martes, 26 de mayo de 2015
DIÁLOGOS SOBRE EL SUPUESTO AMOR
Venía de dejar en casa a Carmen, no sin antes, mantener una ligera, pero repetitiva discusión. Había una gran diferencia entre ellos, pero no más que entre dos personas de buena voluntad en y al construir, pues aun con ésta, las dificultades y problemas surgen de la aparente e irreconocible nada.
Andrés, camino de casa, abogaba por él y trataba de buscar una culpabilidad de su novia y una absolución de su figura. Al rato en estos trances, la rosca giraba en sentido contrario y se sentía realmente culpable ante la siempre buena e inocente Carmen. No hay opinión ni sentimiento que no este sujeto al terrible y peligroso cambio inesperado.
Mientras la calle y el mundo desaparecía gracias a su persona y pensamientos, se decía y ponía sus esperanzas en que fuera y use el tiempo quien le corrigiese los errores y dolores de su imprescindible, pero mal llevada relación con la que iba a ser su mujer.
¿Y si se va muy lejos?, ¿y si abandona todo vientecito de obligacion social o personal?, ?
¿Donde establecemos la verdad o el error de estos trances?, ¿en su persona?, ¿en la mia?, ¿en el grueso del gran enciclopedia de las relaciones humanas?
Confiaba en el dulce airecito del viento en el mediterraneo otoñal, para que se llevara las pequeñas diferencias y me deviniese a su compañía en la ignorancia de lo ocurrido.
Aquella misma tarde, me preguntaba hasta que punto la constumbre heredada de la formación de familia con la primera intención de estar casados el resto de la vida, era sólo y unicamente un hecho cutural, no surgido de una esencia natural sino de unas circunstancias históricas que asi lo constituyeron.
El problema, las palabras, la leve discusion, comenzaba a evaporarse entre los ojos claros y el cabello negro de Carmen. Su piel blanca contrastada con lo oscuro de su pelo, le traía la alegría e ilusión cada vez que su imagen aparecía por entre mis pensamientos.
- !Andres!
- !Pedro!
Su corazon se alegraba con verdad y confianza de ver a este amigo ya de muchos años. Sin preámbulos, prologos o presentaciones, comenzó rápido
- Mira, Andres, llevamos demasiado tiempo viendonos para que yo lo sepa lo que expresa, sin error, tu tez, ¿en que piensas?
- En lo traicionero del Amor
Pedro no se esperaba este comentario y su expresión se tornó mas seria e interesada.
- En todo caso - le situó- en la traicion que algunas personas cometen en su nombre,
- No amigo - contestó Andrés mirándole fijamente a los ojos- el amor es indispensable pero traicionero, solitario y agridulce. S lo tomas, te produce una drogadicción y no puedes vivir sin éste aun a sabiendas de sus problemas y dificultades.
- :¿Pienas entonces que la figura en la vida de las personas, de los matrimonios y demás, no traen más que complicaciones?
- No Pedro, no - le contestó acercándose y poniéndole las manos sobre los hombros- es un elemento necesario para vivir correctamente y cumplir con nuestra esencia como personas, ahora bien, y esto que no se le olvide a nadie, el amor de pareja, no es un regalo glorificante, absoluto, maravilloso puro, impoluto, no, en una montaña que los seres humanos hemos y queremos compartir. El mal por amor, es el dolor mas fuerte posible. Si no quisieramos tener ninguna pareja estable nadie, pero nadie, igual eramos más felices desde el punto de vista del baño constante en la libertad de la soledad.
- Andres, hablas desde la abundancia del amor. Hablas desde el punto en el cual estas sobresaturado de un gran amor que tenéis Carmen tú. Pero ya te digo lo lejos que se irían tus palabras sin los ojos, la belleza como persona, la dulzura y la paciencia hacia ti que te trae Carnn ¿Sabes lo que siempre queremos?, aquello que no tenemos, amigo.
Estuvieron hablando un rato más, hasta que cada uno cogió, como siempre un camino diferente.
Cuando quiso darse cuenta, ya estaba a mitad de la casa de Carmen, pero dándose mucha cuenta, desandó lo ya hecho y dejó las conclusiones y acciones, para el día siguiente.
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