sábado, 18 de enero de 2014

LA ENAJENACIÓN DEL INDIVIDUO





Nuestra esencia primera, si la hay y fuese cual fuera, permanece escondida bajo las circunstancias que envuelven al individuo.
Sea cual fuere la época histórica en la que nos situemos, las personas y su desarrollo humano, físico y mental, está directamente definido por las estructuras que le rodean.
Actualmente es máxima la enajenación de la supuesta y querida, siempre, esencia, bajo una cultura metropolitana que aleja al ser humano de sus condiciones primeras en las cuales está definido. No las sé definir ontológicamente con la puntualidad necesaria, pero sí que sé que están ocultas tras ver la existencia de los motivos de funcionamiento actuales.
Aunque hiciéramos filosofía tratando de huir de toda la realidad imperante y circundante, no seríamos capaces de ello, a no ser que ésta cambiara pues siempre actuaríamos desde ella y siempre estaremos, entonces condicionados por los axiomas primeros de ella en el razonamiento.
Veo muy lejos de mi persona el movimiento que se ha impuesto como normalidad.
No hago apología barata.
No hago cánticos de deseos.
Describo una realidad en la que parece que no estamos o seamos conscientes.
Admitimos con normalidad unas normas de relación que son claramente inadmisible en la obtención de unos mecanismos de propios de nuestra constitución.
El los nervios, las prisas, las compras, los vehículos, el ruido, la falta de contenido y la imposición de las formas, la normalidad en la dependencia, la violencia normalizada, las mentiras aceptadas, las estructuras sociales y económicas construidas ajenas al sujeto y otras cuestiones, han sido vistas, como temas de resolución pero dentro del marco mismo que provoca los problemas. Y la enfermedad sigue.
No es un canto de desesperación.
Es una exigencia de cambio.
Y la educación es el hecho en el cual más se descubre este problema. Para el futuro se considera más importante las divisas que produzca un país, que los niveles educativos, de cultura y convivencia que tenga su pueblo en general.
¡Ignorantes!, hay que ser ciego para no verla, la educación, como directa y única solución a toda circunstancia.
Estamos totalmente enajenados por las normas de funcionamiento de un sistema.
No valoro, nunca jamás, una forma política u otra, lo que sí que hay que ser conscientes, es que el individuo como tal, está siendo olvidado.
La ética formal, proponía su autor principal, que el fin en todo acto debe de ser el propio individuo en sí y en su defecto la humanidad como género.
Pues no, actualmente no. No se da en ningún momento más motivo por el acto de acción que el beneficio, dándole, a éste, el beneficio de la operación, como un elemento calificativo que hace real y lo trasforma en un ente sobre el cual actuar. No se sopesa más que a éste.
La política actual, no se mueve en función del bien individual, sino en función de los tantos por ciento de votos obtenidos con determinadas operaciones.
El mercado actual, no actúa bajo las manos de los poderos. Va solo. Ni sube ni baja cuando un individuo lo decide. Los inversores actúan después de que éste, el puto mercado libre, con vida propia, suba o baje. No hay límites de beneficios ni de diferencias de ganancias entre todos los que los componemos.
La ciudad y los medios de trasporte, condiciona los movimientos y velocidad del individuo. Tú dejas de decidir el tiempo de trasporte y la velocidad y te subes al tren de las prisas en la ciudad.
Así pues cuando camino hacia mi lugar de trabajo y me cruzo con los individuos, pienso en la forma deshumanizada con los que la veo moverse.
Discutimos los actos y hechos que se dan y se producen, esta discusión, dentro de unos marcos determinados. No salimos de ahí. Nos tiene atrapados.
Soy totalmente consciente que el utilizar cierta clase de adjetivos calificativos y no sustantivos estáticos y técnicos, el pensamiento puede ser elevado a una opinión sin fundamento, basada en los movimientos anímicos y emocionales propios del autor.
Pues no, no nos engañemos más.
Utilizo nomás que unos razonamientos absolutamente objetivos.
No es una opinión sin fundamento.
La historia humana está llena de escuelas del pensamiento, hacia las cuales yo me siento mas o menos identificado.
Pero el pensamiento, en aquel momento, pudo tener cabida en sí.
Actualmente no hay tiempo para este y además poco dinero produce.
Soy débil, como todos y me arrastrará en algún momento, pero al menos seré consciente de mi error siendo esto el acto primero y necesario en el inicio de la resolución del problema.
¿Queréis que escriba Antropología?, ¿Gnoseología de nuestra esencia?, ¿queréis que haga un estudio de los conceptos y escuelas históricos de sociedad?, ¿sociología?, ¿queréis que habla de las diferentes vitalismos respecto a la manipulación histórica del individuo?, ¿vemos comparativamente los difrentes esquemas y estructuras filosóficas dadas en el pasado?
No, tal y como me decía Marie-agustine Monfort, hagamos Philosophe non-Standard y seamos inminentes con las situaciones.


 No carguemos con las responsabilidades y limitaciones del pasado del pasado.

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