miércoles, 12 de junio de 2013

LA CONTINUIDAD

Siento en mi espíritu que nuestra alma formadora sigue igual desde el momento en el que comenzamos a ser lo que somos.
    Dicen asuntos tales como que si cualquier tiempo pasado fue mejor, que el futuro será mejor, que la evolución social nos lleve a más o menos, que si cambiamos esencialmente a lo  largo del tiempo, que mira lo que hacemos y lo que hacíamos y afirmaciones similares.
    Pero no os equivoquéis. Tenemos la misma esencia, sensibilidad y racionalidad. Las circunvalaciones del cerebro son las mismas, la potencia intelectual igual, la capacidad sensitiva equiparable. La inserción social, varía intensidad, pero no crea.
    Lo que ha cambiado radicalmente son los medios y capacidad de comunicación que nos han transformado, aparentemente, la realidad.
    Por qué aparente?, porqué los diferentes acontecimientos sociales, ya sean, buenos o malos, mantienen la misma ratio o tantos por cien.
    Buenos, malos, cínicos, crueles, simpáticos, ladrones siguen existiendo en la misma proporción.
    La diferencia estriba en la cantidad de información con la que trabajamos y que nos lleva, entonces a un  lugar u otro.
    El número de cifras se han multiplicad y la información que tenemos de ello, es potencial.
    !40 millones de muertos en la segunda guerra mundial!, bárbaro y vergonzoso para la humanidad. En la guerra de los 30  años, en Europa, murieron 4'5 millones -"bueno, menos gente, mejor", dijo aquel. Pues no, que es un dato engañoso si estudiamos las ratio y tantos por cien entre población y muertes. Puede que fuese mas genocida la del siglo XVII.
    Mas violaciones, robos, asesinatos, pedófilos y otros monstruos en la actualidad. No, la gente indeseable, estaban y están, pero antes, cuando éramos la mitad de la mitad y proporcionalmente habían menos casos, y además, no salía de su pequeño pueblo. Ahora cualquier barbaridad, del más pequeño pueblo del mundo, nos es informada y multiplica la sensación  en la cualidad humana.
    Actualmente somos igual de buenos o malos que en el pasado, y entiendo que en el futuro.
    El cambio esencial, es por definición, inalterable, lo que sí que cambian son las estructuras. Es importante que sepamos  lo que somos.
    Nuestra naturaleza ya no evoluciona y nuestras pasiones y apetitos siguen igual.
    No hay diferencia entre lo que fuimos y lo que somos. Debemos y podemos cambiar nuestro contexto.

    Imagíname aquel ser humano, en el Neandertal, asomado en su cueva, mirando el valle y realizándose preguntas similares que las que mi vecino  parecía hacerse anoche fumando en la ventana de su casa.

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