Y aquel huevo frito que se
asaba aburrido en el aceite, comenzó a bailar entre todo aquello que
salpicaba cuando comencé a escuchar aquella música.
Seamos objetivos, veamos las
cosas desde la distancia y concluyamos con la verdad: la música
conforma nuestro mundo inmediato cuando la escuchamos.
Ahora, escuchando música mi
alma se eleva hasta un lugar con el cual no había soñado que
pudiese llegar esta mañana cuando iba en el autobús camino de casa.
La realidad se trasforma,
cambia, puntualiza si una sucesión de ritmos armoniosos suenan a tu
lado.
Quizás no produzca nada que
ya no estuviera, pero si lo saca de aquel agujero que tan profundo lo
escondía.
Y Bach atrapa a mi espíritu y
comienza a flotar encima de mi cabeza, y Nirvana me lleva al pasado
y me teletrasporta allá donde estuve, y Mozar me emociona, y los
Beatles me llenan de ilusión, y Freddy me enferma de su pasión, y
con Vivaldi mis pies se separan del suelo y comienzo a flotar y oigo
a Sabina o Mecano y toda mi finca sabe de ello y de lo mal que canto
y desde la distancia miro al mundo con Angie, los Rolling o Hotel
california, Eagles..y así, mucho más.
La música, sin ninguna duda
condiciona y le da tono y color a aquello que haga, vea o diga.
Y como no me considero nada
especial, sino uno más, quiero entender que a todos nos pasa lo
mismo.
Quizás haya algunos que
sintamos más placer cuando la música te arrastra sin piedad allá
por donde ella quiera hacerlo.
Puede que haya una explicación
fisiológica y estas ondas acústicas pongan mas intensidad en la
conexión de las dendritas de nuestras neuronas y nuestro pensamiento
se acelere y coja atajos, pasando por lugares nuevos, o puede que no
sea esto y que tengamos un espíritu que vive de belleza y en ella,
la música, la encuentra.
También puede que la
realización de ciertos actos llenos de divertimentos cuando ella
sonaba, nos lleva a unos actos retroactivos y nos lleve, otra vez
allí.
Sea cual fuere la razón, la
música es una poción mágica que actúa directamente sobre nuestra
persona y califica aquello que hagamos o allá donde estemos.
Yo, en mi caso particular, la
utilizo como medicamento ante la sequedad y falta de sentimientos que
encuentro con frecuencia aquí, en el mismo lugar que todos
habitamos.
Además, tras las enseñanzas
de Galileo y sus inicio del empirismo, escribo con y sin musica, sea
esta cual fuere, y noto, veo, plasmo y leo la diferencia, entre un
momento y otro.
Es posible que el termino
música sea demasiado particular y debería de hablar del arte.
No os voy a decir lo que
ahora, ya, en estos momentos, oigo y como sueño que estoy
escribiendo algo que a alguno más que a mi le pudiera, al menos,
interesar.
Articuloshiperbolicos.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario