viernes, 3 de febrero de 2017

En el error de la tristeza



La tristeza y la soledad, han dado, los mejores momentos tanto como escribir poesía como para reflexionar sobre las verdades constitutivas primeras.
Abundantes son los escritos Filosóficos, los articulos, buscando trascendencia, las narraciones de naturaleza existencialista, con la tristeza ante la imposibilidad de comprension o con la menudez y sinrazón de aquellos que nos creíamos los dueños del saber.
La poesía revolotea sobre todas las desgracias, habidas y que habrán, que la persona sufre y lo cuenta desde la inmovilidad de la soledad y tristeza.
Ya los últimos modernistas y los contemporaneos, son autores que todos nos cuentan historias de imposibilidades y de luchas duras y tristes. Hasta Hegel y desde Kierkegaard.
Lo difícil y complicado es aquel escrito reflexivo que mantiene tu atención achuchando tu curiosidad y no mimando y besando a nuestra tristeza, que tanto nos gusta.
La incomprensión de los datos,  asuntos, momentos, no debe de traer, como consecuencia,  la tristeza ante su supuesta irresolución.
Cambiar desesperación por libertad y con ésta, inventar, construir, razonar tratando de buscar cualquier salida que saque del agujero de la autocompasión ante mi supuesta imposibilidad de conocer.
Articulos que me hablan sobre la oscuridad de las personas, sobre su angustia vital, ya me aburren.
La visión positiva, continua, coherente, sin pausa de imposibilidad y con la más absoluta comprensión y asumisión, de su necesaria continuidad, es el tono que tienen, deben y no tiene más remedio, que seguir nuestro pensamiento.
Cualquier camino de imposibilidad, es de por si, inerentemente y esencialmente, un error.
La puerta a las imposibilidades hay que dejarma cerrada y en el caso de llegar a un callejón sin salida o a unas dimensiones que nos superen y acobarden, aceptemos ya, que es, no más, que un camino equivocado.
La única solución correcta, seria y posible, es aquella que tiene una continuidad.
La angustia y la perdición, me cansan y las veo como una potenciación en el error.
La verdad, por necesidad propia, impome un movimiento positivo y de continuidad.
Las personas tenemos la forma de satisfaccion total. Está lejos, sí,  pero cualquier pendamiento que ensucie el camino de la existencia, hay que abandonarla rapidamente.
¿Quien encuentra ningún camino ni salida entrando en el pozo de las desgracias e imposibilidades?, nadie.

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