miércoles, 15 de junio de 2011

TIEMPO

Apenas se oye susurar cuando pasa lentamente a tu lado.
El movimiento es lento, pesado y transcurre girando siempre entorno así mismo.
El tiempo es caprichoso y siento que él elige la velocidad con la que se va.
Pasa volando entre paseos. Son mis piernas las que me llevan, pero es mi mente e imaginación con la que vuelo y corro en la libertad del pensamiento.
Como estallidos de luz en una noche cerrada, aparecen mundos diferentes cada vez que giro y con mis ojos veo a la persona.
Sus preguntas sobre los sentidos, sensaciones, emociones y razones del mundo que rodean, me arrastra, sin remedio, hacia la ignorancia.
Morir, que no quiero, vivir, que no puedo, me gritó, con los labios cerrados , el último transeúnte.
El tiempo no avisa ni advierte con que se va, se escapa rasurando con la verdad todos mis amores.
Los sueños son la cárcel que me libera, escapando del constante goteo de mi tiempo en el grifo de la vida.
Buscando la belleza me sumerjo en el mundo de la comprensión y ella, la belleza, huye y escapa entonces hasta la antípodas de este entender.
La poesía nació para hablar de la belleza de mi mujer y su rima me esquiva cuando el tiempo y su sinrazón se esconde entre las líneas.
Me voy, me digo a la par que me quedo.
No te quiero, te decía mientras te besaba a ritmo de caricias.
No avanzo le decía, en aquel momento en el que me deslizaba a velocidad de vértigo aprendiendo de lo que me rodea.

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