Para
tener cualquier tipo de reflexión o pensamiento que llegue al menos
a un mínimo grado de abstracción, se basa y tiene como elemento
ineludible., una vivencia espiritual o intelectual en este asunto o
campo y las repercusiones pertinentes que este tenga.
O
¿nos pensamos alguno de nosotros que los grandes pensadores de la
historia tenían la misma sensación y visión del mundo, cuando
andaban por la calle, que los demás?
Yo
desde la distancia y la enorme, casi insultante diferencia
cualitativa hacia ellos, lo noto y lo siento, cuando me acerco y
hablo con aquellos y estos que viven sin ninguna inquietud ni duda
respecto al funcionamiento o los diferentes y varios por qués de su
persona o mundo.
El
pensar con intensidad te puede llevar al bosque de la diferencia, a
la la locura de las dudas, a la situación de la distancia en la
diferencia o al hastío propio de la descolocación.
!No
hay que llegar a ningún lado¡ - me dijo aquel !vive la vida y no la
reflexiones!
Pensativo
fui hacia mi casa, rumiando la verdad de sus palabras y
convenciéndome a mi mismo que por qué y para qué tanto problema
con reflexión a lo que rápidamente me conteste, que no es un asunto
de elección, optativo, sino una condena o regalo que la naturaleza
de algunos.
La
capacidad de llegar a verdades del pensamiento humano es
tremendamente limitada pues tratamos con conceptos que nos son
imposibles abarcar en su totalidad, por no poder contemplarlos al ser
parte integrante dentro de la definición que buscamos. Lo definido
dentro de la definición. Pero creo y pienso que si que nos vale como
guía, imprecisa, inexacta, pero, pienso y creo, que indicativa.
Y
desde la ventana de mi casa vi pasar al Filósofo que vive en los
edificios de enfrente, sumergido y sumiso a sus pensamientos y, sin
haberle preguntado nada a él, me preguntaba a mi mismo cual sería
su grado de aceptación y comprensión del mundo circundante si se
dedicaba a pensar en el orden establecido y las razones de actuar que
en este imperan.
Apenas
llego a los pies de algunos que han reflexionado a nivel histórico,
pero puede, si sintieron duda y incomprensión hacia acciones del
mundo social que les rodeaba, que fuéramos caminando y mirándonos a
la cara. Por supuesto, yo calladito, mirando y escuchando.
Perderte
en las nubes de los pensamientos que no tengan una aplicación
material directa es realmente difícil.
Siento,
con toda intensidad, cada vez más cerca, a los Poetas y a los
Filósofos.
Quizás
sea una evolución histórica lo que ha provocado esta aproximación.
Los
últimos coletazos históricos de la Filosofía, Vitalismo y
Existencialismo, exigían una vivencia personal para su escritora o
escritor, lo mismo que un esfuerzo u compromiso racional y
sentimental para su conocimiento.
Tras
Hegel y con Kierkkeggar, la Filosofía pasó a la vida y comenzó a
atener o alterar nuestro corazón tal y como la poesía, con la razón
del pensamiento y con la belleza del lenguaje, pero ambas cosas, sin
miedo hacia tu corazón.
En
ocasiones, en demasiadas, actualmente, la sensibilidad, poética o
Filosófica, en la actualidad, es un peso difícil.
Aquellos
que se pregunten sobre sobre como conseguir nuestra realización
estudiando como somos, o estos otros, que busquen la belleza del
lenguaje y sus sentimientos reflejados en el productos de su corazón,
pueden vivir con normalidad en la actualidad, pero si no tienen el
triunfo a nivel editorial, serán, y sé lo que digo y hablo, mirados
siempre con cierto recelo en donde no hayan círculos privados.
La
belleza del pensamiento o el arte del lenguaje han sido trasladados a
la casa más vieja del barrio menos cuidado de la ciudad.
Cuando
la belleza, es sinónimo, por necesidad, de verdad.
Maldigo
en demasiadas ocasiones el mundo que me rodea en el cual el
pensamiento puro en la búsqueda de explicaciones o soluciones
generales ha muerto en la actuación interesada y partidista, ¡a
quien le interesa la Filosofía cuando sólo vale para tu persona,
para tu crecimiento y no te da nada material!, sería falso decir a
nadie, pero si sería correcto decir a pocos.
Poetas,
poetas, hacerlo por mi y no dejéis de escribir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario