miércoles, 31 de julio de 2024

Charles Chaplin, Ataulfo Sánchez y Romero Freijóo

 

Charles Chaplin, Ataulfo Sánchez y Romero Freijóo

Paseando por el corredor del hemiciclo, tenía instalada todas las cámaras pertinentes. Bajando la mano comenzaron a grabar. Cine mudo con una velocidad y un ritmo de movimientos mayores que en la realidad. En el plano apareció Ataulfo Sanches, andando con las puntas de los pies hacia afuera, tal como avestruz, con cara cómica de seriedad hasta que llegó al micrófono…poniéndose la mano en el pecho comenzó a realizar los gestos explicativos…sus manos de alzaban al aire e inspirando profundamente, las movía en forma circular mientras sus ojos, su mirada, se enfocaba hacia el techo de la cámara emocionado y tras esto bajaba las palmas de sus manos por el pecho, realizando resoplidos de satisfacción…”eso es, eso es, comentaba Charles Chaplin…exagera los gestos, hazte ver como un gran Mesías” tras sus supuestas palabras, su parte correspondiente del hemiciclo expresaba con bocas abiertas y lágrimas la emoción de sus palabras, que tras acabar, comenzaban a realizar una pequeña ola del centro hacia la izquierda del atril. Tras esto tomó el puesto Romero Feijóo…desde el corredor Chaplin le gritaba…”las manos pegadas  al cuerpo y los dedos hacia el exterior” rapidito y como un Pingüino subió al micrófono…el primer movimiento fueron sus manos en las mejillas de su cara expresando su asombro y disconformidad con poderío, e imitando una gran riña movía sus manos golpeándolas en los aires y haciendo largos recorridos horizontales expresando así con cara de dolor su disconformidad. Sus dientes salidos se mordían los labios mientras supuestamente hablaba…” bien, bien, describe el pecado que sientes en él”- le decía Chaplin. Del centro a la derecha el hemiciclo comenzó a hacer la ola. Volvió a su lugar y cuando salió otro locutor cualquiera, comenzaron a irse todos y todas los diputados, cual hormigas, tocándose las manos y transmitiendo información. Y Tras el primer día de rodaje, Charles se reunió con sus ayudantes y les dijo…” estupendo, estupendo, pero hay que marcar más la exageración y ridiculez con los gestos para cuando yo suba, pueda realizar los gestos de Paz y Tranquilidad Budistas y que lo dos acaben con la posición de loto, relajados, escuchándose, mientras el resto de los diputados salen con la cabeza rapada menos una larga y fina coleta. Se reirá el público, les gustará.

 


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