¿Y donde está aquella decisión que
le hizo libre, grande y diferente?
¿Acaso salvó al mundo en aquel
escorzo que realizó entre la elección del bien o del mal?
¿puede que fuera cuando salvo del amor
y la desesperación a aquel amigo suyo?
O quizás ¿les dijo a un grupo de
personas el fin, motivos y maneras de realizarnos como seres humanos?
¿fue grande mientras el destino
heredado le iluminaba haciendo algo grande cuantitativamente?
¡Engañados todos aquellos que
busquéis la grandeza de los individuos en aquellas acciones que
salgan de las decisiones propias sobre la vida de cada uno!
Y veía al pasajero del autobús a
penas unos metros delante mio, que había estado casi sin dormir toda
la noche, pues llego tarde del trabajo, estuvo cuidando a su hijo
algo enfermo y escandaloso y cogió al punto de la mañana otra vez
el autobús con la alegría propia de haber hecho lo que quería y
debía. Dibujaba una sonrisa ligera, calmada de satisfacción desde
la oscuridad del asiento delantero de aquel autobús. Grande, era un
hombre grande. Pero solo, particular. La grandeza no es, nunca, un
símbolo que popularidad o de conocimientos. La mujer, que se
levantaba sonriendo muy pronto para ir al trabajo mientras su marido
llevaba a los niños al colegio y que se despedía de ellos llena de
alegría y sinceridad por tenerlos, pese a haberse acostado muy tarde
por culpa del trabajo y por las malicias nocturnas de sus hijas. Así
en en el asiento de más adelante, ella también sonreía. Otra
heroina que no necesita el clamor popular ni el reconocimiento por
parte del ajuntament de todo su trabajo. El héroe y la heroína
viajaban en el mismo autobús hacia su trabajo.
Quizás hay tanto persona que no
comprenden todavía que en esta gente, están los verdaderos héroes
y heroínas que pululan todo el día cerca de nosotros.
¡Necesitamos la popularidad, el
reconocimiento en noticias en la televisión, los periódicos......ahy
está la gente grande!, me dirá aquel que piensa así.
Y yo lo pienso muy pronto, a la
matinada, a las 6:30Am en el tren, donde no suben ningún supuesto
héroe porqué hasta aquí no quieren llegar.
Pero va y resulta, que yo me fijo más
que aquellos que se quedaron ciegos por los flashes de las cameras de
fotos o los faros y focos de las películas y veo la grandeza de
algunos y algunas en su vida vulgar, normal, estreñida y comprimida
por fuerzas que por todos lados se les escapan y les vienen grandes.
Solemos hacer heroínas y héroes a
quien menos se lo merece, pues la vida allí los puso para que
viéramos todos aquella pequeña acción puntual y primera que se día
en aquel momento, único y exclusivo.
Pero ¿que pasa con todos aquellos,
ellos o ellas, que parten como yo, pronto, en la estación, con los
zapatos sucios del campo y de la obra o el bolso con los pequeños
bocatas para el almuerzo sin salir de la oficina.?.
Si lo llevan todo esto con una sonrisa,
prepararos, vosotras y nosotros a inclinarnos con respeto ante ellos.
Tener mucho cuidado al juzgar la
validez de las personas.
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