domingo, 12 de abril de 2020

La Filosofía, el Arte y la muerte.

(ahora no, pues estoy confinado en casa. De normal, tengo mucho trabajo. Si pongo publicidad y tuviera algún ingreso podría dejar alguna alguna actividad y tener más tiempo para escribir. Por el estilo de mis escritos, ¿creéis que los desvirtualizaría?, ¿que dejarían de tener el espíritu que trato de mantener?, ¿os resultaría molesto?. Decidme algo, por favor)



El elemento necesario para hacer Filosofía y Arte es la convicción y conocimiento en que la vida es un suspiro, un pequeño camino entre la nada, un olvido ya pactado, un silencio caminando. La Filosofa en enreda tal cual trepadora, entre los muslos de la bella mujer de la vida tratando de poseerla y cubrirla, con amor, dulzura y cuidado toda pero siempre llega el calor del verano, la falta de luvia, la tierra se seca y la planta muere ante su ya sabida imposibilidad que le llevó a intentarlo. Así como en la vieja casa de madera del ultimo monte, el arte pinta, dibuja y sueña con los signos de amor en la espalda de David tratando de llenarla toda de color hasta que la inspiración se acaba y la artista muere entre sus ansias de belleza. El pincel se desilacha y sabe que acabaré pintando con los últimos suspiros de su corazón.
Y la vida se va, y con ella llega el arte y la filosofía, que nos observa desde lo alto sonriéndonos desde nuestra pequeña finitud cuando comencemos a darnos cuenta de su grandeza y nuestra pequeñez.
Llorando de alegría y emoción salió el pintor del museo al ver una belleza que éste sabía que allí estaría cuando él ya no fuera mas que cenizas en el río tal cual el filosofo andaba con el mentón alto al salir de la biblioteca tras comprender que él era demasiado pequeño pero que allí casi estaba toda la verdad.
¿qué importancia tengo yo? - se preguntaba aquel mientras miraba al David de Miguel Angel - ninguna, se respondía.
El que tenga miedo a la muerte no hará nunca jamás algo bello o cierto. Podrá ser un arquitecto pero no vivirá en el arte, podrá ser un gran novelista, pero jamás vivirá  la emoción de la  caza de la verdad.
La verdad solo está,vive y cobija en la muerte. Sin nuestra finitud no somos nada. la vida se acaba y esto nos hace grandes, potentes, sin fin. El que rechace o no comprenda a la muerte perderá la posibilidad de hacer algo grande y duradero.

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