Y los ciudadanos comenzaron a teorizar contra el poder divino de las monarquías que por aquel entonces todavía lo utilizaban en la justificación de sus gobiernos y mandatos.
En esta coyuntura nació Jonh Locke (1632-1704) y comenzó a teorizar sobre los gobiernos y el poder.
Escribió “Tratado sobre el gobierno civil”(1690) dividido en dos tomos, uno sobre el derecho divino de los reyes y otro sobre la naturaleza del poder.
Sin entrar en mas sobre ellos quedémonos con que marca el movimiento de las democracias actuales, marcando los principios del liberalismo político.
La nota característica y revolucionaria de esta teoría consistía en que los ciudadanos tenía unos derechos inealineables y la unión de ellos en sociedad era para que ellos fueran respetados. No éramos todos malos por naturaleza pero alguno había que sí, así que nos teníamos que organizar para que hubiese un orden que garantizase, en el caso que él mas insiste, nuestras propiedades (el fruto de nuestro trabajo abogaba)
Insistía en que el pueblo por decisión propia elegía y ponía un grupo de mandatarios que controlasen estas cuestiones y en el caso que no lo hicieran bien el mismo pueblo tenía todo el derecho a quitarles al poder.
Pues bien, este gran autor es el fundador, con Adam Smith, del llamado liberalismo político, base del las democracias actuales.
Imaginaos cuanto me reí al pensar que este gran autor era el principio teórico de lo actualmente existente como formas de poder. Un gran autor, sin duda, pero su teoría la han deformado tanto como les ha venido en gana.
Me río tanto cuando escucho que aquí en España, digamos, somos los ciudadanos los que tenemos el poder, que el dueño de la papelería de abajo me llama al telefonillo, preocupado por si había algún problema grave.
El poder no pertenece al pueblo, a los ciudadanos. Tenemos una formación jerárquica de los partidos políticos, los cuales deciden quien tendrá el poder en función de sus valoraciones propias que yo no quiero imaginar, elucubrar ni deducir. Gente que su único merito para ostentar y manejar los supuestos deseos de los ciudadanos sea su camino de escala, de trepa en las tripas del partido.
¿Elección libre?, no, estamos vinculados a unas elecciones impuestas. No es una persona libre de moverse o no cuando está atado. Eres libre de elegir, ¡y un cuerno!, pues tengo la elección ya definida en unos campos en concreto.
Quizás, y no las conozco, el sistema de Inglaterra sea capaces de respetar mas la elección propia de cada ciudadano al hacer la elección particular.
Aquí en España no. Los ciudadanos elegimos sobre lo ya dado, como los Ingleses, pero al menos ellos parece ser que dentro de lo dado, al menos eligen sus partes. Aquí ni eso.
Y su cachondeo sigue sin parar y al resto de los ciudadanos nos siguen vendiendo el pastel que hasta ellos se lo creen.
Pericles (sV adc Atenas), gobernó en las primeras democracias pues eran modos de elecciones absolutamente directas en las que todos y cada uno de los ciudadanos (que eran con unos pocos y elegidos, pero todos ciudadanos) tomaban una decisión directa sobre la temática o acción.
Ahora los supuestos ciudadanos ya no actuamos así.
Quizás sea porque aquí en España somos mas de 40millones y las formas de gobierno han de ser otras. Estoy estipulando por elucubrar sin tomar ni definir ninguna solución.
Quizás, tanta es mi desazón, llego a pensar que un rey con una dotación Divina y bien instruido, llevase, mejor el gobierno en este país donde el poder ahoga y desdibuja a los políticos. Las circunstancias los inutiliza.
Quizás sea lo mejor de todo lo peor posible.
La tecnocracía me resulta sinceramente atractiva.
La única condición irrenunciable para tener el poder que es la búsqueda del bien de todos, no se toma y siempre, siempre las decisiones están vinculadas a diversas cuestiones e intereses.
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