¡ufff!, Internet, ¡cuantas cosas
buenas y malas nos traes!
Así, por qué no y para empezar, digo
que he encontrado aquí círculos de interés temáticos que no
afloran (pues muchos llevamos el germen de hacerlo) en nuestra
realidad, por su absoluta indiferencia que se da por ellos. Hacer
reflexiones sobre inquietudes internas y/o sobre filosofía es
difícil que se den.
Aquí (donde estoy, en Internet) sí.
Esto entiendo que es buenísimo para
nuestro desarrollo personal.
Es una acción excelente poder exponer
tus pensamientos y encontrar conversaciones en los que se incluyan o
participes con ellos.
Conocer otras visiones en diferentes
paises y lugares y de personas que poco tendrán que ver contigo en
su propia ideosincrasia
Y como todas las cosas tiene ese
“pero” que construye con su puntualización.
Y este pero es que el cambio es
radical y las consecuencia serán notables, tangibles y operativas.
No bueno ni malo, pero algo que
compone un tanto por cien elevado en la trasmisión del mensaje como
es los gestos que utilices, cuando realizas dibujos imaginarios con
tus dedos, cuando moldeas las ideas entre tus manos con sus
movimientos, desaparece. Ésto tendrá una consecuencia, mas pronto o
más tarde en nuestra interrelación social.
Pienso que el escribir, libros
digamos, se traduce en un acto reflexivo para transmitir un mensaje,
del tipo que sea a desconocidos que jamás verá el autor. De ahí
que ya desde el primer momento la descripción con palabras es lo
único que se busca.
Pero en Internet no. El termino “ver”
es metafórico totalmente, pero el termino conversación si qué se
da literalmente. Y aquí cuando conoces al interlocutor, es más
difícil y diferente conversar desde la distancia, con palabras y
letras y su práctica incrementará la habilidad, rapidez y
asimilación, lo cual implicará, según la frecuencia de uso y si
ésto se convierte en hábito, que tendrá modificaciones a nivel
relacional.
Tres, el asunto del Internet, puede
llevarnos a una monotematización de los modos y fines del mundo en
su totalidad. Los pequeños pensamientos quedarán reducidos a los
pequeños círculos de amistades. El globalizar los acontecimientos
da como resultado, por nuestra propia limitación a la hora de
procesar la información, que sólo trabajemos con la mas importante
a nivel general (qué será el nuestro dentro de la globalización.)
Corremos el peligro que la
individualidad cultural, se difumine entre las teclas de los
ordenadores.
Lo expongo en afirmativo pues son
conclusiones que obtengo a sabiendas de que hablo sólo de un camino
de continuidad, cuando hay más.
Es una asunto nuevo (¿25 años?, no
sé) pero el ritmo de cambio a nivel relacional es potencial y esto
tendrá con seguridad consecuencias a nivel social y cultural.
No habla de empobrecer o enriquecer,
hablo de un cambio relacional, tangible y diferenciador.
Igual nos acostumbramos a dialogar con
mas pausa acercándonos a la velocidad que se da cuando escribes o
igual nos hacemos superfluos y rápidos en la conversación, o puede
también que quizás la cultura personal aumente ante la posibilidad
de consultar todo tipo y toda clase de información en el móvil
quizás nos haga más ignorantes en la profundidad de nuestros
conocimientos por no conocer más que datos puntuales de toda una
generalidad., quizás aumente la relación social por la citación
rápida que se da o bien disminuya la vida física social por la
comunicación a distancia
¿La solución coger esto de aquí y
un poquito de allá)
Aristotelismo hablaba de término
medio como elemento moral y correcto. Los Griegos elevaron la razón
en la explicación de su mundo circundante a todos los niveles, pero
el gran, y siempre, Aristóteles nos habló de la teoría y no de la
realidad. El término medio lo tienen los elegidos y estos no se si
son.
Realmente los cambios serán grandes.
Mi anterior generación lo han
conocido cuando ya sólo lo van a utilizar, sólo utilizar, mi
generación nos lo hemos encontrado y es un elemento formador de
nuestra vida, pero siempre como instrumento externo, la siguiente
generación a la miá, la cual el móvil y demás son objetos
cotidianos, Internet y la comunicación global serán parte
integrante de su normalidad y en cualquier elemento constructivo,
esta nueva comunicación será un elemento definidor.
Desde el momento en el que escribo
esto y no debo, siquiera levantarme de la silla para encontrar
opiniones sobre esto, o dar la miá sobre aquello, en mi caso, a 400
millones de hispano hablantes, es un acontecimiento importante que
bien utilizado es bueno.
No hablo en ningún momento de
realizar una acción normativa sobre el uso, ¡no!, ¡nunca!, pero
(ya estamos otra vez) sí que tenemos que ser consciente del cambio
no operacional sólo, sino esencial en la persona nos va a producir
estos nuevos medios de comunicación.
Ya lo hicieron otros de una manera
importante, pero ninguno supuso el nivel de cambio que la
globalización total de Internet supone.
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