y se han encontrado con un uso normal, tal que ellas exponen, de los medios que fueran, después los utilizarán con absoluta normalidad como medio integrante de los usos y quehaceres diarios y cotidianos. Somos unos jóvenes estudiantes catalizados, dirigidos y guiados por unas fuerzas, en este caso, económicas, es decir multinacionales y demás, que crean en nosotros una serie de características y necesidades, que nos conforman y nos hacen.
- Bien, Locke, bien – preguntó Andrés, pero ¿nacemos con alguna estructura a prior que conforme nuestra persona?
- No, amigo – me contestó Locke, siempre seremos elementos constituidos por nuestros actos.
- Sí, - dije yo, interviniendo por fin en la conversación, pero no quita que, y entonces con más razón, una enseñanza de lo correcto.
- Y este ¿donde está?
Nos reímos los tres, entre nosotros, con complicidad y amistad.
Las tres mujeres de la cafetería, seguían con la dinámica de intercambiar palabras inmiscuidas en sus respectivas conversaciones.
En aquel momento, una de ellas, se levanto revolucionada y oímos, a muchos metros, como les decías a sus amigas, que se ¡había quedado sin batería!, ¡Dios!
Tenía dos teléfonos más y otra de las amigas le pregunto por qué no los utilizaba y le contestó que uno era para Dirak, era al parecer Austriaca y el otro para sus padres. Claro, llevaba tres.
- Nos hacemos dependientes de lo nuevo, abusamos de nuestras posibilidades, somos cada vez más flojos por el aumento progresivo de nuestra dependencia. Y esto, para más problema, llega hasta la moral, pues ya es un termino calificativo el que lleves o no móviles de la leche., dijo con potencia, era un Escoces, grande e impulsivo.
- Hume, te lo digo y te lo repito -le puntualizó Locke, no te quejes, educa a tus compañeros y métete en la política para constituir un estado. Hagamos la división de poderes que se hizo en el siglo XVII, allá en nuestras tierras pero hagámoslo ahora entre los móviles adictos y los que no.
Volvimos a reír todos a gusto.
Nos despedimos con cariño viendo que las tres amigas seguían juntas pero inmersas cada una en sus respectivas conversaciones.
Volviendo a mi habitación iba pensando en esa serpiente pitón que la gente llama modernidad y que tiene la forma de tecnología que aprieta y ahoga nuestra naturaleza primera y nos hunde con hábitos entre los que se evapora nuestra propia personalidad.
Eran dos amigos pragmáticos, prácticos, nada trascendentales y empírico.
Quizás en mis conversaciones con ellos echara de menos, en alguna ocasión algún amanecer de viejas ideas vitales y explicativas ultimas, pero difícil era, por no imposible para estos dos.
Salí de la cafetería y cogí el paseo de todos los día camino de la residencia de estudiantes que compartía con otros de diferentes países Europeos. Cuando en mitad del camino estaba, atendí a otras variaciones del mismo, probablemente hasta más cortas que jamas había intentado, al entender el camino de todos los días como la normalidad a seguir.

Nuestra naturaleza primera es poquita, casi todo lo que seamos y tengamos será producto de nuestro esfuerzo y trabajo o en negativo y a la viceversa.

LA CONCENTRACIÓN Y LAS IMPRESIONES EXTERNAS



Es indudable que el nivel de concentración o atención a nivel urbano actual es paupérrimo, es decir, malísimo, o también casi imposible de llevar con mínima facilidad.
Tienes o hay dos opciones.
O te vences, si puedes, totalmente a las impresiones externas y te dejas arrastrar por todos los elementos que alteran tus sentidos. Estos cogen un amplio abanico, tales como, visuales: semáforos, audio: conversaciones circundantes, olfativas: cambio constante por zonas y lugares y todos a unos umbrales dañinos o perjudiciales para la persona.
Es perjudicial estar totalmente atento al mundo circundante en las actuales ciudades por los diferentes niveles de contaminación sensitiva.
Pero el mal, aquí no se acaba, pues hay algo peor por exceso o por defecto.
Por exceso serán aquellos que sus umbrales de percepción son bajos y, por diferentes motivos, aun manteniendo la atención pueden no recibir ese aviso sonoro de la actuación de un móvil a su lado y  aquellos que envueltos en nuestros pensamientos y cuestiones se evacuan de manera inconsciente de esta multitud de información que marea y atrofia tu subconsciente y huimos al mundo de los pensamientos y meditación en mitad de la vida normal. Esto es la leche, pues si no te atropellan, te ganas el termino de diferente, con todo lo que esto conlleva.
Si esto te ocurre en mitad de aquella excursión hacia ese gran monte,, es maravilloso. Sentir el aire puro, mientras meditas, escribes o contemplas con tranquilidad, es un hecho satisfactorio siempre pero ¡ahy, si pierdes la noción de la realidad por estar concentrado en alguna meditación personal o trascendental en mitad de aquel otro día de trabajo o en camino, por la calle, hacia este.
Las personas tienen mas o menos facilidad para aislarse del mundo circundante.
Para algunos es un lapsus beneficioso siempre por su capacidad de la vuelta a la normalidad.
Para los otros no es bueno, al estar donde están, pues la vuelta a lo cotidiano e insípido es un acto penoso.
Complicado es pensar en la plenitud humana en la vida, a encontrarte ciertos episodios absolutamente cargados de agresividad, competencia, extres, ambición material y búsqueda de resultados puntuales, directos y propios.
Cuando calibras hasta que punto es posible la convivencia a nivel general, te ves obligado a discutir sobre el precio de la tarifa del movil.
Algunos os cuesta menos entrar en la realidad imperante y actuante y a otros, nos cuesta más.
He de decir que aquí la deformación no la veo en el individuo que trabaja y actua en este sistema ya establecido.
Me pitan los oídos de escuchar que así y esto es y son las relaciones humanas de por si, mientras se me seca la boca al insistir en que, no es la realidad inevitable, sino una deformación de las circunstancias optimas de desarrollo.
Y es peligroso por muchos niveles la capacidad correctas de la evasión de la realidad para entrar en los procesos puramente mentales, pues la interacción con lo que te rodea, es constante.
Conducir cualquier vehículo es un acto estresante pues exige una concentración inusual de los sentidos, aun tomaádolo con toda normalidad.
El salir paseando por la calle con tus hijos pequeños exige también una atención máxima que impide cualquier tipo de situación vinculada al puro disfrute visual.
La concentración mental es nula, el análisis de las situaciones difícil e imposible la baremación correcta de los acontecimientos, no técnicos, ni a nivel humano, circundante.
La preocupación sobre cualquier motivo trascendental, muere entre las ruedas de los coches.
La posición vital de enriquecimiento propio y personal como personas, se suicida, con frecuencia entre las risas de la indiferencia.
La soledad del pensador es más grande que nunca.
Entiendo que no somos conscientes de la contaminación que nos acompaña todos los días y que ha formado porte de nuestra normalidad pero  perfora a diario nuestro aguante, tanto físico como anímico.
Abogo por bajar el ritmo de cualquier movimiento humano.
Pienso en la calma como elemento esencial para la convivencia humana.
El ruido, las prisas, la rapidez, me devoran.
El amontonamiento de las citas y la preocupación es máxima.
El calculo de combinaciones de los trasportes y similares, son tremendas.
Las personas reflexivas que tiendan a buscarse, están vencidas.
La vida externa es el máxime.
El que busca la paz interior y la tranquilidad, debe de estar acompañado por un situación posible en la realidad actual.
Pues apañados estamos los que el ruido nos perturba y la televisión nos marea.
Me temo que la gente no se da cuenta del ataque directo hacia nuestra esencia formadora que realiza este estado de las cosas.
No estamos diseñados biologicamente para estos umbrales sonoros o visuales.
Si así fuera, la naturaleza, en su evolución selectiva, hubiera dado como resultado personas con menor capacidad auditiva y mayor protección visual para actuar a estos niveles.

Perto no, cuando acabó la evolución por la aparición de la defensa colectiva y cultural, los seres humanos aún viviamos en la tranquilidad de la naturaleza, que nos acriciaba con sus manos y nos balanzceaba entre sus brfazos bajo la luz de la luna.

lunes, 21 de abril de 2014

Aclararme

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Seduce bastante más abrir tu blogger y encontrar seguidores, pero ¿cual es la diferencia

FILOSOFÍA A LA CALLE. INVERTIR EN EL PENSAMIENTO



Reflexionar sobre los hechos humanos actuales, es decir, sobre sus motivos de actuación y normas y costumbres de nuestras relaciones, sería el hacer la ya mal llamada filosofía.
Aún sus principios etimológicos, jamás se ajusto a ellos, jamás fue solo un puro amor a la verdad o pensamiento como actividad gratuita y de divertimento. Fue un pensamiento libre en su concepción pero tuvo claras teleologías dirigidas hacia la formación del estado o la persona.
Nunca ha sido un pleno amor al conocimiento sin más satisfacción que tenerlo.
Siempre ha alcanzado su gran aceptación cuando esos nuevos pensamientos suponían algún cambio en ese otro tema.
Y ahora, más que nunca.
Debemos de invertir toda nuestra capacidad intelectual en hacer filosofía. ¡Urgente!, pero aquella dirigida a buscar verdades aplicables y de las que tengamos contacto directo con ellas.
Olvidémosnos de lo obviedad de lo cotidiano.
Perdamos el desinterés por lo que ocurre todos los días.
Bajemos a la filosofía de las nubes de las ideas y razonemos, al menos, cómo enfrentarnos a la organización de unas simples relaciones humanas.
Quizás ya, haciendo una visión histórica, podamos concluir verdades efectivas sobre elementos esenciales, transcendentales y no materiales propios y formadores de las sociedades humanas. Perdamosnos en la esencia del ser humano para aplicarla directamente y darle un sentido total.
Aquellos que tengamos alguna intención de hacer filosofía debemos de huir de este estereotipo de aquellos personajes que viven aislados de los procesos y elementos cotidianos. Aquellos que escriban filosofía deben de pensar que su temática no debe de provocar sólo, el interés de unos pocos impresionados por la lógica del pensamiento.
Con hastío y aburrimiento observo donde están colocados en la actualidad aquí en España, el movimiento intelectual no ideológico.
Están en lo más hondo de las cañerías.
La visión reflexiva en la búsqueda de los cambios propios, suscitados por ésta, para el buen funcionamiento social, acaba siempre olvidada y perdida entre los intereses del sistema moderno, el cual tiene la coraza y doble arma de su auto explicación. No necesita nada externo para justificarse.
La historia nos arrastra e impone sus estructuras.
La única utilización de la razón ha imperado con toda normalidad en la imposición, de una forma u otra de las ideas, para imponer una pura y dura variante, nomás del sistema. Algunos filósofos si que lo hicieron y así fueron después mal interpretados.
Saquemos el pensamiento racional y lógico, los principios y valores generalizados y justificados intelectualmente, critiquemos ¡miremos el mundo formado y existente, no con otros planteamientos ideológicos sino como objeto de estudio y especulación.
Que se imponga la mecánica del pensar.
Que se ajusten las reflexiones a la realidad.
Que no halla miedo en las decisiones y planteamientos.
Que pensemos todos, juzguemos y critiquemos, pero no desde las ideas de los demás , si no desde nuestra mente preparada para esto.
Dejemos de ser el pueblo ignorante que aquellos listillos, ladronzuelos, hipócritas, irónicos con el pueblo, salgamos de nuestra ignorancia y traigamos la capacidad de opinar y la preparación del saber a todos.
Sin esto no hay cambio.
No recuerdo cual, pero aquel famoso Romano nos habló del pueblo manipulado por su ignorancia.

O adquirimos cultura, educación y civismo o por mal camino vamos y aquellos que lo tengan, que lo utilicen y lleven a la vida cotidiana.

domingo, 20 de abril de 2014

KANT, OLIVIER Y EL MAL



Kant y Olivier deambulaban perdidamente por las calles empedradas del centro de Kronigsber tratando de capturar los cansinos rayos de sol de esta fría tarde en los albores últimos de ésta, al oeste de las tierras Prusianas.
Olivier era un lejano sobrino de un primo, lejano también, que vivía en París, casado con Rubit de le Croix y que le había mandado a su hijo a aprender Alemán y a culturizarse, en general con Inmanuel, que todos ya sabía de su sabiduría, por su trabajo en la Universidad y por sus escritos.
Kant no era un hombre de una lúcida sociabilidad. Era tremendamente introvertido y paseaba discretamente todos los días hasta la facultad. Eran 20 años haciendo ese camino y habían algunos que todavía no lo sabían.
El sobrino llegaba de la Francia ilustrada donde el hombre andaba a pecho descubierto, en su potencia intelectual y capacidad estética, alcanzando su mayoría de edad y su capacidad para el control del mundo. Del frio apacible de la biblioteca a la ardiente clase intelectual distaba la misma distancia que algo mas al sur de Berlín y el siempre hermoso, París.
- Pero maestro, maestro, ¿me quiere Usted decir que el mal no tiene una forma concreta?, ¿que no es un acto determinado con un componente preciso?,¿qué no es un sustantivo?, Rousseau, Montesquie y otros nos traen un mundo concreto, tanto de leyes como de naturaleza, No le entiendo maestro.
Kant se rascaba con calma y atención la pequeña perilla que llevaba. Él sabía que la calma del pensamiento era una cualidad importante pero no sabía como trasmitirla y se pensaba si era efecto del uso y costumbre o de su naturaleza. Lo dudaba.
- Mira, Olivier, el juicio de los contenidos, los hechos, los sustantivos, las personas y otros elementos constitutivos de cualquier acto o acción, siempre serán y estarán dependiendo de los elementos éticos formadores de aquella cultura o situación, de ahí que la concepción del mal, y en su defecto del bien, deben de estar por los momentos puntuales de allí y entonces, de su cultura e historia.
- Bueno – dijo Olivier, eso no pasa. Los Cristianos, tenemos unas leyes de comportamiento que atraviesan el tiempo y los pueblos.
- Bueno sí, pero no olvides que es una parte de las creencia que forman el antiguo mundo y que cambia. Tú país está montando un estado laico, no lo olvides – Olivier, remoló un poquito, - Kant siguió, y hay otros lugares en el mundo formadas y construidos entre otra religiones.
Olivier abrió los ojos desmesuradamente viendo como su tío hacia alusión a los herejes con tanta facilidad y benevolencia. Pero Kant, había leído las primeras traducciones Aristotélicas conservadas y guardadas bajo los auspicios de la cultura del Islam en el antiguo ya An-dalus Ibérico, y su concepción del mundo y su mente eran bastante tolerante, sino abierta, crítica y constructiva.
- Mira – le contestó Kant, parándose ante los grandes ojos que le enseñaba su sobrino, la única manera de acertar y realizar una ética cual justa e igual para todos y que no tengo ninguna excepción, ni puntualización, ni disputa en su contenido ni sentido es, sobrino, la ética formal, en la cual el contenido nos es secundario, frente a las maniobras y fines con los que realizamos la reflexión.
- ¿De qué me hablas, Maestro?. Cuando Olivier encontraba interés y se dejaba invadir con la profundidad de las palabras, el contenido del mensaje y la profunda voz de Kant, su subconsciente lo pasaba a tratar como el gran maestro que era.
- Encontremos unos valores y principios pero puramente operativos, le dijo, pensamos que cualquier cosa que hagamos tendremos al individuo puesto en el punto de mira y jamás haremos nada que puedan hacerle daño. Las personas estarán por encima de cualquier resolución. No me importa donde o que es el bien o el mal, me importa que los hombres sufran y que la humanidad no avance.
Es la formalidad sobrino.
Aun con las indicaciones del sobrino, Inmanuel, no quiso entrar el el limpio y engreído café de la ya oscura y fría ciudad. Nunca entraba y prefería encontrar el calor caminando aun siendo fría la ya noche.
- No Olivier, no entraremos.
Siguieron hablando. Kant le hablaba en CentroAlemán porque era la lengua que había venido a aprender y la terminología y giros lingüísticos de su lengua madre, el Prusiano, se esforzaba por no realizar.
- Mira sobrino, piensa que cuando vayas a realizar cualquier acción seas tú quien la recibe y la sufre y tras esto decide si la haces o no. Imagina recibir tus actos y decide si los haces.
- Pero, maestro ¿todos no lo merecemos?
- Mira, alumno-le dijo sonriendo, el ser humano debe de ser un fin en sí mismo y nunca jamás será un medio para conseguir ningún objetivo. Esto no está reñido con un buen mundo, al revés, mejor irá. En la soledad del camino, te hablaré en plata y te diré que en ésta primera república allá en vuestro país, la tenéis llena de individuos que tiene en su punto de mira el establecimiento de un modo de gobierno antes que la propia dignidad o el fin humano. Han hecho y harán en nombre de la revolución actos crueles y malos, pues el fin no son las personas sino otros intereses como será el estado en sí. ¿Donde está el mal?, te pregunto ¿matar al rey sol, luis XI fue bueno o malo?, ¿matar es correcto o no? Si no tenemos a las personas al final de las intenciones la ética se evapora entre las opiniones.
Olivier si que era consciente de las palabras de Kant, respecto a las crueldades que se habían hecho en su país, con la subida al poder de Napoleón y la condena a muerte de luis XVI. Kant apenas había vivido los comienzos de la revolución y era ya mayor, y lo sabía, para ver donde llega el asunto. Pero sabía muy ciertamente, que si no se piensa en las personas, el sistema caé por sus propias injusticias e irregularidades.
Olivier era un joven que se había criado en la ilustración francesa y el único objetivo de estos años tremendamente creativos y fecundos del pensamientos consistía en la renovación general de todo concepto, institución, forma y manera que perteneciesen al antiguo régimen. Llegaba la república y se iba el absolutismo. Llegaba la injusticia fundamentada y se iba la injusticia por tradición y costumbre. Kant lo sabía, sabía que si se defendía ideas y no individuos, estos acabarán sufriendo.
Callados andaban los dos, con la noche ya entrante y las pequeñas lamparistas de aceite encendidas.
Olivier le tenía un gran respeto y admiración, pero los nuevos vientos le arrastraban y le alejaban del reposo, pensamiento, tranquilidad y grandes verdades que Inmanuel le servia, como leche calentita antes de irte a dormir.
Kant lo veía y sabía que el mundo seguiría, hasta mucho más adelante, con la intención de imponer unos sobre otros los elementos considerados como buenos o malos. Kant sabía que no. Que éstos no existían, que no los habían, que en cada casa la decoración era diferente. Lo único que se debía exigir y ser como medio fundamental constructivo será techo, y agua, decir, unos mínimos que miren y se preocupen por el individuo que allí vive y no por la construcción de un gran sistema en el cual el pueblo debíase sacrificarse por la grandeza del imperio, sin techo y sin agua.
Llegados a la casa de Kant, Olivier se despidió.
- Señor Inmanuel, ¿cuando quiere usted que venga mañana a recogerlo?
- Poco después de que salga el sol. Tenemos que estudiar griego y latín. Mañana comenzaremos a trabajar griego con la Ética a Nicomaco Aristotélica. Te gustará y además te contaré, quien guardo, trajo de oriente, tradujo, y estudio todas estas obras.
-Bien, maestro -se despidieron con el cariño de la familia pero con el respeto y la distancia de las ideas.
Kant cojeaba mucho de la pierna izquierda y apoyándose y con la ayuda de su sobrino, entro por la ya vieja pero robusta puerta de su casa. Se despidieron y Kant se quedó mirando a su sobrino y pensando.
“vientos nuevos llegan a Europa, vendrán con unas tormentas de sangre. Las venas hierven con los nuevos pensamientos de libertad, pero alguien , que no seré yo con mis mas de 70 años, tendrá que poner un fin correcto a la imposición de las ideas.
La levita negra apenas se la veía hasta que se quitó el abrigo. Voluntarioso vino el mayordomo a colgarlo y ayudarle a subir. La ama de llaves le había dejado preparada al lado de la cama una gran infusión de hierbas para calentar el cuerpo. Cansadamente se puso la ropa para pasar la noche y se acostó.

Kant, viva por saber como conocemos, esa habíase sido su objetivo, de aquello que pues propuso una ética sencilla pero completa y que no trató de imponer pues sabía de la inutilidad de hacerlo mientras la ciega ambición de lo que fuera se impusiese en los actos humanos.

viernes, 18 de abril de 2014

CAFÉ. UNO MÁS.






Así, caminando uno al lado del otro con el paso acompasado, continuaban con la conversación iniciado dos pisos más arriba. Estaban entrando en el bar y dentro de éste, la temática de las formas, contenidos, maneras y colores de las encuadernaciones, quedaban ocultas bajo la alfombra del olvido.
- Entonces ¿ya lo has escrito?, Andrés
- Si Carmen, girando la cabeza sin importancia por la pregunta, le dijo.
- Venga, duro, entono ironico dijo Carmen, enseñámela.
- No, mejor te la voy a leer, mi jefa
No en el tono que se lo decía pero sí que era su jefa real. Ella supervisaba el trabajo de él. Decididas las formalidades propias del libro, ella controlaba todos los pasos. Andrés manejaba impresoras.
- Ahí te va, te lo leo
Y dicho esto y ya sentados en la mesa negro caoba del fondo comenzó

“Unos sí, otros no.
En éste surgió y en el otro no llegó ni una diminuta onda.
Aquel tenia unos pequeños momentos de reflexión cuando una duda sobre la validez y razón de ser del mundo circundante le llegaba mientras el vecino, no salía de la banalidad material y sordera racional del fútbol, no cómo deporte, sino como movimiento competitivo de las masas.
El hacer intelectual va a menos. La Filosofía está cada vez más abandonada no por ella misma.
Conocemos los colores básicos y sus combinaciones. Todo supuesto color que no estuviera hecho con estas perspectivas longitudes de onda, no podríamos concebirlo. Si no te enseñan y aficionan a pensar y ha tener movimientos intelectuales, estos no salen como se caen, siempre, las hojas caducas de los Olmos
Me pregunto sobre las circunstancias propias de los grandes filósofos buscando la influencia necesaria, no en el contenido de las teorías, sino en la puesta en marcha del movimiento en si.
En la Grecia clásica los ciudadanos de las poderosas polis, empiezan a dominar el mundo circundante, y surge así, el interés por su conocimiento y control.
Los pensadores medievales formaban una élite intelectual formalmente acotada por unos dogmas de fe y encargadas de la justificación de los elementos de la divinidad. Pero la justificación de una realidad y el apoyo de la Iglesia les llevaba a operar.
En el modernismo, en filosofía y ciencia, quedan superados los límites de la Iglesia y el ser humano surge como individuo capaz de explicar, comprender y dominar este mundo circundante. Es la época de los grandes imperios europeos, para los cuales el ser humano ya podía conocer y dominar.
Tras la llegada del fin del segundo milenio, la gran estructura debatida de desmorona y la rebelión y cambio llega. Hay guerras y revoluciones Europeas e independencias de sus colonias. La motivación ante el cambio alimento enormes pensadores.
Y llegamos al siglo XXI y comencemos a pensar si el fin del pensamiento está llegando por la perdida de su parece y su patología del acto interesado. La acción sin interés propio es difícil de encontrar y con la filosofía no haces rico. Afortunados aquellos que les da para comer”

- Bueno – dijo Carmen seria e interesada, pero debes de seguir pues no está acaba en el desarrollo de la temática e idea ¿no?
- Sí, tienen razón, que no – se sonrió al hacer el pequeño juego de palabras. El asunto de seguirlo sería buscar una solución a la problemática propuesta. Primero deberíamos concretar en que manera las circunstancias actuales afectan a nuestra esencia o condicionan nuestro desarrollo, poco después, separar y diferencias los patológicos de los asépticos y ya por último veamos como retornar el interés y seguridad en la utilización de nuestra razón pendulando sobre motivos etéreos conformantes de nuestro mundo intelectual y esencial. Es decir que disfrutar en tu pensamiento bajo el cielo de la tranquilidad sea más atractivo que rugir el motor de tu cochazo de colores claros cromados.
- Porque, además será más sano para la seguridad social como para la naturaleza – añadió Carmen. Menos accidentes, menos gasto sanitario y menos dióxido de carbono, le dijo sonriendo.
Siguieron hablando algún rato más.
Tenían una edad similar, algo mas de cuarenta. Los dos estaban solteros, eran guapos y disfrutaban mucho de sus conversaciones.
El tema preciase claro y preparado para el desastre, es decir, que algún día, de entre los muchos que acababan en el bar hubiesen terminado en la cama de alguna de sus dos respectivas casas.
Afortunadamente para ellos, hasta ahora, discuten, disfrutan, descubren en el bar y después se va cada uno a discutir con su sombra en la cocina de sus casas.
La amistad continua.



jueves, 17 de abril de 2014

LA AGRESIVIDAD Y SU INUTILIDAD



Vengo de leer un comentario, de ver una acción y de recordar unos pensamientos.
La lectura venía de un escrito de un hombre de mediana edad que no sabéis cómo echaba los males del mundo a la Iglesia. Tenía la culpa de todo y le daba unas características tremendas que yo había momentos en los cuales no sabía si hablábamos de la Iglesia o la Coca-cola companny. La iglesia era el factor malformador de la sociedad, me decía, con rabia, desprecio y violencia, cuando poco había estado, en ningún campo en su vida.. Sólo le faltaba escupir sobre la biblia. Lo más triste, era que aparecía en un blog de filosofía y en su escrito no había ni un sólo acto racional y especulativo, pues eran todas afirmaciones despectivas establecidas a priori Agresividad.
Pero ayer vi otro ejemplo brutal de ella, de la agresividad. Fue el acto mas típico y conocido, pero esta vez lo vi en estéreo y en colores. Esperando estaba a cruzar un semáforo, cuando diez metros a mi izquierda oí unos pitidos de coche y tal y como sonaron pasaron dos coches. El segundo vehículo, durante los 40 metros que el conductor estuvo a mi vista, vi como exageradamente expresaba con gritos, gestos e insultos su desprecio a algún acto del preimer conductor. Asombrado me quedé de ver la cara del sujeto. Dientes apretados, entrecejo fruncido, brazos en alto, gritos, algo tremendo. Es una barbaridad la perdida de control que nos da el conducir. Una agresividad y violencia muy peligrosa que todos hemos sufrido o hecho.
En ocasiones también me impresiona los pensamientos que la vida me llevó a tener por algunas personas. Unos fueron equívocos, otros acertados, pero sea el caso que fuere, un gran componente de agresividad, llevaba almacenado.
Lo sé, pero no puedo llevarlo a cabo, o mejor, me cuesta bastante asumir mis propias conclusiones cuando salgo de los folios de escribir.. La agresividad es un hecho inútil, inoperante y perjudicial para quien, en el siglo XXI, la practica.
Primero porque nunca es resolutiva, segundo será, también porque te hace perder el tiempo y tercero es que, con excesiva normalidad, al esgrimirla, tú sales tan perjudicado o más que el supuesto que la recibe.
La agresividad es una perdida de control personal.
La agresividad sí que tuvo su papel biológico evolutivo, y por eso la mantenemos, en otros lugares y elementos en los cuales la competitividad directa, digamos por la comida, existía.
Pero ahora ya no vale, es más el que no tiene miedo y carezca del descontrol pasional que conlleva la agresividad, tiene bastantes más posibilidades de conseguir sus objetivos.
Aturdido y anonadado me siento en ocasiones ante la necesidad que tenemos de imponer, nuestros pensamientos, acciones y maneras, de cualquier forma posible y en cualquier lugar.
La agresividad es el camino de los débiles que no confían en su racionalidad o tienen desequilibrio y traumas propios..
La agresividad es lo que parece un atajo y te lleva directamente al precipicio de la inquietud.
La sociedad actual es caldo de cultivo de ella y me voy a lo fácil y os digo que un tanto por ciento elevadísimo de los elementos que divulgan actos multitudinarios (Cine, Tv y otros), o bien tratan con naturalidad el asunto, o bien y peor, ganan los que la practican.
La agresividad es el amor de los cobardes.
La agresividad es la salida de los tontos.
Y ¿Qué la agresividad es necesaria para imponer ciertos cambios?
La violencia nunca ha hecho que cualquier elemento impuesto por tal medio dure.
Si se busca el cambio total no hay otro camino que la inserción en el mecanismo y el cambio interior.
Quemar los edificios públicos y pegarse palos con la policía no es una medida convincente para ninguno.
La agresividad y la violencia no llevan al cambio sino a la dispersión de la posibilidad de un acuerdo y avance hacia las soluciones.

El primer propósito de este escrito es hacer alusión a que vitalmente sienta muy mal a tu cuerpo y espíritu practicar la violencia, aunque sólo sea por la subida de tensión y la excesiva producción de testosterona.

miércoles, 16 de abril de 2014

LA DIFERENCIA



Las características propias de las personas están claramente estereotipadas.
Bueno, mejor, las personas, según sus características están claramente estereotipadas.
El flujo de los prejuicios nos arrastra por el rio de la sociedad.
Lo digo porque lo veo,que aquellos diferentes en sus formalidades o ideas y que no encajan plenamente con los atributos, movimientos y características propias de unas circunstancias especificas sociales son o tratados con pre-juicios o malamente escuchados.
Acumulamos los supuestos detrás de las maneras.
Los contenidos e intenciones se nos escapan entre el colar del pelo o la longitud de los pantalones.
Siguiendo y haciendo un estudio de la estética a lo largo de, por ejemplo, los últimos 2000 años y sin hacer ninguna reflexión filosófica, sino un ejercicio de acumulación de datos, se ve que las consideraciones de los atributos de lo honrado y decente cambian en sus formalidades y actos.
Asumamos la fragilidad de nuestras conclusiones y admitamos con más facilidad las diferentes determinaciones externas.
Si no te encuentras inserto en los movimientos sociales por puro desajuste anímico hacia sus formas y principios, estás abandonado por la sociedad y perdido en el olvido.
Aquellos, los hay, que disciernen de lo dicho por hábito y costumbre y que lo hacen normalmente por pertenecer a unos niveles tales como los corrosivos (oxigeno con el hierro), estos políticos, que atacan directamente la proposición de los adversarios sin pararse a meditarla ni un minuto, aun que sólo fuera por vergüenza.
Pero hay otros a los que su naturaleza, pensamientos o acontecimientos, les han embarcado en la travesía de la diferencia.
Es muy complicado, en una sociedad totalmente dominada por las más esclavizadoras generalidades de aquellos que tienen el control sobre la información que llega a los ciudadanos, tratar de expresar su diferencia sin representar un acto de rebeldía.
La normalidad de la diferencia no existe, no es aceptada.
El protestar o no aceptar ciertos elementos y motivos formadores de nuestras circunstancias, resulta en muchas ocasiones visto como un acto de rebeldía e incomprensión.
Se puede ser una persona absolutamente inserta en la sociedad en cuanto a realizar las acciones públicas muy similares, y tener, a la par, unas diferencias constructivas de la realidad enormes. La diferencia en la normalidad.
La diferencia no es rebeldía.
La diferencia no es error.
La diferencia no es un acto de desesperación.
El despegarse de la telaraña informativa respecto a las formas y maneras de vivir establecidas, es ciertamente difícil.
No vemos la realidad y pensamos que lo que vemos es lo único que hay.
Pienso que las personas no debemos huir de nosotros mismos, aun pagando, tal y como están las cosas, un precio alto.
La falta de naturaleza propia en cada individuo en las sociedades actuales, es manifiesta.
El nadar en el rio ya escavado por los demás, unos por sus manos y otros con grandes grúas, es una generalidad y cómo dijo aquel, muchedumbres.
La reflexión consiguiente sería analizar hasta que punto nuestra esencia es modificada por nuestra propia naturaleza en la sociedad civil pues por ella misma, nuestra naturaleza la hemos formado y consecuentemente estas características y actos son usuales, normales y aceptables.
O quedaría la segunda opción que diría algo así como que la sociedad actual ataca a nuestra naturaleza primera y que no hay medio necesario de justificación las relaciones diarias que tenemos y que hay.
Algunos, para pagar y esconder sus miedos y deudas, afirman, con otras palabras, la incapacidad de huir del movimiento social, justificando así ciertas acciones.
Otros, en función de su incapacidad para adaptarse a las circunstancias demuestran su rebeldía violenta.
Y, pocos, pero espero que en un futuro, sean más, que absolutamente integrados en el modo, uso y costumbres propias de la realidad actual, encuentran siempre un momento para ser, cómodamente, para él y para los demás, diferente y denunciar, pero sin ofender, el muy mal funcionamiento de las estructuras, fines y medios sociales, que provocan el huir de uno mismo.
Hay que actuar con los pies en el suelo.
Hay que funcionar en unas circunstancias determinadas.
Pero eso no quita que en el momento en el que pueda ser posible, pensemos y actuemos de manera diferente abogando por un cambio necesario y global en búsqueda de las diferencias propias formadoras.
Pero ¡ahy! ¡pobres de aquellos que prefieren algún buen cambio que aquel gran coche!, y más que nada por las miradas de incomprensión que van a recibir.
Conozco gente así, capaz de actuar desde la sociedad pero con otra perspectiva e interés. Ciertamente interesante y esperanzador.
No tengamos miedo a decir lo que pensamos.
A ser nosotros mismos.
A huir de la mordaza de la cobardía de aquellos totalmente enfilados por los perros guardianes del complejo acto social actual.

No es un comentario de la desesperación, es un puro acto de descripción.

domingo, 13 de abril de 2014

FUNCIONALIDAD E INMEDIATEZ



Abrasado tengo el corazón de oír ideologías y utopías sin ninguna posibilidad de aplicación.
Cansado estoy de aquellos que viven rodeados en sueños colectivos respecto a lo que como masa humana hemos de construir y que no serán más que ilusiones y fantasias.
Huyen de la realidad y comienzan a predicar buscando la atención de aquellos muchos que nos falta punto de mira en el movimiento social actual.
Proyectos que son sueños.
Objetivos para los demás y no para el que los propone.
Teoría trascendental que se pierde en el humo de la propia naturaleza y carácter humano.
La conclusión y solución es la búsqueda de la funcionalidad de las circunstancias.
Busquemos un futuro mejor, pero ante todo, mejoremos el momento actual.
No voy más allá del presente.
Miraré el mañana, pero tras haber arreglado el presente.
El ser humano no es un medio para un mejor estado futuro.
Las personas somos unos fines en nosotros mismos y la búsqueda de la mejora inmediata de la situación es necesaria.
Cansado estoy de escuchar a los que teorizan sobre un sistema social ideal en el cual todos saldremos ganando.
Desengañate. No existe.
No es el sistema lo que funciona, es la educación y preparación de las personas, lo que lo permite.
Esos políticos que desde el atril me proponen un magnifico mundo en el cual las personas seremos felices y será todo mejor repartido no hacen referencia ni a la inmediatez, funcionalidad y educación necesaria, tantas veces como voy al banco a sacar dinero, es decir realmente pocas.
No, no, educación.
Pero camino de ella, debemos de tener un principio único y formativo.
Éste es la funcionalidad, es decir, lejos de cualquier elemento predispuesto, se va a utilizar aquella salida, sea a donde fuere, que solucione ese asunto puntual.
La funcionalidad, como medida urgente con el presente.
El futuro se forma cuando nos sobre las posibilidades.
Las inclinaciones sociales de las decisiones deben de ser desechadas y quedarnos, no más, que con aquello que permita el beneficio puntual del mayor número de personas.
¿Queréis arreglar el mundo?
Educar a los ciudadanos y cualquier sistema funcionará.
El escuchar a aquellos que tienen la posibilidad del cambio social pues para algo les hemos dado el poder, siento que o se cachondean de mi creyéndose que soy tonto o, y ésta no la quiero pensar, son profundamente burros.
En ningún momento proponen una solución puntual a ningún problema surgido y que requiera una solución.
Siempre se les hinchan las mejillas de grandes proyectos, sentimiento, razones y objetivos pero no tienen claro como arreglar el camino, ya, para que las ancianas bajen a comprar el pan.
¡Oh!, qué fácil desde el mundo de las ideas es hablar de la naturaleza y esencia humana y como construir un sistema para protegerla ¡imaginación!, ¡especulaciones!, ¡hipótesis!, ¡proyectos!, pero, cuando tienen que sumar dos más dos y ponerse de acuerdo para hacerlo juntos, para estudiar como construyen una acera para las abuelitas, tienen bastantes dificultades por sacarles de la ideologías y utopías e introducirles en el mundano y banal mundo.
Me es complicado encontrar personas que saliendo de su intereses propios tengan conceptos directos a aplicar sobre la vida colectiva de una u otra ciudad.
Perderme entre los sueños de las teorías se termino cuando comprendí que aquello era sólo un medio de formación y la practica, es una imposición necesaria para la construcción de las cosas aún cadeciendo por completo de una justificación trascendental.
Esa básicamente imposible comparar la necesidad humana a nivel político, en las diferentes épocas históricas.
Ahora, en el siglo XXI, la maxificación humana y el descontrol a nivel temporal de los acontecimiento, exige reacciones rápidas, puntuales, formales, en las cuales no se busqué más interés que el bien de las personas, como fin en si mismo, en aquel momento.
Los grandes sistemas económicos, las personas no somos más que engranares y tornillos en le funcionamiento de unas estructuras mayores. Éstas son las que se empeñan en mejorar y mantener y para las que se ordenan y permiten determinadas acciones que mantengan en orden al sistema.
El sistema por encima del individuo.
No, necesitamos funcionalidad directa al bien inmediato del individuo.
El ser humano, es un fin en si mismo y no un medio para mantener ninguna estructura.
No pienso abandonar mis inclinaciones constructivas sociales, mis pensamientos sobre el orden político, mi concepción sobre el futuro propio de las personas, ni a las estructuras con las que sueño, pero esto, siempre condicionado a que en el momento actual no produzca ningún daño inmediato en la supuesta justificación de un beneficio posterior.

No, funcionalidad e inmediatez.

jueves, 10 de abril de 2014

EL CÚMULO DE CIRCUNSTANCIAS






No somos consciente que lo único que mueve los avatares en la vida, es producto de una acumulación de circunstancias.
Tenemos la tendencia a culparnos en demasía de aquello que ha ocurrido achacándolo a una acción en concreto realizada entonces y allí.
No, no es así, pues aquel momento no es más que el producto de una serie demasiado grande e incalculable de consecuencias anteriores. Y sin estas, en ningún momento nos hubiéramos sentido culpables.
Visto y leído, acciones como a aquel que sin comerlo ni beberlo, un ladrillo de mármol de la pared de aquel edificio, le cae en su cabeza y al día siguiente, conoces a aquel amigo de éste que haciendo de Kamikace ha tenido grandes emociones y no le ha pasado nada.
Si el primero hubiera parado a comprar el periódico o el segundo se hubiera encontrado en su loco camino, con el gran camión de aquel que tuvo que parar con urgencia a orinar, las cosas hubieran cambiado. Los hechos cobran sentido inscritos dentro de sus circunstancias.
Son las circunstancias las que marcan los acontecimientos de tu vida pero no el destino de tu persona.
No digo ¡qué más lejos! el no aceptar tus responsabilidades sobre tus actos y acciones, en cuanto a la formación de tu futuro, pues tu responsabilidad se escapa entre las circunstancias.
Hay que asumir la responsabilidad de aquellos asuntos en los que, sin ser necesariamente condicionantes del futuro, sí que son descriptivos de tu movimiento entorno a este.
El aceptar los acontecimientos acaecidos desde una tranquilidad de conciencia, es la posición única situada por encima de todo.
Es decir, nos puede pasar lo que sea, esto es un ingrediente formativo de la vida.
No hay situación imposible.
No hay hechos que no te puedan pasar.
Lo único que te queda al alcance de tus manos es tener la seguridad de haber actuado de una manera correcta y después poner tu vida ya en las manos del juguetón destino.
Es, quizás, una fragancia del Estoicismo, con la aceptación de la vida en todas sus dimensiones, pero también tiene un cacito dulce de Ética, hablando del buen uso de tus acciones.
Las circunstancias, en su cúmulo, determinan el futuro.
El que más calcule puede fracasar y el menos interesado, puede triunfar.
No tenemos datos estadísticos fiables de cuantos de aquellos bien preparados en esta vida triunfan en ella en el sentido de alcanzar, digamos, alegría y felicidad y estos otros que perecíase más difícil por sus características sí lo han tenido.
La vida es un conjunto de avatares y cada vez pienso menos en la necesidad de los hechos y acontecimientos.
La vida juguetona.
El destino caprichoso.
El futuro es desconocido.
Yo sigo en mis cuartos y concluyo y opino que la manera correcta será, aceptar plenamente esta vida por necesidad ontológica, desde el instante que asumes que tú actuaste correctamente.
Es la angustia del Existencialismo, traducida en la felicidad de la aceptación que ellos no tuvieron.
Las circunstancias marcan y definen los hechos, pero no necesariamente los estados concluyentes.
Pasado ya la ansiedad del equivoco mundo que nos rodea por la falible conjunción entre los actos y sus consecuentes, se llega a la tranquilidad de la aceptación con tus pequeñas pero correctas acciones. Eso me dijo aquel en este sueño.
Espérate cualquier cosa y aún te puedes quedar corto.

Pero ante las falta de control sobre estos cúmulos de circunstancias sólo que la acción de obrar desde la corrección, pues pienso que en ocasiones es peor el sentimiento de culpabilidad que la desgracia y se potencia esta desgracia cuando y además es producto de una acción directa tuya.

MI TIEMPO





Y me paré a mirar con atención su cara.
Mi primera forma fue fugaz y apenas vi más allá de mis recuerdos.
Después, comencé a instalarme en el presente y contemplé, con asombro, lo lejos que se me había ido el pasado.
El tiempo tiene dos condicionante.
Una estriba en la atención que pongas en éste, es decir, la fijación que uses para captar su paso y el segundo depende de cómo lo hayas vivido.
Los detalles suman años y el aburrimiento hace más largo el tiempo que el transiberiano Ruso.
Y hablo desde mi individualidad sumándole, además, el relativismo, propio de la temática.
Hablas tú o yo y a ver como interpreto yo, esas sensaciones que tú tienes respecto al paso del tiempo.
Es una temática que solo puede existir como una comunicación de sensaciones por la sensibilidad innata y propia que sufrimos con el trascurrir del tiempo.
Es también claro que el tiempo que entendemos y manejamos las personas en nuestra vida cotidiana, es absolutamente subjetivo.
El movimiento de los relojes es, normalmente, el mismo, igual que los movimientos atómicos en los relojes de máxima precisión.
Pero aquí se acaba la objetividad pues empieza la sensación de su durabilidad o su pequeñez. Cualquier intervalo de tiempo será diferente y relativo a las circunstancias en las cuales se encuentre el observador. El mismo objeto tendrá unas medidas diferentes, una pequeñez, una magnitud en función de aquel que lo recibe.
Fue la fiesta más corta del mundo – le decía aquel que tan bien se lo paso a aquel que se le hizo eterna entre los ritmos sin melodía que tanto le mataban.
Distingamos entre los movimientos repetitivos de los objetos que nos valen para ordenar el desarrollo y movimiento de las cosas, del tiempo, entendido cómo el paso de la vida en cada uno de nosotros.
¡Qué cuantos no os habéis encontrado alguna persona que tiene el corazón y la mente joven aún teniendo un capazo y medio de años!
¡Qué cara pesada, vieja y harta de aquellos, jóvenes, pero demasiadas sensaciones negativas que envejecen su persona!
Entiendo la vida como un viaje limitado en el tiempo, es decir, abarcable con nuestros recuerdos y pensamientos. No tendremos ni haremos nada con visas de eternidad.
El tiempo autentico, es decir el propio, el individual, el de cada uno, debe de ser comprendido como una continuidad sin pausa de continuación y no como unos momentos eternos que te atascan en las dudas y los pensamientos.
La concepción negativa de la vida, es un callejón sin salida. Es la peor opción.
La concepción positiva de la vida, no es una elección, sino, el único camino posible y entonces, y dentro de esta condicionante, el tiempo no pasa pesadamente, sino que se convierte en, solamente, un pasajero de tercera en el viaje de tu vida.
Pararse a pensar en el paso del tiempo con melancolía, es un acto evitable y sano hacerlo, evitarlo. Nuestro subconsciente formado entre los lloros de aquellos que no podían concebir con alegría y normalidad el paso del tiempo y la llegada de más de éste, llena en ocasiones a nuestro consciente de tristeza y melancolía, como producto del recuerdo de aquella aventura y persona ya perdidos en el tiempo.
Es entonces, nuestro consciente el que debe de imponer la visión real de la vida que tiene como elemento sin ecuanun una durabilidad finita y que los hachos pasados sólo, y por necesidad, pueden ser recordados con alegría.
No tiene máximamente ningún sentido el recordar aquello que produce pena.
Extírpalo de tus recuerdos.
Engáñalo con otras asociaciones.
Olvidalo entre las risas de la mañana.
Discute la volatilidad de la vida y la poca importancia que tienen los hechos en si y por si.
El tiempo no es nada.


 Lo único que es son tus sentimientos y recuerdos absolutamente controlables y también el movimientos de los átomos de aquel elemento con el cual jamás te cruzarás en el pasillo de tu casa.

domingo, 6 de abril de 2014

DEBATE

¿Es corrupta nuestra naturaleza?
¿Consideráis que cualquier sistema basado en la cooperación e igualdad económica bajo el control total de unos propios e individuales dirigentes,  lleva inevitablemente a la corrupción en el  poder?
¿Es el mercado bajo unas normas máximas y mínimas de funcionamiento, la medida para evitar la corrupción propia de nuestra naturaleza controlada por una entidad generalizada?

sábado, 5 de abril de 2014

¿¡CÓMO LEER Y ESCRIBIR!?




Mi concepción de los escritos está cambiando a pasos agigantados.
Lo que era pensado como una frase, se convierte en una pequeña escultura con forma y medida.
Las largas sucesiones descriptivas de adjetivos o adverbios puestos y sucedidos con fina relación entre ellos, se trasforma en arte.
Así comienzo a leer.
Mi interés por los textos también está descubriendo algo que ya se sabe, la pura y dura construcción del mensaje, independientemente de su contenido. Una pura y dura tambien, acción artística tratando con forma, el contenido de los conceptos fuera de las circunstancias puntuales.
No sólo es el mensaje, sino también cómo lo haga comprender.
Asentar las expresión utilizando figuras metafóricas ilustrativas.
Puntualizar sin miedo el texto. Introducir puntos y aparte como orden del texto.
No como Poesía, en su intento de trasmitir la belleza en cualquier acto sentimental de las personas, sino aquellos que pueden acompañar la más profunda e importante cuestión, sin quitarle por ello, La emocionalidad a la manera de hacerlo.
Escribir, casi escribir por escribir.
Todas las personas comprendemos un nivel más alto de palabras que las que después utilizamos al hablar y al escribir. Términos sobretodo referidos a elementos humanos. Hay muchos adjetivos calificativos que todos conocemos y que no utilizamos para hablar en la normalidad.
Cuando se leen esta lista de palabras conocidas pero no utilizadas, la atracción hacia lo escrito aumenta.
Esto es, un pequeño ejemplo del arte de escribir, pues el objetivo de cualquier escrito es mantener la atención en el escrito.
Los asuntos tecnológicos escapan de este movimiento pues sí que tratan con un vocabulario propio que conlleva unos conocimiento anteriores.
Si leemos cualquier escrito literario, la comprensión es máxima. En la descripción de la necesidad de las cosas, podríamos enumeras mil expresiones que todos entenderíamos y que traen a esta idea. Diez mil maneras para describir el constante ritmo de las olas sobre todas las playas.
Pero no sólo en la asociación de las ideas bailando entre las aguas de las palabras, también los hechos puramente formales, tal como el ritmo de las frases, duración de ellas, longitud de los párrafos, número de elementos explicativo, vocabulario, expresiones literarias, hechos expresivos y otros asuntos como estos también estipulan con el interés del escrito.
Intento huir de la concepción de una seriedad informativa fuerza de la belleza en la forma de realizarla. Incluir personificaciones como elemento descriptivo ante la falta de términos materiales para la comprensión de las ideas puras platónicas te lleva a una mejor comprensión del tema o la personificación de la tormenta que se avecina a los lejos entre las últimas montañas puede ser un buen inicio de una historia de amor.
Esto dará funcionalidad en la belleza.
El lenguaje por camino propio quizás un tanto alejado de su contenido.
Ni un ápice de importancia, pero si prioridad, diciendo escribe bonito cuando te expliques.

Cuando en aquel escrito leí un chulisimo, magnifico paralelismo explicativo, lleno de arte e imaginación en un texto algo, al menos , algo serio, hubiera sido rechazado en ocasiones, precisamente por no ser un camino totalmente ordenado en la búsqueda de la verdad, sea del ámbito que sea, desde una reunión de vecinos hasta los campamentos de verano de nuestros diputados en el congreso.