jueves, 30 de agosto de 2012

EL MERCADO





           La lógica  fue investigadas por el profundo Parménides hace unos Dos mil quinientos años y constituida como metodología hace también mas de dos mil años por el gran, único e irrepetible Aristóteles.
            Bueno, pues esto que llamamos como tal, no tiene absolutamente nada que ver con aquellos que me hablan, me cuentan y  enfundan ciertos funcionamientos del mercado bajo esta, grande, sin duda pero en ocasiones insufrible, palabra.
            La relación entre oferta y demanda no implica nunca y ninguna vez una validez de ciertas situaciones.
             Hay ignorantes del significado y teleología de la vida que se atreven a justificar, digamos, ciertas diferencias salariales, y quedándose muy tranquilos en el propio funcionamiento del sistema.
            Somos buenos, pero nuestra naturaleza es corrupta sino se anima, así pues, dejemos que la competitividad nos haga trabajar, pero y a su vez pongámosle unos limites y raciocinio al mercado pues sino se nos devora y digiere entre ridículas sonrisas de aquellos que no saben nada.             
            Es absolutamente, total y pleno el error, injusticia e inoperancia que existe cuando un gran, enorme y magnifico entrenador cobre al año multiplicado por diez mil, lo que puede ganar un gran, enorme y magnifico doctor que salva vidas con frecuencia y rutina.
           "Hombre, Alberto (mi sexo y mi nombre) tienes que comprender el funcionamiento del mercado"
            Esto me dicen algunos y yo en la intimidad del pensamiento relincho grotescamente.
            Es algo similar a aquellos que te justificaran la muerte de personas tras romperse una presa, alegando que, claro, la fuerza de gravedad manda y "esto, debes de comprenderlo"
            Poco puedo hacer, pero no debo ni quiero aceptar esas mamonadas que justifican como necesarias y lógicas estas diferencias que ridiculizan al género humano.
            Propongo poner unos límites en este mercado necesario de acorde con nuestra naturaleza.
           Que no nos domine y nos cabalgue.
            Especulo dentro de mi ignorancia y temeridad y pongo un ejemplo no sé si ridículo pero descriptivo.                                                              Que nadie, pero ninguno pudiese ganar más de un millos de euros al año. Todo esto es tremendamente especulativo, pero si ampliamente ilustrativo.
            No describo ninguna religión pero no es permisible que unos ganen tanto y otros tan poco y que ambos valgan mentalmente lo mismo.
            Desarrollaré mas este tema pues se me hinchan las venas en ocasiones al leer algún periódico.
           Mandaré este escrito a lugares públicos. No me harán ningún caso, pero nadie impedirá que grite estas cuestiones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿y dónde están los límites y quién tiene capacidad de ponerlos?
No consideras que así se corta la libertad que puedan tener las organizaciones que quieran pagar "x" millones de euros a un deportista, astronauta.... que se juega la vida en lo que hacen?
Hay quien ni por el doble de millones lo harían ¿por qué si pueden no pagarles lo que piden?
Telma