sábado, 25 de enero de 2014

ACELERAR Y FRENAR


Acelerar y frenar. Antes iba y ahora vuelvo. Aquí te quedas, que yo me voy. “ Así va mi coche y mi vida” pensaba mientras estaba en el camino y volvía hacia mis pecados. La tormenta asomaba en el horizonte. Los truenos resonaban en mis oídos. Los rayos dilataban mis pupilas. Emociones, sentimientos, escalofríos y miradas. ¡Donde está el libro pare leerlas!, ¡para interpretarlas! Aquella carretera era enorme, larga, cansina. El viaje eran muchos kilómetros. Cada coche, sus ocupantes, es un mundo inmerso en su particularidad. La vida corre en uno y en el otro. Observarlos es captar su peculiaridad y diferencia.

Frené en aquel semáforo. Tras pitarse mutuamente el motorista y el conductor de coche se dieron y lanzaron miradas desafiantes. Antes de calcular las consecuencias por mi parte del enfrenamiento, salieron con el verde.. Miré el móvil. El efluvio somnífero subió hasta mi nariz. Ocurrió, pues había un mensaje de allí ahí. ¡Ah!, ¡El pecado!, Dios ¡cuídame ante ellos! Pero, diablo, no te olvides de mi y ponmelos delante. Al leer la información sentí las uñas de mis pies y un ligero vaivén del coche que conducía, no sé si por temblor de mis manos o por movimientos vacilantes de mi espíritu. ¿Dejar a mi mujer y excusarme para salir? Aún no lo sabía. Pues en el ligero roció que cubre mis ojos se reflejan y se leen mis pensamientos

Harto de permanecer oculto en mi mismo y tras reflexionar durante el fin de semana había decidido liberar mis pensamientos en cuanto pudiera. ¿a mis amigos?, ¿a mi familia en las celebraciones?, ¿a mi mujer en el lecho?, ¿ellos me comprenderán?, ¿ella se reirá?. No sé. Algunos no piensan ni reflexionan nomás que por resolver aquellos problemas inmediatos de “cómo”…¡ah!, ¡afortunados!, otros nos sumergimos en la niebla y el frió del “por qué”. El cambio es de por si y por definición espontáneo y total pues el no-ser y valga, no es.

Descargué el coche, dejé a mi mujer y mi hijo y me dirigí en solitario a dejarlo en el garaje. Paré antes de entrar pues mi sangre me hervía a borbotones por las ganas y ansiedad de leer, otra vez, aquella cárcel que atrapa y atrapaba mi alma. . El hastío cansado de la incertidumbre te invade e inmoviliza.

Sin duda, y quien no lo afirme se equivoca, la dudabilidad sobre todas las conclusiones, decisiones o demás es totalmente constitutiva. La infabilidad es una utopía. Es un rumor. Es un deseo lejano. Pero, si la evolución propia no es sino la búsqueda de aquella situación estable y con visos de continuidad, que sentido tiene introducir las dudas existenciales en nuestra esencia si es sinónimo de estancamiento. ¿Quizás son buenas?. ¿Y necesarias? ¿por qué nuestra sabia naturaleza lo ha hecho?

¡Ah!, de nuevo, cuantos mundos diferentes! a la par que yo leía ese anhelo de libertad en forma de dígitos eléctricos, el norteafricano se acerco a la vera de mi coche y me ofreció hachis. Unos van y otros vienen, aquel tiene frió y este calor, mi vecino no quiere comer más gambas y mi conocido de la calle, vendería a su perro amado por un puñado de ellas. ¡A buenas horas, mangas verdes!, le dije sonriendo mientras arrancaba mi vehículo.

Aquella ya noche y a la vuelta de allí, me costó mas de lo habitual subir las escaleras.




ESCRITO ESTRUCTURAL Y SINÓPTICO. DESCRIPCIÓN Y CONCLUSIONES


I
Es evidente que por el camino marcado en la manera establecida de funcionamiento y relaciones humanas, ya sean sociales, personales, o económicas, nos lleva insolublemente a la deshumanización.
Es fácil de concretar los valores y objetivos sobre los cuales pendula nuestro existir y también es sencillo concluir que los motivos de funcionamiento solo enriquecen al propio sistema y empobrecen nuestra naturaleza y esencialidad.
El aspecto ético si que avanza, sobre normas de pura acción social-normativa y ninguna convicción moral.
El sistema se agota.
Las razones de funcionamiento se han quedado obsoletas.
El comunismo es inllevable, el capitalismo nos deforma; o es el estado que se impone o es el mercado quien nos domina.
El individuo se difumina.
Las personas dejamos de decidir sobre nuestro futuro.
El cambio es necesario pero ordenado, con fines objetivos y consciente.
II
La solución debía de venir y estar en manos de los dirigentes; o bien los palpalpables o bien los fácticos. Es decir o la política o los elementos endémicos, es decir, las fuerzas económicas.
Los primeros son unos grupos de engañados por el poder y tentados y corrompidos por el dinero, que mas que ayudar, perturban, ensucian y molestan.
Las fuerzas primeras, las económicas, el baile del dinero, son muy listas y actúan dentro del sistema, con normalidad y legalidad. Estas van deformando el futuro.
Vemos con absoluta normalidad los actos racionalmente ridículos pero que están totalmente enmarcados en la sociedad.
La acción, visión y objetivos, en el campo empresarial actúan, pues así se permite dentro del marco y estructura legal.
III
Me cubro de vergüenza cuando oigo a la clase política vociferando mentiras, conclusiones interesadas o verdades escondidas y, como puntilla, toman al pueblo como tontos e ignorantes.
Votamos, pues sentimos la obligación dentro de la democracia y por las ansias de cambios. Si solo fuera por su presencia y el contenido de sus discursos, lo que nos llevase a salir de casa a votar, el tanto por cien de los que saliésemos se dividiría, digo yo, entre seis al menos.
Los excluidos, auto o por diferentes razones, del funcionamiento social, no traerán los cambios. La protesta de esta manera solo produce mas desequilibrios sociales que son mas perjudiciales para los individuos.
El cambio ha de ser ordenado y profundo.
No formal, sino básico y esencial.
No es una corbata o pendiente, son unos valores formadores y constitutivos u otros.
IV
La solución es difícil y complicada.
No es el darle la vuelta a la tortilla, sino que ademas hay que cambiar la sartén.
Digamos y por ejemplo que la máxima competitividad sin mas razón que ella misma, enajena al individuo.
La ambición material no satisface ni justifica la vida de una persona allá, en los albores de su vida.
La formación espiritual, vital, social y cultural permite a las personas, realizarse como tales.
El ser humano tiene una diferencia abismal con el resto de la naturaleza que lo engendro.

No la imitemos y actuemos tal y lo que somos.

EL DERECHO A LA DIFERENCIA






El propio sentimiento de diferencia, es el primer síntoma de unión.
Todos lo sentimos ya que se manifiesta en cada momento de reflexión, en todo intento de una explicación, en cualquier campo, tales como la inquietud sobre el futuro humano, la inserción en una realidad impuesta, el juicio de los modos actuales y asuntos parecidos, traen consigo, o como primero o consecuente el asunto de la inserción del individuo y su propia particularidad en la colectividad humana.
Cada problema que el individuo considere como elemento formador y particular de su persona, haciéndola característica propia y diferente al resto, es un error, pues la uniformidad es bastante mayor de la que entendemos desde nuestra viciada visión particular. Unión que parte del error existencial sobre una unidad significativa del homo sapiens. La conciencia de nosotros mismo nos dio la individualidad y diferencia.
Será por propia definición imposible ubicarnos correctamente.
Siempre entenderemos a los demás a través de la comunicación oral o escrita que se aleja mucho de los sentimientos primeros de acción. El filtro imperante de la corrección de los sentimientos en las construcciones lingüísticas puntualiza a los pensamientos y los recubre de unos mecanismo que hacen que no sean lo que son. El intento de dar racionalidad comunicativa al mensaje, en ocasiones lo deforma debido a su forma desordenada pero real y existente.
Te observas, te estudias y te analizas e inmediatamente te encuentras con la incapacidad de colocar a los demás respecto a tu persona o al revés pues esto incluye la toma de postura sobre la validez y objetividad de tus opiniones.
Estamos sujetos a nuestra individualidad.
Es un pensamiento que será en la modernidad y en la filosofía contemporánea cuando surja. Esta corriente del pensamiento en la que deja de meter al individuo en un saco común en la visión objetiva y correcta de la totalidad.
Comenzando por el último empirísmo de Hume, desde el Voluntarísmo de Nietzcsche, pasando por los juegos del lenguaje de Wittgenstein y acabamos, por buscar un sitio en el Raciovitalismo de Ortegqa y Gassett el individuo y sus movimientos como individualidad, será el centro de atracción.
Pero, entonces, ¿cual es el futuro en nuestra capacidad de construir de manera correcta y sin caer en tu propia persona como juez de tus propias acciones como parte integrante?, ¿es que será posible montar una filosofía estructural, estática, total, concretada y objetiva desde nuestra individualidad?, ¿cómo podremos salir de nuestra pequeñez?
No es un modo operante que te lleve a la desesperación de la ignorancia.
No es un marco imperante en el desarrollo de la vida.
Es el camino de las respuestas y es en si, contenido correcto vital.
Pero, como consecuencia inevitable será que el pensamiento, la reflexión humana o la filosofía deben de partir del principio de la diversidad y diferencia necesaria, evidente e intuitiva propia de cada individuo.
Paseando por la grises aceras de mi ciudad, miraba a cada uno de los que me cruzaba y pensaba sobre ellos diferentes comentarios con sus aspectos. En aquellos momento me vi juzgando desde el atril de la justicia como si en algún momento tuviese capacidad para ello, hasta que eres consciente que no eres más que otro que también, al pasar tú por su lado, le has provocado la misma reflexión con el mismo grado de verdad que la tuya. Ni mas ni menos.
Démosle libertad al pensamiento y no nos sintamos aturdidos o mareados frente a todo lo que nos encontremos.
El miedo de romper el sentimiento de la normalidad hay que superarlo, pues esta supuesta normalidad no tiene ninguna existencia.
Rompamos con las necesidades impuestas.
Aceptemos nuestra variedad en todos los sentidos, siendo el primero y fundamental la necesaria visión única y tuya de los acontecimientos.
La convivencia es un hecho humano. Nuestra familia, genero y especie son y somos sociales por naturaleza. Esto hará que estas construcciones intelectuales dadas en la concepción de la sociedad o el individuo deben de estar sujetas a unos mínimos concurrentes hacia la propia persona y su existencia física y material.
Que todos comamos pero que cada uno piense como su cabeza le dicte y no tengamos miedo a mostrar nuestras diferencias.
Es complicado y difícil vivir en mundo totalmente estereotipado, tanto en pensamiento como en formas y mantener tu propia personalidad y tus propias características diferenciadoras.


 No es un escrito contradictorio pues defino y en todo caso, de manera negativa, y hablo de un modo de operar que sí que tiene una dimensión objetiva y coyuntural.

viernes, 24 de enero de 2014

ESCRIBIR DESNUDO



El escribir es un asunto peligroso y delicado pues cuando lo haces y después, pinta, de un color u otro, todas tus actividades vitales.
El escribir significa, de por si, el tener una visión espiritual, abstracta, estética o doctrinal que, en la mayoría de los casos cuando no son una pura crónica descriptiva, es extensible al resto de tu vida.
El escribir significa contemplar a la realidad y juzgarla, bien con la razón o bien con los sentimientos.
El escribir significa vivir al desnudo ante la realidad.
El escribir es vivir buscando la verdad, fuese ésta del tipo que fuera.
El escribir literatura o filosofía implica una calificación de la realidad que nos circunvala, con toda la ansiedad, en forma de alegría o decepción que ésta nos puede dar.
Me encuentro con muchas personas que son absolutamente diferentes a cualquier tipo de escritor precisamente por el problema que estos tienen y ellos no. Este problema, esto que te incita, sería el tratar de comprender o vivir el mundo que nos rodea en su más alto grado de realidad.
Y ¿qué se quiere?
¿La verdad?
¿La belleza?
Fundamentalmente el que escribe siente inquietud ante la búsqueda de una realización que sólo te la puede dar la comprensión o placer estético transmundano, y que sólo tiene un camino, sólo tiene una manera de saber si era el correcto al final. Y esto no es una evidencia pues un libro siempre es un acto subjetivo y personal que sólo obtiene juicio objetivo al ponerlo, una vez acabado, en manos de los lectores.
Inquietud, impaciencia, perdida, la persona, en tus pensamientos.
Aquellos que vivan en el mas absoluto y macabro espíritu repetitivo y sin razón de ser, no sufren por la verdad o belleza. Verdad puntual y una belleza formal y esteriotipada.
Aquellos que buscan estas dos cosas, la verdad o la belleza, entran en el mundo de lo absoluto y se alejan, sin remedio de la inmediatez y la sinrazón de las risas como elemento formal para evadirse de la realidad.
- ¡Voto por mi incomprensión! - me dijo aquel, quiero la felicidad de la ignorancia a la pesadez de descubrir un mundo que no te gusta.
Entiendo que donde más se da esta sensación de desasosiego ante tu incapacidad de dejar de buscar, es en la filosofía.
Pero, un tipo especial.
Si nos remontamos en la historia, la filosofía fue, en un principio una ciencia más, después se distinguió pero siguió con su aspiración organizadora, hasta que llegó la filosofía contemporánea y ésta se fue acercando poco a poco y más al individuo como unidad.
Pero aún hay mas, y esto estriba en escribir filosofía de manera narrativa, en espíritu y forma, es decir aquello que intenta situarnos y colocarnos en un supuesto sentido o significado que nos rodea, de una manera narrativa y propia huyendo de las estructuras que te alejan de tú mismo (Marie-agustine monford)
La soledad de la que piensa mas allá de lo inmediato o del que vive en la nube de la belleza no es fácil de llevar.
Para obtener estos adjetivos no has tenido que vender libros o cuadros.
No escribimos bien, pero nuestra mente tiembla ante la temática que estamos tratando o no dibujamos bien pero mi corazón llora cincelando las formas de aquella pamela que nunca ya más volveré a ver.
Si queremos englobar toda esta problemática quizás debamos hacer alusión a la ya tan resonante, pero no por ello menos cierta, calificación de este mundo como una gran búsqueda del placer físico.
No podemos huir de nuestra naturaleza definitiva y definitoria.
Sentir conscientemente y razonar con el corazón huyendo con toda la potencia que pueda sacar de las banalidades cohetaneas.
¿Es que es malo vivir en ellas?
Pues no lo sé en términos absolutos, pero si que sé, a ciencia cierta, que a mi y a otros, no nos producen satisfacción ni tranquilidad espiritual


 ¡Maldita sea!, ¡Qué no se nos olvide que tenemos un espíritu que partió hace ya miles de años de nuestras zapatillas con las que pisoteamos el mundo físico!

jueves, 23 de enero de 2014

LA NUEVA FILOSOFÍA




No encajan por ningún resquicio lo entendido hasta hace unas décadas por filosofía con la comprensión del mundo en loa actualidad.
De pronto, tras leer las primeras páginas de la metafísica Aristotélica y subir la cabeza mirando a mi al rededor, me siento aturdido igual que un elefante en la albufera.
¿Ontología?, ahora ya es una palabra sin sentido.
No fiscalizo contra ella.
No acuso a nadie de nada.
Simplemente abogo por ser conscientes de dos cosas.
Una, el camino ha de ser diferente pues ya no tiene cabida explicativa estos movimientos intelectuales resolutivos, y dos, hay que estudiarlos para que nos enseñen a pensar, pero no hay que cargar con el peso de sus conclusiones donde y cuando ya no valen para nada.
La filosofía como arte fue, pero ahora ya no.
Tenemos que aplicar nuestra capacidad de raciocinio en dar explicaciones y mecanismos de realidades que nos rodean, pero todo con la necesaria función de tener algún tipo de utilidad aplicable a las personas.
La etimología de la palabra, denuncia su cometido.
El amor al pensamiento deductivo, filosofía, es un acto de divertimento que ya no tiene cabida.
Hagamos filosofía en voz alta y no razonemos sobre la entidad abstracta del ser, sino por la concreción del ser, de lo que somos, y digamos, las personas, y concluir su desarrollo natural entonces.
No reúyo de los grandes que tanto admiro y disfruto, pero animo a un cambio del contenido y dinámica de la filosofía si no se quiere condenar a su desaparición.
Necesitamos, de los mal llamados filósofos entonces, se suban a los atriles y hablen en público respecto a los quehaceres propios de la vida.
Debemos de buscar la razón de ser humano, es decir la capacidad de pensar, circunstanciarse y actuar, pero y aquí suscita la diferencia, aplicarlo y hacerlo tangible y llevable para todas las personas.
La abstracción Platónica es una gran cosmovisión interantísima, llena de actos intelectuales magníficos, de motivos de ser enormes y un gran acto de satisfacción para aquellos que lo estudiamos. Pero, y me duele decirlo, no hay nunca que olvidarlo, pues nos forma como persona, pero en la actualidad necesitamos algo más.
La vuelta de torna kantiana sirve para entender nuestra visión de la realidad, pero actualmente no soluciona ninguna situación pertinente.
Marx, no ha sido aplicado jamás como el entendió que eran las cosas, pero ahora ya el contexto mundial han cambiado tanto que se convierte en un ejercicio de comprensión de las relaciones humanas más que de un hecho explicativo.
Hegel, ¡ahy!, este gran pensador si que se escapa de todo posible amor por parte de los ciudadanos actuales. Disfruté mucho en el transito de su comprensión, hasta el punto en el que la vida me apartó de esos pensamientos y me vi caminando con los pies y por la calle.
El existencialismo del siglo XX. Emocionante, identificado me sentía en ocasiones, pero quiero más y no quiero quedarme en la angustia
El pensar sin ningún axioma practico, es decir, sin ningún hecho vinculante, debe de ser el futuro de la humanidad.
Tenemos que educar personas capaces de tomar decisiones ante los acontecimientos. Valorarlos, calibrarlos, razonar y actuar. Repito y actuar.
Debemos de sacar a la filosofía de la cueva de los privilegiados que aquellos la metieron y cultivarla en el campo de la realidad.
Quiero estudiar a Liebniz pero quiero aplicar su lógica y pensamientos, una vez asumido, a la solución razonada de los conflictos de una comunidad de copropetarios del edificio.
Que se vayan del poder aquellos que no saben y que lleguen estos que les han enseñado a pensar pero a subirse a la palestra y comenzar a contar aquello que se considere soluciones.
Saquemos a Sócrates de su tumba, pero no para que introduzca las ideas sin forma física, sino para que discuta, dispute y se enfrente al poder actual, a la miseria del poder actual. Aquello que le costó la vida allí, Atenas y entonces, siglo Vadc, ahora ya no lo condenarían a muerte (aquí en España, al menos) y nos vendería muy bien que una persona, independientemente de su sexo, por supuesto y como tontería por decir una evidencia, cambiaría muchas cosas.
Aquellos que sepáis filosofía, salid de las ataduras del pasado, perderle el miedo al presente y pensar en vuestra capacidad formativa del futuro de todos.


Sin repaso ni segunda lectura. Allá va.

lunes, 20 de enero de 2014

LA PATOLOGÍA CRÓNICA DE LA DESCONFIANZA Y SU CURA




Imposible me es en ninguna ocasión, encontrar un tono de confianza fuera de los círculos pequeños, cercanos o altruistas.
En el trabajo, en la política, en la vida pública, la vista rasa y sospechosa con el que está a tu lado es un hecho muy corriente y aceptado.
El mundo accidental ha traspasado las reglas y normas básicas del funcionamiento del mercado a las puras y duras relaciones humanas.
Los medios de comunicación provocan desconfianza.
Los partidos políticos también.
Las grandes empresas, como no.
No me ahogo en la desesperación.
Relato una verdad.
Es un hecho acomodado en nuestra sociedad por varios motivos y razones, tales como estos:
- La organización jerárquica.
Salvo algunas empresas de ámbito familiar o algunas grandes empresas que establecen una cooperativa, el tanto por ciento más elevado de los trabajadores tenemos una nómina y nuestro puesto es decidido y juzgado por una persona con la potestad para ello. Normalmente pocos tienen acceso a ella. Ante esto, surge en muchas ocasiones una farsa entre aquellos que la tienen y los que no. Del anverso hacia del reverso y al revés. Se actúa en vistas, a la solución por qué no, pero y siempre el modo de operar estará condicionado a las impresiones que dejes sobre tus actos o los comentarios que puedan suponer. Cuando el poder de las opiniones de los demás ante tu falta de defensa directa existe, aumenta el grado de desconfianza. Las personas, en demasiadas ocasiones, estamos desposeídos de nuestra posibilidad de justificarnos.
- La forma y el contenido.
No trabajamos nunca jamás con la sinceridad propia sino siempre con la formalidad exigida. ¡Pues tantos conozco yo que ponen la sonrisa donde clavarían el cuchillo!, ¡cuantas falsedades formales sabidas y tratadas con normalidad!, ¡Cuanto lo sabemos y cuanta falsedad emitimos negando tanta farsa!
- La falta de valores cívicos.
¡Cuanto dudo de los principios Antropológicos de Rousseau!, me escondo en la cueva de la ignorancia pensando en las circunstancias que mandan y configuran a la persona. ¡Quiero creer que todo es consecuencia de una mala educación!. La educación en ellos, en principios de convivencia, es el axioma primero para la forma metropolitana que hemos adquirido.
- La acumulación de personas.
Es claro y evidente que la convivencia con un número amplio de individuos a los cuales apenas conoces, dispare tu desconfianza hacia ellos, pues en general es complicado vaticinar la salida que tomará en aquellas circunstancias. Remontándonos en el tiempo o yéndonos a pequeñas poblaciones, el nivel de desconfianza crónica y patológica es menor por la familiaridad en las personas con las que convives.
- La máxima interdependencia.
No te puedes, como hizo aquel anacoreta pero no misantrópico llamado Zaratrustra, subirte a la cueva y vivir observando los vaivenes de cualquier lugar. Estamos vinculados obligadamente a una serie de circunstancias, entidades o personas, que independientemente de tu pensamiento sobre ello, estarás obligado a convivir con esto. Esta situación te hará estar al ladito todo el día de aquel que tan poco apego le tienes y él tan poco de ti. No podemos, casi ninguno, coger el barco y huir a cualquier otro puerto.
- Los intereses propios.
La individualización de los actos e intereses es un movimiento asumido, estudiado y contemplado con normalidad. Cualquier tipo de acción propia en la búsqueda del bien de tu familia, especie y genero, es decir los primates homos y sapiens (las personas como fin – le dijo Kant a su alumno tras el examen ) no es un acto normalizado ni practicado. Aquellas personas que así lo hacen, en el caso de descubrirse, suelen ser elevadas a la montaña de los santos ante la falta de continuidad de estos actos propios de lo que seria una sociedad medianamente inteligente respecto a su futuro.
- La competitividad ensalzada.
El mercado libre sin límites, es un monstruo que no respeta a los competidores. La lucha por la riqueza y el poder es despiadada. El resultado directo es fácil. Saber que cualquiera de tu alrededor es un posible competidor y la desconfianza ante ellos debe de ser máxima.
- La resultante de malas consecuencias económicas
Sea quizás el momento más comprensible, el hecho del máximo apego a tu trabajo cuando sólo puedes traer poco dinero a casa y tiembles de pensar en alguna problemática en éste.

La solución será complicada, mucho, pero ante el asunto no tiene más opción para el cambio que su trasformación total.
Los pequeños ajustes o grandes cambios, manteniendo la misma filosofía (por llamarlo de alguna manera) en sus estructuras y modo de operar no solucionará nada, seguiremos desconfiados ante el mundo que nos rodea pues así éste nos lo pide.
Queda otra pequeña solución, a la que yo me aferro aun creyendo que no es mi decisión, sino más bien la imposición de la naturaleza mía y propia y ésta sería el asunto que dice que más vale que te engañen alguna vez que no fiarte de nadie el resto de tu vida.
¿Inocente?, bastante, y además desprecio a los listillos.

No me gusta ser agorero pero el mal funcionamiento, o al menos, el funcionamiento mejorable de las cosas en la actualidad es total y para esto hace falta primero describirlo, después denunciarlo y por último para que nada sea un sinsentido, cambiarlo

sábado, 18 de enero de 2014

LA ENAJENACIÓN DEL INDIVIDUO





Nuestra esencia primera, si la hay y fuese cual fuera, permanece escondida bajo las circunstancias que envuelven al individuo.
Sea cual fuere la época histórica en la que nos situemos, las personas y su desarrollo humano, físico y mental, está directamente definido por las estructuras que le rodean.
Actualmente es máxima la enajenación de la supuesta y querida, siempre, esencia, bajo una cultura metropolitana que aleja al ser humano de sus condiciones primeras en las cuales está definido. No las sé definir ontológicamente con la puntualidad necesaria, pero sí que sé que están ocultas tras ver la existencia de los motivos de funcionamiento actuales.
Aunque hiciéramos filosofía tratando de huir de toda la realidad imperante y circundante, no seríamos capaces de ello, a no ser que ésta cambiara pues siempre actuaríamos desde ella y siempre estaremos, entonces condicionados por los axiomas primeros de ella en el razonamiento.
Veo muy lejos de mi persona el movimiento que se ha impuesto como normalidad.
No hago apología barata.
No hago cánticos de deseos.
Describo una realidad en la que parece que no estamos o seamos conscientes.
Admitimos con normalidad unas normas de relación que son claramente inadmisible en la obtención de unos mecanismos de propios de nuestra constitución.
El los nervios, las prisas, las compras, los vehículos, el ruido, la falta de contenido y la imposición de las formas, la normalidad en la dependencia, la violencia normalizada, las mentiras aceptadas, las estructuras sociales y económicas construidas ajenas al sujeto y otras cuestiones, han sido vistas, como temas de resolución pero dentro del marco mismo que provoca los problemas. Y la enfermedad sigue.
No es un canto de desesperación.
Es una exigencia de cambio.
Y la educación es el hecho en el cual más se descubre este problema. Para el futuro se considera más importante las divisas que produzca un país, que los niveles educativos, de cultura y convivencia que tenga su pueblo en general.
¡Ignorantes!, hay que ser ciego para no verla, la educación, como directa y única solución a toda circunstancia.
Estamos totalmente enajenados por las normas de funcionamiento de un sistema.
No valoro, nunca jamás, una forma política u otra, lo que sí que hay que ser conscientes, es que el individuo como tal, está siendo olvidado.
La ética formal, proponía su autor principal, que el fin en todo acto debe de ser el propio individuo en sí y en su defecto la humanidad como género.
Pues no, actualmente no. No se da en ningún momento más motivo por el acto de acción que el beneficio, dándole, a éste, el beneficio de la operación, como un elemento calificativo que hace real y lo trasforma en un ente sobre el cual actuar. No se sopesa más que a éste.
La política actual, no se mueve en función del bien individual, sino en función de los tantos por ciento de votos obtenidos con determinadas operaciones.
El mercado actual, no actúa bajo las manos de los poderos. Va solo. Ni sube ni baja cuando un individuo lo decide. Los inversores actúan después de que éste, el puto mercado libre, con vida propia, suba o baje. No hay límites de beneficios ni de diferencias de ganancias entre todos los que los componemos.
La ciudad y los medios de trasporte, condiciona los movimientos y velocidad del individuo. Tú dejas de decidir el tiempo de trasporte y la velocidad y te subes al tren de las prisas en la ciudad.
Así pues cuando camino hacia mi lugar de trabajo y me cruzo con los individuos, pienso en la forma deshumanizada con los que la veo moverse.
Discutimos los actos y hechos que se dan y se producen, esta discusión, dentro de unos marcos determinados. No salimos de ahí. Nos tiene atrapados.
Soy totalmente consciente que el utilizar cierta clase de adjetivos calificativos y no sustantivos estáticos y técnicos, el pensamiento puede ser elevado a una opinión sin fundamento, basada en los movimientos anímicos y emocionales propios del autor.
Pues no, no nos engañemos más.
Utilizo nomás que unos razonamientos absolutamente objetivos.
No es una opinión sin fundamento.
La historia humana está llena de escuelas del pensamiento, hacia las cuales yo me siento mas o menos identificado.
Pero el pensamiento, en aquel momento, pudo tener cabida en sí.
Actualmente no hay tiempo para este y además poco dinero produce.
Soy débil, como todos y me arrastrará en algún momento, pero al menos seré consciente de mi error siendo esto el acto primero y necesario en el inicio de la resolución del problema.
¿Queréis que escriba Antropología?, ¿Gnoseología de nuestra esencia?, ¿queréis que haga un estudio de los conceptos y escuelas históricos de sociedad?, ¿sociología?, ¿queréis que habla de las diferentes vitalismos respecto a la manipulación histórica del individuo?, ¿vemos comparativamente los difrentes esquemas y estructuras filosóficas dadas en el pasado?
No, tal y como me decía Marie-agustine Monfort, hagamos Philosophe non-Standard y seamos inminentes con las situaciones.


 No carguemos con las responsabilidades y limitaciones del pasado del pasado.

jueves, 16 de enero de 2014

INTERNET



¡ufff!, Internet, ¡cuantas cosas buenas y malas nos traes!
Así, por qué no y para empezar, digo que he encontrado aquí círculos de interés temáticos que no afloran (pues muchos llevamos el germen de hacerlo) en nuestra realidad, por su absoluta indiferencia que se da por ellos. Hacer reflexiones sobre inquietudes internas y/o sobre filosofía es difícil que se den.
Aquí (donde estoy, en Internet) sí.
Esto entiendo que es buenísimo para nuestro desarrollo personal.
Es una acción excelente poder exponer tus pensamientos y encontrar conversaciones en los que se incluyan o participes con ellos.
Conocer otras visiones en diferentes paises y lugares y de personas que poco tendrán que ver contigo en su propia ideosincrasia
Y como todas las cosas tiene ese “pero” que construye con su puntualización.
Y este pero es que el cambio es radical y las consecuencia serán notables, tangibles y operativas.
No bueno ni malo, pero algo que compone un tanto por cien elevado en la trasmisión del mensaje como es los gestos que utilices, cuando realizas dibujos imaginarios con tus dedos, cuando moldeas las ideas entre tus manos con sus movimientos, desaparece. Ésto tendrá una consecuencia, mas pronto o más tarde en nuestra interrelación social.
Pienso que el escribir, libros digamos, se traduce en un acto reflexivo para transmitir un mensaje, del tipo que sea a desconocidos que jamás verá el autor. De ahí que ya desde el primer momento la descripción con palabras es lo único que se busca.
Pero en Internet no. El termino “ver” es metafórico totalmente, pero el termino conversación si qué se da literalmente. Y aquí cuando conoces al interlocutor, es más difícil y diferente conversar desde la distancia, con palabras y letras y su práctica incrementará la habilidad, rapidez y asimilación, lo cual implicará, según la frecuencia de uso y si ésto se convierte en hábito, que tendrá modificaciones a nivel relacional.
Tres, el asunto del Internet, puede llevarnos a una monotematización de los modos y fines del mundo en su totalidad. Los pequeños pensamientos quedarán reducidos a los pequeños círculos de amistades. El globalizar los acontecimientos da como resultado, por nuestra propia limitación a la hora de procesar la información, que sólo trabajemos con la mas importante a nivel general (qué será el nuestro dentro de la globalización.)
Corremos el peligro que la individualidad cultural, se difumine entre las teclas de los ordenadores.
Lo expongo en afirmativo pues son conclusiones que obtengo a sabiendas de que hablo sólo de un camino de continuidad, cuando hay más.
Es una asunto nuevo (¿25 años?, no sé) pero el ritmo de cambio a nivel relacional es potencial y esto tendrá con seguridad consecuencias a nivel social y cultural.
No habla de empobrecer o enriquecer, hablo de un cambio relacional, tangible y diferenciador.
Igual nos acostumbramos a dialogar con mas pausa acercándonos a la velocidad que se da cuando escribes o igual nos hacemos superfluos y rápidos en la conversación, o puede también que quizás la cultura personal aumente ante la posibilidad de consultar todo tipo y toda clase de información en el móvil quizás nos haga más ignorantes en la profundidad de nuestros conocimientos por no conocer más que datos puntuales de toda una generalidad., quizás aumente la relación social por la citación rápida que se da o bien disminuya la vida física social por la comunicación a distancia
¿La solución coger esto de aquí y un poquito de allá)
Aristotelismo hablaba de término medio como elemento moral y correcto. Los Griegos elevaron la razón en la explicación de su mundo circundante a todos los niveles, pero el gran, y siempre, Aristóteles nos habló de la teoría y no de la realidad. El término medio lo tienen los elegidos y estos no se si son.
Realmente los cambios serán grandes.
Mi anterior generación lo han conocido cuando ya sólo lo van a utilizar, sólo utilizar, mi generación nos lo hemos encontrado y es un elemento formador de nuestra vida, pero siempre como instrumento externo, la siguiente generación a la miá, la cual el móvil y demás son objetos cotidianos, Internet y la comunicación global serán parte integrante de su normalidad y en cualquier elemento constructivo, esta nueva comunicación será un elemento definidor.
Desde el momento en el que escribo esto y no debo, siquiera levantarme de la silla para encontrar opiniones sobre esto, o dar la miá sobre aquello, en mi caso, a 400 millones de hispano hablantes, es un acontecimiento importante que bien utilizado es bueno.
No hablo en ningún momento de realizar una acción normativa sobre el uso, ¡no!, ¡nunca!, pero (ya estamos otra vez) sí que tenemos que ser consciente del cambio no operacional sólo, sino esencial en la persona nos va a producir estos nuevos medios de comunicación.

Ya lo hicieron otros de una manera importante, pero ninguno supuso el nivel de cambio que la globalización total de Internet supone.

miércoles, 15 de enero de 2014

LA FILOSOFÍA A RAS DE TIERRA





La filosofía debe dejar de ser un conocimiento de élite intelectual.
No debe realizar grandes y difíciles razonamiento para la comprensión de aquello que sea.
La filosofía sólo tiene utilidad en su comprensión general de toda la sociedad sin ser en ningún momento conocimiento reservado a ciertas cualidades o calidades intelectuales.
La ciencia, por defecto, sí que trata con unos conocimientos que tienen igual sentido si sólo son atendidos por un grupo de científicos en la construcción de una tecnología que será disfrutada por toda la sociedad.
La filosofía en el recinto de los estudios, escuelas, círculos y similares, pierde toda su razón de ser.
La filosofía no está hecha para el disfrute personal.
La filosofía no es un intento estético.
Debemos de entender que el fin es la comprensión general del funcionamiento de la realidad y este descubrimiento, esta gran verdad si se diera, sólo tendría su sentido en el momento en que fuera conocido y puesto en practica por la totalidad.
La filosofía no es una ciencia contemplativa de los privilegiados.
La filosofía debe de ser un conocimiento al alcance de la mano de todos.
Y para que esto sea posible, ésta, la filosofía debe de bajar de las nubes de los términos abstractos y bajar a ras de tierra.
Es absolutamente inevitable, no aludir a términos genéricos y supramateriales.
Para dar una correcta comprensión, las alusiones a otros pensamientos también es necesaria.
Pero, todo esto, se puede hacer utilizando un lenguaje y estructuras accesibles. Que las extrañas palabras o vocablos no hagan a las personas huir de unas reflexiones necesarias sobre nuestra propia persona y realidad.
He trabajado y admirado a diferentes autores haciendo, ellos, Ontología. Un día traté de acumular los términos técnicos que se utilizaron en este análisis y pensé en la inutilidad de todo aquello.
Técnica, técnica, técnica, no.
Realismo sensitivo, sí.
Utilizando los adjetivos y adverbios que se utilizan con cierta normalidad, las ideas más hetéreas y sutiles se pueden explicar. Los conceptos más recónditos, pueden alcanzar una realidad si se es capaz de metaforizar, ejemplarizar o comparar con algún proceso actual.
Que se estudie filosofía, que se haga filosofía y que se lea filosofía, pero aquella que sea asequible e interesaste para toda persona aun sin ser de los que tienen conocimiento y dar valor, no sólo a la belleza del pensamiento, sinó a las repercusiones en la vida practica de la totalidad.
Si escribes filosofía, no etiquetes las acciones, no busques sustantivos acumulativos, no imprimas términos sin sentido para aquel que no hubiera leído y comprendido ese termino en otros lugares. Hay que hacer absolutamente inmanente y primera con lo que nos rodea.
Es complicado desligarte de todo lo aprendido, olvidar todo lo ya reflejado en conceptos e iniciar el camino de la filosofía desde el principio de este, es decir tu pensamiento propio. Pero y además, no sólo es el comienzo y además de tu pensamiento propio, sinó que además va dirigido a tus vecino de tu casa y no a tus compañeros en los estudios.
No se puede empezar a esbozar ninguna teoría resolutiva, negando cualquier pensamiento existente en la historia de la filosofía. Ésta, está desligada del pasado en el momento en que se empieza como opinión propia.
Divulgación, divulgación sí.
Especialización, especialización, no.
Si la Filosofía deja de ser un conocimiento al alcance de todos, pierde toda su utilidad y razón de ser.

Pasmado y enamorado me he quedado después de comprender los razonamientos lógicos en sus diferentes maneras, pero siento hastío ya de permanecer oculto entre las verdades de los libros o las conversaciones marginadas.

Quizás hacer de la filosofía una práctica común, el mundo fuera mejor.

LA VIEJA Y LA NON-PHILOSOPHIE



Cada paso que daba hacia el bar circunvalando el pobre barrio de las afueras de la ciudad me alejaba más de la desesperación propia de la modernidad.
Lo repetitivo en el error, la continuación del engaño, me mataban, me hacían cojear en el camino a ningún sitio. Era en el sucio barrio donde encontraba la diferencia y el Hachís que la vieja madre del traficante que mataron en un ajuste de cuentas, me guardaba por la amistad que tuve yo con él.
Venía recordando la cara de mi jefe, por un lado, en la cual el dinero había tatuado gritos de muerte que jamás los iba ya a perder y también la desconsolación de mi compañero en el despacho que sin peligro económicos, estaba desesperado pues buscaba siempre un sentido a su vida, navegando entre mares de la trascendencia y acababa siempre de la mano de los Dioses llegando a la playa.
La vieja me abrió la puerta. Los ojos fríos y la sonrisa imperterita me recibieron. Sé que le gustaba tenerme allí. Era diferente a los que habitaban el barrio, ella era consciente de mi consciencia de la miseria en la que vivíamos. Nos alegrábamos de vernos y nos sonreíamos. Era como dos mundos diferentes, que se deshielan juntos bajo los rayos del sol. Estar con ella me era como huir de la vulgaridad, de lo repetido, de lo que encadena, de los que me dijo la amiga de mi amor, en aquel bar donde las conocí a las dos, cuando me machaca la filosofía estándar. Hastiado estaba de flotar por la mentira de la realidad huyendo hacia lugares que no existen.
No eran muchos, no, pero con los gramos que me vendía hubiera tenido que ir, con seguridad, al menos a dar explicaciones a la comisaria. Cuan poco me importaba y cuan a gusto me gustaba nadar en la ilegalidad, pero no por beneficio, sino por esconderme un rato, a veces, de mi propia mirada correctora del ¡qué haces!, que las costumbres, hábitos, ideologías, principios habían marcado a fuego a lo largo de mis brazos.
No me preguntaba por mis hijos por que sabía que era lo que más me hacia sufrir ante la miseria del mundo, no me preguntó por mi mismo pues sabía que yo no sufría pues me sentía lejos y sólo observaba, no me preguntaba por mi mujer por que sabía que se fue con otro pues a mi no me interesaba el coche que a todas sus amigas sí. Me habló de su hijo, pues ademas de marginación que los dos le dábamos a la vida usual, era nuestro único tema de conversación.
Sentados en el último rincón de la vieja casa, allí donde las preguntas sobre la realidad no se amontonaban en la puerta de mi alma, donde mi espíritu volaba en la libertad de no sentirse diferente, mediamos y pesábamos los pocos y humildes gramos que me llevaría. Ella fue, por necesidad, la que introdujo a su hijo en el trafico. Gano mucho cash, mucho, hasta que lo mataron.
Pasó tres años buscando a sus asesinos entre los otros clanes de los barios marginales. Pero no era una madre que iba a querer con desesperación a la sombra de una alegría convertida en la realidad de una tristeza y pronto se dedico a vivir desde la tranquilidad que su hijo le dejó en forma de dinero y risas.
Tocaba su fuerza, disfrutaba con el dulzor de su potencia. A sus setenta y dos años ya, hubiera pateado y sacado por la puerta, si de virtud y valor psíquico habláramos a muchos de los rompeculos y chupapollas que compartían sonrisas en mi bufete, que me daba para comer, fumar y conducir y nada absolutamente nada para mi persona-
Me fui. La melancolía se enrosco en su mirada pues otra imagen de su “pollito”, de “ese hijo que fue mi alama” se iba por la puerta, ahora duró sólo tres metros hasta que yo me giré, le guiñe el ojo, me metí la manos en el traje y me fui. Todos me conocían y me podía pasear por allí, vestido con un traje de chaquetas de aquellos que se creen libres y están atrapados más que ninguno.
Llegué a casa. Desenvolví el asunto. Lo lié y lo comencé a fumar.
Conseguí volver a mi inmanencia.
Deje de huir hacia unas explicaciones que me sacaban de lo que hay.
Las realidades virtuales me mareaban y sólo me sentía bien observando la punta de mis pies descalzos sobre el sillón, repitiéndome que eso es lo que había.
La reflexión sobre el mundo era muy útil, constructiva, fructífera, pero me había prometido a mi mismo que jamás volvería a huir hacia lo que no existía pues me costó mucho salir de engaño y lo pagué con cosas muy caras.
Non-philosophie -me decía, mientras llegaba a observar el mar desde el ático que empeñando mi vida futura había comprado en el mejor sitio de valencia y mi Carmen, mi ex mujer me permitió quedarme pues el gran, magnifico e impresionante empresario como regalo de su boda le había doblado con otro inmueble.
Añoraba más la falta de mentira del pequeña casa de la verdad donde vivía la vieja que el lujoso palacio de la mentira donde todos, pero todos, alguna vez tenemos ganas de instalarnos y vivir.


 La mentira, si tienes dinero, es cómoda, la verdad, siempre, siempre es más difícil.

sábado, 11 de enero de 2014

LA RAZA ÚNICA





Hubo un momento en el que el ser humano dejó de ser modificado por la realidad circundante pues se independizó de ella con la unión de los individuos en sociedades primeras y comenzamos nosotros a trasformarla con la venida de diferentes técnicas manipulativas. Y entonces fue en aquel momento cuando el homo dejó de evolucionar.
Y comienza aquí la cuestión y problema.
El problema radica en que vivimos en unos cuerpos preparados y acondicionados para unas circunstancias que se dieron hace, al menos, 50.000 años y que en los últimos cien años han cambiado totalmente.
La actividad física ha sido el primer y principal problema evolutivo.
Tenemos un cuerpo preparado y diseñado para realizar una serie de actividades físicas y que en el caso de no realizarlas, se produce una disfunción y atrofia en éste.
Debemos de abandonar la vida sedentaria principalmente porque nuestro organismo no está preparado para ella y nos trae problemas.
Tenemos unos sentidos justos en aquellos momentos y excesivos o débiles para estos. Para la contaminación acústica de las ciudades no estamos preparados y es una anormalidad en nuestro desarrollo.
El desajuste evolutivo con la situación contraída con la aglomeración humana y el progreso técnico es grande, mucho.
Permaneceremos enclaustrados ya en lo que somos y ya no habrá ningún proceso de selección natural al no haber ninguna, absolutamente ninguna, característica física que provoque el mayor número en la descendencia que otros.
Actualmente, el número de hijos, depende de cualquier factor, menos de unas características biológicas determinadas.
Desde el momento en el cual las características físicas dejan de ser ventaja ninguna a la hora de la reproducción y supervivencia de la descendencia, la selección natural está perdida y el destino inevitable será la mezcla total de razas y la desaparición de las mismas.
Las razas no son más que el producto de la especialización ambiental, la selección natural en unas determinadas circunstancias, que hizo la composición de individuos con una serie de características particulares.
Hoy la generalización de las condiciones de supervivencia son únicamente variables según el factor de las guerras y actos violentos propios de la región. Ya no habrá ninguna condición externa a las propias personas lo que condiciones la supervivencia de las personas.
La globalización hará que mas tarde o mas temprano desaparezcan las características diferenciadoras entre los grupos humanos y sólo permanecerán las individuales.
La igualdad física se habrá generalizado.


 Compartiremos unas características comunes máximas en las totalidades y tendremos unas diferencias máximas también entre los individuos.
¿Seremos capaces de contraer la independencia de la Natura con garantías de futuro?

martes, 7 de enero de 2014

FILOSOFÍA Y CIENCIA



La comprobación empírica es la linea divisoria entre la Filosofía y la Ciencia.
Se observa, se especula y se concluye. En ambos dos conocimientos estas maniobras son las mismas siendo esto lo que producen su semejanza y confusión en sus límites.
Fue Galileo Galilei el primer pensador que aplicó el método empírico como elemento definitorio de sus conocimientos y fue, entonces, el primer científico, en todas sus dimensiones.
Aristóteles también estudió la natura y escribió tratados sobre el funcionamiento de ésta. Estos tratados eran puras y duras especulaciones sobre lo observado sin ninguna comprobación empírica. Dio datos tremendamente racionales y que constituían una cosmología completa y coherente Su teorización sobre el funcionamiento fue completa, tanto esencia, naturaleza, estructura y forma total. Pero, y aquí comienza las diferencia, pues contestó al por qué y al cómo pero no se podía hacer ninguna predicción futura sobre la naturaleza anímica que entonces se apreciaba.
Y llegó el gran e inmenso Galileo. Observo la naturaleza, experimento con ella, tomó sus datos y apuntes sobre los resultados de estos ejercicios preparados, los teorizó y tras esto repitió los experimentos calculando los resultados según las leyes propuestas. Si los resultados coincidían con lo sucedido, formalizaba estas leyes y postulaba teorías completas sobre la temática y comenzó a calcular el futuro. Y así surgió la ciencia.
La ciencia siempre entendida como un proceso empírico que nos permite un calculo de futuros estados.
Todo lo que no cumpla estos requisitos, entorno al pensamientos sobre la naturaleza de las cosas y su funcionamiento es, filosofía.
Einstein, realizó la teoría general de la relatividad, hablando de figuras abstractas como sería el tiempo relativo, tras la medición de la velocidad de la luz en los lados opuestos del globo terráqueo, y comprobó que en una y en otra la velocidad era la misma independientemente de la velocidad del primer objeto. Comprobación empírica. Ciencia.
Max planck y la física Cuántica, también alcanzo estudios sobre lo infinitamente pequeño tras realizar comprobaciones empíricas de los efectos de los fotones. Predicción, Ciencia.
Pero y sin embargo, Marx, que realizo estudios históricos documentados sobre las relaciones sociales y económicas, utilizando elementos muy cercanos a nosotros, no hacía ciencia, sino filosofía, pues sus estudios no serán, nunca jamas mas que una teoría supuestamente explicativa y para nada predictiva.
Rousseau, nos describió el origen de la sociedad y nuestra naturaleza propia. Realizando unas estructuras y razonamientos correctos y posibles, cercanos a nosotros y vividos. Los podíamos utilizar como elementos explicativos, pero bajo ningún estado nos llevaría a un estado conclusivo exacto sobre situaciones futuras.
Así y muchos ejemplos en ambas direcciones nos encontramos con el mismo proceso y elemento definidor entre la Filosofía y la Ciencia. Los dos necesitan de observación y especulación, pero la ciencia es empírica y permite cálculos en el futuro y la filosofía nos describe cómo somos nosotros en el mundo y en la actualidad y nos permite, en todo caso, el calculo en función de estos datos, que debiéramos de hacer.
Si que es cierto que en el máximo límite de la ciencia se llega a la filosofía ante la imposibilidad de demostración empírica, pero sin dejar la especulación sobre el mundo físico. Como ejemplo de ello, nos encontramos que la teoría del big ban de Stephen Hawking su tiempo ilimitado en la aparición desde la energía y su vuelta a ella del cosmos es realmente similar en su concepto al tiempo continuo, sin principio ni final, que se manejaba con asiduidad en la Grecia clásica, Atenas, por digamos y otra vez Aristóteles.


 Aquí el límite se difumina pero nos encuentra tan lejos que no merece la pena su discusión.

lunes, 6 de enero de 2014

LA MENTIRA SOBRE LA FILOSOFÍA.



Lo primero que debemos de hacer será definir correctamente el objeto de la discusión y éste es el sustantivo Filosofía, es decir y en este caso, un conjunto de acciones que llamamos así.
Aquí encontramos ya una primera cualidad. No es el nombre que corresponde a una unidad, sino que elude a un conjunto de acciones, las cuales, por necesidad del sustantivo, tienen que tener una circunstancia en común. Esta circunstancia es lo que hace el grupo entendido como unidad, pudiendo y habiéndolo, diferencias entre unas y otras prácticas.
El asunto vinculante, es la abstracción. La abstracción se produce cuando no hablamos de ningún objeto material, es decir ideas vinculantes. Y aquí me paro en su definición, pues son constantes en la propia historia de la metafísica, saber integrante de la filosofa, las especulaciones y demostraciones sobre la naturaleza de estas, digamos, ideas con las que trabajamos cuando cometemos abstracciones de esta realidad material.
Una vez definido el objeto, denuncio la equivoca utilidad y definición que se le da a esta ciencia, conocimiento, pensamiento o actividad
Me encuentro dos perspectivas. Una, enfocándome inserto en unos movimientos intelectuales que serán entendidos y vistos como unidad operante en un futuro y de la que no es consciente la persona participativa y el otro que sí que soy consciente de la que hay, o mejor, de lo que no hay. Y siento la segunda.
La filosofía actualmente ha perdido todo su grado de interés medianamente mediático y participativo de la vida social y sí que veo y entiendo que, de antaño, estos movimientos filosóficos interpretativos de la realidad, aun no teniendo repercusión completa que hemos visto, en su propia temporalidad, ya eran escuchados y considerados. No juzgo ni numero, pero más que en mi actualidad.

- La filosofía no vale para nada – le dijo Juan a Andrés.
Y Andrés le dijo
- A ver, amigo, si tú has de tomar cualquier decisión sobre la acción que realizas en vistas al futuro, deberás de tomarla en función de lo que existe ¿no?
- Sí, claro, tengo que saber, para actuar, Qué quiero cambiar.
- Entonces déjame que te explique que esa es justo la acción de la filosofía. Describir lo que hay o somos para después de esto, decidamos donde y como queremos y ir y entonces que hemos de variar de esta realidad existente.

Hablo de  la visión equívoca que se tiene de la Filosofía al ser concebida como un conocimiento puramente ilustrativo y cognitivo de la realidad, sin más repercusión que la formación propia del sujeto.
Mentira y no dejemos que se coman la Filosofía, la acción de filosofar.
Si buscamos cualquier cambio, imagino que a mejor, en nuestra sociedad y en cualquier otro ámbito, hagamos filosofía, filosofemos en la compresión de las entidades y los hechos y encontraremos las soluciones a tratar de aplicar.
Sin pensar sobre lo que tenemos, es un navegar sin rumbo o un andar fuera del camino.
Exijo la actividad reflexiva en el funcionamiento humano y social.
Difícil es encontrar un lugar en el cual te encuentres con una conversación reflexiva que se salga de la inmediatez del momento, juzgada y vista sin el menos ánimo conclusivo más que acción física y resolutiva propia del momento.

Es difícil sacar estas palabras de los contextos sin encontrarte con el silencio, aunque me digo que es una parte formativa de nuestra propia naturaleza.

viernes, 3 de enero de 2014

LA REALIZACIÓN. EGOÍSMO Y GENEROSIDAD




El egoísmo es un callejón sin salida.
Es el teatro que nos desfigura.
Vivir mirándose así mismo nunca produce satisfacción ni paz interior ni realización.
El actuar pensando hacia ti, te produce dudas en cuanto a tus actos, pues éstos tienen el sentido y la validez en las comunidades humanas. Solo, en el mundo, no tendría sentido calibrar los actos que realizases
Cuando se marcha en esta dinámica, los problemas respecto a tu comportamiento son continuas y constantes.
Nuestra sociedad nos cría en este caldo de cultivo y provoca acciones de acumulación material y de poder propio y único bajo el disfraz de la felicidad.
Aquellos que su vida la desarrollan hacia los demás encuentran satisfacción en sus actos y acciones y no tienen dudas sobre el resultado en sus movimientos.
Tus errores son mas permisivos y la benevolencia propia hacia tu persona, se eleva a la potencia.
La tranquilidad de la acción pensando en los demás es producto de la falta de dudas sobre la validez de tus actos.
La pura y dura realización humana en la satisfacción y desarrollo personal sólo se encuentra en las acciones realizadas y está solo se encuentra con seguridad cuando el motivo de tu modus operante es ayudar, respetar o tolerar las acciones de aquellos que nos rodean.
Cuando juzgas, vives encadenado al error.
Cuando discutes, te atrapas en el error.
Cuando perdonas y comprendes, eres libre del error de tus actos.
Lo veo en el mundo que me rodea y lo siento en mi persona.
La ambición, madre del egoísmo jamás tiene límite y te lleva a la desolación ante la falta de sentido. Es la corriente del rio que no llega al mar de la realización.
Vivir la vida como un accidente sin fin ni motivo te hace flaquear las fuerzas.
Vivir la vida como un hecho con motivos y finalidades, le da sentido y realización.
El punto en el cual las personas tenemos más cerca el acto de realización en priorizar tus relaciones externas, es la familia.
La primera unidad bajo estos parámetros.
La familia es por necesidad, naturaleza y evidencia, el espacio primero de búsqueda de transparencia en tus actos y ésta solo se encuentra en vivir en la generosidad.
El autocontrol es el camino hacia este destino.
El que se domina así mismo, tiene seguridad y razón de sus actos.
Y no hay mejor manera de tenerlo que el pensar en la persona que tienes en frente.
Es cuando te olvidas del contertulio y sólo piensas en ti, es cuando pierdes el control ante las acciones de los que te rodean, pues tu fin es la imposición y validación externa, que nunca sabrás si la tienes.
Rousseau y Home. No se contradicen el uno del otro.
Los hombres somos buenos por naturaleza y la mejor realización óptima es el positivismo realizador bajo estos margenes de actuación.


 La sonrisa de la persona generosa en acto y corazón eclipsa totalmente la mirada inquisitiva, oculta y escondida de aquel que sólo busca intereses en sus acciones y no la tranquilidad del espíritu cuando sabes que trataste de ayudarle.