Cualquier sistema formado y creado ante unos problemas
dados, tiende y más en el caso del ser humano, a la corrupción y malformación.
Por naturaleza propia las cosas se estropean. La entropía,
entendida como el aumento del desorden propio del sistema es una ley
insalvable. Nada permanece impoluto ante el paso del tiempo.
Lo que funciona como innovación y cambio acaba siempre
con asuntos de malformación y en el caso de los asuntos humanos, con la perdida
de los primeros principios formadores.
Las barrigas y los culos cogen peso, y esto, impide
recuperar la pureza intelectual y los motivos sinceros que dieron lugar a la
validez de la actuación.
La transición española, fue un ejemplo a nivel mundial.
Allí se comprometieron y actuaron muchas personas con sinceridad e interés de
cambio y mejora general.
La ilusión de los nuevos vientos movían el corazón, la
honradez era un término que no se discutía, el interés propio era la aplicación
de las ideas defendidas.
Pero los culos y barrigas de ellos y ellas siguieron
aumentando y lo que era pureza e interés general pasó a ser malformación e interés
personal.
El término degeneración, implica la necesaria renovación.
El cambio ha de ser constante pues las personas estamos envueltas entre los
papeles de los beneficios e intereses
personales.
El poder empobrece la naturaleza.
El poder se trasforma en ambición.
El poder empequeñece las humildes intenciones.
Los qué y cómo se tiene el poder debe de ser
constantemente renovado y adaptado para su correcto funcionamiento.
Ya no se trata de cultivar la tierra de España y plantar
la semilla de la democracia. Con la estructura ansiada ya lograda, los primeros
se van, se encuentran con la comida ya puesta y dejan, a un lado la idea del
compromiso y avance aparcada al lado de una lucha fratricida de los partidos
por el sillón del poder. Las ideas murieron en el rio del dinero y los perjudicados
somos los Españoles.
Siento que el pueblo Español es
grande, fuerte, inteligente, sincero y capaz pero también, y esto lo sé,
hay, algunos propios, que nacieron sin
vergüenza ni honestidad o si, pero se les cayo con la primera palmadita en el
culo dado al nacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario