sábado, 30 de mayo de 2015

LA TOURNE (Cap. 4) (1,2,3,4)



LA TOURNE


Cap. 1

Acabó el concierto, en el mismo momento en el que el sol comenzaba a desaparecer detrás de los últimos edificios al fondo de la Gran vía.
Don Cipriano caminaba erguido, como siempre y en cualquier lugar, mirando fijamente hacia  delante con el entrecejo puesto y pensativo.
-  Magnífico, maravilloso, sublime, !cómo puede estar esto tan olvidado y deslazado!, !acaso a Usted no le tiembla el alma cuando escucha, por decir uno entre mi, los violines de Vivaldi, !es que somos los únicos!
-  Hombre, Maestro, los tiempos pasan y las cosas cambian.
- !ah!, claro, Andrés, pero las personas estamos cumpliendo la leyes de la física y nuestro sistema va, por necesidad y en el arte, a peor.
-    ¿Me dice, Don Cipriano, que lo que ya hemos hecho,  siempre  es mejor?,  ¿que el buen arte ya se hizo?
Don Cipriano,  se giró y le miró muy seriamente meditando el último comentario de su alumno.
Andrés y Don Cipriano, se conocían de la escuela de música de la ciudad de Valencia. Don Cipriano era Doctor en Solfeo y le daba clases de quinto de composición a Andrés. La técnica, la perfección, el ritmo, la armonía, la medida, Don Cipriano, las trasladaba de los libros a su vida y la buscaba insistentemente en todo lo que le rodeaba. La inocencia en el abandono de lo usual,  les unía, pues eran totalmente diferente. Andrés era su joven alumno, 17 años, con unas dotes espectaculares y magníficas para tocar el piano. Había dado conciertos y realizado ensayos con la filarmónica, ahora bien, no tenía ni poseía el concepto del orden. La concordancia de sus manos era natural, innato. Lo que hacían sus dedos, era un acto puro de virtuosismo cada vez que los ponía sobre las teclas del piano. Era un joven modesto y humilde y un genio en la interpretación.
Camino de casa, vivían a dos manzanas el uno del otro, tomaban el viejo cauce, convertidos en espléndidos jardines, del rio, y seguían con sus comentarios.
- La música actual es un ataque continuo a nuestra capacidad de pensar de manera coherente. Los sonidos disonantes, sucios, indefinidos y des rítmicos, son malos para los oídos y sobre todo, para el alma.
- Maestro, la verdad es que no estoy de acuerdo con Usted. Cuando salgo con mis amigos a algún lugar,  con música acabamos seguro. Hombre, unos bailes.
- Si, si, alumno -le dijo mientras se giraba dispuesto a decir con solemnidad la resolución a todos los problemas - ahí está el asunto, la música se abandona. Lo que ahora la llaman como tal, ya no lo es.
Andrés siguió mirándole, mientras Don Cipriano, alto y erguido caminaba mirando al horizonte, al que fuera y donde lo hubiese. Los ojos abiertos y la cara inexpresiva, anunciaban sus ganas de comprender totalmente a su maestro y su incapacidad de llegar entonces.  Don Cipriano le había descubierto cuando apenas tenia 8 años en el instituto Luis Santangel durante unas jornadas de exposición de objetos musicales en el colegio. Y entre la risas y felicidad de los niños llegaron al piano y Don Cipriano  le dijo a Andrés que se había sentado cerca de él - ale,  a repetir dos notas – muy bien, -y cuatro notas, !oh!, !magnífico!, y seis y diez y doce y veinticuatro, hasta que aquella misma tarde Don Cipriano llamó a los padres de Andrés. Anonadado quedó tras semejante exhibición de virtuosismo.
Mañana salían en una tourne del dúo formado por Andrés, piano, Margarita, violín y Don Cipriano, organización, orden y amor y pasión por la música,  más la colaboración en montajes y escenografía del siempre atractivo y sorprendente Pedro,  artista y licenciado en bellas artes.  Al lado de cada pieza,  bailarán.  Don Cipriano, lo tenía todo el montante y asunto de viaje absolutamente organizado. Andrés también pero éste necesitaba bastante menos,  tiempo,  lugar y utensilios,  para todo y en cualquier momento. !quien pudiera imaginar lo que les iba a pasar a unas personas tan peculiares y particulares!
Llegando al final de la calle, desde la lejanía se observaba a Don Cipriano, dibujar en el aire con sus manos, rectas, curvas, espacios, diques y todo tipo de formas geométricas para explicarle la organización a Andrés.
Así pues continuó la pareja moviéndose como tal representación artística, con las luces de las farolas marcando sus perfiles, en las paredes de los edificios, tanto el pasear altivo, sujeto a una supuesta distancia cualitativa con el resto del mundo del maestro,  como la discreción y naturalidad propia de Andrés.








Cap. 2

El día salió realmente soleado. Ni una nube ni un mal soplo de viento fresco. En valencia y aquel día, el sol actuaba castigando.
Don Cipriano, en su estatus en el cual la totalidad exterior apenas tiene importancia, llegó a las ocho de la mañana estando la cita concertada para las nueve. Allí estaba con su libreta de mano apuntando y esquematizando las labores del día. A las ocho y media llegó Pedro, y el pequeño autobús donde empezarán la gira y los peculios de la vida a pagar.
Pedro bajo de éste. Había contratado y organizado todo lo concerniente a la gestión material del asunto. Era un hombre joven, pero su experiencia en el campo logístico era muy amplia. Era un hombre con mucha seguridad en si mismo y una personalidad realmente propia. Guapo, alto y con mucha clase.
Del grupo de trabajo para este acontecimiento y espectáculo cultural, sólo se conocían Don Cipriano y Andrés. La relación con Pedro venía organizada por el propio institut de música, pues ya había organizado, en Valencia, otros acontecimientos, con resultados magníficos.
Y ahí y entonces tuvo lugar su primer contacto.
- Señor ¿Pedro?. Encantado de conocerle - apenas estiró sus labios en forma de sonrisa- Mire, le voy a dar esta lista de temporalización que debemos de seguir este día - y comenzó a explicarle, realizando una escenificación temporal espacial con la posición de sus manos, hasta que Pedro le interrumpió y sin ninguna expresión más que la de intensa normalidad le dijo
- Sí, soy Pedro y Usted es, entonces, Don Cipriano. Encantado. pero, olvídese de esto que me esta contando - no, no podría ser, aquel hombre le estaba discutiendo la organización de algo relacionado con sus organizaciones referentes a la música que parten del Institut.
- Pero !que me dice Usted!, !tenemos que seguir esta organización si  queremos cumplir los  horarios! - le dijo, entre autoridad y súplica.
- Mire, Don Cipriano, yo le entiendo, pero déjeme estos temas y haremos lo máximo que sea posible. El primer concierto es pasado mañana y sería imposible realizar el primer ensayo hoy en el auditorio de Alicante. Más de doscientos quilómetros, acomodándonos en los diferentes lugares, realizando las visitas pertinentes para el ejercicio de situabilidad para los días posteriores y todo, sobre todo el trasporte del piano. Jamás he trasladado un objeto con el que tuviera tanta atención y cuidado. Sé que es muy bueno y sensible.
La contestación airosa pensada por Don Cipriano, se calmó al escuchar las palabras de respeto y cuidado hacia el piano de Andrés por parte de Pedro.. Era, sin duda, dentro de las diferencia ya captadas por los dos, un punto de cercanía.
Girándose con la sonrisa sincera. Allá dejó a Don Cipriano, pensando en él. ¿Cual ser el acontecimiento que dota a las personas de una gran personalidad y estilo captable a su alrededor?, ¿Quizás sea el trabajo realizado siempre en contacto con artistas?, ¿nació con éste?, ¿lo han educado así? - y entre estos pensamientos llegó, justo en ese momento, Andrés.
- Maestro, discúlpeme lo justo de mi llegada, pero es que mi madre no me dejaba irme de tanto besos que me daba.
Don Cipriano sonrió, le miro con ternura. Saco una expresión que sólo la calzaba un día cualquiera al año.
- Andrés, cuidado con las pasiones y los amores, aun siendo de tu madre, que en muchas ocasiones te llevan al agujero de la irracionalidad.
Andrés le devolvió la sonrisa y volvió, otra vez, a no saber de que le hablaba.
Pedro se les acercó y les hizo el gesto para que se fueran acercando al punto de partida situado detrás del auditorio en la avenida de los jardines centrales. Detrás del autobús, estaba preparado una gran furgoneta en la cual llevaban el piano y otros objetos imprescindibles, tanto para la interpretación musical, como para la escenificación del baile que se había preparado para cada pieza. Eran pequeñas composiciones ilustrando, en función del contenido, el motivo o la expresión de la música, de la pieza. Un baile e interpretación ligeras e ilustrativas. El grupo de baile llevaba sus propios horarios para la primera cita. Venían de Madrid.
Estaban ya todos preparados, esperando a Margarita.
Allá a lo lejos se la vio aparecer.
Llevaba un falda suelta con encajes a la altura de a cintura que escalaban por los laterales de un disimulado corsé ligeramente ajustado. Iba toda de blanco salvo unas ligeras sandalias marrón clarito. Era muy morena de cabello, pero realmente blanca de piel. Era una mujer bella y distante, hermosa y misteriosas. Andaba hacia el autobús sola, acompañada solamente y no más, de su gran amor   y amante. Pensaba que su violín jamás le sería infiel y que la acompañaría toda su vida.
Llamó la atención de los cuatro hombres, incluido el chófer, que la esperaban. Había un gran silencio. El lívido huía y el amor venía representado.
- Hola, buenas tardes ya, disculparme el retraso.
- ¿Sólo el violín?, ¿y su maleta? - preguntó Don Cipriano algo alterado.
Margarita le miro condescendiente.
-No se preocupe, maestro - margarita conocía su fama a nivel universitario- mi marido ya lo ha cargado hace algún rato en el autobús - sonrió y se sentó en la última fila de asientos, sonriendo a todos mientras pasaba.
Para Cipriano era una componente más y le miró con continuidad, Pedro y ella se miraron con la tranquilidad del absoluto desconocimiento entre ellos, pero fue Andrés, !ahy Andrés!, al que sus ojos se le llenaron en inmensidad de la limpia sonrisa que tenía Margarita.
Los ojos de su maestro Don Cipriano, no perdieron ni una sola nota de lo ocurrido.
Y allí estaban los cuatro dispuestos a comenzar el viaje.
El autobús se puso en marcha pero tuvo que pasar casi media hora para que se comenzara a hablar.


Cap. 3


La ciudad ya habíase quedado atrás junto a la vegüenza propia de la gente conocida. Pedro miraba con interés el paisaje, observando como recorría, la autopista,  las orillas del mar  mientras pasaba casi sin interés, por lugares buscados por gente de todo el  mundo, miró hacia la parte delantera del autobús y dijo
- Señor Cipriano, de bobos sería no reconocer y escuchar con placer al , siempre elevado, Bach - por sus estudios y afición tenía unos conocimientos, al menos por encima de la media, de cultura clásica y general- ahora bien, vamos a darle un poquito de marchita al asunto, !Manuel - así se llamaba el chófer- ponme alguna emisora con algo de marcha!
Lo hizo y como saliendo directamente del infiernos, el diablo con una guitarra entre las manos, ACDC comenzó a sonar.
Margarita y Pedro, se sonrieron con complicidad.
Margarita no conocía aquella música, de hecho, fuera de los clásicos, no se movía ni siquiera con canto autores. No era para nada tímida y escondida, pero tenía muy claro sus gustos, preferencias, destino y ambiciones. Esto le hacía una mujer realmente especial. No estaba casada, pero la vida le iba bastante mejor con esta mentira. Era una mujer hermosa que no le atraían los hombres, siendo con esto, incluso, más sugerente.
Los ojitos pequeños e inocentes de Andrés observaban desde la tormenta de los sentimientos, sensibilidad y humildad, aquella mujer que le estaba descubriendo aquello que hasta entonces no pudo o no quiso saber. Empezaba, sólo, solo y dentro de aquella hora, a sentirse enamorado. Lleno estaba, de interpretar las lagrimas de aquellos que quieren y no son correspondidos o las alegrías de todo aquel que la mujer de su alma le besara. Su piano  comenzó a hacerse real en los ojos de Margarita, los cuales si, apenas le habían mirado de pasada y, entonces y con voz bajita, aguda, suave y dulce, le preguntó, aunque sólo fuera para verla en la totalidad.
- ¿Donde estudio Usted?, Señora Margarita. - preguntó Andrés.
Por el espejo grande central con el que el chófer miraba a los pasajeros, Don Cipriano, miraba con preocupación y misterio la cara, expresión y movimientos de Andrés. Jamás le había conocido ninguna novia y apenas vivía, nomás que por la música. Se le veía con algún amigo, y con amigas ni una. De aquí su preocupación. Había pasado muchos años desde que, y a la mínima versión, su corazón funcionaba así y tenido esas mismas experiencias. Ser diferente es difícil y complicado. Así pues la mirada fue de preocupación ante la cara de borreguito degollado con la qué la miraba. No tenía por que haber nada desequilibrante, incluso podía ser constructivo, pero atento y mucho estaría.
Este vocablo - tratarla de Usted y nombrándola como señora- les hizo reír a los dos jóvenes más del autobús.
- !Apenas tendré 1 o 2 años mas que tú! - dijo Margarita !tutéame!
- Bueno, está bien que empieces así, pero, ves olvidándolo que vamos a estar muchos días juntos - añadió Pedro.
El sinpas, sorpresa e indecisión de las risas al bienestar del "mucho tiempo" sólo hubo un espacio demasiado corto de tiempo para contar.
En estos avatares, Don Rinoscopia se puso en pie
- Primero, ACDC ¿así se llamaba, no? nunca jamás volverá a sonar en mi presencia. Pero ¿cual concepto tienen Ustedes de la armonía? ,  Ya debatiremos cómo refleja la música el valor,  las consecuencias,  los actos y los modos propios y cohetáneos.  Prefiero morir en la ignorancia en cuanto a qué pasa hoy.
-Dos, la máxima formalidad va a ser poca para lo que os voy a exigir a Margarita y Andrés. Esto será necesario para el correcto desarrollo de la gira. Que sepan Ustedes, que las confianzas siempre traen malentendidos y discusiones. Usted, Pedro, trátenos como quiera pues sólo y conmigo, deberá realizar labores decorativas fuera del punto central de todo el asunto, qué son ustedes dos virtuosos, que la luna, el día que nacieron, decidió mecerles en la cuna.
- Y tres, allá dentro de dos horas, espero tener todo el material guardado y preparado para poder empezar el trabajo mañana a las 8 recién salido el sol. Hoy tendrán un tiempo libre antes de irse a dormir para que se relajen, aclimaten, y se tomen, Andrés y Margarita, un refresco juntos. La combinación y entendimiento entre ambos ha de ser máximo. El amor de cualquier pareja ha de ser irrisorio, frente a la coordinación que han de exhibir Ustedes.
De pie, sin perderles la cara, aun con un gran calor,se subió el nudo de la corbata, llevaba camisa larga, muy fina y blanca. Tras esto, dirigió una mirada seria, fija y larga a todos los del autobús. Hasta el conductor le había tomado, al menos, respeto.
 Directamente y por la autovía del mediterráneo, fueron entrado en Alicante, viendo, a su vez, al siempre querido mar.  Parecíase que éste quien veía y observaba al peculiar grupo.


Cap. 4

Realmente, los interpretes, ella y él, no hicieron más que saber el camino y la colocación de sus respectivas habitaciones. El asunto de la logística en lo referente a los materiales, a las ubicaciones, era el trabajo de Pedro, siempre bajo la mirada y supervisión del maestro y profesor. Ellos dos, siguiendo la insistencia de Don Cipriano, salieron a conocerse y entenderse. Entre refrescos, cacahuetes y poco más, entamblaron conversaciones.
Como en todos los lugares allá donde se moviera, Andrés era diferente y la distancia, en ocasiones, como ésta, se hacía más patente. Se notaba más pues las piernas de él, temblaban desde los tobillos, cada vez que Carmen abanicaba el aire que les rodeaba a los dos, con sus grandes y bellas pestañas negras como el fondo de un túnel, para Andrés, de amores.
Hablaron de los pormenores a aplicar a cada una de las piezas que ya sabían y tenían ensayadas independientemente cada uno y por su parte y las cuales mañana serían ensayadas en conjunto.
Apenas le supo a nada un magnífico pez azul, pescado esa misma mañana en aquella costa de la ciudad pues todos sus sentidos estaban en la boca de ella. Todo el amor que nunca jamás había tenido, en un suspiro de tres o cuatro horas, había crecido hasta su madurez. Tomaba casi el cariz de una autentica estupidez y tontería, Pero como tal, así vino y, sin duda, apareció.
Don Cipriano, tomándose una dulce infusión, observaba a la pareja y veía al corazón de Andrés reflejado en la cara de éste. La sensibilidad es condición, sin ecuanun e imposible sin ella, para interpretar a los músicos que compusieron aquella música que nunca será repetida, ni imitada, ni buscada- pensaba Don Cipriano, mientras veía, dentro de su más grande preocupación, la mirada que le ponía Andrés, encima a Carmen.
- Lqa sensibilidad es una mala compañera para el mundo actual – dijo susurrando bajo la mirrada de sorpresa que puso el barmen, justo pasando por allí, ese mismo momento.
Cotejaron las impresiones de piezas a interpretar. Repasaron el contenido, hablaron de aspectos peculiares y particular en sus manera de tocar aquellas piezas. El corazón del músico manda y las notas son sólo unos dibujos para ellos, aun siendo todavía notas interpretativas para el resto. Hablaron de hasta que punto alargar los finales, la velocidad en la coordinación, la distancia en el escenario, el orden de las piezas, la posición hacia ellas, hasta que acabaron hablando de la música, del amor y de la felicidad, justo en el momento, en que Don Cipriano, como buen bombero, acudió, cuando el corazón de Andrés, echaba fuego por toda la barra.
- Bueno, Andrés, Carmen, vámosnos a la cama que mañana hay que madrugar.
A carmen nadie, le daba ordenes, solo aquel el que pagara, y este no era el caso, pero pensó que era pronto para tener algún roce y con una sincera e ilusionada sonrisa, se evaporó.
- Andrés ¿Qué te parece tu compañera?
El siguiente cuarto de hora Andrés no paró de hablar sobre ella, de lo maravilloso que era todo y lo feliz y contento que estaba.
- Andrés ¿alguna vez has interpretado con alguna preocupación en tu cabeza?
- Hombre, Maestro, bien sabe Usted que ninguna. Que soy un joven realmente afortunado.
- Pues debes de saber que en una te estás metiendo.
Andrés, contrajo los labios, y miró pensativo.
- Pero, ¿a qué se refiere?
- A las pasiones, alumno. Los grandes compositores han creado sus obras desde una gran pasión controlada, de grandeza, de humildad, de nacionalismos, de teología, desde la ascensión del alma hacia la tranquilidad. Pero siempre dominando aquello que escriben o tocaban, independientemente de los motivos. Hay pasiones y motivos que te quitan parte de la frialdad y decibilidad que hay que tener en la vida.
- Sigo sin entenderle.
- ¿Qué te parece, como persona Carmen?
- Extraordinaria, simpática, magnífica.
- Es una mujer independiente, lejana y que no volverás a ver cuando esto acabe- le espetó sin aviso. La cara de incomprensión se hizo máxima.
- No tengas nunca jamás, ninguna pasión incontrolable. La felicidad está en el domino y decisión total sobre tu vida y como máxima revferencia, tu conciencia tomando las decisiones.
- ¿Me lo dice por Carmen?
- Sí, Andrés.
- Maestro, no se preocupe. Si que es verdad que es una mujer que veo y considero hermosa, pero la música es lo que a mi me mueve, me gusta y me seduce. Soy joven, ya tendré tiempo.
Así pues y entre alguna sonrisa de confianza – muy pocas, Andrés se levanto para irse, y el el mismo giro le dijo.
- Don Cipriano ¿alguna vez Usted a estado enamorado?
Se limitó a hacer un pequeño aspavientos para que se fuera rápidamente a su habitación, mientras con la otra mano se acariciaba la punta de la barba, pensando y reflexionando sobre la pregunta - ya le contaré lo que es enamorarse, que no tiene ninguna idea de ello, empezó a pensar, hasta que en aquel momento Pedro entró, a su lado se sentó, se pidió un cerveza y giró la cabeza hacia Don Cipriano. Así se quedaron mirandose, hasta que comenzaron a hablar.


miércoles, 27 de mayo de 2015

LA TOURNE (Cap. 3)



La ciuad ya habíase quedado atras junto a la veguenza propia de la gente conocida. Pedro miraba con interés el paisaje, observando como recorría, la autopista,  las orillas del mar  mientras pasaba casi sin interes, por lugares buscados por gente de todo el  mundo, miró hacia la parte delantera del autobus y dijo
- Señor Cipriano, de bobos sería no reconocer y escuchar con placer al , siempre elevado, Bach - por sus estudios y afición tenía unos conocimientos, al menos por encima de la media, de cultura clásica y general- ahora bien, vamos a darle un poquito de marchita al asunto, !Manuel - así se llamaba el chofer- ponme alguna emisora con algo de marcha!
Lo hizo y como saliendo directamente del infiernos, el diablo con una guitarra entre las manos, ACDC comenzó a sonar.
Margarita y Pedro, se sonriero con complicidad.
Margarita no conocía aquella música, de hecho, fuera de los clásicos, no se movía nisiquiera con cantoautores. No era para nada tímida y escondida, pero tenía muy claro sus gustos, preferencias, destino y ambiciones. Esto le hacía una mujer realmente especial. No estaba casada, pero la vida le iba bastante mejor con esta mentira. Era una mujer hermosa que no le atraían los hombres, siendo con esto, incluso, más sugerente.
Los ojitos pequeñós e inocentes de Andrés observaban desde la tormenta de los sentimientos, sensibilidad y humildad, aquella mujer que le estaba decubriendo aquello que hasta entonces no pudo o no quiso saber. Empezaba, sólo, solo y dentro de aquella hora, a sentirse enamorado. Lleno estaba, de interpretar las lagrimas de aquellos que quieren y no son correspondidos o las alegrias de todo aquel que la mujer de su alma le besara. Su piano  comenzó a hacerse real en los ojos de Margarita, los cuales si, apenas le habían mirado de pasada y, entonces y con voz bajita, aguda, suave y duce, le preguntó, aunque sólo fuera para verla en la totalidad.
- ¿Donde estudio Usted?, Señora Margarita. - preguntó Andrés.
Por el espejo grande central con el que el chofer miraba a los pasajeros, Don Cipriano, miraba con preocupación y misterio la cara, expresión y movimientos de Andrés. Jamás le había conocido ninguna novia y apenas vivía, nomás que por la música. Se le veía con algún amigo, y con amigas ni una. De aquí su preocupación. Había pasado muchos años desde que, y a la mínima versión, su corazón funcionaba así y tenido esas mismas experiencias. Ser diferente es difícil y complicado. Así pues la mirada fue de preocupación ante la cara de borreguito degollado con la qué la miraba. No tenía por que haber nada desequilibrante, incluso podía ser constructio, pero atento y mucho estaría.
Este vocablo - tratarla de Usted y nombrándola como señora- les hizo reir a los dos jovenes más del autobus.
- !Apenas tendre 1 o 2 años mas que tú! - dijo Margarita !tutéame!
- Bueno, está bien que empieces asi, pero, ves olvidandolo que vamos a estar muchos días juntos - añadió Pedro.
El sinpas, sorpresa e indecisión de las risas al bienestar del "mucho tiempo" sólo hubo un espacio demasiado corto de tiempo para contar.
En estos avatares, Don Copriano se puso en pie
- Primero, ACDC ¿así se llamaba, no? nunca jamás volverá a sonar en mi presencia. Pero ¿cual concepto tienen Ustedes de la armonía? ,  Ya debatiremos cómo refleja la música el valor,  las consecuencias,  los actos y los modos propios y cohetaneos.  Prefiero morir en la ignorancia en cuanto a qué pasa hoy.
-Dos, la maxima formaldad va a ser poca para lo que os voy a exiger a Margarita y Andrés. Esto será necesario para el correcto desarrollo de la gira. Que sepan Ustedes, que las confiazas siempre traen malentendidos y discusiones. Usted, Pedro, trátenos como quiera pues sólo y conmigo, deberá realizar labores decorativas fuera del punto central de todo el asunto, qué son estos dos virtusos, que la luna, el dia que nacieron, decidió mecerles en la cuna.
- Y tres, allá dentro de dos horas, espero tener todo el material guardado y preparado para poder empezar el trabajo mañana a las 8 recién salido el sol. Hoy tendrán un tiempo libre antes de irse a dormir para que se relajen, aclimaten, y se tomen, Andres y Margarita, un refresco juntos. La combinación y entendimiento entre ambos ha de ser máximo. El amor de cualquier pareja ha de ser irrisorio, frente a la coordinacion que han de exibir Ustedes.
De pie, sin perderles la cara, aun con un gran calor,se subió el nudo de la corbata, llevaba camisa larga, muy fina y blanca. Tras esto, dirigio una mirada seria, fija y larga a todos los del autobús. Hasta el conductor le había tomado, al menos, respeto.
 Directamente y por la autovía del mediterraneo, fueron entrado en Alicante, viendo, a su vez, al siempre querido mar.  Parecíase que éste quien veía y observaba al peculiar grupo.

martes, 26 de mayo de 2015

DIÁLOGOS SOBRE EL SUPUESTO AMOR



Venía de dejar en casa a Carmen,  no sin antes,  mantener una ligera, pero repetitiva discusión. Había una  gran diferencia entre ellos, pero no más que entre dos personas de buena voluntad en y al construir, pues aun con ésta, las dificultades y problemas surgen de la aparente e irreconocible nada.
Andrés, camino de casa, abogaba por él y trataba de buscar una culpabilidad de su novia y una absolución de su figura. Al rato en estos trances, la rosca giraba en sentido contrario y se sentía realmente culpable ante la siempre buena e inocente Carmen. No hay opinión ni sentimiento que no este sujeto al terrible y peligroso cambio inesperado.
Mientras la calle y el mundo desaparecía gracias a su persona y pensamientos, se decía y ponía sus esperanzas en que fuera y use el tiempo quien le corrigiese los errores y dolores de su imprescindible, pero mal llevada relación con la que iba a ser su mujer.
¿Y si se va muy lejos?, ¿y si abandona todo vientecito de obligacion social o personal?, ?
¿Donde establecemos la verdad o el error de estos trances?, ¿en su persona?, ¿en la mia?, ¿en el grueso del gran enciclopedia de las relaciones humanas?
Confiaba en el dulce airecito del viento en el mediterraneo otoñal,  para que se llevara las pequeñas diferencias y me deviniese a su compañía en la ignorancia de lo ocurrido.
Aquella misma tarde, me preguntaba hasta que punto la constumbre heredada de la formación de familia con la primera intención de estar casados el resto de la vida, era sólo y unicamente un hecho cutural, no surgido de una esencia natural sino de unas circunstancias históricas que asi lo constituyeron.
El problema, las palabras, la leve discusion, comenzaba a evaporarse entre los ojos claros y el cabello negro de Carmen. Su piel blanca contrastada con lo oscuro de su pelo, le traía la alegría e ilusión cada vez que su imagen aparecía por entre mis pensamientos.
- !Andres!
- !Pedro!
Su corazon se alegraba con verdad y confianza de ver a este amigo ya de muchos años. Sin preámbulos, prologos o presentaciones, comenzó rápido
- Mira, Andres, llevamos demasiado tiempo viendonos para que yo lo sepa lo que expresa, sin error, tu tez, ¿en que piensas?
- En lo traicionero del Amor
Pedro no se esperaba este comentario y su expresión se tornó mas seria e interesada.
- En todo caso - le situó- en la traicion que algunas personas cometen en su nombre,
- No amigo - contestó Andrés mirándole fijamente a los ojos- el amor es indispensable pero traicionero, solitario y agridulce. S lo tomas, te produce una drogadicción y no puedes vivir sin éste aun a sabiendas de sus problemas y dificultades.
- :¿Pienas entonces que la figura en la vida de las personas,  de los matrimonios y demás, no traen más que complicaciones?
- No Pedro, no - le contestó acercándose y poniéndole las manos sobre los hombros- es un elemento necesario para vivir correctamente y cumplir con nuestra esencia como personas, ahora bien, y esto que no se le olvide a nadie, el amor de pareja, no es un regalo glorificante, absoluto, maravilloso puro, impoluto, no, en una montaña que los seres humanos hemos y queremos compartir. El mal por amor, es el dolor mas  fuerte posible. Si no quisieramos tener ninguna pareja estable nadie, pero nadie, igual eramos más felices desde el punto de vista del baño constante en la libertad de la soledad.
- Andres, hablas desde la abundancia del amor. Hablas   desde el punto en el cual estas sobresaturado de un gran amor que tenéis Carmen  tú. Pero ya te digo lo lejos que se irían tus palabras sin los ojos, la belleza como persona, la dulzura y la paciencia hacia ti que te trae Carnn ¿Sabes lo que siempre queremos?, aquello que no tenemos, amigo.
Estuvieron hablando un rato más, hasta que cada uno cogió, como siempre un camino diferente.
Cuando quiso darse cuenta, ya estaba a mitad de la casa de Carmen, pero dándose mucha cuenta, desandó lo ya hecho y dejó las conclusiones y acciones, para el día siguiente.

domingo, 24 de mayo de 2015

LA TOURNE (Cap. 2)




El día salió realmente soleado. Ni una nube ni un mal soplo de viento fresco. En valencia y aquel día, el sol actuaba castigando.
Don Cipriano, en su status en el cual la totalidad exterior apenas tiene importancia, llegó a las ocho de la mañana estando la cita concertada para las nueve. Allí estaba con su libreta de mano apuntando y esquematizando las labores del día. A las ocho y media llegó Pedro, y el pequeño autobús donde empezarán la gira y los pecúlios de la vida a pagar.
Pedro bajo de éste. Había contratado y organizado todo lo concerniente a la gestión material del asunto. Era un hombre joven, pero su experiencia en el campo logístico era muy amplia. Era un hombre con mucha segurida en si mismo y una personalidad realmente propia. Guapo, alto y con mucha clase.
Del grupo de trabajo para este acontecimiento y espectaculo cultural, sólo se conocian Don Cipriano y Andrés. La relacion con Pedro venía organizada por el propio institut de música, pues ya había organizado, en Valencia, otros acontecimientos, con resultados magníficos.
Y ahí y entonces tuvo lugar su primer contacto.
- Señor ¿Pedro?. Encantado de conocerle - apenas estiró sus labios en forma de sonrisa- Mire, le voy a dar esta lista de temporalización que debemos de seguir este día - y comenzó a explicarle, ralizando una escenificación temporal espacial con la posición de sus manos, hasta que Pedro le interumpió y sin ninguna expresión más que la de intensa normalidad le dijo
- Sí, soy Pedro y Usted es, entonces, Don Cipriano. Encantado. pero, olvidese de esto que me esta contando - no, no podria ser, aquel hombre le estaba discutiendo la organizacion de algo relacionado con sus organizaciones referentes a la música que parten del Institut.
- Pero !que me dice Usted!, !tenemos que seguir esta organización si  queremos cumplir los  horarios! - le dijo, entre autoridad y súplica.
- Mire, Don Cipriano, yo le entiendo, pero déjeme estos temas y haremos lo máximo que sea posible. El primer concierto es pasado mañana y sería imposible realizar el primer ensayo hoy en el audittorio de Alicante. Más de doscientos quilometros, acomodándonos en los diferentes lugares, realizando las visitas pertinentes para el ejercicio de situabilidad para los días posteriores y todo, sobre todo el trasporte del piano. Jamás he trasladado un objeto con el que tuviera tanta atención y cuidado. Sé que es muy bueno y sensible.
La contestacion airosa pensada por Don Cipriano, se calmó al escuchar las palabras de respeto y cuidado hacia el piano de Andrés por parte de Pedro.. Era, sin duda, dentro de las diferencia ya captadas por los dos, un punto de cercanía.
Girándose con la sonrisa sincera. Allá dejó a Don Cipriano, pensando en él. ¿Cual ser el acontecimiento que dota a las personas de una gran personalidad y estilo captable a su alrededor?, ¿Quizás sea el trabajo realizado siempre en contacto con artistas?, ¿nació con éste?, ¿lo han educado así? - y entre estos pensamientos llegó, justo en ese momento, Andres.
- Maestro, disculpeme lo justo de mi llegada, pero es que mi madre no me dejaba irme de tanto besos que me daba.
Don Cipriano sonrio, le miro con ternura. Saco una expresión que sólo la calzaba un día cualquiera al año.
- Andrés, cuidado con las pasiones y los amores, aun siendo de tu madre, que en muchas ocasines te llevan al agujero de la irracionalidad.
Andrés le devolvio la sonrisa y volvió, otra vez, a no saber de que le hablaba.
Pedro se les acercó y les hizo el gesto para que se fueran acercando al punto de partida situado detras del auditorio en la avenidad de los jardines centrales. Detrás del autobús, estaba preparado una gran furgoneta en la cual llevaban el piano y otros objetos imprescindibles, tanto para la interpretación musical, como para la escenificación del baile que se había preparado para cada pieza. Eran pequeñas composiciones ilustrando, en función del contenido, el motivo o la expresión de la musica, de la pieza. Un baile e interpretación ligeras e ilustrativas. El grupo de baile llevaba sus propios horarios para la primera cita. Venían de Madrid.
Estaban ya todos preparados, esperando a Margarita.
Allá a lo lejos se la vio aparecer.
LLevaba un falda suelta con encajes a la altura de a cintura que escalaban por los laterales de un disimulado escorpio ligeramente ajustado. Iba toda de blanco salvo unas ligeras sandalias marron clarito. Era muy morena de cabello, pero realmente blanca de piel. Era una mujer bella y distante, hermosa y misteriosas. Andaba hacia el autobús sóla, acompañada solamente y no más, de su gran amor   y amante. Pensaba que su violín jamás le sería infiel y que la acompañaría toda su vida.
Llamó la atención de los cuatro hombres, incluido el chofer, que la esperaban. Había un gran silencio. El lívido huía y el amor venía representado.
- Hola, buenas tardes ya, disculparme el retraso.
- ¿Sólo el violín?, ¿y su maleta? - preguntó Don Cipriano algo alterado.
Margarita le miro condescendiente.
-No se preocupe, maestro - margarita conocía su fama a nivel universitario- mi marido ya lo ha cargado hace algun rato en el autobus - sonrio y se sento en la última fila de asientos, sonriendo a todos mientras pasaba.
Para Cipriano era una componente más y le miró con continuidad, Pedro y ella se mirarn con la tranquilidad del absoluto desconocimiento entre ellos, pero fue Andrés, !ahy Andrés!, al que sus ojos se le llenaron en inmensidad de la limpia sonrisa que tenía Margarita.
Los ojos de su maestro Don Cipriano, no perdieron ni una sola nota de lo ocurrido.
Y alli estaban los cuatro dispuestos a comenza el viaje.
El autobús se puso en marcha pero tuvo que pasar casi media hora para que se comenzara a hablar.

LA AUTOCONCIENCIA DEL COSMOS



Este escrito es puro ejercicio de Filosofía  pues no tiene ninguna reprecursión Ética o Sociológica,  ni alberga ningún elemento de cálculo lógico o la metodología Gnoseológica.  Es un acto Ontológico,  es metafísica buscando el conocimiento y descripción de la realidad.
En la lejana comprensión pero no en la convicción, escuché las teorias que nos hablan de la culminación en el ser humano en el camino constructivo del cosmos, de la totalidad. Es decir, la inteligencia humana deja de ser un hecho aislado y se entiende como un proceso evolutivo propio. La singularidad primera en forma de energía  de la totalidad, pasando por el estado material, llegamos al  mismo momento de  autoconciencia como entidad formativa en el culmen, o al menos el último estado.
Para estudiar, demostrar, comprender o siquiera debatir este asunto, hay que empezar por la necesaria relación, como paso anterior evolutivo y formativo, del mundo material con la concepcion intelectual, propia y consciente del mismo. La especie humana tomaría conciencia de su línea formadora y contiua  del Cosmos. Los principios ontológicos y teleológicos tomaríann un camino nuevo.
Hay una prueba demostratva de la continuidad material y la vertiente descriptiva del pensamiento que lleva a una total relacion entre ambas.
Todas las drogas y algunos medicamentos, tienen una repercusión psicológica sobre los pacientes o adictos. Pero esta relacion no es solamente una velocidad de pensamientos y demás, no estriba en la cantidad,  sino un cambio cualitativo y directo que lleva a una continuidad formadora necesaria entre lo consumido y las formas de los pensamientos.
El hachis produce, visto en ejercicios científicos, una progresion y utilizacion de conceptos abstractos, el uso del alcohol produce una banalizacion y desaspego por la profundidad del pensamiento. La relación formadora es total y directa pues esto significa que un estado químico formativo conducen el camino del los pensamientos. Los medicamentos que producen sedacion o los excitantes dan como resultado un ejercico intelectual diverso. Entendemos como conclusiones dentro de concepciones propias.
Es el Cosmo que llega, por sus primeros elemento y combinaciones, hasta la conciencia de si mismo.
Lo definimos, estudiamos, comprendemos pero esto hay que hacerlo, entendiendo al ser humano como parte constitutiva de éste. No como aquel que mira desde la lejanía y diferencia, sino desde la situabilidd correcta del ser humano.
Sino introducimos un principio divino que introduzca  la persona en la realidad física, el ser humano sería una conclusion propia y formativa como única salida posible de cualquier totalidad. Las personas somos el Cosmos,  la totalidad que alcanza conciencia.
En la máxima totalidad de opiniones,  se da la resolución en cuanto a la normalidad y la obviedad del hecho como indiscutible en sus resoluciones. Es decir, se acepta sin sus conclusiones mas lejanas, la influencia de la forma material en la formacion del pensamiento. Las conclusiones del estudio no mezclan, en terminos conclusivos, la materia y el espiritu.
El concepto de causalida implica una relación directa entre el principio y el fin del proceso. La relación entre los dos elementos es un estado  esencial ante la necesidad de continuidad. La nada no puede llegar a formar estado ninguno. Todo tiene su comienzo en su estado de forma y materia.
Y esta necesidaad de continuidad implica un principio comun y un fin determinado. Desde el principio del cosmos, por necesidad propia iba a llegar a su propia autoconciencia.
Una vez estudiado el tiempo infinito de desarrollo, el ultimo estado estable y posible sería la conciencia del mismo. Es un fin propio,  necesario e inevitable.
No somos elemento independientes alejados en la totalidad,  sino que somos frutos llegados en su propio desarrollo.

sábado, 23 de mayo de 2015

LA TOURNE (Cap. 1)



Acabó el concierto, en el mismo momento en el que el sol comenzaba a desaparecer detras de los últimos edificios al fondo de la Gran via.
Don Cipriano caminaba erguido, como siempre y en cualquier lugar, mirando fijamente hacia  delante con el entrecejo puesto y pensativo.
-  Magnífico, maravilloso, sublime, !cómo puede estar esto tan olvidado y deslazado!, !acaso a Usted no le tiembla el alma cuando escucha, por decir uno entre mi, los violines de Vivaldi, !es que somos los únicos!
-  Hombre, Maestro, los tiempos pasan y las cosas cambian.
- !ah!, claro, Andrés, pero las personas estamos cumpliendo la leyes de la física y nuestro sistema va, por necesidad y en el arte, a peor.
-    ¿Me dice, Don Cipriano, que lo que ya hemos hecho,  siempre  es mejor?,  ¿que el buen arte ya se hizo?
Don Cipriano,  se giró y le miró muy seriamente meditando el último comentario de su alumno.
Andrés y Don Cipriano, se conocían de la escuela de música de la ciudad de Valencia. Don Cipriano era Doctor en Solfeo y le daba clases de quinto de composición a Andrés. La técnica, la perfección, el ritmo, la armonía, la medida, Don Cipriano, las trasladaba de los libros a su vida y la buscaba insistentemente en todo lo que le rodeaba. La inocencia en el abandono de lo usual,  les unía, pues eran totalmente diferente. Andrés era su joven alumno, 17 años, con unas dotes espectaculares y magníficas para tocar el piano. Había dado conciertos y realizado ensayos con la filarmónica, ahora bien, no tenía ni poseía el concepto del orden. La cordancia de sus manos era natural, innato. Lo que hacian sus dedos, era un acto puro de virtuosismo cada vez que los ponía sobre las teclas del piano. Era un joven modesto y humilde y un genío en la interpretación.
Camino de casa, vivían a dos manzanas el uno del otro, tomaban el viejo cauce, convertidos en expléndidos jardines, del rio, y seguían con sus comentarios.
- La música actual es un ataque continuo a nuestra capacidad de pensar de manera coherente. Los sonidos disonantes, sucios, indefinidos y desrítmicos, son malos para los oidos y sobre todo, para el alma.
- Maestro, la verdad es que no estoy de acuerdo con Usted. Cuando salgo con mis amigos a algun lugar,  con música acabamos seguro. Hombre, unos bailes.
- Si, si, alumno -le dijo mientras se giraba dispuesto a decir con solemnidad la resolución a todos los problemas - ahí está el asunto, la música se abandona. Lo que ahora la llaman como tal, ya no lo es.
Andrés siguió mirándole, mientras Don Cipriano, alto y ergido caminaba mirando al horizonte, al que fuera y donde lo hubiese. Los ojos abiertos y la cara inexpresiva, anunciaban sus ganas de comprender totalmente a su maestro y su incapacidad de llegar entonces.  Don Cipriano le había descubierto cuando apenas tenia 8 años en el instituto Luis Santangel durante unas jornadas de exposición de objetos musicales en el colegio. Y entre la risas y felicidad de los niños llegaron al piano y Don Cipriano  le dijo a Andrés que se había sentado cerca de él - ale,  a repetir dos notas – muy bien, -y cuatro notas, !oh!, !magnífico!, y seis y diez y doce y veinticuatro, hasta que aquella misma tarde Don Cipriano llamó a los padres de Andrés. Anonadado quedó tras semejante exibición de virtuosismo.
Mañana salían en una tourne del duo formado por Andrés, piano, Margarita, violin y Don Cipriano, organizacion, orden y amor y pasión por la música,  más la colaboración en montajes y escenografía del siempre atractivo y sorprendente Pedro,  artista y licenciado en bellas artes.  Al lado de cada pieza,  bailarán.  Don Cipriano, lo tenía todo el montante y asunto de viaje absolutamente organizado. Andrés también pero éste necesitaba bastante menos,  tiempo,  lugar y utensilios,  para todo y en cualquier momento. !quien pudiera imaginar lo que les iba a pasar a unas personas tan peculiares y particalares!
Llegando al final de la calle, desde la lejanía se observaba a Don Cipriano, dibujar en el aire con sus manos, rectas, curvas, espacios, diques y rodo tipo de formas geometricas para explicarle la organización a Andrés.
Así pues continuó la pareja moviendose como tal representación artística, con las luces de las farolas marcando sus perfiles, en las paredes de los edificios, tanto el pasear altivo, sujeto a una supuesta distancia cualitativa con el resto del mundo del maestro,  como la discreción y naturalidad propia de Andrés.

miércoles, 6 de mayo de 2015

DISCURSO.. LA PHISIS Y EL LOGOS

DE NUESTRA NATURALEZA, LA CIUDAD Y LOGOS

Tenemos la insana costumbre de huir siempre    de nuestros fundamentos.Las personas somos algo más que los elementos básicos que conforman a los, simplemente, seres vivos.Tenemos una conciencia de nosotros mismos, de nuestra individualidad frente a la totalidad, el mundo en cualquier aspecto, circundante que nos hace alcanzar y ver nuestra peculiaridad.Somos capaces de observarnos de juzgarnos, de estudiarnos, todo y solo porque al mirarnos al espejo sabemos que somos nosotros mismos y nos diferenciamos de todo lo demás.Indefectiblemente esta es la gran diferencia. Pero no nos olvidemos, y es máximamente importante, que tenemos un origen común con una serie de características compartidas de forma inevitable, con toda la naturaleza en sí.No nos creamos, en ningún momento, que estamos  encima de los principios, modos y maneras con los cuales se produce y desarrolla la vida de los seres en la natura.La evolución cultural es un hecho diferenciador, enriquecedor, definitivo y definitorio, pero, y que no se nos olvide, no es más que una parte constitutiva del ser humano.Y aquí viene  el axioma formador del escrito.la cultura es importante y formativa, pero no necesaria para la vida  del ser humano. Hay pueblos con una manifestación cultural mínima y que llevan una vida absolutamente feliz y normalizada.Tribus Indígenass de las grandes zonas tropicales sin apenas contacto con los pueblos modernos y con una vida normalizada y fructífera.La cultura no es necesaria para vivir.Si queremos dosificarla, diríamos que los medios de comunicación, hablar y costumbres y usos, son claramente necesarios, pero son una manifestación minima de cultura.Ahora bien, allá donde estuviésemos, si nos alejamos de la naturaleza, nuestra destrucción y malformación será un asunto irremediable.No se puede realizar aquello que no estamos preparados.Que un pueblo indígena no tenga libros, no tiene porque suponer ningún problema, ahora bien, que una persona en el mundo occidental, que esté sometida a una dosis de stress durante ocho horas diarias y seis días por semana si que tiene un resultado desastroso para cada uno de nosotros, tanto física como mental.No podemos huir de nuestras bases.Cuando pienso en las condiciones en las que, actualmente y en muchísimas ciudades, vivimos las personas, lo entiendo como un camino hacia la deformación.Tenemos la mala costumbre de elevarnos por encima de las circunstancias e imponer nuestros deseos, diversiones y creencias por encima de cualquier otra razón y otros cualesquiera elementos, actuando de manera antinatura, tranquilamente y sin conciencia aparente de ello.Hace 50.000 años la evolución se acabó en el momento en el cual el ser humano tuvo las  capacidad como para dirigir su destino  no tuviese que ser él, el que se aceptara, con los cambios genéticos a las nuevas circunstancias sino que estas nuevas cunstancias eran elegidas y modificadas por nosotros mismos.Y este es el dato fundamental y definitivo. Tenemos un basegenéticaa y natural, un cuerpo y físico preparado para aquellas condiciones en las cuales este dejó de evolucionar y desde luego no nos paramos en unas condiciones de sedentarismo actuales y masificación, sino en estar preparados para un hecho repentino y la marcha de cuatro horas diarias, digamos y solo digamos.El camino que llevamos es equívoco.Tenemos que buscar nuestras razones y formas primeras y respetarlas pues si no lo hacemos, vamos hacia un pozo sin fondo.Estudies los animales que estudies, todos tienen máximas diferencias con la vida de los humanos y las vemos y entendemos como normalidades cuando o deberíamos marcar el camino de los unos y los otros tan lejanos.La cultura o la agrupación masificada actual, la visión del movimiento, variabilidad, escándalo, la rapidez, la cantidad, la ecuación y otras cuestiones, la encontramos como elemento con valor necesario y bueno, en si y por si. Sin control y claridad, la dinámica de construcción de nuestras circunstancias sin  contar con nuestras peculiaridades biológicas serán y son nuestra ruina.La cultura no es mala, pero no está por encima de las peculiaridades que necesita nuestro cuerpo y persona.

viernes, 1 de mayo de 2015