jueves, 27 de octubre de 2011

ACCIÓN SOCIAL


I
Es evidente que por el camino marcado en la manera establecida de funcionamiento y relaciones humanas, ya sean sociales, personales, o económicas, nos lleva insolublemente a la deshumanización.
Es fácil de concretar los valores y objetivos sobre los cuales pendula nuestro existir y también es sencillo concluir que los motivos de funcionamiento solo enriquecen al propio sistema y empobrecen nuestra naturaleza y esencialidad.
El aspecto ético si que avanza, pero va hacia adelante sobre normas de pura acción social-normativa y ninguna convicción moral.
El sistema se agota.
Las razones de funcionamiento se han quedado obsoletas.
El comunismo es inllevable, el capitalismo nos deforma; o es el estado que se impone o es el mercado quien nos domina.
El individuo se difumina.
Las personas dejamos de decidir sobre nuestro futuro.
El cambio es necesario pero ordenado, con fines objetivos y conscientes.


II
La solución debía de venir y estar en manos de los dirigentes; o bien los palpalpables o bien los facticos. Es decir o la política o los elementos endémicos, es decir, las fuerzas económicas.
Los primeros son unos grupos de engañados por el poder y tentados, corrompidos por el dinero, que mas que ayudar, perturban, ensucian y molestan.
Las fuerzas primeras, las económicas, el baile del dinero, son muy listas y actúan dentro del sistema, con normalidad y legalidad. Estas van deformando el futuro.
Vemos con absoluta normalidad los actos racionalmente ridículos pero que están totalmente enmarcados en la sociedad.
La acción, visión y objetivos, en el campo empresarial actúan, pues así se permite dentro del marco y estructura legal.
III
Me cubro de vergüenza cuando oigo a la clase política vociferando mentiras, conclusiones interesadas o verdades escondidas y,  como puntilla, toman al pueblo como tontos e ignorantes.
Votamos, pues sentimos la obligación dentro de la democracia y por las ansias de cambios. Si solo fuera por su presencia y el contenido de sus discursos,  lo que nos llevase a salir de casa a votar, el tanto por cien de los que saliésemos se dividiría, digo yo, entre seis al menos.
Los excluidos, auto o por diferentes razones, del funcionamiento social, no traerán los cambios. La protesta de esta manera solo produce más desequilibrios sociales que son más perjudiciales para los individuaos.
El cambio ha de ser ordenado y profundo.
No formal, sino básico y esencial.
No es una corbata o pendiente, son unos valores formadores y constitutivos u otros.


IV
La solución es difícil y complicada.
No es el darle la vuelta a la tortilla, sino que además hay que cambiar la sartén.
Digamos y por ejemplo que la máxima competitividad sin más razón que ella misma, enajena al individuo.
La ambición material no satisface ni justifica la vida de una persona allá, en los albores de su vida.
La formación espiritual, vital, social y cultural permite a las personas, realizarse como tales.
El ser humano tiene una diferencia abismal con el resto de la naturaleza que lo engendro.
No la imitemos y actuemos tal y lo que somos.

sábado, 8 de octubre de 2011

EL SUEÑO

I.INTRODUCCIÓN

El ronroneo de la vida pulula siempre a mi alrededor.
Si sacamos la razón, es decir dividimos los actos realizados por los soñados, nos sale insultantemente bajo el resultado. Quiero decir, soñamos mucho mas, algunos muchísimo más, de lo que tenemos, conseguido o nuestros avatares cotidianos. El resultado es desolador. ¡Mil Dioses! ¿Esto será malo definitivamente?
            Será si consideramos la realización de la vida en estos hechos habituales.
            Pues no. La diferencia del homo del resto de los seres vivos consiste en la propia consciencia de uno mismo, de nuestra individualidad plantada en la maceta de la natura.
            Con esto la ruleta se atasca, la única bala en las seis pistolas se derrite. El ser humano está atado por necesidad a nuestros hechos únicamente mentales. Son elementos insolubles que nos conforman. Es la característica y las consecuencias que la acompañan lo que nos diferencian de un bello delfín.
            Entonces lo que sería actuar a contra natura sería intentar salir de nuestra individualidad y mundo interior.
            Como decía aquel – que sólo se nos diferencia en el tiempo y no en inquietudes, Aristóteles,  la virtud está en el término medio pues cualquier extremo será equivoco. Así cumpliendo con nosotros mismos, soñemos, planeemos, calculemos, probemos  e imaginemos pero que no se nos olvide que andamos por adoquines de cemento y cafeteras de al menos 500 kilos se mueven a nuestro lado.

II. PLANTEAMIENTO

            El único problema, entonces en nuestra constitución, son las variaciones emotivas que podemos encontrar en estas circunstancias.
            Oyendo aquella canción que pone música a una bella poesía dándole un ritmo melancólico pero agradable y hermoso, baje las escaleras de mi casa tarareándola y recodándola aludiendo a aquello que me placía, abrí la puerta del portal y al momento me golpeó un ruido fuerte y desagradable y los humos que desprendía un vehículo de la limpieza. Esto me trajo una caída espiritual y vertiginosa hacia la sucia realidad de  mis pensamientos impolutos y virginales en esa canción.
            La solución de situaciones  circundantes supone una cuestión psicológica que tiene además resultados Éticos y sociológicos.
            ¿Aceptamos que éste  es nuestra habitualidad queramos o no?
            ¿Luchamos contra esto que nos rodea y proponemos una rebeldía vital?
            ¿Será bueno sumergirnos en un autocontrol que te aleja de la realidad en la que están insertos todos tus conocidos?
            Así y otras muchas preguntas caen aquí. Es la pregunta  vital y metódica por excelencia.

III. SOLUCIÓN

            El título de este último tercio del escrito es falso y mentira. En esto, es una palabra vacía y sin sentido.
            Aceptemos, si, que el término final consistirá en evocar, enardecer y darle su justa importancia a actividades propiamente humanas; es decir pensar, soñar, calcular y trabajar la mente.
            Cuando juegas una partida de Ajedrez contra el ordenador, amigo o vecino, te estás portando como un ser humano propio.
            Si discutes verbalmente con otro por las razones que esgrime para justificar esto o lo otro, actúas dentro de nuestro género.
            Un perro también disfruta asomando la cabeza del coche y sentir el viento.
            Los monos también se lían a bofetadas y gruñidos cuando se sienten molestos.
            Ahora bien, ninguno de estos quedará perdido en si mismo calculando, planeando o pensando en sus  circunstancias propias, que las personas podemos hacer y nos distingue.
            Así pues, calculemos, creemos, pensemos, soñemos, imaginemos, hagamos hipótesis y demás pues sólo así podemos tener, por necesidad definitoria, una realización como personas, como Homo Sapiens que somos.