Y yo, equivocado de mí, creía lo que pensaba y estaba totalmente convencido que en la actualidad los machismos a niveles culturales occidentales, no se daban ya. Sí, convivimos claramente con micromachismos sujetos a un bagaje cultural heredado. Irán desapareciendo por raciocinio. Pero había algo más que conocía, pero de lo cual no era consciente.
Una tarde, envuelto en las dudas propias de mi profesión, profesor de Filosofía, ojeando un libro, leí algo que ya sabía pero que tomé conciencia entonces y me pregunté: "claro, para una mujer-adolescente que va a clase de ESO o Bachiller, dando Filosofía o Historia del arte, le puede causar cierta repercusión en el subconsciente e inculcar unos modos, medidas y concepciones equívocos, por la no aparición de ninguna, o un tanto por ciento bajísimo, de mujeres en los autores estudiados, solo masculino claro, tanto en acontecimientos como en pensamientos".
Esto sí que requiere una acción directa, practica y no sentimental, melancólica, política o rencorosa. Hay que hacer un cambio como punto de inflexión. Sin tener que tocar la estructura de ninguna asignatura, pero estudiar, buscar, investigar estas mujeres olvidadas o encarceladas por la historia e incluirlas dentro de los estudios pertinentes, Es un acto de justicia, cultura y un hecho enriquecedor.
Dos asignaturas son especialmente sensibles a este trato sexistas. La historia del arte, general y la filosofía. En mi especialidad, no se da ninguna mujer en la asignatura “Historia de la Filosofía”. Claro, los curriculum-contenidos de asignaturas son heredados y los cambios solo son cuantitativos y no cualitativos, tanto en contenidos como en formas y maneras de dar los conocimientos.
En la estupenda, la llamada generación del 27, yo nunca estudié a ninguna mujer. Pero dentro de mi ignorancia escuche el otro día que, sí que las hubo, magníficas poetisas, pero que no fueron escuchadas, no fueron leídas por el pueblo, bajo la represión - tanto especifica y tácita como subliminar- social e ideológica.
Entonces escuché por fin, una medida hacia la igualdad de sexos, sin que ella me supiese rancia, vengativa e impositiva. El rencor es el peor de los sentimientos. Actuar desde la venganza es un error y un acto improductivo.
Iban a realizar un ciclo en el teatro (Uno conocido de Valencia), unas conferencias, sesiones, lecturas y demás, exponiendo, dando a conocer y manifestando el arte, la escritura, la poesía, que estas grandes poetisas que fueron eliminadas por su sexo. Iré. Necesito salir del error dado por el desconocimiento.
Estudiemos las científicas, filosofas y mecenas mujeres de la antigüedad que no hemos conocido por los diferentes filtros históricos a los que hemos sido sometidos, todas las personas, en este o aquel asunto, a lo largo de la historia. Es muy fácil, en la actualidad, encontrarlas y estudiarlas en Internet. Hacerlo y sorprenderos.
Aquella Biblioteca fue quemada por accidente, pero estos otros saberes, fueron quemados con intención…ha sido “la noche de los cristales rotos” pero continua y en la historia. No hablo de género, hablo de riqueza cultural y justicia.
En el estado natural no somos machistas, lo único que existe es la fuerza física y la división de actos, acciones y figuras en la naturaleza. Pero ya no somos Astrolopitecus Aferensis, seamos Homos sapiens sapiens. Los machismos tienen una dimensión de primitivos cavernícolas enormes, y los hembrismos, también.
Siempre me he considerado como un hombre renacentista, abierto a la cultura, arte, la libertad mental y la creatividad, pero algunos comentarios de algunas mujeres en la actualidad, siento que, me devuelven a las cuevas de la prehistoria.
Trabajemos para sacar a las mujeres de la oscuridad de la historia y descubramos sus obras y conocimientos. El camino es no más que la educación.
Los hombres actuales, al menos en mi caso, nos sentimos despreciados y avergonzados como hombres al hacer generalizaciones despectivas sobre hechos y acciones que no lo hicimos nuestra generación ya. No hay ninguna duda en todos los ambientes en los que me muevo que todos creemos en igualdades, libertades y obligaciones conjuntas e inclusivas. Personas incultas, cerriles, mal educadas o cortos de miras, sí que sueltan algún comentario de esta índole.
Que tratemos de sacar todos los conocimientos y arte de las mujeres, escondido por los errores y abusos de la antigüedad, buscando la igualdad, pero, no hagan política con esta temática, que consigue deformar la polémica. La política es la enfermedad y el cáncer de la actualidad.
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