lunes, 9 de septiembre de 2013

LA MÍNIMA VIGENCIA O LO INVARIABLE




                Parece un cachondeo o un acto de total  irresponsabilidad las palabras de los dirigentes políticos prometiendo arrasar toda la labor del gobierno anterior en el caso de ser elegidos.
                ¡Cuán manera de perder el tiempo!, ¡Cuan manera de no poder llegar a ningún lado!
                ¿Qué sentido tiene que se intente hacer un cambio, se supone a la mejora, se tramite, se apruebe, en aquellas o estas circunstancias, y cuando apenas llevará dos meses funcionando y habiendo habido de cambiar las empresas o quien fuera sus estructuras, que venga otro gobierno y todo lo cambie.
                La cuestión de mi conformidad, si o no, con un u otro cambio, es secundaria con el motivo de este escrito. Lo primario es la actitud expuesta por la  oposición, en este caso unos, en el otro los otros sin ningún cambio de actitud, al decir textualmente que “lo primero que  primero que hará si llega al poder será echar por tierra ésta ley” (cuando lleva pocos meses en funcionamiento pleno.
                Solución: El consenso. Imposible. El acuerdo entre los grandes partidos en España ES, Desde que yo tengo conciencia de la política, imposible. No han llegado nunca a un acuerdo. Los únicos movimientos paralelos han sido el camino hacia la  hacia la desprecio y menosprecio mutuo y la crítica constante.
                Así pues ese no.
                Sí que hay uno. Éste sería marcar un tiempo mínimo de vigencia de las leyes aprobadas por los diferentes gobiernos, es decir, que pudiérase que uno destrozara todo la posible construcción iniciada por el otro hasta no pasada un tiempo oportuno, digamos ocho años.
                La vigencia mínima ante la cual la ley seguiría en vigor aun cambiando el partido que dirigiese el gobierno sería de ocho años, en un intento de búsqueda de la estabilidad y normalidad.
                El ánimo constructivo en todos los partidos Españoles es mínimo. Puedo y llego a comprender que los partidos nacionalistas sólo quieran beneficiar a sus regiones, comunidades o lugares. Pero los partidos nacionales deberían de cambiar las normas de actuación.
                Aún y así, la culpa sigue siendo nuestra por votarlos, pero sino ¿qué hacemos?
                Se tienen que ir esta generación de políticos que ya no están de acorde con  los intereses e inquietudes de unas generaciones que buscamos hechos y actitudes y no ideales y promesas.
                Viven anclados en el pasado de la política Española.
                Arrasan, no con “lo hecho por el gobierno anterior” sino también, y esto es mas grave, con la enorme potencialidad que tenemos.
                Siempre acabo igual.
                Siempre pagan algunos lo que hicieron otros.

                Pero, mira que daríamos tanto por tener otros.

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