El Café. El síntoma del cáncer: La telebasura y el mercado.

El Café. El síntoma del cáncer: La telebasura y el mercado.

 

Solo estaban encendidas las luces altas del salón y los farolillos, repetidos pero pequeños que bordeaban toda la barra y al final, en la esquina más ultima, los cuatro amigos comentaban.

• ¡Nos equivocamos del camino!, ¡vamos hacia atrás culturalmente!, ¡seguimos empeñados en que ir hacia el futuro y hacia adelante es ir a mejor! . Estos programas de concursos y demás, entre cantos ridículos de pajaritos y águilas rapiñeras, debían ser la prueba evidente y definitiva del asunto, diciendo que pareciese que retrocedemos y no que avancemos. Me es difícil pensar en lo bajo que se puede llegar a caer cuando se disfruta y se regocija uno, viendo y disfrutando este tipo de programas – dijo Antonio.

• Y lo peor de todo – continuó Andrés, es el reflejo de los elementos culturales y sociales, entre los cuales, se monta nuestra mente. Entre estas circunstancias actuales circula nuestra furgoneta caminito por la vida. La medicina, la técnica y la ciencia es, sin duda mejor, ahora bien, la expectativa vital, la riqueza anímica, los sueños? perseguidos, las añoranzas de mejora, el positivismo por la vida, va a peor.

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• A mi marido le gustan, no siempre se ha de tener una tensión mental tratando de ordenar y encontrar significado a los asuntos, se puede ver la televisión con el motivo de no encontrar nada serio que pueda producir tu reflexión, y voila, telebasura – les dijo Alberta sin apenas levantar la cabeza.

• ¿abogas por no pensar?, ¿huir de tus ideas?

• No, salir de la tensión de este mundo por el camino de los ignorantes o por la salida de los inteligentes – le contesto Alberta a Andrés.

El bar estaba más lleno que de costumbre. Las cuatro mesas con inquilinos. Ahora bien, los abrazos de la madera e impertérrito el silencio, continuaban.

• Desde luego, la diversión que plazca al sujeto ciudadano, es un reflejo directo de su caldo social. Si los programas de máximo publico son las telebasura…son tonterías, risas malas, comportamientos ridículos, respuestas incongruente, valores de circo, labios desmesurados, tetas insinuosas, hombres afeminados, mujeres malísimas….eso se vende y nos gusta y me da que pensar y, concluyo.

• Es un claro reflejo de nuestro nivel cultural – añadió Antonio.

Tenían claro los cuatro que eran perros verdes. Sabía que sus pensamientos eran particularidades. Aquello a lo que criticaban, estaba absolutamente arraigado a la audición cotidiana, ellos estaban a miles de kilómetros de esta normalización.

• El objetivo será claro, entonces – continuó Jesús.

• Por supuesto que sí – le respondió Andrés. Cualquier movimiento, gesto, posición , contenido, personaje, música…todo esta pensado, en los programas de telebasura para venderte utilizando tus debilidades…arte sucio, para gente sin ninguna inquietud intelectual. Es el reflejo del cáncer provocado por el mercado. Disfrutan con la imagen y se creen todo lo que se les cuenta.

Acariciando entre si las palmas de sus manos, Andrés les añadió.

• La inquietud intelectual, ya no mueve nada. Con inocencia, nos envolvieron en el mercado y nuestra capacidad de actuar como individuos libre y competentes murió. Los concursos telebasura dibujan nuestro nivel intelectual y nuestras inquietudes de conocimiento. Son el reflejo del dominio del mercado, sus fuerzas mediáticas y económicas y lo que pueden crear.

Quedo como un gran final esta frase por decirla a la par que todos se levantaban para irse