La ciencia ha tenido una gran progresión y cambio a todos
los niveles a lo largo de la historia. Desde Tales de Mileto en el siglo VII
adc, hasta digamos y sólo digamos Einstein en el ya siglo XX.
Hablo
de las primeras diferencias comprensivas, pues, no estoy hablando de la
tecnología, la cual cambia y evoluciona, muchísimo más rápido, cada diez años,
incluso menos. La tecnología es una perfección de lo que ya hay, es un cambio
cuantitativo y no cualitativo. El ejemplo más claro y más a mano son los
teléfonos móviles que fijaos lo que había no hace más de cinco años y lo que
ahora se comercializa y su crecimiento consiste en, y dejadme que lo diga así,
empequeñecer, físicamente, lo ya existente.
Vengo a referirme de la manera de hacer ciencia,
entendida como la búsqueda de una explicación al mundo que nos rodea, al mundo
físico más en concreto.
Esta definición usual, comprensible, mundana que todos
utilizamos y que acabo de escribir, siquiera
ella totalmente correcta bajo lo que se estudia con nombre en la actualidad y
dista bastante más de la que se hacía muchos siglos atrás.
No siempre hacer ciencia ha sido lo que hoy entendemos
como tal y hoy hay conocimientos que se introducen en la bolsa de la ciencia y
están mucho más cerca de la filosofía al ser especulaciones casi de conceptos y
situaciones metafísicas.
Hace ya mucho tiempo, en los albores del siglo VII adc y
allá por el oriente próximo, las personas, metidas en una plena actividad
económica y de cruces de culturas, comenzaran a buscar una explicación a
su mundo circundante sin que fueran los
Dioses quien se la diera, sino ellos mismos en su potencialidad como personas y
utilizando su razón. Y así comenzaron a observar el mundo que les rodeaba.
Todas las personas y animales, estamos compuestos, más o
menos de un 70% de agua, la tierra, su superficie, está formada en dos terceras
partes de agua y hielo, nieve y lluvia hay y se produce por todos los sitios.
Es directo, si miramos a nuestro alrededor buscarle su implicación y colocarla
según su importancia.
Así y cómo ejemplo, válgame Tales de Mileto.
Un
hecho que se observa, es que la forma líquida impera sobre cualquier otro
elemento, en la forma biológica, en los ríos y mares. Agua hay por todos los
sitios y si no es agua, es un compuesto que tiene parte de ella. Así pues los
primeros científicos, como tales de Mileto, pensaba observando su mundo circundante
y utilizando su razón, que el principio fundamental y formador del cosmos (Arje) era el agua y sus
diferentes situaciones daban lugar a todo lo existente. Pensaron que la vida
estaba compuesta por el principio del agua y además ¡llovía!, el agua cubría y
envolvía la tierra y además flotaba cual isla en ella.
Es una deducción bastante probable y posible, dados los
conocimientos y datos que se tenía entonces. Ellos no se consideraban
científicos. Pensaban, reflexionaban y hacían filosofía.
El cambio en las concepciones siempre va acompañado de
una variación y evolución histórica.
Por los vaivenes de ésta, los pensadores, comenzaron a
preguntarse sobre términos tales como la justicia, belleza y otros, producto de
la mayor unión y prácticas sociales, políticas y humanísticas.
Se llegó, como no, a un nivel más alto de abstracción sino, díganme ustedes que
forma, lugar y cuánto pesa el termino justicia. Se hablaba de algo que no
vemos, que no toca, pero sí existe.
El resultado de
este movimiento fue crear una explicación del mundo fuera de éste.
Y entonces, apareció el Filósofo (en la edad media no se
aludía a él por su nombre, era simplemente “el Filósofo”), Aristóteles y
escribió un libro de física que se diferenciaba, por fin, de la ontología, es
decir el estudio del ser de las cosas en forma genérica. Quería saber acerca
del mundo circundante, cuál era su funcionamiento, por qué era así,. Por qué,
cuándo y cómo algo subía o bajaba. Se
bajó de aquel mundo lejano y difuso donde habían colocado la explicación
de aquello que no tiene forma , ni peso, ni medida y se habían llevado a
aquello que sí lo tenía. Afirmó que estas propiedades innatas estaban en el
mismo objeto. Una piedra llevaba, en si y por esencia, el movimiento de caer.
Continuó hablando de fuerzas esenciales, sustanciales,. Metafísica,
pero ya no huía de nuestro mundo circundante. Hablaba, de otra manera, de
energía propia del objeto que le llevaba a
ponerse en movimiento y en
ésta nueva situación esencial, allí se
mantenía. Dio, lo bien llamado, explicación causal suficiente, pues consiguió
describir cómo funcionaba el mundo (estuviese o no equivocado). Poco tenía que
ver con el futuro, pero es el primer científico que estudia directamente el
mundo que le rodea dándole una explicación física y, con más importancia el movimiento propio de los objetos.
Si algo ha traído y ha supuesto la realización de
estudios y teorías ha sido, sin duda, el movimiento. Sus razones, sus causas y
sus formas. Si golpeamos una piedra ésta
se mueve y para cuando llega al suelo. Aristóteles, entonces pensó que el
movimiento era un estado del cuerpo. Podía estar en movimiento o reposo y no
calibraba ninguna otra relación.
Así, como totalidad de situación y sin variabilidad
llegaremos hasta Galileo, el cual haciendo experimentos y dejando caer objetos
sobre planos vio que no era una cualidad total y esencial de los objetos, sino
que se trataba de unas fuerzas físicas a la que estaban sometidos. Las cuales
se podían estudiar, deducir y definir.
Antes, por ejemplo, pensaban que los objetos caían según fuera su peso, es decir, por razones propias
formativas, cuanto mayor fuera , mayor era la velocidad, dentro de su cualidad
cualitativa formativa que era la de caer. Era su esencia la que actuaba y
ninguna otra fuerza más. Esto es algo absolutamente normal. Si no haces un
experimento como el que realizó Galileo, los sentidos te engañan y te producen
rápidamente esta conclusión. Pero no esta gran científico inserto en un momento
histórico absolutamente dominado a todos los niveles, político, científico,
social y demás por la Iglesia (y más en la Europa continental) tuvo que
emigrar, esconderse y aceptar bajo pena su error comenzó la nueva experimentación.
Puso dos objetos, bolas de plomo, de diferentes pesos, en
un plano inclinado, en una bajadita y comprobó que la llegada al final era la
misma, es más que la velocidad con la que aceleraban también. Este era uno de
los primeros experimentos que después serían el modo de acción de las futuras
generaciones. Con lo cual, puso en duda toda la física clásica.
Primero,
discutía el modelo del movimiento Aristotélico y segundo, con sus observaciones
con el nuevo artilugio que construyo, pequeño telescopio, al montar lentes y con el que pudo observar
el movimiento de los astros, se atrevió a negar a las escrituras y afirmando que la
tierra no era centro propio de la creación, del sistema solar, entonces como totalidad conocida.
Era tanta la influencia que la iglesia tenía, que un Párroco
protestante Polaco, Nicolás Copérnico, apenas unas decenas de año menos que
Galileo, construyó una forma de explicar el movimiento de los planetas mucho más
perfecta y acabada que la ya utilizada, la de Ptomoleo (Siglo II). La de éste estaba llena de cálculos geométricos
correctores imperfectos para justificar el geocentrismo. Copérnico, lo explico
todo de una manera más sencilla situando al sol, heliocentrismo, en el centro sistema
solar, lo que era una gran herejía. Cuenta la historia, que Copérnico, presa del
miedo a la inquisición murió, sim publicar con su libro, De revulitione orbitum
caeliste, entre las manos, sin publicar, su hogar.
Galileo, fue, sin duda, la revolución personificada en la
entrada del pensamiento moderno que después se extendería a otros ámbitos del
pensamiento. Cierto es que el caldo de cultivo allí estaba pues coetáneo fue de
él el considerado el primer Filosofo del modernismo, es decir Rene Descartes.
Galileo utilizó la razón para hacer ciencia, al igual que
Aristóteles, pero éste, además tocó el mundo que le rodeaba.. Descartes también
fue el primero que trató de explicar la funcionalidad del pensamiento humano y
un sistema de conocer partiendo de nuestra razón y capacidad de describir la
verdad con ella. Fueron el principio de la superación de un mundo que estaba
totalmente sometido a las escrituras, Platón y Aristóteles.
Descartes partió de su pensamiento y trato de comprender
como veíamos el mundo exterior y que posibilidades, teníamos y cómo podríamos
conocerlo- Hasta él, nadie se preguntó en cuanto a nuestro conocimiento de la
realidad que nos rodeaba.
Pero, seamos justos y digamos que la superación de los conocimientos anteriores, es
inherente en cualquier campo de estudio,
y cualquier momento de él. La evolución siempre se construye sobre un
estado anterior. Ahora bien, ir hacia adelante, es ya otra cuestión.
Cierto es que los Griegos clásicos no realizaban
experimentos, deducían de observaciones, pero ya huyeron de los mitos, Dioses
Antropomórficos, para explicar el mundo y sin este paso Galileo no hubiese
actuado así. Verdad es que Newton fue uno de los mayores científicos de la
historia pues realizó unas leyes universales en diferentes campos que tenían
una totalidad en su aplicación.
El conocimiento humano y más la física es totalmente
progresivo.
Es bastante discutible que la Filosofía o el pensamiento humanístico
vaya a más. Se acepta y se puede hacer, que pensamientos realizados hace miles
de años estén más de acorde con nuestra esencia humana. Se dice que sí o se afirma que no. No es un conocimiento empírico, es el arte del acuerdo.
Pero la física siempre da explicaciones verídicas con lo
observado y aumenta nuestra capacidad de cálculo sobre éste.
Cosa que no ocurre con la Filosofía.
A saber hasta donde habrá llegado el conocimiento del mundo que nos rodea, de su funcionamiento y demás y a saber,
también, si en filosofía, estaremos, otra vez, dentro de tres mil años educando
a nuestros hijos con las notas que tomó Platón en las clases de Sócrates.
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