.
En el último párrafo, cometí el error en asignar el nombre al personaje del diálogo. Ya corregido.
Tomas, aquel hombre serio, totalmente encajado, pero reflexivo y con inquietudes intelectuales. Directivo de la editorial.
Tomas, de la encuadernación e impresión de la editorial. Culto y estrambótico. Observador y conclusivo.
Ambos buenos conversadores y amantes de las mismas.
Y Ustedes ¿qué ven el los ojos de los demás?
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