Parece ser un asunto
secundario dadas las problemáticas que nos rodean, pero real y
directamente tiene una consecuencia negativas sobre nuestro
desarrollo.
Navegamos entre
avalanchas de productos sintéticos en todos lugares y allá donde
nos movamos.
La utilización
constante y continua dibuja y dirige nuestra evolución y desarrollo,
sólo que no será la Darwiniana, sino la Lamarckiana cuando la
evolución es real en la medida de la educación de las generaciones.
Y en la utilización
de la química a nivel neurológico es un hábito que ya nos
condiciona, nos apresa y nos dibuja. Y atentos a lo que os digo, el
Paracetamol y la Heroína, tienen y cumplen exactamente las misma
característica, pero diferenciadas en intensidad. Es y parece una
comparación ridícula, pero dibuja el espacio de acción de los
elementos químicos que ingerimos que van desde una simple pastilla
de paracetamol a un chute de heroína.
El tema comun, y tal
y como os lo digo, es la variación en la concepción vital que
pueden trasformar estas sustancias que se han convertido en festín
curativo y placentero.
Los tranquilizantes
se están convirtiendo en un medio funcional admitido y ya concebido
en muchos lugares como elementos oportunos y consecuentes de unos
actos admitidos y seguidos.
El habito en el
consumo de estas sustancias química del modo constante produce
modificaciones en la forma, costumbres, hábitos y posibilidad de los
sujetos, lo que supone, necesariamente una trasformación a traves de
los hechos, esencial.
Esa concepción y prespectiva vital, por educación y ejemplo, se heredará y así seremos y así
será nuestra esencia y naturaleza.
El uso constante y
diario de paracetamol puede producirte, allá, muy lejos, una
incapacidad de actuación propia del cerebro, el uso constante de
narcóticos socialmente admitidos y recetados medicamente, varia los
ritmos operativos, el uso elevado de alcohol, cannabis producen
dependencias físicas y psíquicas.
Os escribo algunos
de los muchos elementos químicos que ingerimos para variar el
funcionamiento natural del organismo de los muchísimos que hay.
No hablo de dejar de
ir a la farmacia, hablo del problema de basar la evolución
comportamental y estabilidad psicológica en sustancia sintéticas y
químicas por las consecuencias directas en la realidad social.
Esto que cuento
puede ser no más que la punta del iceberg que resalte la inoperancia
y el engaño constructivo que hemos montado.
Sí, al menos en
España, vivo en un sistema funcional, correcto, con máximas
garantías, pero lo que digo y pienso que por efecto de los
principios operativos del mundo, la química que se nos devora, el
que conozco, occidental, o se empiezan a cambiar pequeños detalles
que parecen que no, pero que son mucho, pero mucho sí.
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