viernes, 22 de agosto de 2014

EL CAFÉ. JACK Y SU AMOR




- Mil estrellas hablando no lo harían suficiente como para contarte mis penas
Su cara le había impresionado, sus palabras le dejaron impactado, pegado, fundido a la barra, en su parte exterior del bar en donde Jack trabajaba y Andrés liberaba su alma del rugir de la impresora en la editorial.
- Amigo, pero, rey del practicismo y la frialdad ante las debilidades emocionales de los demás, ¿qué te ha pasado? - preguntó Andrés, quizás más sorprendido que entristecido
- Sigamos riéndonos, amigo, me he enamorado totalmente de la elegantísima Elena – la eficiente y dominadora mujer que trabajaba en la recepción de las oficinas. No era bella, en los valores normalizados, extendidos y, casi desparramados como de manera despectiva nos imponían aquellos que tenían los poderes estéticos, pero el amor, muy verdadero del que había enfermado Jack estaba basado en otros valores de los que si atormentan y especulan el corazón sino hay correspondencia.
Despacio, en el ritmo decadente de aquellos que han dejado aparcada su alma en la última esquina, se alejó hacia el otro lado de la, ya parte de mi vida, parte del bar.
Fue, entre mis pensamientos al ritmo de sus lentos movimientos, cuando llegó Pedro.
- ¡Amigo!, el Viernes esperado, ¡por fin vino a visitarnos! - sonrisa era esplendida.
- Sí – le contesté
- Andrés, nos conocemos ya mucho tiempo y se distinguir los diferentes tonos y sus correspondientes significados de tus supuestas y simples afirmaciones, así que, en nombre de nuestra amistad cuéntame ¿te has vuelto a plantear dejar España por una bella isla desierta en el mar de la Tasmania? - le dijo con una gran irónica sonrisa
- No, amigo, me estaba preguntando hasta que punto tenemos control sobre nuestras emociones y cual es su importancia en nuestra constitución como parte de nuestra esencia formadora.
- A ver, a ver – dijo Pedro, disfruto mucho conversando contigo, pero necesito bastante más puntualizaciones de las que tu sueles aportar amigo
- ¿dejarnos llevar, vivir a manos de nuestras pasiones es la forma correcta o para nuestra realización personal debemos tener un control férreo sobre ellas?
- Bueno, quizás la solución esté en el llegar al termino medio
- ¡No, no!, no me seas Aristotélico y me embadurnes de imposibilidades teóricas. El termino medio, la medida justa no existe y por tanto es una inutilidad buscarla. ¡decídete!, ¿aparcas tus emociones a la hora de decidir consciente de su peligrosidad o decides que es y son ellas las que te harán disfrutar plenamente de tu persona?
Pedro sabía de la seriedad y trascendencia en la configuración de la vida. Se alejó un tanto antes callar y encerarse, durante unos instantes en las soledad de sus pensamientos.
- Pasamos, primero y siempre con la consciencia de esta disociación problemática.
Mientras tanto y como aquel cuchillo que avanzaba entre las cortinas de la ducha camino de clavarse en el dorso de aquella mujer, entró en el bar Elena. Sin ninguna intención del acto giré inmediatamente mi mirada hacia Jack. Con la mirada perdida entre las nubes de sus pensamientos seguía con ella a Elena mientras secaba, correctamente por muchos años de experiencia, vaso del último Whisky, del ya borracho corrector de tinta Mateo.
- Mira, Pedro, ¿debería dejar a un lado sus pocas o nulas posibilidades y lanzarse a hablar con ella buscando lo que seriá el mejor momento del comienzo de su relación querida y deseada o sería mejor, para quitar toda posibilidad en la que su corazón muriera en el acto, bajar la cabeza e intentar abrillantar como nunca el vaso cilíndrico de los licores que empujan a las personas que no saben hacerlo,salir a flote, de otra manera?
- Andrés, olvidate de tus palabras. Entiendo que sólo una mente preparada puede plantearse esa disfunción en la búsqueda de la solución. No estamos preparados por naturaleza primera a no hacer caso a los impulsos de nuestra corazón pasional.
- Cierto. La capacidad de actuar de manera correcta y racional sopesando el resultado de los actos es el resultado de un estudio de tus experiencias en esta vida. Será el estudio del camino correcto.
Los dos sabian que se estaban mintiendo y aun corrigiéndose, su vida era un torrente de emociones.
Al decir esta última afirmación ambos dos alzaron accidentalmente la cabeza hacia un pequeño aviso de la lectura, en el club de literatura de la propia editorial, de unos poemas de Machado e impreso en el se leía una pequeña parte uno de ellos


Caminante, son tus huellas el camino y nada más,
Caminante, no hay camino, se hace camino al andar
Al andar se hace camino y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar
caminante no hay camino sino estelas en el mar.


Dispararon toda sus energías hacia Jack, , casi suplicándole que se lanzara, que quemara todas sus naves aquella tarde, que saliera del caballo y esparciera su corazón por todo el mar, que entrara en la tormenta con la frágil canoa de madera, que se balanceara entre la esquinas de la luna para coger energía hasta ella. ¡Sí, hazlo!, ¡habla!, ¡invitala a un café!
Elena pasó cerca, ,muy cerca de nuestro gran y pobre enamorado, pero el ya casi olvidado Zenón se apoderó de su alma y le convenció que la felicidad la encontraremos en la acciones estoicas de alejarnos de las pasiones que nos controlan y dominan nuestra vida.
La miro durante unos instantes y le dio, sin dudarlo, la espalda a sabiendas que su vida sería más tranquila si aparcaba sus indomables pasiones.
- Sí, ha hecho lo correcto – levantando las cejas dijo Pedro
- ¿Lo correcto?, ¿donde está eso?, ¿qué color tiene?, ¿alardeas de saberlo?, ¿donde está escrito?, me rio de aquellos que te tratan de mostrar el camino correcto de las cosas. Relee a Machado y entiende, como dijo aquel otro que no hay camino para la paz, sino que la paz es el camino.
Se miraron fijamente, largo y tendido.
- Andrés, ¿tienes ya fecha de la impresión del libro de Enric Bufundy?
- No estoy esperando tu digitalización, hermano.
Salieron hablando tranquilamente los dos. Sabían que la solución no eran puntualizaciones sino talantes y maneras totales.



lunes, 18 de agosto de 2014

LA BELLEZA, LA FEALDAD Y OTRAS GILIPOLLECES



Me surgen varios, sino muchos campos de comentarios a la cuestión.
Éticos, Antropológicos, Psicológicos, Sociológicos hasta Ontológicos, es decir Metafísicos.
Pero, el que más me ataca en el primer impacto, es el sentimental.
Vi un programa de televisión de los EE.UU sobre la reforma de tu cara.
La expresión es correcta, pues así era.
Primero, sentí autentica pena por como era calificados o se calificaban aquellos que iban a ser sometidos a los cambios estéticos.
Feos, deformes...¡hasta Neardentales!, que ponía de ante la sartén, no sólo la estupidez propia de los promotores, sino también de su ignorancia pues no sé como se cree que sería el aspecto estético de los homo Sapiens contemporáneos de estos.
Enlazaban la solución de la vida de estas personas con unos motivos única y puramente estéticos.
Lo presentaban como un comienzo de la vida, como una llegada al Nirvana, al cielo, al mundo utópico de la admiración, sin condiciones, exterior.
Triste era ver como mejoraban y cambiaban las relaciones con sus parejas por una, no recuerdo, pero digamos, una “evacuación liposubcial (término inventado pero tan sinsentido como ellos los utilizaban) de las mejillas”..con esto, volvía el amor.
Pena y reflejo de la situación actual.
Hombres que se escondían por tener una gran mandíbulas, mujeres que huían por sus perfilados pómulos y otras cosas más.
No tenían que operarse, sino hacerse una revisión interna, que trataran de aceptarse y entender que para la felicidad entre una pareja, está, siempre, por encima de las condiciones físicas, la empatía mental, los valores anímicos, las costumbres,los motivos de actuación y otras cuestiones. Es más, que se me caiga la mano al suelo o que se me queden los dedos pegados a este teclado si me equivoco u os miento cuando os digo que toda relación con pretensiones de durabilidad basada en elementos estéticos está abiertamente condenada al fracaso.
Los biceps de aquel o las piernas de aquella se quedan en el camino de la vida, pero el corazón sigue. Busquemos el amor en el cerebro de la otra persona y no en su preto culito o formidables abdominales.
Personas con gran debilidad mental condenadas a la desgracia por una sociedad que eleva hasta donde solo se llega en sueño las formas físicas de un cuerpo que no es nada, repito, nada.
Independientemente de como yo sea, sé que mi plenitud mental con el mayor grado de felicidad consecuentemente alcanzable, estará al menos a los 60 y para entonces, si lo tuviera ahora, mi atracción física será la mitad, siendo generoso, que la actual.
Aquel que llore por su cuerpo o cara no debe de ir a un esteticista, sino a un buen amigo, amiga o en su defecto, a un psicólogo.
Pero aquí, no acaba la crítica, pues no sólo opino, sino que también trato e intento hacer ciencia, en este caso deductiva, con el permiso, siempre, de Galileo y la afirmación del empirismo inductivo.
Si apuramos y sometemos el triunfo vital a cuestiones tales como la cantidad de dinero propio para someterse a este tipo de deformaciones (pues es lo contrario a una formación propia y natural), entonces ( Darwin, susurandome) la evolución o selección en función de valores o elementos hacia la mejoría de la especie, moriría en el asunto.
La raza humana fallecerá entre las manos y los bisturís de un cirujano estilista.
Y la Antropología también nos habla y tratando de definirnos como Homos y le digamos que como elemento definidor importante en nuestro desarrollo sea la disección de partes de nuestro cuerpo totalmente útiles pero despreciadas por movimientos sociales, temporales, pasajeros, contingentes, ésta la Antropología huiría, recordándonos en la estación y ya subida en el tren, que los Homo Sapiens Sapiens, somos bastante, repito bastante más.
Y la Ontología en la cual la dulce dama con los ojos vendados de la justicia, pesa con una soga al cuello y vuelca la balanza hacia la parte corporal en nuestra definición.
Asombrado y la boca abierta escuchaba como entre las risas del imputado y el imputante, es decir, el simpático y gracioso locutor y el infeliz participante, los insultos cara con cara, denigrando, entre risas al pobre, en este caso hombre, pues pasé por el veneno de una televisión encendida y mi aguante empezó y acabó en este infeliz.
Parece la gente no entender que la Estética no tiene, en ningún momento ni lugar, forma alguna determinada y aquella que toma entonces y allí, es producto de muchos otros intereses o situaciones.
La belleza o fealdad no existe.
Lo único que hay son las opiniones temporales e injustificables de unos cuantos, aunque muchos sujetos.
Quitémosnos la mascara, la careta que nos hacen ponernos por vender una imagen o imponer unas formas interesadas.
Pidamos limpieza y dejemos que lo demás se lo lleve el viento de la temporalidad.
Soy una persona del género masculino y si pudiera ser al mentir, me crecería la nariz, si dijera que no hay un tipo, y nunca mejor dicho, de mujeres que me provocan, a ver, atracción física, lo que no quita, para que diga que es un efecto educacional estereotipado y que el amor, y perdonarme mujeres, futuras dueñas del mundo, por el ejemplo, que el amor no viene a través de unos senos.
Recuerden cuadros de Rubens y la gordura y fecundidad propia de la mujer renacentista ¡oh, que bellas!, pensaban. Pena, ellos, sentirían por ver a algunas de las escuálidas modelos actuales y sus grandes millonadas dadas por las libidinosas miradas de los espectadores observadores.
¡Saltarme las esposas y dejadme querer a las mujeres cómo yo las quiera!
- Alberto, tú eliges – me dijeron
- No, enteraros que llevo mucho tiempo eligiendo lo que vosotros me imponéis.

Quizás nos satisfaga más ver la belleza de un anochecer asexuado entre las montañas de mi tierra.

domingo, 17 de agosto de 2014

LA CÁRCEL DE LA APARENTE LIBERTAD



La libertad no es nunca una cuestión de movimiento.
La libertad no es una cuestión de posibilidades.
La libertad consiste unicamente en ser independiente con tu persona o dependinete de tu individualidad.
Pocas o ninguna ocasión somos conscientes de estar absolutamente coaccionados por los movimientos totalitaristas a nivel social.
La diferencia nos asusta.
Amoldarnos a lo que nos rodea nos es más fácil que decidir nuestras apetencias.
Ser diferente es considerado un acto estrambótico, una locura, un perro verde o un gorrión en aquella ciudad.
Es totalmente ridículo y peyorativo ver la actuación en la que constantemente estamos todos inmersos.
Con cintas en los ojos nos sentimos libres y seguros.
Elegir nuestras propias tendencias no se nos inculca a ningún nivel.
En pocos lugares en el mundo la gente tiene posibilidades de elegir por ellos mismos su estilo y motivos.
Vivimos en una prisión enmascarada bajo un arte falso,
La elección de nuestros motivos de acción es nula, única y exclusivamente, por nuestra incapacidad propia de hacerlo
Me pitan los oídos de considerar inviables movimientos que debiéranse considerados dentro de la normalidad de acción propia y electiva.
Se considera libre a la persona que mueve mucho dinero. Mentira.
Aburrido me encuentro y me siento de ver repeticiones del mismo estereotipo de aquellas personas con esta posición de máxima libertad económica pero que no son mas que esclavos de los gustos de los demás.
Envidio a los que han conseguido superar la imposición colectiva que nos rodea.
Nos cuesta mucho, por no decir imposible, romper los lazos y desarrollarnos propiamente.
La magnitud de la continuidad arrasa con las pequeñas disfunciones dentro de la tipología propia y aceptada dentro de los diferentes lugares.
Ser diferente, es decir, ser uno mismo, se cobra con el aislamiento y distancia.
La cercanía es la repetición.
La repetición es el cebo de la involución.
Se paga caro el billete del escape del granero común.
La diferencia se considera moverte dentro de los mismos margenes de manera especial y propia. Mentira. Igual o mas esclavo eres si aceptas las figuras y actuás con convicción dentro de este sistema.
Sólo o simplemente el luchar contra lo que hay es aceptarlo y proponerlo como punto de referencia en tu actuación.
Saber tus intenciones implica olvidarte de todas las de los demás.
Me dijeron un día que la humildad consiste en esconder tus virtudes y el estilo, será y estará también en no manifestarlo.
No planes bajo la censura externa.
No actuación.
No teatro.
La verdad está en la inconsciencia de los actos respecto a la visión externa.
Me cuesta actuar bajo mi control cuando me muevo en las multitudes.
Me muevo bien entre las teclas del ordenador.
Es la esclavitud de la vergüenza.
Es la celda de la educación.
Es el calabozo de las sociedades modernas superintercomunicadas.


domingo, 10 de agosto de 2014

EL GRAN OPTIMISTA



En demasiadas ocasiones hacemos de la vida lo inmenso e inacabable.
Esto es un gran error.
No es Poesía, sino un puro ejercicio comparativo en la infinitud de lo pequeño allí donde se quedan nuestros males emocionales.
En ocasiones nos pensamos que la tristeza puntual nos va a acompañar toda nuestra vida y la desgracia abarca toda la totalidad en sus diferentes dimensiones.
No somo mas que una pequeña fugacidad en la tierra y tu vida mas.
Tengas o no tengas ese mal en tu corazón tu vida acabara igual que como empezó.
Entristecerte es perder el tempo, no nos llevara a ningún lugar, no nos corresponde hacerlo, por nuestra pequeñez, siempre sera un mal pasajero.
Nuestros males son diminutos en las dimensiones del tiempo y la humanidad, y como tal hemos de tomarlas.
En demasiadas ocasiones creemos que mi angustia nos acompañará por una eternidad, cuando no, nuestra angustia no es mas que un pequeño grano de arena en el cubo de sucesos, en mi caso, de España en el último segundo
No le demos tanta importancia a nuestros males y otorguémosles la validez real que tienen.
Nuestra intención, vicio y falsedades en las eternidades nos persiguen y aumentan nuestro dolor.
El dolor se pasa, pues somos seres finitos.
La infinitud no existe y el mal acaba.
Entendemos las desgracias como males inherente propios de la continuidad y no los aceptamos como reflejos y suspiros de la actualidad.
La vida sigue y el tiempo no nos espera.
Olvidate de la esquina de las desgracias y sube por la escalera del futuro.
Tenemos la tendencia de cargar con un pasado que nunca fue y moldear nuestro futuro con desgracias que todavía no son.
La consciencia sobre la volatibilidad temporal inherente de tus problemas debe de ser máxima.
La preocupación ha de ser la mínima pensando solamente en la finitud de nuestra existencia.
La trascendencia, abstracción y eternidad de las desgracias, no son, los males son contingentes, reales y finitos.
No nos preocupemos, que no hay tiempo.
La vida es un instante y la tuya no es mas que un parpadeo de los ojos de la humanidad durante una hora de su vida.
Los problemas y preocupaciones hay que dosificarlas, no porque tengamos alguna razón especial que nos lleva a aguantarlas o a llevarlas con tranquilidad y poderío, no, será y es porqué a vida es corta, y no podemos andar preocupándonos y rondando las desgracias que nos develan durante todo este breve, de justa duración, afortunado viaje.



domingo, 3 de agosto de 2014

EL CAFÉ. LA VOLUNTAD



Llevaban hoy mucho tiempo hablando en la esquina que todos leS respetaban y que nadie ocupaba. Los tenían clasificados y nadie quería cortar las pasionales discusiones sobre cualquier cosa trascendental.
Hoy pedro estaba un tanto encorvado, separado de la barra y con los codos apoyados en ella.
- Mi objetivo será hacer lo que yo quiero - dijo Pedro
- ¿Acaso no es lo que todos intentamos? - comentó Andrés
- No, amigo, no hacemos lo que nosotros queremos, sino lo que nuestro cuerpo, sociedad o instruidos, nos impone y nos guía ciegamente hacia nuestra propia negación.
- ¿Que me dices?, amigo, al seguir tu voluntad ¿es negativo?
- Sí, desde el momento en la que no es ella la que se impone, sino es la que te imponen y no eres tú quien la dominas, sino que te dominan desde fuera o te dominan a ti mismo tus propias pasiones.
- ¿Autocontrol?
- Sí, nos sentimos dueños de nuestra vida y no somos más que una barquita que el mar de las pasiones corporales o intelectuales que nos arrastra.
- ¿Qué te ha pasado?. Pedro
Aquella tarde la faz de Pedro estaba cabizbaja y agotada, su tono era mortuorio y sus palabras sonaban enfermas. Su pasión en las discusiones habiase convertido en una gran resignación.
Tras la triste introducción sobre nuestro descontrol, me contó el incidente que le llevó a ella.
Prometíase no fumar, intentábase no enfadarse con Carmen, habíase prometido no pensar más en las incorrecciones del mundo, pero no lo conseguía alegando la falta de voluntad para hacerlo y la falta de autocontrol.
- Hacer lo que uno quiere, será justamente olvidar todas aquellas cosas que tu cuerpo y tus pasiones te llevan. ¡Perdí el control y me divertí aquella noche en una fiesta sin final!, pero jamás en ningún momento fui yo que con plena conciencia actuó. Mi voluntad no se impone pues ella no quería irse de fiesta.
Quiero ser lo que soy y lo que me encuentro en momentos de tranquilidad cuando estoy conmigo mismo.
- Sí, Pedro estoy de acuerdo contigo. En demasiadas ocasiones nos creemos libres cuando vivimos prisioneros de nosotros mismos.
- La libertad se encuentra en la prisión del autocontrol. Entre las rejas de tu voluntad seremos libres.
Habíase sido un día tremendo. Se acabó aquella misma tarde los cinco días de recuento generalizado hecho una vez al año de las cifras, utensilios, material, ventas, ejemplares, hasta los rollos de papel de baño. Mucho trabajo, noches incluidas, que te llevan, sin duda a alejarte del mundanal ruido y a reflexionar con  más claridad sobre ti  mismo, fuera de las fuerzas del río de las muchedumbres.
- No hago alusión a ningún movimientos, ni valores, ni ideas, sólo me acuso de no ser yo mismo por no cumplir lo que mi voluntad quiere.
- La totalidad la alcanzamos cuando somos dueños de nuestra persona - le dijo Andrés, guiñándole el ojo y tratando de animarlo.
El joven sustituto del barman este verano, se acerco, como llevaba haciendo días anteriores y añadió
- Pero nuestras pasiones, gustos, deseos ¿no son parte formadora de nosotros?
Andrés giró la cabeza y esperó la respuesta de su amigo que mirándolo con calma le dijo
- Mi ya amigo Antonio, no sé donde está la solución acertada, lo que si sé es como se siente  mi alma cuando ve que su voluntad ha sido derribada o por movimientos culturales y conglomeraciones que arrastran o que las propias pasiones de mi cuerpo me han derrotado.
Las personas somos lo que queremos y buscamos  en aquellas circunstancias y esto casi nunca ocurre.
Habían subido la música del café pues se celebraba el cumpleaños de Patrik, el gordo gerente de la sección de publicidad. Le había jurado a Pedro que jamás iba a recorrer el camino que separase la patata brava hasta su boca, que las cervezas las iba a apartar de su vista y que el tabaco iría todo al cajón de su mujer.
Ni una cosa ni las demás, entre la música y el ambiente, entre las risas y el cachondeo, hasta los ojos, pasando por los pies, bebiéndose estaba todas las reservas del pequeño, pero dulce y bello, café.
Sabiamos todos el arrepentimiento de la mañana siguiente. No control, nunca serás tu mismo - le dijo hoy por la mañana.
- ¿Vas a dejar de tener placeres corporales?, sexo, alcohol, cannabis, comida por meditación y abstinencia.
- No, Andrés, una cosa no te lleva a la otra. Sólo quiero ser yo mismo y esto pasa por tener un control sobre tu persona.
Ambos dos sabían que era un intento histórico.
Filosofía, Religiones, Esoterismo, Misticismo, han promulgado el dominio sobre nuestra segunda persona que ahoga y mata a la primera.
Ellos sabían cuantos había intentado ser fiel a su persona y que pocos lo habían conseguido.
- ¿Será por la inseguridad que nos forma y que nos impide tener una amplia confianza en nuestras decisiones?, Andrés
- O, y también puede ser, no planteas más que una imposibilidad sumergidos en donde estamos pues la riqueza espiritual es absolutamente insignificante frente al placer físico y material.
- Hay que buscarla, Andrés.
- Sí, Pedro, pero que no se te olvide que nuestro espíritu está encerado en una realidad, sea esta cual fuera.
Se acabó aquí la conversación, cuando Patrik, se acercó a ellos, los cogió de los brazos y casi a empujones los saco de su esquina y se los llevó al medio del follón.
Risas, fiesta, cubatas, sobeteos, mareos, era viernes y la fiesta parecía no tener fin.
Todos los planes para la mañana siguiente murieron es ese mismo instante, las miradas a Julia deseándola, no se acababan aquella noche, esos dos cubatas de más que se juró no tomar más cayeron tal que un  plato de cacahuetes, el viento del placer, el hueco de las risas fáciles, la realidad deformada por el alcohol.
No fue nada espectacular, pero sí dejó su voluntad en la barra del bar cuando las provocaciones y los placeres le invadieron.
El bar cerró las puertas para seguir la fiesta en el interior.
A las cuatro de ella salían los dos pendulando de un lado al otro de la acera..
En cuanto se tranquilizaron y la brisa fresca venida del mar les despejó, Andrés le dijo a Pedro
- Hemos fallado en equipo, tú por liarte con quien no querías más en el bonito cuarto de baño femenino y yo por fumar ansiando dejarlo. Tenías razón, no fuimos en ningún momentos lo que somos pues hicimos lo que no queríamos. Dejemos de mentirnos.
- ¡Sí!,¡Sí!, pero no sé si algún día podré ser yo mismo delante del cuerpo de Julia.
Tras esta frase me miro con cara de compungido y arrepentido.
Apenas les afectaban en su  vida esos pequeños desvíos y pecados, pero sí les inquietaban bastante el asunto de su control como única manera de ser ellos mismos.

EL ARTE, EL SER HUMANO Y LOS ANIMALES

El arte, es el mayor termino identificativo, descriptivo y propio del ser humano.
Nuestra capacidad de obrar con lógica, no es mas que el comportamiento obvio y necesario en la actuación dentro de la realidad circundante.
 El arte se sale de toda atadura y llega hasta donde la alcanzan las fuerzas al creador.
Un chimpancé también realiza y aplica sus términos lógicos en las diferentes acciones.
La lógica no define ontológicamente nada, no es una creación propia y perteneciente pues solo nos describe lo existente.
Nosotros escribimos con ella, pero esto no implica la propiedad exclusiva como elemento propio y constitutivo.
Es decir, en el ámbito del raciocinio no se encuentra la definición del ser humano como tal.
La razón es para describirnos, encontrarnos, pero no a manifestar lo que somos.
El razonar sobre la asociación de ideas y la estructura de elementos secuenciales, está, realizado  también,  por algunos animales.
Pero arte no.
Esto solo hacen algunos genios que alcanzas la primacía de la expresión humana y su  manifestación como personas.
Nada  más humano hay que evadirse ante una sinfonía o música moderna, o perderse en historias pasadas en alguna pintura o sentir la caída del peso del carácter en el mármol blanco.
A los animales no les tiembla el espíritu ante ninguna manifestación artística, a nosotros si, y a unos mucho.
Si queremos encontrar un elemento distintivo y definitoria del ser humano habrá que irse a la abstracción estética del arte.
Los términos constitutivos físicos, velocidad, tiempo, potencia y otros, pueden estar utilizados de manera automática y no reflexiva, por los cetáceos en sus largos viajes por los océanos.
Pero un gorila no realiza nunca una obra de arte pues no tiene la sensibidad, visión artística y creativa de la realidad, como la nuestra y que nos distingue de ellos, el resto de los animales.
Es el espíritu que se manifiesta y concreta en los cuadros y esculturas varias, que dibujan y construyen elementos que no son existentes materiales pero  son parte de este espíritu formativo de la realidad del cual soy consciente y que nos hace personas.
La aceptación de la grandeza de las sensaciones artísticas, huidizas, lejanas, calurosas, tiernas, sorprendentes que encontramos en la obra de arte, supera claramente nuestros principios instintivos y animales.
Sensaciones que sólo tienen cabida en un mundo muy lejano a la proximidad y conocimiento de un mundo con una epistemología propia de acción.
Cuando el corazón te tiembla o el alma te huye de la tierra, estas poniendo en practica el elemento distintivo de las personas.
La ciencia o la filosofía son elementos los cuales podrían ser realzados por entidades que no tuviesen sentimientos propios, elementos distintivos, interiores y figurativos de la persona.
Sin consciencia se puede obrar con lógica y trabajar con principios científicos.
Ambos movimientos surgen cuando el ser humano navega, sin rumbo, por la realidad.
Un delfín, pudiérase que se moviera calculando la fricción y potencia de sus saltos sobre la espuma del mar.
Eso si, no se detienen realizando círculos de espuma, con su hocico en la superficie del agua buscando la belleza y el disfrute artístico.
Pero arte, no, nunca, es un elemento humano definitorio.
Cuando se muera el ultimo pintor o se pierda la ultima escultura, el ser mano como tal, caerá en el olvido, pues su metafísica definitoria habrá concluido.





sábado, 2 de agosto de 2014

EPISTEMOLOGÍA. LA METAFÍSICA



Habiendo comenzado antes, fue en el siglo XVII donde los científicos ya, comenzaron a poner la manos sobre el objeto de investigación.
Fue el método experimental que daba la validez a la construcción supuesta y propuesta de ese conjunto de movimientos.
La física ha evolucionado en función de su capacidad de previsión de los hechos futuros.
Aun siendo una posible gran mentira teórica que produce los mismos resultados que la cierta y asumiendo la siempre posibilidad del cambio como elemento formador de una posible futurabilidad, la Física es una Ciencia explicativa del suceso y previsora de los resultados, fiable y asumida.
Unos de sus principios formadores explicativos es la condición material del objeto a investigar, es decir, que tenga materia en movimiento en un lugar determinado del espacio.
Y el asunto de la metafísica estriba en la inexistencia de la materia en el sujeto del estudio.
Pero, ya que no podemos estudiar de ninguna manera el objeto en si, pues no tenemos medio de investigación, directa, sí que se pueden estudiar sus consecuencias físicas, sea el concepto que sea y realizar una metafísica experimental.
Para la existencia de elementos abstractos, necesitamos, dos condiciones, una que haya un conjunto de elementos donde se formen y que haya una entidad consciente entendiéndolos.
Con esto, las ideas abstractas sólo se dan en las personas y sólo nosotros somos conscientes de ellas y consecuentemente su estudio será la investigación empírica en estos sujetos, es decir de nosotros y nuestras personas.
La pura y dura acción intelectual y teórica, se entra en el fango de la inserción de estas ideas abstractas (Justicia, Bien, Equilibrio, Valor, Vida y otras) en la red del racionalismo omniabarcante. El camino es el empirismo.
Sólo en los casos prácticos en las que estas supuestas ideas metafísicas hayan sido ejercidas, requeridos, recordadas, descritas y evocadas se debe concluir sobre su esencia y realidad.
En la metafísica el egocentrismo se dispara e intentamos explicar con los límites de nuestra capacidad racional, toda ella como si estuviera a la misma medida.
La visualización y la liberación de las exigencias formativas puede conducir a un elemento mas descriptivo y cercano de estas ideas puras con las que trabajamos.
El informe estudiado, medido, calculado de los centímetros de cercanía o lejanía diaria pueden ser descriptivos de los acontecimientos emocionales y descriptivos de la forma y figura de ciertas ideas abstractas como sería en este caso el amor en una pareja.
Éste, ya tendría unos ingredientes formadores posibles de introducir en búsqueda de situaciones similares.
Sean, quizás unos elementos de situabilidad espacial los que actúen como conductores a la hora de introducir el amor.
Razonar sobre la estructura ontológica y necesidad vital del amor es un camino sin salida.
La afirmación será la única respuesta posible con un sentido de continuidad.

Por ello, lo importante sea buscarle una funcionalidad y aplicación a la reflexión sobre estas ideas metafísicas, que el estudio de su esencialidad y el posible funcionamiento, allá, donde viven juntas en el baul de los recuerdos de Platón.  

EL CAFÉ. LA METAFÍSICA APLICABLE




- Pero ¿cómo que no te apetecía pensar en nada?- le preguntó Andrés.
- Pues así tal y como te lo cuento – le dijo Pedro.
Llevaban cuatro noches haciendo recuentos varios y muchos en la editorial. Horas de trabajo en la oscuridad de la noche y horas de espera en el silencio de los despachos y talleres.
Demasiadas horas en la soledad de los pensamientos.
- ¿Es por el asunto de la falta de utilidad en la perspectiva en que lo hacemos usualmente?
Esta conversación no era nueva.
- Sí, exactamente por eso. Me está dejando de motivar el que encontremos, bajo la barra de la sombra del café, la estructura ontológica que inserte y califique a todas las ideas trascendentales. Intentar crear sistemas conclusos y conclusivos, creyendo y eligiendo en valores primeros formadores y actuando de forma racional sobre ellos.
- Yo también pensaba eso ya. Deberíamos de empezar a fijarnos en los momentos en los cuales se hagan visibles, por los movimientos de los sujetos, estas ideas abstractas. Que no sabemos qué son pero que sí sabemos que son, que están y que actúan.
Nuestra Epistemología de acción será más correcta.
Démosle realidad con la experiencia empírica.
El Barman sustituto de las vacaciones era joven y apenas tenía experiencia con las conversaciones de los dos compañeros de la impresora-editorial.
Pareciese que secaba una copa de cristal pero no estaba atento más que a la conversación.
Tras humanistas y filantrópicos, por un lado o por otro, se habían juntado en aquel pequeño bar costero en la ciudad de Valencia.
La tarde era agradable y el puro dolor del sol de mediodía se había convertido en un placer con el suave vientecito que por la tarde venía del mar.
- Sí, yo pienso lo mismo. Encontremos la fenomenología del espíritu en las acciones cotidianas y no montemos una gran estructura para darle un sentido acabado como prueba de su veracidad..
Las caras de sorpresa eran grandes y simpáticas.
- Con el supuesto espíritu – añadió Andrés.
- Sí.
- ¿Acaso tu crees en la existencia de elementos abstractos con operatividad empírica?
- Sí – dijo el joven.
- De esto estaba hablando – añadió Pedro.
- Bien, vale -continuó Andrés, habrá entonces que encontrar momentos en los cuales podamos calibras, medir, contar, las consecuencias de la acción de estas ideas, ¿no?, y ¿cómo?
El jovencito se despidió con la mirada mientras acudía a la llamada de un cliente en el otro extremo de la barra.
Pedro permanecía pensativo, mientras el chaval se alejaba, hasta que dijo
- Andrés, es necesario y urgente que sigamos pensando en totalidades, pero con continuidad, sistemas racionales y puros pero con aplicabilidad.
- Tendremos que leernos a Cicerón.
- Sí.