Así, caminando uno al lado del otro
con el paso acompasado, continuaban con la conversación iniciado dos
pisos más arriba. Estaban entrando en el bar y dentro de éste, la
temática de las formas, contenidos, maneras y colores de las
encuadernaciones, quedaban ocultas bajo la alfombra del olvido.
- Entonces ¿ya lo has escrito?, Andrés
- Si Carmen, girando la cabeza sin
importancia por la pregunta, le dijo.
- Venga, duro, entono ironico dijo
Carmen, enseñámela.
- No, mejor te la voy a leer, mi jefa
No en el tono que se lo decía pero sí
que era su jefa real. Ella supervisaba el trabajo de él. Decididas
las formalidades propias del libro, ella controlaba todos los pasos.
Andrés manejaba impresoras.
- Ahí te va, te lo leo
Y dicho esto y ya sentados en la mesa
negro caoba del fondo comenzó
“Unos sí, otros no.
En éste surgió y en el otro no llegó
ni una diminuta onda.
Aquel tenia unos pequeños momentos de
reflexión cuando una duda sobre la validez y razón de ser del mundo
circundante le llegaba mientras el vecino, no salía de la banalidad
material y sordera racional del fútbol, no cómo deporte, sino como
movimiento competitivo de las masas.
El hacer intelectual va a menos. La
Filosofía está cada vez más abandonada no por ella misma.
Conocemos los colores básicos y sus
combinaciones. Todo supuesto color que no estuviera hecho con estas
perspectivas longitudes de onda, no podríamos concebirlo. Si no te
enseñan y aficionan a pensar y ha tener movimientos intelectuales,
estos no salen como se caen, siempre, las hojas caducas de los Olmos
Me pregunto sobre las circunstancias
propias de los grandes filósofos buscando la influencia necesaria,
no en el contenido de las teorías, sino en la puesta en marcha del
movimiento en si.
En la Grecia clásica los ciudadanos
de las poderosas polis, empiezan a dominar el mundo circundante, y
surge así, el interés por su conocimiento y control.
Los pensadores medievales formaban una
élite intelectual formalmente acotada por unos dogmas de fe y
encargadas de la justificación de los elementos de la divinidad.
Pero la justificación de una realidad y el apoyo de la Iglesia les
llevaba a operar.
En el modernismo, en filosofía y
ciencia, quedan superados los límites de la Iglesia y el ser humano
surge como individuo capaz de explicar, comprender y dominar este
mundo circundante. Es la época de los grandes imperios europeos,
para los cuales el ser humano ya podía conocer y dominar.
Tras la llegada del fin del segundo
milenio, la gran estructura debatida de desmorona y la rebelión y
cambio llega. Hay guerras y revoluciones Europeas e independencias de
sus colonias. La motivación ante el cambio alimento enormes
pensadores.
Y llegamos al siglo XXI y comencemos a
pensar si el fin del pensamiento está llegando por la perdida de su
parece y su patología del acto interesado. La acción sin interés
propio es difícil de encontrar y con la filosofía no haces rico.
Afortunados aquellos que les da para comer”
- Bueno – dijo Carmen seria e
interesada, pero debes de seguir pues no está acaba en el desarrollo
de la temática e idea ¿no?
- Sí, tienen razón, que no – se
sonrió al hacer el pequeño juego de palabras. El asunto de seguirlo
sería buscar una solución a la problemática propuesta. Primero
deberíamos concretar en que manera las circunstancias actuales
afectan a nuestra esencia o condicionan nuestro desarrollo, poco
después, separar y diferencias los patológicos de los asépticos y
ya por último veamos como retornar el interés y seguridad en la
utilización de nuestra razón pendulando sobre motivos etéreos
conformantes de nuestro mundo intelectual y esencial. Es decir que
disfrutar en tu pensamiento bajo el cielo de la tranquilidad sea más
atractivo que rugir el motor de tu cochazo de colores claros
cromados.
- Porque, además será más sano para
la seguridad social como para la naturaleza – añadió Carmen.
Menos accidentes, menos gasto sanitario y menos dióxido de carbono,
le dijo sonriendo.
Siguieron hablando algún rato más.
Tenían una edad similar, algo mas de
cuarenta. Los dos estaban solteros, eran guapos y disfrutaban mucho
de sus conversaciones.
El tema preciase claro y preparado
para el desastre, es decir, que algún día, de entre los muchos que
acababan en el bar hubiesen terminado en la cama de alguna de sus dos
respectivas casas.
Afortunadamente para ellos, hasta
ahora, discuten, disfrutan, descubren en el bar y después se va cada
uno a discutir con su sombra en la cocina de sus casas.
La amistad continua.
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