lunes, 30 de enero de 2017

DISCURSOS VESPERTINOS (IV)




Salía, como todas las mañanas, por la calle a la derecha de la iglesia. Iba bien abrigado, pues hacia frió aquel día. Bajo apenas un par de dedos sólo, pero estaba todo el pueblo cubierto de nieve.
Ahora bien, el publico, para criticar, curiosear, disfrutar o aprender, no faltaba.
Las señoras, estaban, con las sillas dentro de la protección del arco romano a la puerta de su casa, pero ésta abierta de par en par, para no perderse detalle.
Hoy también habían subido los pijo-hippies de Valencia y desde las ventanas más lejanas de la confluencia de la calle con la plaza, los dos arquitectos le observaban. Habían bajado a comprar los Papis con mucha pasta, de las urbanizaciones y, disimulando, claro está, se habían quedado a oírle.
El alcalde, que era el que menos se enteraba de todos los asuntos, por fin acudió a presenciar un espectáculo, no buscado por nadie, pero ámpliamente establecido, para ver su aprobación, absolutamente y totalmente, formal e inútil.
Caminando dio una vuelta muy despacio al perímetro de la plaza.
Pasó delante de las señoras, ya con sus años, del pueblo.
      - Oye, míralo, abrigado está más aseado y ordenado y ya no parece tan abandonado y pordiosero como en verano.
       - No, no, no te engañes. Seguro que debajo del gran abrigo, va todavía en pijama.
Las tres se rieron con un tanto de malicia, menos la dulce e inocente Natalia, que le sonreía, con un aire de complicidad hacia el abandono.
  • Seguís sin daros cuenta – abrió los brazos y comenzó su monologo al publico reincidente- que estais condenando a la humanidad por olvidar y dejar lo más propio y natural de ella. ¿Y qué es esto?, la Filosofía.
La señora del alcalde, se giró hacia la dueña de la charcutería y le pregunto.
  • ¿Filosofía?, y eso, ¿qué es? - miró a sus compañeras de charla y cotilleo intrigada.
  • Ahy, sí, sí, al parecer, me contó Elisa, en su quiosco, muy moderna, que es un estudio de la universidad – se miraron las cuatro y las cuatro, también callaron y decidieron seguir escuchando.
  • Si nos alejamos de nuestra capacidad de entender el mundo y situarnos en éste, estamos perdidos por el camino sin rumbo del desconocimiento. Si nos olvidamos que no sólo estamos, sino que también somos, estamos condenados a un negro futuro. La esencia de nuestro conocimiento propio, nos abre los caminos de la realización y felicidad. Si vivimos atrapados en la superficie de la vida, pasaremos y moriremos sin haber vivido., La muerte llamará a la puerta de nuestra casa, antes de habernos vestido para salir.
Lanzó una mirada acusativa volteando todo el perímetro del supuesto circulo formador de la plaza y cayendo sobre todas las personas. Los pijo-hippies, comenzaron el éxtasis diario.
  • Sí, sí, cuanta razón – dijo Gloria, que ante unas verdades que ella sabia que lo eran dichas con tanta seguridad, le habían llevado al ciego amor hacia el transmundano y sabio habitante de la calle izquierda de la iglesia.
  • Sí, realmente impresionante, pero debía puntualizar, quizás más, las primeras ideas sobre nuestra esencia filosófica. Juan estaba loquito por Gloria y siempre encontraba alguna crítica tras algún elogio de está.
Al fondo de la plaza y entre la conjunción de los dos balcones últimos de la plaza y primeros de la manzana, se encontraban Andrés y Pedro. Uno Gerente y el otro artista encuadernador.

  • Pedro – le dijo Andrés- independientemente de su discurso, su forma de vida y planteamientos circunstanciales, ya nos dan bastante información, sobre su concepción de los elementos, a todos los niveles, de su opinión y acción vital.
  • Sí, bueno – le contestó Pedro- después habrá que ver hasta que punto se queda todo el discurso en agua de borrajas.
Andrés se giró y lo miró con algo de decepción. Pensaba en alguien diferente, en alguno que se saliera de la monotonía, de la imposición, de falta y cobardía decisoria. Y quizás era este personaje. Pero bueno, no lo sabía hasta que punto llegaba sus intenciones y actos.

  • Porqué – continuó dirigiéndose directamente hacia la conjunción de los balcones- no penséis que los cambios deben de ser, y como más importantes siempre, de contenido. Las formas tendrán que salir como reflejo del cambio. Vivimos sujetos a los hábitos y costumbres adquiridos por otros individuos en otros tiempos, debemos de liberarnos. Mirar como visto, como hablo y como me oís.
  • ¿Pero que importa la toga o los vaqueros a la hora de definir tus ideas y conceptos?. - le preguntó aquella mujer. Era joven, quizás nomas que una adolescente y con las manos debajo de los brazos a la altura de los codos, estaba colocada, con la suela del pie izquierdo apoyada en la pared, cerca de la puerta de entrada en la Iglesia, cuando comenzó a hacer la pregunta.
  • ¡Cuanta verdad dicen tus palabras y qué gran problema nos encontramos entre la revolución y el cambio desde el exterior o la intrusión y el cambio progresivo!, o, y nos queda otra opción, la cual sería no buscar el cambio, sino el abandono, el desprecio, el insulto ante la indiferencia de aquello por lo que algunos mueren – las señoras sin saber nunca por qué, se sintieron aludidas.
La adolescente se quedó mirándole, sin miedo y con ansias de futuro. Las abuelas del arco de la puerta, resoplaban ante las palabras revolución, cambio, abandono.
Dio, quizás un par de vueltas más reflexionando en voz alta sobre elementos vitales y existenciales que le ocupaban su tiempo al reflexionar. Vivía realmente apartado del mundanal ruido, y nunca mejor dicho, huyendo del materialismo prisionero. Sin embargo, tenia una gran empatía con los interlocutores, con auditorio, con los conversadores, con los espectadores, fuese quizás por la intensidad y escándalo del error o por el discreto veneno, que te enferma muy progresivamente, de la verdad y la diferencia. Las mujeres entraron en las casa, los padres subieron hacia los chalets, los amigo, producto de una asociación de ideas se fueron enfrascados en otra discusión y , Gloria, antes de irse, tuvo tiempo de derramar algunas lagrimitas de emoción.


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martes, 24 de enero de 2017

...y el barman, intervino..







  • Claro, Andrés, si hacemos validas nuestras todas individualidades ¿donde queda el eje desde el cual construir?

Andrés y Él, llevaban mucho tiempo investigando, en el centro técnico, barra-maron, y tras los cafés, el asunto concerniente a posible explicación y verdad que englobara a los millones de individuos, potenciado por sus varias inclinaciones, perjuicios o culturas.

  • Pues – continuó- ¿tiene alguna validez generalizadora y conclusión cualquier solución tomada por dos personajes – dijo entre una sonrisa mientras desplazaba el dedo del uno al otro- entre la inmensidad? desde nuestra pequeñez ¿tiene alguna validez en conclusiones absolutas?
Andrés le había estado contando, los días anteriores, el comienzo de su sospecha sobre la inutilidad de la continua construcción de estructura de gestión y comprensión social de carácter global y etiquetado. Le había comentado a Pedro, que quizás tuviera demasiado establecida y determinada, el desarrollo como personas. A continuación de estas palabras y el muy amigo barman les comentó que sus palabras tenían la misma validez en juzgar maneras o formas de actuación del las que nombraban como elementos negativos.
Y el infierno de la multitud calló sobre aquella barra.

  • Pedro, Pedro, tiene que haber un elemento de juicio que no dependa de un individuo creador. ¿Quizás aceptando unas normas mínimas y que sea las propias circunstancias las que se determinen?
  • Bueno, aun así, los individuos deciden, estarán también, enfermos en el cobijo de la acción colectiva.
  • Entonces – se inclinó ligeramente, si el sistema no tiene una posible renovación propia ¿me hablas de personajes diferentes o separados de la supuesta normalidad?

Llegó el silencio, simplemente provocado porque los dos conocían grandes figuras, Literarias, Filosóficas, Políticas, y otras y comenzaron, en sus pensamientos, el recuento y el calibre de la repetición de maneras, modos y características entre ellos o la propia visión de ellos sobre el individuo en cuestión.

  • Sí, ellos han sido, sin duda, diferentes a la multitud del momento, pero, Pedro, mi incredulidad llega cuando me resulta imposible aceptar que, inventemos, 2.000 individuos con importancia histórica entre cientos miles de millones de personas y sus inquietudes y creaciones propias, en el espacio de tiempo estudiado, sean los que consiguen construir, inventar ideas que revolucionan y constituyen nuestro trascurrir.
  • Es decir, das como imposible estatificar, en forma de individuos, la formación de la realidad, y ya, volvemos al principio.
  • Sí, Pedro, a lo de ayer, y el dinamismo propio.
  • Voy a cerrar -sabéis que el dilluns cierro mas pronto el café, amics. Se sonrieron los tres, mientras pagaban los cafés.


Venían, antes de entrar al café del trabajo. Uno, Pedro, de las oficinas, en lo alto del edificio, de gestión general de la editorial, el otro Andrés, de las plantas bajas, diseño e impresión de los libros de su compartida editorial. Pedro iba con las manos colgando a sus laterales, acompañadas de la estaticidad del traje de chaqueta recto. Serio y elegante. Andrés llevaba también chaqueta, pero de pana y marrón y llevaba las manos dentro de los bolsillos de ésta, dándole dinamismo a la imagen. Si alguien les viera juntos siempre hubiera pensado en la situación causal y nunca el tipo y manera de sus conversaciones.

domingo, 22 de enero de 2017

...de la nueva Filosofía...




No hay punto final en ningún razonamiento. Siempre, todos, tienen una continuación, pues las posibilidades de continuidad son, digamos, inagotables. Objeciones, variaciones, conclusiones de continuación, negaciones de recomienzo, perspectivas o ignorancias que no implican la existencia de un nuevo por qué.
A la verdad no podemos darle un contenido estático, estudiable, concreto, observable, un punto en el que paremos el camino y tomemos conclusiones según el contenido al que hayamos llegado.
Nunca llegaremos a un objeto así.
Ahora bien, que no tenga conclusión, no implica que no sea existente como verdad formadora.
La abundancia de vocablos abstractos, atraganta a cualquier comensal en la mesa del pensamiento, así y entonces y suponiendo que mi ejemplo valga para algo, cada vez que enfilo una pequeña reflexión sobre cualquier tema que escapa del mecanicismo físico – que no los hago por qué no puedo, no sé- nunca he llegado a una conclusión estable y final. En ningún tema. Y rápidamente cojo la tangente y pienso si el asunto está en buscar la forma conclusa que debe de tener y no su contenido circunstancial explicativo.
No hablo de una Ética formal Kantiana y quizás estuviera más cerca de la Voluntad propia y vital o de la fenomenología o del movimiento como esencial y ontológico.
Es posible que el fundamento de las relaciones humanas en función de la nueva y dinámica conclusión esencial lleve distintas relaciones humanas ante el abandono de definiciones estáticas, fijas, divisorias, exclusivas, delimitadoras y entrásemos en una visión de unión en el movimiento.
La vida es movimiento, alteración, cambio, hechos incalculables e imprevisibles y los conceptos razonados, demostrados y lógicos, se quedan en los libros de la estantería de mi casa.
Quizás sea posible encontrar unos mecanismos de funcionamiento útiles y no buscar un por qué transcendental de los acontecimientos.
La filosofía me ha dado clases de cómo pensar, me ha hecho disfrutar de las reflexiones, pero lo cual no implica, y siguiendo su propia naturaleza, que las explicaciones omniabarcantes con sentido y contenido, su comprensión, me lleve a convicción de su verdad.
  • !Que fácil es hablar¡, dame un ejemplo – me dijo aquel compañero accidental en el rompeolas cuando pescábamos los dos a la veraz del mar.
  • ¿Quizás observando el particular, intuirlo y razonar nomas que el a posteriori de la intuición como acto conclusión? - en aquel momento, algún pez impaciente comenzó a mordisquear mi cebo y alertado, me perdí en la conversación.


La falta de sentido concluso no le impide su verdad.


...de la variabilidad en el instituto probalístico...





  • Pero, ¿tú eres consciente de las consecuencias de este estudio?
  • En todos los niveles – le dijo Andrés, levantando lentamente el poleo.
  • Y las conclusiones – arqueó ligeramente las cejas Pedro- ¿provocan una inutilidad en el funcionamientos social actual?
  • ¿Porqué no?.
  • O quizás ¿una propia disfunción ontológica?
  • Si quieres, también.
El estudio fue realizado de a siguiente manera.
Durante una duración de dos años, se realizó, por parte del instituto probabílístico en conjunto con el de varios países, unos controles individuales de 100.000 personas. El experimento, consistía, en el seguimiento de los acontecimientos en imágenes y sonido propio, sin estar narrado ni comentado por ningún sujeto intermediario. Era  en la pura realidad sobre la que los sujetos eran preguntados en lo siguiente. Conclusiones, estereotipos, razones correctas y opiniones.
Las conclusiones fueron tratadas como datos y tratadas de agrupar en sentidos similares o conclusiones parecidas.
  • Entonces, me dices que ¿la probabilidad de la unión y concordancia de las conclusiones en grupos definidos se aproximaba apenas a un 32%?
  • Correcto.
  • Y los medios de comunicación de masas, pues ¿no responden a un directo caudal existente de opinión?
  • No.
  • Y ¿qué son?
Pedro, no lo había leído, pero Andrés había publicado un articulo, tratando de advertir de la deformación en la construcción social de la imposición total, en la existencia de opiniones, como las encontradas en los grandes canales televisivos o de radio y los periódicos.
  • Veo y entiendo, que de manera involuntaria y necesaria de su existencia, nos manipulan. Son manipuladores – le dijo Andrés contestando directamente a su pregunta.
  • Y en lo Ontológico, ¿cómo lo concluyes?
  • Que esta falta de uniformidad no revela más que la variedad inherente en el pensamiento humano y el necesario cambio del movimiento informativo y cultural a nivel social.
  • Pero ¿me dices que no son válidas las respuestas y comentarios que en ellos nos encontramos?
  • No, y yo !quien soy para concluir eso¡, lo que si que sé, es que es limitado, concentrado y en ocasiones interesado.
El estudio había levantado muchos comentarios entre los primeros que los conocieron, cuando se vio la abismal diferencia entre las conclusiones de los mismos sujetos, cuando recibieran información con intermediarios, necesariamente influyentes en la forma y contenido final, que cuando la vivían, la calibraban y la juzgaban en primera persona.

  • Entonces ¿vivimos en una sociedad inmersa en el engaño de una estructura estática básica y acabada?, ¿debemos de entender que los caminos son los ya sabidos, vistos y aceptados o los escuchados en la actualidad, como realidad?
  • A lo primero sí – por fin a Andrés le brillaron los ojos del momento en que sus pensamientos se llenaban de sangre- a lo segundo no.   

sábado, 14 de enero de 2017

...de la personalidad electromagnética...




La evidencia y la costumbre de los hechos, nos lleva a su olvido y su asumisión inconsciente. El cuerpo humano es una precisa y biológica máquina. El mecanicismo en su funcionamiento es máximo, porque y cuando no se produce ninguna acción, sin una causa buscada anterior.
La materia compositiva, es decir biológica, no le quita ni un ápice de validez en su definición, es decir, Máquina.
La parte funcional más interesante es el Cerebro y su estudio, a no ser que aludamos a entidades, del tipo que sean, supramateriales, debe tener también, unos componentes causales de sus actos.
Pero, la cueva y el agujero de la oscuridad y las dudas, arriba cuando tratamos de definir como una forma material aquella entidad que toma decisiones y hace funcionar a la máquina.
La toma de decisiones incluye un momento de estaticidad ontológica, es decir, en la decisión, nada fluye, el tiempo se para, y nos surge un sujeto, situado por encima de las circunstancias, y éste, decide.
¿Cómo puedo tomar una decisión libre si mi supuesta entidad trabaja sobre caminos materiales ya marcados por las conexiones eléctricas de mi estructura neuronal?, ¿Nuestro órgano director y actuante en nuestro cuerpo tiene ya unas causalidades dibujadas?, ¿somos una continua retroalimentación recorriendo lo que ya estaba?
Hay, una manera, de devolvernos la libertad sin tener que aludir a ninguna entidad suprameterial, ni dada, ni formante, y esto es el Dinamismo Ontológico como el funcionamiento de nuestra mente. Salir del Estaticismo como entidad.
El hecho decisorio y libre, no vive en la elección como visión estática y lejana, sino es la función dinámica de nuestra existencia como personas.
Vivimos en movimiento y nuestras decisiones son tomadas en el propio trascurrir de los conocimientos, vivencias, experiencias y demás, que nos conducen.
Sea quizás la manera de eludir la existencia de un elemento estático y diferencial que nos defina esencialmente, el alma o el espíritu, dándole una existencia, en este ámbito, a un puro elemento funcional de cargas eléctricas formados por nuestras experiencia existenciales y que recorre, sin parar, toda nuestra existencia y en su movimiento, nos define como lo que somos.
Este “yo”, en su existencia en el ámbito material, es decir, en la realidad, es un pequeño rio de existencias que coge caudal con la lluvia de la vida, con esencia electromagnética.
Por la noche, la supuesta vigilancia estática, que vigila y decide, pulula por nuestros pensamientos, tomando forma y decisión en cada uno de aquellos que esté.

El mecanicismo corporal es claro. El conocimiento total de éste, traería la solución a todo su funcionamiento. Cualquier acción, cual sea, que realicemos, se van a realizar, pongamos 50 movimientos o más, desde los más pequeños a los esenciales, al unisono y sin ningún desrritmo. Tenemos una joyita.

viernes, 6 de enero de 2017

..de la variedad, la música y las personas...



Ya nos lo han dicho afirmando, sobre la dinámica forma, el movimiento, del objeto o la imposibilidad de estatificación del concepto, siempre intentada. (Sólo y únicamente para fingir que es un escrito Filosófico, imaginaos, pues, a Heráclito y Nietzsche ).
El cambio conceptual y perspectivo de cualquier persona a lo largo, ya os digo, por ejemplo, de un día, es claro. Y en cada uno de estos momentos, la interacción con la realidad del sujeto, aun siendo nomás que en la concepción de éste, se produce, y el mundo cambia de color.
Los sujetos somos entidades individuales y propias y sólo comparable mediante métodos de repeticiones análogas ( Psicología. J.P Sartre). Más dinamismo, movimiento, flujo, variedad.
Pues el problema se duplica cuando intentamos, por competencias propias de nuestro funcionamiento, estatificar los asuntos para su comprensión. Nuestra siempre mal venida Voluntad de poder (Nietzsche).
Somos libres, y nuestra angustia ante este continua toma de decisiones (J.P Sartre) en una variable realidad, nos conduce a la imposibilidad, en la búsqueda de la verdad plena. Quizás Dios te las responda (Kierkegaard)
El movimiento esencial y la falta de necesidad en cualquiera de sus posible soluciones te lleva a un desorden que lo encuentras perfectamente reflejado en la música.
La futurización de tus actos producidas en función de la relación anímica que tengas ante una cualquiera clase de música, son, usualmente placenteros.
La música nos aproxima, por una similitud de forma, con lo que aquellos sabios nos dijeron, que era nuestra esencia y la del mundo.
Es posible que su comprensión estribe en un cambio de la dirección de los componentes. El efecto final, emotivo, no viene dado por la canción, pieza o lo que fuere, sino por el trace del sujeto al entrar en un mundo que conoce.
El cambio de actitud y varios efectos más que produce la música, pienso, es un tema interesante.


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