Y la filosofía se la llevan y
entonces y a la vez, decapitan a nuestras personas.
Tanta torpeza se me hace difícil de
aceptar y comprender su existencia.
¡Cómo no se pueden dar cuenta que
el camino de la realización como personas viene de la mano de la
filosofía!
Parece que no tienen muy claro, que el
ser humano, es un fin en si mismo y no un medio para nada, pues
ahora, en las nuevas leyes educativas restringen el uso de la
filosofía y lo cambian por elementos constructivos del sistema
social(asignatura “emprendedores”). La formación como persona
esencial se diluye y sólo dejan a la persona como medio de riqueza
material de estos lugares.
Abandonado y diferente me encuentro,
cuando veo, escucho y soy consciente, de y en aquellas conversaciones
en las que la filosofía es despreciada y o abandonada.
No son las palabras de un pueril
soñador, son las inquietudes de un hombre preparado para tenerlas.
La capacidad de comprensión, en
demasiadas ocasiones se nos escapa de nuestro control, se desborda y
nos lleva a sitios difícilmente superables. Mala cara habrá que
poner ya, ante reacciones y comentarios sobre la filosofía u otras
humanidades.
Tendremos que dejar de analizar las
incorrecciones que producen algunos y tratar de corregirlas, para
utilizar el no y optar por la disyunción en el pensamiento.
Hay demasiada tendencia en aquellos
que estudian filosofía a esconderse en las manos de la verdad y
comentar, con otra persona que también la posea, el acto desde la
última esquina de la cocina.
No habrá que tener miedo en llamar a
las cosas como se quiere, pues se ha elegido que sea así, que se
digan. Basta de criticar desde la lejanía de los conceptos y
entremos en la actitudes.
Basta de expresar la intelectualidad y
comencemos a tirar del carro de los sentimientos hacia el intelecto.
Y se sentaron en aquella mesa de
trabajo, el político y el profesor de filosofía para ver el
contenido y duración del programa. Tras acabar la reunión el
montante total de duración y contenido, había quedádose en la
mitad, tanto temporal como en material docente. En la sala final, la
de atención a los medios, el político explicó y justificó, con
claridad y elementos necesarios, el corte taxativo, mientras que el
profesor de filosofía, rememoraba y analizaba el mal en la
construcción de la naturaleza humana y al mundo al que esto nos
puede llevar, es decir, no hacer nada. Al pueblo no se la toca la
fibra se se habla de heteroidades, de lejanos pensamientos y sin
pasión. Habrá que defender así al pensamiento y hablar del camino
de la imbecilidad que vamos tomando y siguiendo.
Hay que cambiar el tono y quitarse la
imposibilidad tierna en la cara cuando hablemos del futuro de la
filosofía o similares. Hay que realizar una defensa sis añorar nada
y sin pena de la imposibilidad.
Cansado estoy de escuchar argumentos
dicense irreprochables sobre acciones contrarias a la filosofía como
asignatura de estudio o como contenido de vida y no al revés.
¡Qué hablen aquellos que pueden y
que exijan una serie de contenidos educativos e intelectuales que no
se dan!,¡qué cambien el talante de los que escriben, leen, hacen,
educan o cuentan filosofía y que den realidad y aplicabilidad a este
conocimiento!
Me cuesta y ya me cansa escuchar el
punto en el que unos se callan y otros no paran de mentir.
No tengamos miedo a gritar la verdad.
Los movimientos gregarios sociales son
lo peor que la modernidad nos ha traído.
La individualidad con capacidad de
decisión ha muerto.
La filosofía como saber, morirá con
el individuo si éste no se salva.
Protesta amante de la filosofía, pero
no desde las cuevas de la añoranza y la verdad, sino pateando las
calles de tu ciudad y exhibiendo, sin miedo, tu diferencia respecto
y en tu amor al pensamiento en si y por si.
Hacer filosofía desde la normalidad
es difícil, pero mas aun si el propio que la hace, no lo admite como
tal.
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