jueves, 22 de noviembre de 2018

Los políticos y el vicio del poder.




Los políticos y el vicio del poder


La connotación equivoca de los políticos viene por la mala concepción que tienen, de a quien sirven y para quien trabajan.
Los políticos no se han dado cuenta que no son mas que los últimos en el sistema y su única obligación es hacernos más felices a los que les pagamos.
No trabajan sobre nada suyo.
Las cuentas son mías y no tuyas, político.
La empresa publica es de los vecinos de mi finca y no tuya.
El síntoma de la propiedad del lugar de trabajo les invade y parecese olvidan, para quien y donde trabajan-.
El fantasma de la propiedad les enferma y comienzan a actuar como si fuese su empresa, intereses y dineros. No pueden mantener,por epidemia propia de la enfermedad de la política, el sentido del material publico, aséptico a actividad personal y propia.
Da igual, se suben al ambón, al atril y lo que era un bien publico, bajo la opinión y decisibilidad, en cuanto acción y comprensión, compartida, se convierte en un “esto es mio, y lo que nunca se os olvide, yo soy el mejor”
No se si mi ataque más que continuo, sino traumático, maniático y repetitivo a los políticos, viene condicionado por la única, irrepetible sin igual formación social-política que henos y tenemos, montada.
Decidme que me equivoco y gritarme que los políticos son iguales cuando suben y llegan al poder que en el camino hacia éste.
Se produce la metamorfosis aceptada, vivida y vista con normalidad de las personas cuando se politizan.
La precisión y puntualización se pierden.
La practicidadd se pierde en el olvido de los populismos.
En la actualidad, la seriedad es un síntoma de un mal político no adaptado a la sociedad de la imagen, las formas y no el contenido.

viernes, 16 de noviembre de 2018

EL IGNORANTE ILUSTRADO.





- !Ridículo resultas y eres si opinas o dices eso!, - torpón.
- ¡Que el ser humano tiene su realización en el arte y la sabiduría! - inútil.
¡Ja, ja, ja!
    • ¿la felicidad y realización del ser humano en los conocimientos ? - ¿quieren que se rían de ti vayas a donde vayas? - ignorante.

Andrés miró con desprecio y desasosiego al interlocutor. Cargado iba con sus libros. No se acababa ni uno pero los estudiaba y leía todos con curiosidad e interés. Lo despreció y se dio la vuelta. Continuó sus andares y dejo al interlocutor equivocado y sigió en el camino de la diferencia por buscar la sabiduría.

Y comenzó a hablar solo en el vagón del tren, que aquellas horas de la mañana, estaban sólo del conductor y de él.

    • ¿Estamos olvidando lo que somos?, ¿nuestra única dimensión de felicidad?

No podía evitar mirar con envidia, cuando lo estudiaba o leía, la Europa Ilustrada de los siglos XVIII-XIX, donde buscaban la sabiduría y el poder de los conocimientos como realización y fin de la vida de las personas. Andrés no lo era. Su interés era inmenso, pero sus conocimientos eran los de un simple aficionado. Se imaginaba paseando y yendo hacia la imprenta para publicar un libro que hablara sobre el circulo vital de los anfibios, realizado solo por la adquisición de nuevos conocimientos. Con su levita ajustada de cintura, paseando y hablando por algún otro ilustrado cuando le explicaba como pensaba planear y exponer el desarrollo y la problemática.
Odiaba verse ubicado en la época histórica que le había y le va tocado vivir.
El interés por la sabiduría, la educación, el conocimiento, como corriente social, había muerto. Aquel que hablase del amor por la sabiduría sabia que solo lo podía hacer en círculos cerrados y selectivos, no pudiendo salir de ellos bajo condena de las risas y las caras de incomprensión colectivas.

    • !Mierda¡, me quedo con mi particularidad¡, !no aguanto más la ignorancia bien vista, bien vestida y bien alimentada¡. Cuando veía algunos personajes famosos y conocidos a nivel social sentía desprecio. La pena ya se le pasó. ¿algún escritor, algún científico, algún artista?...no, la sociedad no ve, ni aprecia, ni le importa estas otras cuestiones. Miraba el interés de la inmensa mayoría de los habitantes de la ciudad sobre aquella mujer de los pechos y labios operados o de aquel musculitos con los laterales del cabello rapados que se había peleado por la mirada lasciva de éste a una amiga de aquella.

!No perdáis el tiempo¡, !no arruinéis vuestra vida¡, !no améis los conocimientos!, !no busquéis la sabiduría¡...si queréis que os atiendan o hagan caso, ser vulgares, repetitivos, falsos y cuya visión futura a nivel general, cosmológico, mundial, personal, no te pase de la sucia primera esquina.

Comenzó o siguió andando hacia su trabajo. Con la cabeza baja, mirando la punta de sus pies caminaba totalmente atrapado estas conclusiones.

    • Hombre, Andrés, ya viniste, amigo – era Joaquín, su compañero del piso de abajo, en la imprenta- Estaba gordo como un oso de comer y devorar hamburguesas, sin pausa ni medida - ¿prepara para el circuito del Cheste y GP? - me dijo-...!hamburguesas, cervezas y motos?...a ver ¿qué más?
Y decidme, como le iba a contar que me me gustaba calcular la velocidad del móvil, vehículo, para llegar a Andrómeda, galaxia circular situada 2537 años luz de la tierra...¿cómo?.
Por la tarde, bajó de la imprenta al café de la esquina y se encontró con Antonio, literato que publicaba libros haya donde trabajaba Andrés.

    • No sufras, amigo – le dijo Antonio a Andrés- la cultura y el amor a la sabiduría, están siendo fagocitados por la ignorancia promovidada por los mercados, el dinero y la codicia de las personas. Pero volverá y nos da felicidad a los que la ejercemos. La felicidad no necesita la aprovación ni seguimiento colectivo.
    • De revolutionivus urbitum coelestium, Antonio. Cogeré algún libro y moriré abrazado a éste en mi cama.
Los dos se rieron.


miércoles, 14 de noviembre de 2018

EL LIBRO A LA CHIMENEA






Sabía que, casi con toda seguridad, no le dejarían entrar al congreso con aquel libro de las soluciones a los problemas de manera racional, desinteresada, neutral, sin más bandos que el bien de la totalidad.
Llevaba años confeccionándolo y los mejores profesionales de muchas especialidades, en su libro, tocadas, abriendo los ojos desmesuradamente, le habían dado, si cabía le decían, su aprobación, aunque él ya sabia de su total validez.
Escéptico, pero ilusionado, llego a la puesta del congreso con su libro entre las manos.
Los leones de la entrada rugieron a medida que el pasaba. Les miró y no sabia si rugían por el apoyo a las soluciones o por olor a sangre que mis ideas comenzaban a despedir.
Las risas del primero fueron quizás algo mas controladas que las del segundo interlocutor al los cuales les enseñaba el libro en el cual se encontraban científicamente demostradas las soluciones y el camino de aplicación de ellas.
El tercero al que puse el libro entre sus manos, fue el subdirector de relaciones laborales de los trabajadores de los diferentes magisterios vinculados a la zona agrícola y laboral del campo y su repercusiones en los mercados centrales. Es que no pudiéronle dar más resonancia ni tonalidad para crear el ministerio y darle algo más de cachivache. Total, hacia unas 5 reuniones anuales para finiquitar todo el trabajo de este pasajero ministerio que llevaba ya 15 años en funcionamiento. Éste, más que risas, que también las hubieron, miraba al libro como si se tratase de un objeto sexual, un consolador, mientras sus pupilas divergían de punto de escape.
    • Señor..ehh...
    • Andrés García – respondí
    • ¿está usted seguro de que en este libro encontraremos la solución a todos los problemas?.
    • Sí, pero no solo estoy seguro, sino que así es.
    • Bueno, Don Andrés, es que las cosas, aun soponiéndolas como verdadera su afirmación, no son tan sencillas.
Y aquí fue cuando comencé a ver con claridad los hechos y los asuntos que seguía, empecinado, en no creerme. Aceptaba, veía que las soluciones podían estar allí – seguía mirando el libro, con su ojo un tanto perdido solo cuando lo hacia, con sorpresa, impresión, excitación, desconfianza y mal rollo de las posibilidades de que se acabase lo que había trapicheada y que le daba muchos euros mensuales de dominio y heradio publico.
No querían soluciones.
La lucha interna entre los partidos y sus inutiles divergencias, le proporcionaban el sueldo. No tenia, aun dándose, a pasos los caminos infalibles a seguir, la más mínima intención de alcanzar ningún acuerdo con ninguna fuerza política contraria que llevase a la paz, orden y efectividad consiguiendo que todas las banales e interesadas instituciones que se habían creado, por efectividad restante dejasen de funcionar.
    • oh¡, y donde conseguir que me miren y me traten así como aquí lo hacen cuando no lo merezco - Don Raúl y su astigmatismo, bien que lo sabían.
Salí del congreso con olor a basura, apestufado de intereses, con los zapatos sucios de malas intenciones y con la camisa desteñida, pues 2 horas allí, ya habían comenzado a actuar sobre mis ideas.
Encendí la chimenea, miré el libro, y lo tiré a las llamas de ella. No estaba dispuesto a luchar contra el mundo. Estaba cansado de soñar con ello. Mi cabeza no podía más. El libro se fue quemando poco a poco, pagina tras pagina, haciendo ver y dejándome bien claro allí se iban mis instiles ilusiones.

lunes, 12 de noviembre de 2018

El suicidio de la Filosofía.




El suicidio de la Filosofía.

Con sus largas coberturas de tela de tele blanca, andaba cojeando y encorvada por el camino de los conocimientos hacia el lugar del acuerdo, reunión y realización de la felicidad humana. Pero su cansancio y desesperación eran ya máximas, pues pensaba que ya jamás llegaría allí. La llamaron Filosofía y nació en las entrañas de las dudas y la existencia del conocimiento abstracto. Se creyó con la posibilidad y las fuerzas de explicar y comprender todo lo referente a las personas. Conservo su ilusión hasta que una Play Station la arrinconó en el último cuarto en el que ya se había fundido la luz.
El materialismo nos aleja totalmente del pensamiento filosófico o reflexivo.
Estoy rodeado de demasiada gente que está a años luz del un pensamiento reflexivo y genérico que no salga más allá de los cubatas tomados, de los comensales de la paella o de las amigas a la fiesta.
Que basura, sonrisas de pato en fotos falsas.
La filosofía sabía que apenas le quedaban dos tres curvas más. Sabía que el espíritu reflexivo quedaba ya en muy poca gente. Estaba enfermo y abandonado. No es que no lo siguiesen o eligieran su no utilización conscientemente, es que es un juego, que entre risas e inocencia, como si fuera su la última travesura, te dicen que no saben nada de esos pensamientos y autores y lo sitúan en la mas absoluta normalidad, entre risas, por la pregunta tan graciosa.
La Filosofía se muere y con ella el espíritu del ser humano.
Veo a la gente actuar en la vida y no veo ni un solo acto que no vaya mas allá de la inmediatez siempre y necesariamente relacionado con lo material.
Y la filosofía lo sabia.
No quería molestar con su muerte y desaparición `pero sabia que ya no tenia cabida ni lugar.
El cianuro descansaba en la mesita de noche.
La Filosofía venia de las clases de la tarde en el instituto y de la lejanía de un amor abandonado.
Sabía que nadie la había mirado a los ojos.
Que nadie había dejado de mirar el mundo como una inmediatez material y anímica.
El ser humano había dejado de tener camino de realización, ya no se buscaba la esencia de nuestra existencia, solo contaba la diversión y disfrute, falso, pasajero, débil y enfermizo.
Inclino la botellita dorada de cianuro que tenía inscrito, en Latín, “para los que mueren por la verdad”

sábado, 10 de noviembre de 2018

La incomprensión.




LA INCOMPENSIÓN


!ahy¡, !cuanto me duele!, pero he de deciros que la comprensión solo llega con la experiencia. Lo demás, no son más que palabras no sentidas.
Y escuchado y oído, quejas y protestas sobre hechos en concreto y mi valoracion y juicio de los locutores era variado, pero, y ahora os diré, equívoco.
¿Por qué?, fácil, porque yo no había tenido nunca una situación similar y desconocía las reacciones propias que se sufre y se manifiesta en aquellos momentos.
    • Fíjate el señor lo que nos cuenta.
    • Sí, ya te digo, que exagerado.
Hasta que te pasa a ti aquel día y duplicas los problemas con los que te encuentras, te sientes y lo manifiestas.
Y no solo de las experiencias, sino también de las circunstancias.
En algunos puntos de tu vida y según cuales fueran tus situaciones generales, todo te parecerá mejor o peor en un grado u otro. La vida, siempre caprichosa, cambia absolutamente de color y su juicio sobre ella, de un día al siguiente
La solidaridad, basada en un acto comprensivo del problema, es una falsedad.
La comprensión general en un acto de abstracción nos conduce siempre al particular (Berkeley) y éste es una experiencia.
Yo, seguro que me repito, no lo sé, pero el mundo depende, sin duda, de mi estado de humor.