sábado, 15 de junio de 2013

INTERNET Y TUS VERGÜENZAS



Sólo si tienes algo que esconder prefieres permanecer en el anonimato
Sólo el que roba tiene que esconder sus cuentas.
Sólo cuando tienes intimidades con las que no te sientes bien temes el hablar.
Sólo el cobarde y que insulta se esconde bajo anónimos para hacerlo.
Sólo si tienes cuentas con mucho dinero te da miedo tus datos.
Sólo el que tiene cosas que esconder, se esconde.
Mi nombre es Alberto Barata y no tengo ningún problema, en el supuesto caso y siempre por error, que  la agencia de información estadunidense tenga un listado de todas mis llamadas y el contenido completo de mis emails. Eso, eso, que los estudien e investiguen para pasarme sus conclusiones.
Ayer, el programa hablaba de un ataque contra la intimidad propia de cada persona, y al compás de estas reflexiones yo me preguntaba que se podría hacer público de una persona medianamente usual o normal y que tuviese interés para todo el mundo. ¡es un ataque contra la intimidad!, ¿mi intimidad?, óigame si le gustan leer las cartas, vía internet, de amor que le mando a mi mujer, no tengo ningún problema.¡Qué las disfruten!
Pienso que el miedo a la salida a la luz de los datos de internet es un problema, única y exclusivamente, de gente que no lo tiene todo muy claro, ni lo dice, ni lo que hace, ni lo que tiene.
Uno, hay un caso aquí en España que lo refleja y constata, de un hombre, que tenía cierta importancia a nivel social, y metiera, en la red, unas caricaturas y demás de otros personajes públicos. Que reírse de ellos a nivel privado lo hemos hecho todos, pero y no por internet pues es un acción desagradable reírte, sea quien fuere, públicamente de él. Es relativamente fácil, deducir, a sabiendas de la facilidad para los que saben tienen de entrar en tus cuentas, que esta sociedad está llena de buitres hambrientos, que solo saben desgarrar la carroña y vivir de la podredumbre e iban a sacar a luz ese tipo de comentarios, para crear problemas y vender dolencias.
Dos, no sólo ladrón, siempre al parecer, sino y además tonto. Llevar las cuentas de una operación económica fraudulenta a través de una línea de información en internet, es del género tonto, pues esa información, una vez salida de tu ordenador, vuela, perdida por las nubes de la información, hasta llega el informático, con su gorra, y te la caza.
Si eres sincero, si no te avergüenzas, si concluyes en función de tus valores, si no quieres engañar diciendo algo que no eres, no creo que haya que temer  la poca discreción de internet.
Mi nombre ya os lo he dicho, y todos los escritos de mi blogs no son más que los reflejos de mis pensamientos y las lágrimas de mi alma de las que no me arrepiento y consuelan mi corazón..
El temor a lo público, está directamente relacionado con todo aquello que quieres esconder.
A todos nos gusta que nos sean discretos con los pensamientos más profundos y personales. Todos, creo y entiendo, preferimos sincerarnos en la esquina de la barra del bar, con uno o dos amigos, que contar tus intimidades a grito pelado a cuatro o cinco en una pequeña discoteca.
No creo que haya que tener tanto miedo si te mueves con sinceridad y no tienes nada, que un momento dado, te trastornaría la vida en caso de hacerse público.
Por supuesto que en bastantes, sino muchas ocasiones, dudo de mis palabras y pensamientos, pero nunca siento vergüenza con lo que escribo.
Verdad es  que al hablar, en ocasiones, se escapa la lengua y dices algo que no tuviste tiempo de pensártelo bien. Pero al escribir, las cosas cambian.

Sí que es cierto, que las palabras habladas se las lleva el viento y lo escrito ahí se quedará, pero dentro del gran abanico de posibilidades que no yo, sino todos , entiendo que hay para el error, no me arrepiento de mis conclusiones y siempre estaré a tiempo para avanzar más.

miércoles, 12 de junio de 2013

LA CONTINUIDAD

Siento en mi espíritu que nuestra alma formadora sigue igual desde el momento en el que comenzamos a ser lo que somos.
    Dicen asuntos tales como que si cualquier tiempo pasado fue mejor, que el futuro será mejor, que la evolución social nos lleve a más o menos, que si cambiamos esencialmente a lo  largo del tiempo, que mira lo que hacemos y lo que hacíamos y afirmaciones similares.
    Pero no os equivoquéis. Tenemos la misma esencia, sensibilidad y racionalidad. Las circunvalaciones del cerebro son las mismas, la potencia intelectual igual, la capacidad sensitiva equiparable. La inserción social, varía intensidad, pero no crea.
    Lo que ha cambiado radicalmente son los medios y capacidad de comunicación que nos han transformado, aparentemente, la realidad.
    Por qué aparente?, porqué los diferentes acontecimientos sociales, ya sean, buenos o malos, mantienen la misma ratio o tantos por cien.
    Buenos, malos, cínicos, crueles, simpáticos, ladrones siguen existiendo en la misma proporción.
    La diferencia estriba en la cantidad de información con la que trabajamos y que nos lleva, entonces a un  lugar u otro.
    El número de cifras se han multiplicad y la información que tenemos de ello, es potencial.
    !40 millones de muertos en la segunda guerra mundial!, bárbaro y vergonzoso para la humanidad. En la guerra de los 30  años, en Europa, murieron 4'5 millones -"bueno, menos gente, mejor", dijo aquel. Pues no, que es un dato engañoso si estudiamos las ratio y tantos por cien entre población y muertes. Puede que fuese mas genocida la del siglo XVII.
    Mas violaciones, robos, asesinatos, pedófilos y otros monstruos en la actualidad. No, la gente indeseable, estaban y están, pero antes, cuando éramos la mitad de la mitad y proporcionalmente habían menos casos, y además, no salía de su pequeño pueblo. Ahora cualquier barbaridad, del más pequeño pueblo del mundo, nos es informada y multiplica la sensación  en la cualidad humana.
    Actualmente somos igual de buenos o malos que en el pasado, y entiendo que en el futuro.
    El cambio esencial, es por definición, inalterable, lo que sí que cambian son las estructuras. Es importante que sepamos  lo que somos.
    Nuestra naturaleza ya no evoluciona y nuestras pasiones y apetitos siguen igual.
    No hay diferencia entre lo que fuimos y lo que somos. Debemos y podemos cambiar nuestro contexto.

    Imagíname aquel ser humano, en el Neandertal, asomado en su cueva, mirando el valle y realizándose preguntas similares que las que mi vecino  parecía hacerse anoche fumando en la ventana de su casa.

martes, 11 de junio de 2013

EL CÁLCULO VITAL

                  ¿Habrá algún modo de dilucidarlas futuras reacciones propios de una persona partiendo de su estado actual?
                    Es decir, ¿Hay unos principios básicos de funcionamiento en los que podamos aplicar unas leyes para llegar a solucionar y descubrir los movimientos futuros?
                    ¿ Podemos diseccionar nuestro componente psíquico y obtener sus partes formadoras?
                    ¿Hay unas reglas aplicables en su funcionamiento a estas unidades primeras de nuestra persona?
                     ¿Nuestra libertad nos da también la incalculabilidad?
                      Si huimos de la insatisfecha siempre trampa de las estadisticas, la pregunta se dificulta. Es aparentemente fácil elucubrar posibles soluciones que sólo se hacen correctas tras su realización y parece que imposible, saber a priori, antes de la acción, el resultado. Si queremos establecer unas reglas y teoremas de funcionamiento propio de género humano, con una mínima fiabilidad, tiene que tener unas bases (acciones, comportamientos, motivos y otras), más un razonamiento objetivo, una inferencia lógica para llevar estos primeros motivos y causas a su correcta solución sin la experiencia. En el caso que esto no fuera posible, nos encontrariamos con el siguiente problema, pues habrá que encontrar una entelequia, una razón de ser, a este supuesto desorden para darle una realidad.
                     El caos, sin orden no es nada y el motivo, la razón suficiente es necesaria para la realidad. Valga como pequeño Proemio.

sábado, 8 de junio de 2013

FILOSOFÍA DE UN PRINCIPIANTE




            Ooohhh¡ -se preguntaba aquel, ¿Dónde está el tono de hacer filosofía?, ¿Dónde se me esconde su contenido?, ¿a qué punto quisieron llegar?, ¿Dónde se sube al tren?
            Me enriquece, me forma, me da sentido, me construye, me encuentro sentido en ella.
            ¿Gnoseología?, ¿Nuestra capacidad de conocer o ver cuál es el camino? Mirad, lentamente y despacito os digo lo que pienso y deduzco. Estamos total y absolutamente agarrados a nuestro sistema anímico en el momento de conocer y deducir información que vaya más allá de las puras reglas de inferencia, es decir la lógica. Ciencia Universal, como nos contó ese tan grande, y apliquemos lógica a todas las ciencias y artes ¡tendremos conocimientos!, nos decía y con esto se instala mi problema y me dice que mi convicción, aproximación y acercamiento a esta conclusión está íntimamente viciada por mis propios estados mentales.
            ¿Ontología?, ¿qué son los seres?, ¿qué es un ser?, ¿qué es el ser que es?, ¿qué es las cosas que son? Mareado en mi interés y curiosidad acabo tras estudiar y leer asuntos relacionados con la metafísica más dura, perplejo de la volatilidad de estos asuntos por la pura satisfacción no más de su correcta deducción o tratamiento. Llevemos más allá de su trono a Aristóteles y concluyamos su metafísica aplicando, en la medida que se pueda, a la construcción de este mundo actual. La comprensión insípida, es un sinsentido. El estudio, del ser en cuanto que es, me seduce, cuando me lleva a mirar la realidad con las gafas graduadas que corrigen nuestra miopía natal.
            ¿Sociología?, sí ¡mucha!, pero hagamos, como también insistió aquel, ciencia. Independientemente de su naturaleza sólo nos vale estudiar su fin y con experiencias con datos, guiemos hacia la construcción de una sociedad justa. Me seduce más estudiar el modo de relación contextual para el que estamos preparados, que nuestra necesaria esencia social. Nuestra esencia nos puede llevar a los fines, pero es quizás demasiada grande la intención que se tiene y nos perdemos en abstracciones sin aplicación.
            ¿Lógica?, sí, la necesito, pero aplicada y vista en su lugar. Jamás os atreváis a criticar cualquier opinión por la falta de estructura lógica en el argumento. Apliquémosla, sin cuidado, allá donde alla cualquier asunto inanimado. Afortunadamente, el ser humano, se mueve por dos o tres pisos por encima de ella.
            ¿Metafísica?, sí, estudiémosla, tratémosla,  trabajémosla, pero con una solo intención. Preparar nuestra mente. Acostumbrarla a tratar términos abstractos en otros campos por aplicación. No me busquéis ningún otro elemento a la metafísica y dejarme disfrutar leyendo textos y tratados de esta temática sin el más objetivo, de por sí, que dar placer y preparar nuestra mente.
            ¿Ética?, ¡dadme un papel y lápiz y os escribiré las normas propias para el comportamiento pacífico y justo entre los individuos y no me deis más principios ni motivos!, cualquier ética que tenga otras influencias es equívoca. La ética debe de ser la ciencia de la convivencia humana, independientemente de las justificaciones que les busquemos.
            ¿Estética?, ¿que nos produce la belleza?, ¿Cuáles son la conexión que mantiene con la realidad que le circunda?, ¿Cuáles son sus elementos? Y otras cuestiones así que realizan en su correcta realización, un conocimiento de investigación máximo.
            Así pues aquí se quedan escritos todos estos comentarios sin reflexionar, sin repasar, sin esquematizar, sin usar coherencia e incoherencias. Todo esto son escusas ante la falta de exactitud y flexibilidad de esta temática, que se puede superar con una acción, para concebirla, plenamente consciente  trabajada, pero y que, se hunde en su propia perdición, en el desorden de su naturaleza, si sólo es nuestro pensamiento que se libera en determinadas cuestiones.
            Ego et absolvo –me dijo el del bar cuando se lo dije, y verdaderamente, con su absolución dormí mejor.

PROTOCOLOS




            Muchos, pero muchos más deberíamos tener instalados.
            Por protocolo el orden ya establecido para realizar cualquier acción y no obviar, ni olvidar y no equivocarnos en ningún asunto por error de olvido. El orden ni el ritmo de los componentes.
            Me resulta realmente atractivo como observo a los pilotos, antes de despegar y la obligada revisión de los elementos de pilotaje, realizan el protocolo siguiendo un orden establecido, el cual y siguiéndolo supera todos y cualquier problema de un fallo humano en la revisión y preparación.
            Hemos de imponernos unos protocolos y dejar de fiarnos de nuestra inspiración y memoria. La claridad  de la situación falla en ocasiones, lo mismo que la memoria  rutinaria que nos atrapa en su repetición y la que te crees con el dominio el cual perdemos por su propia regularidad.
            Vivamos agarrados a protocolos formadores los cuales nos impidan pasar al punto siguiente sin acabar el primero. Es bueno para cualquier funcionamiento tener automatizados varios campos de trabajo y actuación.
            El repetir mentalmente los pasos a realizar, r4epasar de manera ordenada los elementos, siempre será un bello beneficio.
            La duda que nos persigue por saber si he hecho o si no, queda superada tras realizar un protocolo, en el cual si que se recuerda la aplicación total. 

OYENTE



La falta del oyente o lector no es un problema para el escritor, la dificultad estriba en que ha de darse a entender hacia unas personas que no tiene delante.
Asi, aunque su unión sea fuerte, sus diferencias son decisivas.
Al hablar,  los signos y movimientos alteran el hecho fonético  y lo puntualizan y miden,  en el ámbito que sea.
Es fácil que algún gesto facial  sea  o malforme y accidental o conforme consciente puntualice a  un concepto o mensaje puntual.
En su tono de duda e inseguridad, el orador primerizo,  construye sus frases con genialidad; oraciones cortas, asertivas, puntualizadas, ordenadas y con conclusión. Ese misma charla es leida por otra en su despacho y sin ninguna referencia  de las circunstancia del orador  y sus conclusiones podían ser, como siempre, diferentes tales como un escritor duro, inteligente y culto. Estas circunstancias receptivas influirán de una manera u otra, sino en lo conceptual sí  en la mecánica de la lectura (búsqueda de varios significados, la trascendencia de las afirmaciones y otras maneras).  Esto es un ejemplo simple y evidente, pero vale para ilustrar la diferencia y demostrar que existe.
La gesticulación es, de por si sola, una manera de comunicación y sumándolo al lenguaje oral, lo desplazan allá en la lejanía en la diferencia del escribir con el lenguaje inmóvil, fijo, quieto y plasmado por signos.
Pero ¿cómo escribir entonces?, ¿cómo entender al que ahora lo hace?, ¿Cuánto os equivocáis?
Cómo construir y desarrollar una idea para que sea entendida por el razonamiento propio del lector. Cómo hacer que los caminos lo marquen las expresiones utilizadas, descriptivas u otras a sabiendas de la imposibilidad a responder a sus dudas o de marcar límites y relaciones directas con gestos que es el camino más utilizado y, por tanto más fácil de comprender.
Es una temática y asunto existente.
¿construyendo con metáforas?, ¿repeticiones?, ¿aforismo?
Cuando escribes pensamientos o haces filosofías siempre  tratas con temas abstractos y que no puedes describir nunca de manera objetiva y comprensible.
Son dos acciones totalmente distintas pero dentro de un saco.
El talante anímico del que escribe o lee es diferente en la actividad propia de hablar.

EL LOBO QUE SE AUTOFAGOCITA



            Es  difícil realizar la crítica pues están incluidos, dentro de ésta, estos individuos que se encargan de dirigir este país.
            Para entender la lectura del asunto habrá que realizar un esfuerzo de generalización y después concretarlo.
            Diríamos que casi ninguno es malo pero que todos son prisioneros.
            Para juzgar a estas personas hay que hacer una lectura correcta y hay que entender que cualquiera que se introduzca en el actual juego, llamado política, está atado ya, de pies y manos, perdiendo su libertad de acción.
            No son conscientes de ello, no son avisados, no llegan a comprenderlo. La política en el mundo actual es un lobo que se fagocita a él mismo.
            Cuando vuelven a la realidad ya han sido sumergidos en hipocresías, falsedades e intereses que le han quitado toda su pureza en el acto. El lobo devora sin piedad.
            Claro y por supuesto que la solución se me escapa. Lo que sí que me queda son pequeñas acciones y conocimientos que son partes necesarias del camino.
            Si el objeto de la política es en una acción pública la lucha, el enfrentamiento por unos intereses particulares o unas ideas fijas y propias, el resultado será corrupto e interesado.
            El político no tiene por qué ser una mala persona, pero tal y como está montado el sistema en la interacción social-política en la dirección de las estructuras, la corrupción y decisiones interesadas son inevitables. En esta salsa no tiene por qué buscar su bien, pero con toda seguridad en su decisión no contemplará de forma aséptica y virginal el bien colectivo, sino con una forma estudiada, pensada e interesada a imponer.
            El pasado no existe, el futuro no es, sólo tenemos el presente y a él hay que ajustarse.
            La política no piensa en la actualidad sino en las futuras elecciones