lunes, 22 de julio de 2019

LA MOIRA

LA MOIRA

Aquel que tenga un pequeño interés reflexivo o que la vida le haya llevado por caminos difíciles, es relativamente fácil que las dudas sobre el sentido de la realidad pierdan comprensión y la totalidad de la existencia, se convierte en un obra de teatro en el cual los actores improvisan porque el autor no les dijo lo que debían de hacer o cómo actuar. Les construyó el escenario y los dejó delante de los espectadores.  
Y yo trataba de darle una entidad y desarrollo racional y me era imposible.
Me rio de todo aquel que piense que el destino le tiene algo guardado.
El destino no existe, lo siguiente que pase será una acto consecuencia del azar.
La Moira Griega murió con Sófocles.
El pasado ya no es y el futuro no es más que una ilusión.
Nos quedamos solamente en la  existencia particular de la actualidad.
El momento puntual sin más sentido que su existencia nos llena de inquietudes y dudas.
Trataba de dar orden y sentido y descubrí, que allá donde vivo, (Valencia, España, Europa, la Tierra) que nadie tenía ningún tipo de explicación coherente y racional del sentido del desarrollo de la vida humana.
Sólo las religiones nos dan un sentido y una forma en concreto de alcanzar la felicidad. Pero claro, te tienen que haber adoctrinado en esta religión y, además, tiene el dulce caramelo de la vida eterna.
Bien es cierto y mil veces, que hablo desde el mundo occidental, el único que conozco y que me atrapa en su  miseria.
En la antigüedad (Escuelas Helenistas) o en elementos transmundanos asiáticos se daban unos principios primeros para alcanzar en la vida la felicidad.
Estoicos, impertérritos ante las pasiones inútiles que nos envuelven y  degradan  nuestra elevación del ser
El Nirvana era la aplicación y explicación practica y ontológica del mundo.
Trabajar esos conceptos, será un defecto de  una persona en la inculta e ignorante sociedad actual. Como nos  reímos de aquello que vaya más allá de la punta de nuestra nariz.
Las palabras que antes las decían los sabios, ahora solo provocan las risas. Eres el payaso que produce las carcajadas de los demás.
Engañados todos aquellos que piensen que ir a contracorriente es huir de  la normalidad, cuando no se dan cuenta que actúan desde ella como referencia. No se huye, te mueves en su mundo. No escapas de la imbécil estética que nos hemos impuesto las personas para actuar.
En la actualidad, nuestros ojos permanecen vendados.
No nos preparamos para respondernos a las preguntas más formativas e importantes y nos ahogamos y hundimos huyendo a través de placeres materiales, que ademas, hacen más ricos a algunos que ponen muchas ganas en alinearte, enajenarte, mentirte y así enriquecerse a costa de tu  estupidez.
El sentido actual es  en el más absoluto engaño y educarte en el mundo de la ilusión y los intereses y entonces, los tontos o tontas o inteligentes que optan por esto, serán felices.
No hay sistema que cambiase este poderío anti vital mas que la acción individual.
El individuo es el que actúa y en éste está la clave de dar un sentido colectivo e huir de la fagocidad de la sociedad.
Es, saberlo, más fácil y más feliz el ser una persona sin profundidad y sin dudas
La vida no es más que un pequeño viaje en un metro.
No vamos a ningún lado – si no  sé a donde ¿cómo lo voy a proponer o hablar  de la ultima parada?.
Aquel que tenga algún interés en alcanzar alguna explicación racional y coherente del sentido que ha de tomar nuestra  vida debido a su esencia y existencia, moriremos quemándonos en la hoguera de las dudas sin solucionar.  
En el olvido, en la irracionalidad, en el silencio del espíritu, en la lejanía, en la soledad puede que se viva  y se reflexione bien ante la imposibilidad de acción.

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