El sueño de la Poesía y el rayo de luz de la prepotencia actual.
Y cuando que en este brillo no podía cogerme más, los rayos de la prepotencia atravesaban todo el cuadro.
Los alubines aprendices movían sus aletas reducidas y los renacuajos vibraban sus pequeñas colitas al rededor de los gigantes verdes que con tanques y misiles en sus manos, amenazaban a los minúsculos espermatozoides que navegaban hacia un ovulo que nunca existirá.
La televisión explotaba de noticias, la radio se ahogaba en el horror del directo y los periódicos habían gastado toda su tinta en criticar al corpus sepulcro.
Solo buscaba una tranquilidad que sabía que era un sueño, una Utopía pero el camino me era agradable, me era placentero.
Siempre huía del ruido, de los intereses, de los egoístas, buscando la autentica individualidad. No los encontraba, llegué a pensar que había muerto.
Su viaje ira solo acariciando a la multitud, pero la diferencia lijaba y rascaba con el contacto.
La cogió un taxi y se fue.
- “por donde se va a “donde usted quiera”” – le preguntó el conductor.
- “Por el camino más largo que pueda “” - le contestó el poeta.