martes, 10 de diciembre de 2013

SIN ACATAR SU MUERTE, LA FILOSOFÍA EN LA CALLE.





Y la filosofía se la llevan y entonces y a la vez, decapitan a nuestras personas.
Tanta torpeza se me hace difícil de aceptar y comprender su existencia.
¡Cómo no se pueden dar cuenta que el camino de la realización como personas viene de la mano de la filosofía!
Parece que no tienen muy claro, que el ser humano, es un fin en si mismo y no un medio para nada, pues ahora, en las nuevas leyes educativas restringen el uso de la filosofía y lo cambian por elementos constructivos del sistema social(asignatura “emprendedores”). La formación como persona esencial se diluye y sólo dejan a la persona como medio de riqueza material de estos lugares.
Abandonado y diferente me encuentro, cuando veo, escucho y soy consciente, de y en aquellas conversaciones en las que la filosofía es despreciada y o abandonada.
No son las palabras de un pueril soñador, son las inquietudes de un hombre preparado para tenerlas.
La capacidad de comprensión, en demasiadas ocasiones se nos escapa de nuestro control, se desborda y nos lleva a sitios difícilmente superables. Mala cara habrá que poner ya, ante reacciones y comentarios sobre la filosofía u otras humanidades.
Tendremos que dejar de analizar las incorrecciones que producen algunos y tratar de corregirlas, para utilizar el no y optar por la disyunción en el pensamiento.
Hay demasiada tendencia en aquellos que estudian filosofía a esconderse en las manos de la verdad y comentar, con otra persona que también la posea, el acto desde la última esquina de la cocina.
No habrá que tener miedo en llamar a las cosas como se quiere, pues se ha elegido que sea así, que se digan. Basta de criticar desde la lejanía de los conceptos y entremos en la actitudes.
Basta de expresar la intelectualidad y comencemos a tirar del carro de los sentimientos hacia el intelecto.
Y se sentaron en aquella mesa de trabajo, el político y el profesor de filosofía para ver el contenido y duración del programa. Tras acabar la reunión el montante total de duración y contenido, había quedádose en la mitad, tanto temporal como en material docente. En la sala final, la de atención a los medios, el político explicó y justificó, con claridad y elementos necesarios, el corte taxativo, mientras que el profesor de filosofía, rememoraba y analizaba el mal en la construcción de la naturaleza humana y al mundo al que esto nos puede llevar, es decir, no hacer nada. Al pueblo no se la toca la fibra se se habla de heteroidades, de lejanos pensamientos y sin pasión. Habrá que defender así al pensamiento y hablar del camino de la imbecilidad que vamos tomando y siguiendo.
Hay que cambiar el tono y quitarse la imposibilidad tierna en la cara cuando hablemos del futuro de la filosofía o similares. Hay que realizar una defensa sis añorar nada y sin pena de la imposibilidad.
Cansado estoy de escuchar argumentos dicense irreprochables sobre acciones contrarias a la filosofía como asignatura de estudio o como contenido de vida y no al revés.
¡Qué hablen aquellos que pueden y que exijan una serie de contenidos educativos e intelectuales que no se dan!,¡qué cambien el talante de los que escriben, leen, hacen, educan o cuentan filosofía y que den realidad y aplicabilidad a este conocimiento!
Me cuesta y ya me cansa escuchar el punto en el que unos se callan y otros no paran de mentir.
No tengamos miedo a gritar la verdad.
Los movimientos gregarios sociales son lo peor que la modernidad nos ha traído.
La individualidad con capacidad de decisión ha muerto.
La filosofía como saber, morirá con el individuo si éste no se salva.
Protesta amante de la filosofía, pero no desde las cuevas de la añoranza y la verdad, sino pateando las calles de tu ciudad y exhibiendo, sin miedo, tu diferencia respecto y en tu amor al pensamiento en si y por si.

Hacer filosofía desde la normalidad es difícil, pero mas aun si el propio que la hace, no lo admite como tal.

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