viernes, 29 de marzo de 2013

EL LENGUAJE Y LA RAZÓN



Es un tema mucho más resolutivo que se cree.
La propia discusión se especula tratando con su solución.
Y comenzamos preguntándonos ¿y de donde vendrá la capacidad del raciocinio del ser humano y que nos separa del resto de los animales?
Y nos respondemos que es elemento propio de la evolución. Cuando tratamos con diferentes elementos externos y calibramos y estudiamos sus diferentes relaciones y características, nos encontramos con un proceso racional puro. Así, en aumento, el bagaje cultural supera, por acumulación, siempre el nivel anterior en el raciocinio.
Hasta aquí, aparece como  el desarrollo de una capacidad ya inherente que con su interrelación en su exterior va tomando forma.
Y ahora comienzan las dificultades,  cuando tenemos que saber que esas primeras elucubraciones mentales, conclusiones racionales, se hicieron sin lenguaje articulado como los modernos.
Y me pregunto cómo podemos realizar pensamientos sin palabras, pues cualquier acto mental que realizamos, va acompañado de un monologo propio.
Y vuelvo y digo, que si el lenguaje es la máquina que produce nuestra capacidad de razonar, me encuentro con una acción y elemento exógeno que de mi raciocinio.
Es decir, que no hablamos porqué sabemos pensar, sino que razonamos porqué hablamos.
Esto, el lenguaje y la razón forman un trío muy fecundo en afirmaciones e imposibilidades.
¿Será, entonces, el estudio del lenguaje la manera de comprendernos pues estamos formados como somos con su aparición?
Esta es una temática moderna pero existente. Centrarse en el estudio del lenguaje como elemento resolutivo de los problemas.
Como elemento que incitó este asunto fue la pregunta ante si tenía capacidad para pensar sin el lenguaje y, entre incorrecciones ontológicas (pensar es utilizar el lenguaje) o imposibidades operativas (cerrar los ojos y empezareis a hablar a los vientos) vi la necesidad e importancia de su estudio en la forma trascendental, es decir, del lenguaje como entidad formativa y formadora de nuestra persona.
Se puede pensar que el artificio del lenguaje es lo que provoca la superioridad máximo del homo sapiens sapiens sobre el resto de los animales o que nuestra mas alta capacidad de raciocinio nos ha llevado a construir la máquina.
Estoy aquí siendo extremo es decir, uno o el otro, antes y primero.
La solución de desarrollo propio no llego a concebirla, quizás, por yo, cómo todos las personas ya, tengo un total desarrollo en mi lenguaje y mi razón.

sábado, 23 de marzo de 2013

INGENIEROS SOCIALES

                Aquel que me siga hablando de un mal menor, es que tiene un grado de miopía máximo y esos que me comentan de breves susurros ambientales, sufren entonces un episodio de sordera preocupante.
               Me encuentro en demasiadas ocasiones con la dificultad para hacer la digestión del montón de irracionalidades, chapucerías, malfunciones, incompetencias y demás, que nos rodean y para mi mal, que son vistas como corregibles pero dentro de un desarrollo normal.
              Las formalidades y estructuras heredadas que impiden la actuación, las soluciones alejadas de cualquier realidad y aplicación invaden la sociedad en la que vivimos las personas. Tratemos de curar y tratar con misericordia a aquellos que violen la convivencia social, pero no empeñemos toda ella para tratarlos con dulzura.
               Soy un hombre espiritual y trascendental en mis pensamientos, pero soy totalmente consciente de las dificultades que acusa nuestra realidad en la supuesta y mala defensa de los derechos, fundamentalmente de la mayoría. Si quieres dar sentido ontológico, metafísico o espiritual, lee o haz filosofía o profesa una religión. Ahora bien, si lo que buscas es arreglar el mundo, no hagas demagogia, y como único sentido busca la funcionalidad y utilidad vistas del hecho en particular para el bien general. 
                 El sentido, es una expresión abstracta, inexistente, teórica. Hay que buscar, estudiar, construir la solución pero tras imponer un tipo de funcionabilidad acabada a esta realidad. Que no griten grandes imposibilidades sino que susurren pequeños detalles correctores, en cuya suma estará la solución. Y es esto, que se sientan aludidos aquellos que no busquen soluciones, sino perpetuar su poder corrompiendo el voto con falsa y vacía demagogia. El dialogo es de sordos o la correspondencia de ciegos. Las charlas constructivas son una utopía y los combates verbales son guerras buscadas y pensadas por la gloria, nomás, de la victoria. El mundo público está dirigido por personas que creen saber y sólo están instalados en un sistema falso e inútil en la búsqueda de soluciones reales, aplicables y con una función correcta. El egocentrismo o grupocentrismo se extrema y las acciones constructivas desde el altruismo propio del beneficio colectivo, desaparecen en su falta de nacimiento. Grave es también que aquellos que denuncian este funcionamiento como inllevable, inviable, infecundo y más son tomados como movimientos propios de soñadores empedernidos. Hablar, entender, arreglar los asuntos desde una practicidad absoluta. La demagogia totalitarias en el sentido, son una perdición. ! Que enfermen los degenerados y putrefactos especuladores y que se abran de brazos los positivos y necesarios ingenieros sociales, con justicia, igualdad, movimiento y soluciones ¡

VELOCIDAD Y MORAL

A 315km/h se tiene que tener una gran experiencia para poder pensar con mínima claridad. Me quedaban tres frenadas en la curva tercera del circuito, en la que se pasa de 315km/h a 90km/h, frenando y reduciendo para coger la posición correcta de entrada. Arturo iba delante, el primero, yo andaba segundo y Markeley, tercero. Así, este último quedaba segundo en el mundial y Arturo, el chulo y patanatas difícil de aguantar, primero. Éramos de la misma escudería y mismo país, para mi mal. Cada maniobra sucia y barriobajera y comentarios de la misma índole, le había llevado a ser segundo en el mundial y el primero en los pilotos peor considerados. Merkeley era un tipo humilde y gran conductor, que conducía un coche con una velocidad punta inferior en 15km/h que los nuestros. Con un coche igual, difícil hubiera sido cogerle. En esta carrera, seguía de cerca, con el segundo coche a Arturo. Estaba metido, en las últimas curvas, en su aspiración a sabiendas que tras coger la aceleración y salirme de ella, de la aspiración, le adelantaría con seguridad y ganaría mi quinta carrera. Yo no luchaba por el mundial, pues lo mismo que había ganado cinco, me había retirado, por rotura de motor, otras cinco. Era la última vuelta. El casco me retumbaba y el rugido del motor, me llegaba hasta el estómago mientras gotas de sudor se desplazaban por todo lo largo de mi nariz. Pasaba, inquieto mi dedo, en el reductor de marcha situado en el volente a espera de utilizarlo y que me diera la aceleración para pasar al imbécil de Arturo. Esto sería tener muchos problemas, tanto en la escudería como en mi país. Todo para otro coche y país. Última vuelta. Entré en la recta Tenía más revoluciones en mi corazón que en el motor del coche. Apreté el botón, reduje, me Salí hacia su derecha pasando a centímetros, aceleré y me puso en paralelo a él. Merecía que lo adelantara y su prepotencia cayera al final de la recta. Durante segundos y en paralelo, nos miramos. Ojos abiertos, incomprensión, sorpresa; yo le sonreí dentro del casco y tras la visera, pues en estos últimos metros iba algo más rápido. Muy generoso conmigo mismo y con él, levante ligeramente el pie. Acabó el primero, ganó el mundial, pero siempre porqué yo quise y él lo sabía. Con una enorme sonrisa irónica le felicité por su mundial. Aun con la victoria, a sabiendas que mis cinco carreras con abandono y sobretodo mi maniobra, la que le dio el mundial su cara había cambiado. Me fui andando y hablando con Merkeley de la cerveza que nos íbamos a tomar, allá, en Malasia, en un bar del circuito, para comentarnos algunos detalles. Un gran tipo y muy buen conductor.

viernes, 22 de marzo de 2013

CommentsXXIV

Este escrito, será, nomás, que una pequeña reflexión sobre las barriobajezas de unos pequeños miserables que no pueden consigo mismo y lo pagan los demás El que se entiende como inferior mecánicamente, busca su ensalzamiento mediante el ataque a los que le rodean y pueda. Atacan de manera gratuita. Conozco alguno, y mi pena es máxima. Qué mayor mal! Si te sientes fuerte, tienes poder de satisfacción y felicidad aún luchando con circunstancias adversas. Con tu propio menosprecio, la angustia vital es máxima y la vida un sinsensido. La solución estriba en entenderlo como elección personal y no una decisión de la naturaleza. Seamos debiles y humildes ante quien nos rodea y fuertes y orgullos en y con nosotros mismos. No será un juez rigido quien, al final, te pida cuentas quizás sea con amor, un Dios bueno, que será benevolente con nuestros errores. Equivoquémosnos, sin miedo pues todos lo hacemos.

sábado, 16 de marzo de 2013

LAS FUERZAS POLÍTICAS


Me produce desasosiego, ahogo, impotencia y  tristeza, cada vez que oigo a un Político explicar el asunto que sea. Todos son absolutamente Sofistas, y ninguno busca la verdad, sino dar una respuesta que le haga salir airoso de la situación. No concretan soluciones y se andan tras y con conceptos abstractos que no son constructivos, son etéreos, inabarcables, ficticios e impracticables. Si quieren hablar de la esencia de la realidad, de su visión generalizado del asunto en cuestión y de similares, que se vaya al ágora, al senado, a las charlas en un café y que no introduzca sus garras en la búsqueda del poder en nuestro sistema, pues la política, es una acción práctica y no teórica, en busca de la mejora colectiva. Y leo, y vuelvo a leer y me encuentro lo mismo. La reunión entre las fuerzas políticas en pro de una solución, es impensable, parece como si los intereses de los partidos no fuera el bien del pueblo en general, el cual debía de pasar por  el dialogo social y el acuerdo político. Nada, de esto nada, pero se que mis críticas son campanas en el desierto, pues si no es así me resulta impensable el no ver y corregir, entonces, esta situación. En mis años de vida, ya me he cansado de intentar comprender que, tal y como me dicen, que las cosas son así, que así es el mundo, que así es el sistema, que así es la realidad y así ha sido la historia. Estamos inherentemente condenados a que la política sea así por su propio peso esencial, afirman algunos.
Vamos a dejar de seguirles el juego, vamos a quitarles la mascara y a pellizcarles para que se despierten del sueño que les han metido. Eso que hacen no es que no sea política, es el mal humano en su antigüedad, la búsqueda de intereses particulares, o de clases o de partidos, en vez del acuerdo general, que al fin y al cabo es el máximo beneficio para todos nosotros.  En la actualidad no encuentro ningún político que me provoque confianza pues no he visto hasta ahora ninguno al que le vea hacer un acto altruista en beneficio del pueblo. Altruista, quiere decir por encima de su persona, partido político y las supuestas, pero no existentes, ideas políticas en búsqueda, si así ha de ser, el renombrado beneficio social.

MARATÓN




Como via sin defectus, el caminun esentia,  invoco al positivismo anímico. Partamos de ese principio ineludible porque sólo se puede andar, por definición hacia adelante.
En vistas de esto hagamos maratones. Cuando corres una hora, digamos, sin pausas de continuidad, entrenas y beneficias seguramente a tu cuerpo. Oxigenas lo físico, trabajas bien tu corazón y limpias, por uso y abuso, tus pulmones. Tienes un acto de lucha que fortalece tu cuerpo y tu espíritu.
Yo he corrido  maratones.
Sorprendidos muchos, que me conozcáis, de esta última afirmación, entenderéis  rápidamente que no es, sin más y solamente, un acto metafórico.
Cuando hablo de los maratones dibujo los problemas cotidianos, o mejor vitales, con los que tenemos que correr en esta vida.
Y el anhelado positivismo me acucia y me lleva a pensar en los beneficios directos de correr esto que estoy llamando maratones.
¡Fortaleza!, ¡Fortaleza mental!
Con cada problema que superes, cada maratón que corras, engrasarás los caminos seguidos por tus pensamientos, darás más fuerza eléctrica en los senderos y vías neuronales correctos que, en otras ocasiones ante también problemas,  den la  resolución y serán, entonces,  mas fácilmente recorridos en las sinopsis neuronal. Es decir cavilarás, por experiencia, con más corrección.
Veo y entiendo los problemas como el proceso necesario en la construcción personal propia que es, al fin y a la postre, el único fin objetivo en su beneficio. Los problemas son variaciones que construyen. La continuidad apacible y estable te lleva a la inmovilidad y estancamiento. Las dificultades surgen ante hechos incalculados a priori e implican un cambio y nuevas construcciones en tu actuación. Estas, las variaciones y la experiencia en nuevas situaciones, se acumulan, te engrandecen, te hacen crecer.
“¡Válgame Dios! – me dijo aquel que me conocía, ¡cómo noto tus circunstancias en tus palabras!”. Sí, le dije, pero no olvides que todos, tú también que juzgas, estamos sujetos a algunas.
Aceptemos los problemas como hechos constituyentes  y constitutivos de esta realidad pues en sus variadas soluciones, formas de hacerlas y, sobretodo el talante en afrontarlos, está, no os engañéis, el posible  sentido de la vida.

martes, 12 de marzo de 2013

EPISTERMOLOGOGÍA DEL ESPIRITU



            La temática está olvidada cuando tiene una realidad innegable.
            Quizás por su significado y consecuencias ha sido olvidada.
            Hasta el término para referir a esto, está cargado de prejuicios, significados y vinculaciones que encarcelan su utilización.
            Y se le llama espíritu y se vincula con la Religión, y si se llama alma se ordena frente a un movimiento místico y órfico y cuando se habla de anhelo vital se mezcla con el romanticismo.
            Hagamos ciencia de un hecho ineludible e innegable. Este hecho es el que decide.
            No es el consciente, subconsciente o inconsciente. Estos elementos, tres niveles psicológicos producen tanto la comprensión, descripción o sentimiento impulsivo, pero ninguno de los tres toma la decisión. Ésta se toma en un nivel, indefectiblemente más alto.
            Aquella persona que cruce las brasas ardientes del carbón quemándose la planta de los pies, actúan por decisión y dejan inactivos tanto a nuestro consciente como inconsciente y se impone la voluntad del espíritu.
            Me mareo y pierdo hablando de él, pero pienso que hay un elemento trascendente, decisivo y definitorio que nos hace actuar en este mundo  circundante.
            No hay configuración eléctrica que nos haga tomar decisiones vitales.
            No sé su ubicación pero mi pensamiento me lleva indefectiblemente a construir la idea del espíritu formador nuestro.


LAS MUJERES Y SU FALDA




            Me gustan las mujeres, siento atracción sexual hacia ellas. Soy un hombre heterosexual. Ahora bien, entiendo como un hecho insultante hacia ellas que para realizar ciertos trabajos les piden que muestren intencionadamente ciertos contornos sexis para despertar esta libidinosidad propia en el beneficio y venta de la empresa. No buscan la belleza, la presencia, la elegancia. Sólo única y exclusivamente la atracción sexual.
            En un lugar de cuyo nombre no quiero acordarme, veía pasar a las empleadas de cierta empresa,  las cuales trabajaban en ventas e iban todas con faldas que por cuatro dedos no nos ensañaban el culo. Cuando me vi mirándoselos me dije “¡qué humillación para las mujeres y que insulto para los hombres con su debilidad!” y me pregunte “¿por qué, entonces, ellos no llevan elementos de atracción sexual?” y me dije, “Será que sí que los llevan pero que yo no los vea o ser  porqué las mujeres no pierden tanto los principios con el sexo como los hombres.”
            La utilización y humillación que la sociedad y el sistema nos impone es impresionante en cuanto a su alcance y grosor.
            Los hombres y las mujeres somos, afortunadamente muy diferentes  pero, y afortunadamente también tenemos los mismos derechos, deberes y obligaciones. Empecemos criando esta idea y educando en ella.
            Como hombre, siento vergüenza que cuatro listorros utilicen nuestro gran apetito sexual para sus intereses propios y la siento también  por ellas cuando se antepone su cuerpo a ciertas características infinitamente mejores.
            La belleza como abstracción es necesaria y enriquecedora.Pero el sexo y el libido es otro asunto.
            Y ya os digo, mientras observaba alejarse a susodicha comercial, viendo como contorneaba la cintura me dije “¡qué pena!, sólo la utilizan como cebo” y al momento me vi como esa mísera sardina que miraba nerviosamente el cebo.
            Ambas cosas son malas y el doble al ser asumidas como normalidad.
            Nosotros tontos porqué nos engañan y  ellas tontas porqué las utilizan y tontos todos pues vemos pasar todo esto y todos los días por la ventana y no hacemos nada para intentar al menos corregirlo.