lunes, 25 de diciembre de 2017

...Y fue en el primer día cuando se creó la Estética...




- No busquéis en ningún animal ningún elemento más o menos atenuado que no esté en el ser humano, o mirarlo a la inversa y sabed que todas nuestras inclinaciones esenciales están reflejas en comportamientos de algún animal – dijo Tomas, a todos sus compadres de mesa, en la sala del bar de la plaza del ayuntamiento que tenían reservado para todos los jueves por la tarde. Allí se reunían todos. Había hablado Tomas, jubilado, antiguo director de la oficina del Santarder que hacia esquina con el bar y los cines.
Antonio, que veraneaba en el mismo lugar que Tomas y que con él conoció a todo el grupo que fueron, casi todos compañeros de colegio, añadió.
- En demasiadas ocasiones buscamos, pienso, razones de ser que nos separan de nuestra entidad primera de la naturaleza. Quizás el camino sea adaptarnos a ella.
Se estaban tomando ya el café y los impulsos primeros de emoción y ganas del encuentro semanal, se tranquilizan y la reflexión del pensamiento, la observación del comentario y el intervalo de tiempo antes de la respuesta, se incrementan.
- Bueno, no me fastidies – dijo Julio – algún elemento debe de haber por necesidad propia que nos de un fin, o camino, propio y diferente de los demás mamíferos, ya sean delfines o chimpancés. Aun compartiendo todas las misma reacciones anímicas en una densidad mucho mas baja o mucho mas alta, hay algo diferente, único y propio, tuyo y mio, amigo – le dijo señalando. Julio abogado de oficio porqué nunca busco más en su campo de trabajo. Tenia un pensamiento ordenado y claro.
- Bueno, intervino Manuel – profesor de educación física de un instituto en Cheste. El más joven, 59 años y se notaba bastante su profesión – es un demostración científica que hay ciertos cetáceos, que la música los tranquiliza bastante.
Y Andrés se levantó y comenzó a mover las manos imitando a un director de orquesta, de manera, dentro de la elegancia, potente.
- ¿sabes lo que estoy haciendo, Manuel?, estoy contestando a tu pregunta, oyendo en mi interior la octava de beethowen y me exhalo tratando de decirte que estas y otras melodías conducen mi destino y pensamientos. La estética es parte esencial, formadora, constitutiva y fin nuestro. Mi pensamientos, envueltos en las notas de la música son claramente configurados. La vida es estética, somos estética. De ahí que nos manipulen tal y cuanto quieran– decía Andrés, desde una gran humildad y cercanía, cuando conversaban, pero viéndose siempre como contenía las ganas de expresar gritando aquello que pensaba urgente, evidente, claro. Esto daba mucho placer al los demás conversadores. Animaba mucho los asuntos – El arte no solo hay un pequeño indicio, sino que es una diferencia, que no sólo nos distingue, si no que además nos das toda nuestra solución como personas. Y esto es la Estética. El apreciar la belleza es lo humano.
- No, no puede ser, pues esto no es un acto de acción, es una ocupación subsidiaria después de actuar como tales, es decir nuestra sociabilidad, ayuda y otras cosas, el ver un cuadro no te hace más que huir de tus quehacer propios y formadores – dijo Alfonso que aunque en edad de jubilación, seguía yendo puntual, a revisar cuentas en su pequeña empresa logística de reparto-. La estética no es más que disfrute momentáneo.

- No Alfonso, no. El puesto o posición actual de la estética, es producto de nuestra nefasta construcción social. Debíamos hacer música, pintura, escritura, filosofía, arquitectura, escultura, y más cuestiones de disfrute estético, tanto en los objetos, en las creaciones, como hacia nuestro propio cuerpo. En el éxtasis contemplativo de la belleza, se alcanza la máxima naturaleza propia y particular del ser humano. No hay motivo mas esencial y primero en el ámbito de realización como nosotros mismo que ella estética. Un delfín no siente vértigo si viera el cristo de Dalí y tampoco elevaría su espírito si entrara a la capilla sistina. El futuro ha de ser así. Fuera y lejano de cualquier medio de imposición informativo, cultural y de usos y costumbres. Los seres humanos, debemos vivir por y para el arte y el disfrute estético, te repito – le dio sonriendo, desde la amistad y la volatilidad de los pensamientos y conclusiones de aquella tarde- los seres humanos deberíamos vivir por y para el arte...

jueves, 14 de diciembre de 2017

La trampa de la filosofía teórica.





Me excita ver el paso del tiempo en mis escritos. Son años ya en este iluso blog.
Me emociona insertar los pensamientos en la época de su escritura y ver donde tenia, entonces, mi corazón y mi cabeza.
Quiero entender que soy yo mismo quien escribe, pero siento y noto, en ocasiones, un tono y susurro diferente.
Los adjetivos se hacen más particulares, los adverbios más tranquilos, las frases subordinadas con sentimientos amplios se suceden.
No he avanzado más en mis conclusiones, pero, sin duda, estoy más convencido de mis errores.
De la lectura rítmica y consecutiva de anhelaciones que se suceden, pasé a los puntos y aparte, con afirmaciones que se cansaron de navegar entre ilusiones.
El acto de hacer Filosofía se me desdibujó en las intenciones.
Que hago ¿escribo contando mi enfrentamiento personal y propio frente a la vida y obtengo un relato literario cargado de entidades intelectivas como sería el Existencialismo del siglo XX? o ¿razono y discuto conmigo mismo buscando una salida racional y explicativa del mundo que me rodea?
La filosofía me atrapa en el mismo ámbito de su existencia y te lleva de la búsqueda de una explicación omniabarcante a tu pequeñez ante la imposibilidad e ilusión de formarla.
Mi concepción del ser humano me acerca, por días y momentos, a la explicación racional de una entropía y desorden progresivo en la búsqueda de un momento final resolutivo. No tengo el permiso para hacerlo pero me atrevería a decir que todos los que se paran a reflexionar, buscan un orden existente racional, es decir, ordenado.
Pero no hay que confundir los términos y entender la racionalidad como explicación final y definitiva de la realidad, como causa de existencia y modos y costumbres óptimos.
La vida es un camino aracional en su construcción y realización. Hay multitud de casos, elementos, situaciones, que explicamos, comprendemos, insertamos, pero que carecen de toda racionalidad en su existencia.
La racionalidad es el orden explicativo de una aracionalidad existente.
Tratamos de justificar demasiadas cosas en nuestra vida y existencia como género humano desde nuestra esencia ordenada y racional, como si fuéramos entidades funcionando de acorde a unas leyes primeras de funcionamiento. En función de estas características abogamos construir un orden operativo.
Pues no. No hay un orden racional en el cual todos los elementos estén relacionados de manera lógica y constitutiva. No, no nos engañemos, los actos y situaciones de los seres humanos están muy lejanos, pero muy lejanos de una explicación lógica.
Pienso que nos debíamos concebir y actuar conforme a lo más cercano que somos, es decir, entidades perdidas en la razón y en el supuesto orden propio de nuestra existencia. Es una lucha inútil.
Debemos, así lo entiendo yo, tratarnos como entidades que razonamos sobre unos sentimientos y sensaciones poseedoras de nuestra persona aceptándolas y considerándolas como tales. Este es el sujeto particular, único, diferente.
El ser humano no va a ningún sitio, los ciudadanos de manera particular evolucionamos.
A la siguiente generación se le puede ilustrar con nuestros errores pero no con la solución estática y estable que tanto buscamos y anelamos.
La filosofía es muy importante, pero no en la búsqueda explicativa, total y estática, de la realidad, sino para la preparación del sujeto, en su inevitable e innegable individualidad pueda encontrar su más correcta realización.
No me den soluciones, queridos Filósofos, pero ayúdennos a movernos en esta cambiante y azarosa realidad.

Ortega, que grande que fue.

martes, 12 de diciembre de 2017

El Café. La duración de la vida.



Habían bajado los dos un rato antes de lo habitual por ambas razones diferentes, pero unisonas entre ellas. Estábamos en invierno y la tarde, con prisas, llegaba antes. Debían volver, los dos también, más tarde al trabajo y apenas tenían unos minutos para el café o poleo, según fuere.
- Lucas, fíjate, si tu reunión o mi encuadernación, mal salieran, dentro de dos semanas o dos meses serían ya parte del recuerdo y ya no dolerían como, en el caso de suceder, mañana. Ves, el tiempo cura los dolores y te diré por què. Como hay un final y por lo tanto el tiempo es una cuenta atrás hacia él, los contratiempos, desgracias, males o desamores son por naturaleza siempre temporales, finitos, contingentes dentro de una totalidad temporal inexistente.
- Entonces, gran optimista, ¿debo de dejar de preocuparme por mi estancia actual, por mis circunstancias puntuales?, ¿me dices que la factura del gas es algo temporal y no problemático?, ¿te gusta leer muerto de frio en cualquier rincón de tu casa o el calor del sillón, con la calefacción, es más interesante?
- Lucas, sal de la impactante y engañosa actualidad. La actualidad es una mentira no hay ningún estado fijo, inmutable. La entropía de la vida es un hecho evidente. Tu pensamiento es lo único que puede no ir al desorden, pero observando siempre el fin del camino. Te hablo, amigo, de la inutilidad del sentimiento de angustia o desesperación. Si hubiese un orden racional, estable, de seguridad que se pudiese alcanzar y permanecer en éste, habría que aspirar ir hacia él. Pero no, no lo hay y no hay que buscarlo. La vida es finita, inexacta, volátil, azarosa e incomprensible. De aquí a la más absoluta convicción que todo es pasajero y que la inesperanza ante el futuro es un pensamiento equivoco y erróneo.
- Andrés, pero, ¿tú que te piensas o que te crees que somos?, aun apurando a un máximo tus afirmaciones, te diré que aun alcanzando una mínima parte, nos tropezamos directamente con nuestra esencia, con nuestros sentimientos propios como seres humano – le dijo lucas, mientras se alejaba algo de Andrés y se ajustaba la corbata con un movimiento tan inútil como formal.
La tinta había perdido la tonalidad que buscaba y las impresiones en la editorial, de toda la mañana había que tirarla. Andrés era un hombre con genio y carácter, y su primera reacción fue de contradicción y enfado, pero reflexionó y se calmo.
- Lucas, y tú de esto debías de saber más, que las acciones que nos ocurren en la vida no son más que hechos accidentales que no tienen ninguna calificación de buenos o malos pues no son más que hechos constitutivos y formativos de tu camino camino propio que no va allá ningún lugar. El paseo es lo único maravilloso y sublime que llamamos vida.
Con lucas todavía algo erguido, fue Andrés quien bajo la cabeza y se la sujeto con la mano del codo que tenia apoyado en la barra permaneció hasta escuchar la voz de Lucas.
- No se puede vivir sin objetivos.
- No, si que se puede vivir sin ellos, es la sociedad y la cultura actual la que te los impone. No tienes, te guste o no necesidades propias.
- Que a ti no te gusten o no compartas estos actos, no llevan directamente a la conclusión de su inutilidad amigo. No hagas tan omniabarcantes y afirmativas tus resoluciones.
Levantó la cabeza y se quedaron mirándose con franqueza y amistad. Lucas se despidió, acabó el café de un trago y salió disparado. Le esperaban en una reunión los representantes de las oficinas centrales a hacer unos repasos y actualizaciones.
- Cuidate, amigo, hasta mañana – le dijo Lucas mientras se iba.
Andrés se quedó mirándolo en su camino hacia la puerta. Tuvo un instante existencial y tomo consciencia de aquel momento, sentimientos y circunstancias puntuales absolutamente totales en el lugar. Así veo la vida – se decía – todo lo demás no son más que construcciones imaginativas que necesitamos.
Lucas se giró un momento antes de salir y vio a Andrés mirando como se iba, y él al irse, se fue pensando en el distanciamiento con la realidad que expresaba todos los días su amigo Andrés. ¿estaría en lo cierto?, ¿tomarse la vida demasiado en serio era un error?, ¿la vida es larga como suspiro al respirar?, ¿la vida dura un parpadeo en tu mirada?, si me enfado con ella ¿alcanzaré la paz antes de dejarla?

La animaba bastante hablar con Andrés, pues ya fuera de la que fuese, jamas se quedaba en la imposibilidad de seguir y por tanto de superar e ir a mejor.

jueves, 7 de diciembre de 2017

El Mármol o tu Espíritu.






Estaba cambiándoselos de una mano a otra - acariciando, pasando las uñas por su cara pulida- los dos pedazos de mármol rosado mirando, mientras, con fijación el Frontón y los Pórticos de Fidias en el Partenón, que estaba todo cubierto de una cúpula cristalina. Durante 2.500 años sufrió a los elementos hasta que se le protegió. Sin bajar los grados de alzada de su mirada giró la cabeza y le dijo a Andrés, su compañero de estudios- mientras levantaba las dos astas del Partenón.
- Mira, desde aquí – dijo señalando al mármol con el dedo indice de su mano opuesta- hasta nosotros. En el movimiento propio y esencial de la materia ha llegado a la conciencia de si misma. Se contempla. De ésto que tengo entre mis manos surgen tus amplios y omniabarcantes razonamientos filosóficos.
- Lucas, entre las piedras con las que juegas entre tus manos y yo, tú no lo sé – le dijo sonriendo en su amistad- hay, no una diferenia cuantitativa en la complejidad en la combinación las primeras partículas, sino una diferencia cualitativa. Tus partículas podrán ordenar el mundo en la progresión de forma logia, la misma de la que nos hablaban Frege o Wittgenstein, ahora bien, amigo, los bigotes de Dalíy sus elefantes no caben dentro de ningún potaje químico.
Era el año 3050. Vivían bastante mejor que los que vivieron digamos en el segundo milenio, pero su explicación vital sobre la misma no había ido más allá. La vida era más civilizada y tenia mucho más civismo y educación. Además, la paz mundial era total, pero esto no trajo la felicidad. Las dudas sobre nuestra naturaleza, esencia, destino, ocupación, realización y demás respecto a nuestra entidad entendida como seres humanos, seguían allí. Al menos, se flexionaba con normalidad sobre este tema y la pura acción de hacerlo, ya suponía un pequeño estado de embriaguez y felicidad en el placer de la sabiduría,
- Hicimos bien en venir aquí para ver el Partenón. Hace ya 3.000 años que aquí comenzaron las dudas y soluciones – le dijo asomándose a la polis de Atenas.
- Sí, pero entonces, nuestra existencia era un hecho evidente, trasparente, incuestionable, Nuestra existencia o el por qué de ella, no se planteo.
- ¿Demiurgo?
- Esa no es ninguna razón, es una acuarela del dios jugando.
- ¿Por qué tanto te cuesta aceptar nuestra solitaria dimensión material?, ¿te sientes perdido fuera del mundo de las razones?, ¿necesitas una obligatoriedad existencial para funcionar?,¿te sientes degradado?
Rieron los dos en el mismo momento que un Rastres bipolar pasaba por encima de ellos. Era un aparato volador de grandes dimensiones, éste de 10.000 metros cuadrados que, por fuerza electrodinámica, viajaba suavemente y sin ruido navegando entre las nubes.
- Sí, sí, mi espíritu está mucho más cerca de una divinidad que de ese pedazo de mármol – le dijo Andrés- cambiando, algo, el tono de su voz y el gesto de su cara. Así lo siento yo. Hay emociones y sensaciones que no tienen ningún orden que pudiera tener en ningún momento una existencias material. Hay momentos que las ideas, sensaciones, sentimientos y conclusiones siguen una reglas y leyes muy diferentes a la realidad y en el caso que se pudieran hacer la trasmisión a la inversa, dudo mucho que la gran, inteligente y siempre grande Natura, funcionara.
- El mármol o tu espíritu, Lucas, tú decides, yo ya tomé mi decisión.
- Vale, vale, Andrés, pero ¿eres consciente hasta donde puede llegar tuis razonamientos o la realidad que propones si damos como existente una entidad interactuante pero que no tiene forma física?
- Sí, totalmente.
Lucas subió su mano derecha hasta su oído y escucho atentamente.
- Andrés, el grupo está abajo ya esperándonos, vayámonos company, ah¡, y recuerda, mañana piénsate lo que me dirás respecto a tu deseado, pero solo imaginado espíritu.
- Sí, claro que sí, mientras que los electrones de calcio de tu cuerpo te lleven a términos abstractos.
Rieron los dos y bajaron rápidamente.