viernes, 3 de junio de 2022

El Café. ….Del fin de la publicidad y de la muerte del cruel mercado...

 

El Café. ….Del fin de la publicidad y  de la muerte del cruel mercado... 

 

  • Si no estuviese permitida la publicidad, el funcionamiento del mercado sería, sin duda, justo, equilibrado y merecido, es decir, la calidad y la venta del producto lo producirían las características internas y propias del asunto, y no los valores adquiridos y dados por ésta. Nuestra capacidad de juzgar se difumina y dispersa en la publicidad de los mass media. El poderío económico desplaza a nuestra posibilidad de decisión.

 

Podría haber sido Alberta, por su incorformidad propia...creativa e insatisfecha. Pero no, fue Andrés quien aquella tarde, de espaldas a la puerta, recortado en su perfil por las luces de un humilde sol poniéndose, era quien protestaba contra el poderío vinculante de estas megaestructuras económicas que mueven todos los campos publicitarios.

 

  • Desde luego - apunto Antonio - es indiscutible que  condiciona totalmente nuestra capacidad de decisión. No os olvidéis ninguno, la publicidad es por su propia naturaleza, mentira y falsedad.  Imaginaros, los productos en la misma estanterías, sin ninguna marca….corriendo a lo largo de los estantes y teniendo una elección libre, solo estética y  personal.

 

Alberta se emocionaba, cuando la temática le tocaba la piel, arrancaba su Kamikaze y despegando desde la barra recién abrillantada por Jesús, comenzaba vivir sus palabras.

 

  • ¿Os imagináis un mercado en el cual el producto se vendiese por su calidad, diseño y estética propia sin que las voluntades externas, impuestas por las marcas y su publicidad, actuasen?, el mercado quedaría liberado del monocronismo inviable en ofertas de productos. Los nombres de las marcas olvidados, los iconos que las representan irreconocibles...no más, y únicamente, el producto. Que saliera a comprar cualquier cliente sin prejuicios sin estar adoctrinados por la publicidad. Capacidad de elección  propia e individual de los clientes y de libertad de crecimiento con calidad imaginación, variación, cercanía,  de los pequeños empresarios.

 

Jesús, abrillantando la curva primera de la barra, le dijo

 

  • Y ¿cómo piensas hacerlo, Barona roja? 



  • Que fuese el vendedor/a propio de la tienda o el lugar de la venta,  quien te enseñase los productos y estos no tuvieran ninguna marca ni hecho identificativo. Condiciones y calidad necesaria legal para su venta, pero después, imaginación, suficiencia, ratio correcto precio/calidad, elección directa por parte del comprador, calidad buscada, diseño, libre albedrío en la elección. Los vendedores/as, debían de tener un conocimiento para el tratar con dichos productos. Se vendería solo lo mejor y además a gusto del cliente. No seriamos zombis ciegos, tambaleantes y dirigidos hacia un producto.



  • Y además- dijo Andrés- se reducirían los beneficios de las grandes empresas y el negocio quedaría compartido. Habría más gente beneficiada del asunto de las ventas. Sin que seamos fagocitados por los leones del mercado, es una buena manera de funcionar en él. La publicidad es una mochila humana y grupal que nos ilustra y visualiza todas las características putrefactas de nuestra sociedad…aspiraciones, valores, objetivos, propios de la sociedad actual 

  • sí, el comercio se ampliaría en todos los niveles...población activa, especialistas, reparto de ingresos...mejor, contertulios, mejor – Añadió Antonio.

 

Atardecía, y hacía frío, El Café estaba todo cerrado y todas las luces encendidas. La caoba tomaba un tono más amarillento, antiguo y con menjunje de calidad. Jesús disfrutaba con las conversaciones de sus amigos, pero siempre veía un pequeño agujerito por donde se les hundía el barco.... 

 

  • Y ¿cómo pensáis hacerlo?...las utopías deben de tener, al menos, alguna posibilidad de hacerse. Pero empecemos por el principio, ¿el mundo actual funcionaria sin aquellas grandes empresas que tienen el dominio de las compras y ventas a nivel mundial?, y dos ¿estáis atacando al máximo principio del liberalismo económico imponiendo barreras en sus uso y manejo?

 

Antonio puso cara de dificultad, Andrés tomo la posición de tomar nota para estudiar el cambio y Alberta se imaginaba con su Drunkun 99, disparando a todos los carteles de publicidad de las empresas de los móviles. 

Compartían varias opiniones y entre ellas estaba el disfuncionamiento de las agrupaciones sociales por la publicidad. Pese al hedor desagradable de la conversación, la madera y los olores del café de Arabia, suavizaban los conflictos y las conclusiones. Ya habiendo firmado las paces con su conciencia, se fueron a sus respectivas casas. 

 

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