Sueño con la poesía,
viajo con la literatura,
me impacta la historia
y pienso y especulo con la filosofía
Urbo et urbi, le dije.
Pero, y eso si, de vez en cuando me
entra un ramalazo practicista que me marea.
Tales como medidas prácticas en la
salud a nivel social.
Si tenemos que pagarnos y utilizar,
entre todos y cada uno la cobertura médica, habría que imponer,
bajo multa, con o sin poesía unas obligaciones.
Leyendo los romances de Lorca, sigo y
opino lo mismo.
Ciento cincuenta minutos de ejercicio
físico semanal por persona.
El dineral que nos ahorraríamos en
“curas” primeras sería enorme.
El sedentarismo es una de las mayores
causas de enfermos físicos y mentales del mundo mal llamado moderno.
Con estas multas al que no nadara,
corriese o andara rápido, al menos dos horas y media semanales y el dinero que nos ahorrásemos en visitas y acciones médicas, se
podría pagar a narradores para ir a recitar, y sigamos con él, los
versos del Poeta en New York en los colegios.
¿Les parece una tontería?, a mi no.
Primero, porqué no lo escribiría y
después porqué la gente tiende a confundir la belleza con
inutilidad, fugacidad e intrascendencia.
Es, en muchas ocasiones así, pero el
mayor narrador de historias ficticias puede tener muy claro el coste
de la luz que gasta en aquellas noches de inspiración.
El poeta puede estar muy alejado de la realidad que le rodea pero esto no significa jamas sinonimo de locura o inconsciencia.
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