jueves, 3 de noviembre de 2022

Mi ovejita versus toneladas de ternera y su solución


Mi ovejita versus toneladas de ternera y su solución


                      la barra del bar, en sus bordes de madera pulida con forma circular, ya estaban

                    grabados, a fuerza de constancia, los nombres y actitudes de los contertulios.

                     Antonio siempre hablaba despacio y con moderación…Andrés era profundo,

                    culto y seguro, Alberta, temeraria, Kamikaze, y para el mal de muchos, muy

                    inteligente, y Jesús, ¡ahy Jesús!, calma, tolerancia, equilibrio...

·        Me acuerdo - comenzó Antonio, quién podría dudar que qué mejor barrio sería en el cual pudieses comprar todo en pequeños comercios. Economía, cercanía, humanidad, confianza, olvidos reparables, reservas con amor, recordar a los niños que recogen los elementos olvidados y más. Pero esta visión vital, tiene como león, oso pardo o enemigo, a las grandes compañías con cientos de metros cuadrados para llenarlo de todo. Los grandes almacenes versus el pequeño comercio…estos morirán en el olvido y abandono…las circunstancias de tiempo y de vagueza…de cabeza al supermercado.

Alberta, para no variar, entró en la curva sin frenar mientras Jesús pensaba que alguna vez le derraparan las ruedas de atrás y le trompeará el coche.                                                                           -        Solo poniendo límites de ganancias, los pequeños negocios tendrán posibilidad de sobrevivir. Es conocido por todas las ventajas económicas y de gasto de tiempo de los los mega alienados lugares de compras, pero de lo que no somos conscientes es de su dominio y control en el mercado y de nuestros habitos, usos y constumbres. La solución es sencilla, poner límite sobre las ganancias en cualquier agrupación económica, es el giro total, la vuelta sobre sí mismo en el cambio económico realizando una compra selectiva, humana, compartiendo la vida, humanizando el barrio y consciente de la vida que nos rodea en los comercios... Los productos que tendrá el de la pequeña tienda serán diferentes. El barrio dejará de estas sometido a los caprichos de las grandes empresas. los vecinos y los comercios irán a la par. 

·        Tratemos de buscar pequeños negocios y repitamos según su calidad, tanto de trato como de productos. Démosle vida al barrio - le dijo, Andrés, bajando el tono y poniendo un tono algo melancólico.

Debía de ser el atardecer, cuando el bar cogía un tono mas acaramelado con besos de pastel, por lo que la conversación era muy suave…casi penosa y melancólica. Jesús veía de lejos con un chocolate calentito para Antonio, entre el humito, siguió la conversación.

·        Con esto, la mujer, podrá criar a su oveja, para después venderla, con relativa facilidad, en la carnicería de su hermana. Es una tienda con fama en el barrio y el conductor del autobús 7, con parada de descanso allí, enamorado de su hermana. - Es un barrio con conocidos y esto solo es posible con la descentralización del poder económico dijo casi como entonando una canción de amor.

·        ¿Hablamos de la lucha de clases o de la alienación de los compradores? - dijo Andrés - o nos dejamos de teoría y nos paseamos por el barrio. Nos dará significado, hagamos la vida más cercana moviéndonos por nuestro bario con permiso y licencia para sonreír en las tiendas donde entro a vivir mis compras y no en las grandes superficies.

Los clientes se fueron yendo del local, en el silencio de siempre, aunque un tanto impregnados del tono de la conversación trascendente, débil, bajito.

·        Es un claro elemento de alienación, pero no Marxista, haciendo alusión al trabajador, sino a los que compramos, Nietzscheana. Si no empequeñecen los centros de compra, las grandes superficies nos atraparan en horarios, usos, maneras, productos, ritmos. Órdenes multitudinarias, control sobre tu desarrollo al menos de elementos de subsistencia primera. Somos sus marionetas.

Menos mal que un compañero del trabajo los atracó a las tres con una gran navaja hecha con sonrisas y todos, atrapados por ellas, comenzaron a reírse, con sinceridad. Y tras ello, se fueron.

 

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