Abrasado tengo el corazón de oír
ideologías y utopías sin ninguna posibilidad de aplicación.
Cansado estoy de aquellos que viven
rodeados en sueños colectivos respecto a lo que como masa humana
hemos de construir y que no serán más que ilusiones y fantasias.
Huyen de la realidad y comienzan a
predicar buscando la atención de aquellos muchos que nos falta punto
de mira en el movimiento social actual.
Proyectos que son sueños.
Objetivos para los demás y no para el
que los propone.
Teoría trascendental que se pierde en
el humo de la propia naturaleza y carácter humano.
La conclusión y solución es la
búsqueda de la funcionalidad de las circunstancias.
Busquemos un futuro mejor, pero ante
todo, mejoremos el momento actual.
No voy más allá del presente.
Miraré el mañana, pero tras haber
arreglado el presente.
El ser humano no es un medio para un
mejor estado futuro.
Las personas somos unos fines en
nosotros mismos y la búsqueda de la mejora inmediata de la situación
es necesaria.
Cansado estoy de escuchar a los que
teorizan sobre un sistema social ideal en el cual todos saldremos
ganando.
Desengañate. No existe.
No es el sistema lo que funciona, es
la educación y preparación de las personas, lo que lo permite.
Esos políticos que desde el atril me
proponen un magnifico mundo en el cual las personas seremos felices y
será todo mejor repartido no hacen referencia ni a la inmediatez,
funcionalidad y educación necesaria, tantas veces como voy al banco
a sacar dinero, es decir realmente pocas.
No, no, educación.
Pero camino de ella, debemos de tener
un principio único y formativo.
Éste es la funcionalidad, es decir,
lejos de cualquier elemento predispuesto, se va a utilizar aquella
salida, sea a donde fuere, que solucione ese asunto puntual.
La funcionalidad, como medida urgente
con el presente.
El futuro se forma cuando nos sobre
las posibilidades.
Las inclinaciones sociales de las
decisiones deben de ser desechadas y quedarnos, no más, que con
aquello que permita el beneficio puntual del mayor número de
personas.
¿Queréis arreglar el mundo?
Educar a los ciudadanos y cualquier
sistema funcionará.
El escuchar a aquellos que tienen la
posibilidad del cambio social pues para algo les hemos dado el poder,
siento que o se cachondean de mi creyéndose que soy tonto o, y ésta
no la quiero pensar, son profundamente burros.
En ningún momento proponen una
solución puntual a ningún problema surgido y que requiera una
solución.
Siempre se les hinchan las mejillas de
grandes proyectos, sentimiento, razones y objetivos pero no tienen
claro como arreglar el camino, ya, para que las ancianas bajen a
comprar el pan.
¡Oh!, qué fácil desde el mundo de
las ideas es hablar de la naturaleza y esencia humana y como
construir un sistema para protegerla ¡imaginación!,
¡especulaciones!, ¡hipótesis!, ¡proyectos!, pero, cuando tienen
que sumar dos más dos y ponerse de acuerdo para hacerlo juntos, para
estudiar como construyen una acera para las abuelitas, tienen
bastantes dificultades por sacarles de la ideologías y utopías e
introducirles en el mundano y banal mundo.
Me es complicado encontrar personas
que saliendo de su intereses propios tengan conceptos directos a
aplicar sobre la vida colectiva de una u otra ciudad.
Perderme entre los sueños de las
teorías se termino cuando comprendí que aquello era sólo un medio
de formación y la practica, es una imposición necesaria para la
construcción de las cosas aún cadeciendo por completo de una
justificación trascendental.
Esa básicamente imposible comparar la
necesidad humana a nivel político, en las diferentes épocas
históricas.
Ahora, en el siglo XXI, la
maxificación humana y el descontrol a nivel temporal de los
acontecimiento, exige reacciones rápidas, puntuales, formales, en
las cuales no se busqué más interés que el bien de las personas,
como fin en si mismo, en aquel momento.
Los grandes sistemas económicos, las
personas no somos más que engranares y tornillos en le
funcionamiento de unas estructuras mayores. Éstas son las que se
empeñan en mejorar y mantener y para las que se ordenan y permiten
determinadas acciones que mantengan en orden al sistema.
El sistema por encima del individuo.
No, necesitamos funcionalidad directa
al bien inmediato del individuo.
El ser humano, es un fin en si mismo y
no un medio para mantener ninguna estructura.
No pienso abandonar mis inclinaciones
constructivas sociales, mis pensamientos sobre el orden político, mi
concepción sobre el futuro propio de las personas, ni a las
estructuras con las que sueño, pero esto, siempre condicionado a que
en el momento actual no produzca ningún daño inmediato en la
supuesta justificación de un beneficio posterior.
No, funcionalidad e inmediatez.
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