lunes, 25 de diciembre de 2017

...Y fue en el primer día cuando se creó la Estética...




- No busquéis en ningún animal ningún elemento más o menos atenuado que no esté en el ser humano, o mirarlo a la inversa y sabed que todas nuestras inclinaciones esenciales están reflejas en comportamientos de algún animal – dijo Tomas, a todos sus compadres de mesa, en la sala del bar de la plaza del ayuntamiento que tenían reservado para todos los jueves por la tarde. Allí se reunían todos. Había hablado Tomas, jubilado, antiguo director de la oficina del Santarder que hacia esquina con el bar y los cines.
Antonio, que veraneaba en el mismo lugar que Tomas y que con él conoció a todo el grupo que fueron, casi todos compañeros de colegio, añadió.
- En demasiadas ocasiones buscamos, pienso, razones de ser que nos separan de nuestra entidad primera de la naturaleza. Quizás el camino sea adaptarnos a ella.
Se estaban tomando ya el café y los impulsos primeros de emoción y ganas del encuentro semanal, se tranquilizan y la reflexión del pensamiento, la observación del comentario y el intervalo de tiempo antes de la respuesta, se incrementan.
- Bueno, no me fastidies – dijo Julio – algún elemento debe de haber por necesidad propia que nos de un fin, o camino, propio y diferente de los demás mamíferos, ya sean delfines o chimpancés. Aun compartiendo todas las misma reacciones anímicas en una densidad mucho mas baja o mucho mas alta, hay algo diferente, único y propio, tuyo y mio, amigo – le dijo señalando. Julio abogado de oficio porqué nunca busco más en su campo de trabajo. Tenia un pensamiento ordenado y claro.
- Bueno, intervino Manuel – profesor de educación física de un instituto en Cheste. El más joven, 59 años y se notaba bastante su profesión – es un demostración científica que hay ciertos cetáceos, que la música los tranquiliza bastante.
Y Andrés se levantó y comenzó a mover las manos imitando a un director de orquesta, de manera, dentro de la elegancia, potente.
- ¿sabes lo que estoy haciendo, Manuel?, estoy contestando a tu pregunta, oyendo en mi interior la octava de beethowen y me exhalo tratando de decirte que estas y otras melodías conducen mi destino y pensamientos. La estética es parte esencial, formadora, constitutiva y fin nuestro. Mi pensamientos, envueltos en las notas de la música son claramente configurados. La vida es estética, somos estética. De ahí que nos manipulen tal y cuanto quieran– decía Andrés, desde una gran humildad y cercanía, cuando conversaban, pero viéndose siempre como contenía las ganas de expresar gritando aquello que pensaba urgente, evidente, claro. Esto daba mucho placer al los demás conversadores. Animaba mucho los asuntos – El arte no solo hay un pequeño indicio, sino que es una diferencia, que no sólo nos distingue, si no que además nos das toda nuestra solución como personas. Y esto es la Estética. El apreciar la belleza es lo humano.
- No, no puede ser, pues esto no es un acto de acción, es una ocupación subsidiaria después de actuar como tales, es decir nuestra sociabilidad, ayuda y otras cosas, el ver un cuadro no te hace más que huir de tus quehacer propios y formadores – dijo Alfonso que aunque en edad de jubilación, seguía yendo puntual, a revisar cuentas en su pequeña empresa logística de reparto-. La estética no es más que disfrute momentáneo.

- No Alfonso, no. El puesto o posición actual de la estética, es producto de nuestra nefasta construcción social. Debíamos hacer música, pintura, escritura, filosofía, arquitectura, escultura, y más cuestiones de disfrute estético, tanto en los objetos, en las creaciones, como hacia nuestro propio cuerpo. En el éxtasis contemplativo de la belleza, se alcanza la máxima naturaleza propia y particular del ser humano. No hay motivo mas esencial y primero en el ámbito de realización como nosotros mismo que ella estética. Un delfín no siente vértigo si viera el cristo de Dalí y tampoco elevaría su espírito si entrara a la capilla sistina. El futuro ha de ser así. Fuera y lejano de cualquier medio de imposición informativo, cultural y de usos y costumbres. Los seres humanos, debemos vivir por y para el arte y el disfrute estético, te repito – le dio sonriendo, desde la amistad y la volatilidad de los pensamientos y conclusiones de aquella tarde- los seres humanos deberíamos vivir por y para el arte...

jueves, 14 de diciembre de 2017

La trampa de la filosofía teórica.





Me excita ver el paso del tiempo en mis escritos. Son años ya en este iluso blog.
Me emociona insertar los pensamientos en la época de su escritura y ver donde tenia, entonces, mi corazón y mi cabeza.
Quiero entender que soy yo mismo quien escribe, pero siento y noto, en ocasiones, un tono y susurro diferente.
Los adjetivos se hacen más particulares, los adverbios más tranquilos, las frases subordinadas con sentimientos amplios se suceden.
No he avanzado más en mis conclusiones, pero, sin duda, estoy más convencido de mis errores.
De la lectura rítmica y consecutiva de anhelaciones que se suceden, pasé a los puntos y aparte, con afirmaciones que se cansaron de navegar entre ilusiones.
El acto de hacer Filosofía se me desdibujó en las intenciones.
Que hago ¿escribo contando mi enfrentamiento personal y propio frente a la vida y obtengo un relato literario cargado de entidades intelectivas como sería el Existencialismo del siglo XX? o ¿razono y discuto conmigo mismo buscando una salida racional y explicativa del mundo que me rodea?
La filosofía me atrapa en el mismo ámbito de su existencia y te lleva de la búsqueda de una explicación omniabarcante a tu pequeñez ante la imposibilidad e ilusión de formarla.
Mi concepción del ser humano me acerca, por días y momentos, a la explicación racional de una entropía y desorden progresivo en la búsqueda de un momento final resolutivo. No tengo el permiso para hacerlo pero me atrevería a decir que todos los que se paran a reflexionar, buscan un orden existente racional, es decir, ordenado.
Pero no hay que confundir los términos y entender la racionalidad como explicación final y definitiva de la realidad, como causa de existencia y modos y costumbres óptimos.
La vida es un camino aracional en su construcción y realización. Hay multitud de casos, elementos, situaciones, que explicamos, comprendemos, insertamos, pero que carecen de toda racionalidad en su existencia.
La racionalidad es el orden explicativo de una aracionalidad existente.
Tratamos de justificar demasiadas cosas en nuestra vida y existencia como género humano desde nuestra esencia ordenada y racional, como si fuéramos entidades funcionando de acorde a unas leyes primeras de funcionamiento. En función de estas características abogamos construir un orden operativo.
Pues no. No hay un orden racional en el cual todos los elementos estén relacionados de manera lógica y constitutiva. No, no nos engañemos, los actos y situaciones de los seres humanos están muy lejanos, pero muy lejanos de una explicación lógica.
Pienso que nos debíamos concebir y actuar conforme a lo más cercano que somos, es decir, entidades perdidas en la razón y en el supuesto orden propio de nuestra existencia. Es una lucha inútil.
Debemos, así lo entiendo yo, tratarnos como entidades que razonamos sobre unos sentimientos y sensaciones poseedoras de nuestra persona aceptándolas y considerándolas como tales. Este es el sujeto particular, único, diferente.
El ser humano no va a ningún sitio, los ciudadanos de manera particular evolucionamos.
A la siguiente generación se le puede ilustrar con nuestros errores pero no con la solución estática y estable que tanto buscamos y anelamos.
La filosofía es muy importante, pero no en la búsqueda explicativa, total y estática, de la realidad, sino para la preparación del sujeto, en su inevitable e innegable individualidad pueda encontrar su más correcta realización.
No me den soluciones, queridos Filósofos, pero ayúdennos a movernos en esta cambiante y azarosa realidad.

Ortega, que grande que fue.

martes, 12 de diciembre de 2017

El Café. La duración de la vida.



Habían bajado los dos un rato antes de lo habitual por ambas razones diferentes, pero unisonas entre ellas. Estábamos en invierno y la tarde, con prisas, llegaba antes. Debían volver, los dos también, más tarde al trabajo y apenas tenían unos minutos para el café o poleo, según fuere.
- Lucas, fíjate, si tu reunión o mi encuadernación, mal salieran, dentro de dos semanas o dos meses serían ya parte del recuerdo y ya no dolerían como, en el caso de suceder, mañana. Ves, el tiempo cura los dolores y te diré por què. Como hay un final y por lo tanto el tiempo es una cuenta atrás hacia él, los contratiempos, desgracias, males o desamores son por naturaleza siempre temporales, finitos, contingentes dentro de una totalidad temporal inexistente.
- Entonces, gran optimista, ¿debo de dejar de preocuparme por mi estancia actual, por mis circunstancias puntuales?, ¿me dices que la factura del gas es algo temporal y no problemático?, ¿te gusta leer muerto de frio en cualquier rincón de tu casa o el calor del sillón, con la calefacción, es más interesante?
- Lucas, sal de la impactante y engañosa actualidad. La actualidad es una mentira no hay ningún estado fijo, inmutable. La entropía de la vida es un hecho evidente. Tu pensamiento es lo único que puede no ir al desorden, pero observando siempre el fin del camino. Te hablo, amigo, de la inutilidad del sentimiento de angustia o desesperación. Si hubiese un orden racional, estable, de seguridad que se pudiese alcanzar y permanecer en éste, habría que aspirar ir hacia él. Pero no, no lo hay y no hay que buscarlo. La vida es finita, inexacta, volátil, azarosa e incomprensible. De aquí a la más absoluta convicción que todo es pasajero y que la inesperanza ante el futuro es un pensamiento equivoco y erróneo.
- Andrés, pero, ¿tú que te piensas o que te crees que somos?, aun apurando a un máximo tus afirmaciones, te diré que aun alcanzando una mínima parte, nos tropezamos directamente con nuestra esencia, con nuestros sentimientos propios como seres humano – le dijo lucas, mientras se alejaba algo de Andrés y se ajustaba la corbata con un movimiento tan inútil como formal.
La tinta había perdido la tonalidad que buscaba y las impresiones en la editorial, de toda la mañana había que tirarla. Andrés era un hombre con genio y carácter, y su primera reacción fue de contradicción y enfado, pero reflexionó y se calmo.
- Lucas, y tú de esto debías de saber más, que las acciones que nos ocurren en la vida no son más que hechos accidentales que no tienen ninguna calificación de buenos o malos pues no son más que hechos constitutivos y formativos de tu camino camino propio que no va allá ningún lugar. El paseo es lo único maravilloso y sublime que llamamos vida.
Con lucas todavía algo erguido, fue Andrés quien bajo la cabeza y se la sujeto con la mano del codo que tenia apoyado en la barra permaneció hasta escuchar la voz de Lucas.
- No se puede vivir sin objetivos.
- No, si que se puede vivir sin ellos, es la sociedad y la cultura actual la que te los impone. No tienes, te guste o no necesidades propias.
- Que a ti no te gusten o no compartas estos actos, no llevan directamente a la conclusión de su inutilidad amigo. No hagas tan omniabarcantes y afirmativas tus resoluciones.
Levantó la cabeza y se quedaron mirándose con franqueza y amistad. Lucas se despidió, acabó el café de un trago y salió disparado. Le esperaban en una reunión los representantes de las oficinas centrales a hacer unos repasos y actualizaciones.
- Cuidate, amigo, hasta mañana – le dijo Lucas mientras se iba.
Andrés se quedó mirándolo en su camino hacia la puerta. Tuvo un instante existencial y tomo consciencia de aquel momento, sentimientos y circunstancias puntuales absolutamente totales en el lugar. Así veo la vida – se decía – todo lo demás no son más que construcciones imaginativas que necesitamos.
Lucas se giró un momento antes de salir y vio a Andrés mirando como se iba, y él al irse, se fue pensando en el distanciamiento con la realidad que expresaba todos los días su amigo Andrés. ¿estaría en lo cierto?, ¿tomarse la vida demasiado en serio era un error?, ¿la vida es larga como suspiro al respirar?, ¿la vida dura un parpadeo en tu mirada?, si me enfado con ella ¿alcanzaré la paz antes de dejarla?

La animaba bastante hablar con Andrés, pues ya fuera de la que fuese, jamas se quedaba en la imposibilidad de seguir y por tanto de superar e ir a mejor.

jueves, 7 de diciembre de 2017

El Mármol o tu Espíritu.






Estaba cambiándoselos de una mano a otra - acariciando, pasando las uñas por su cara pulida- los dos pedazos de mármol rosado mirando, mientras, con fijación el Frontón y los Pórticos de Fidias en el Partenón, que estaba todo cubierto de una cúpula cristalina. Durante 2.500 años sufrió a los elementos hasta que se le protegió. Sin bajar los grados de alzada de su mirada giró la cabeza y le dijo a Andrés, su compañero de estudios- mientras levantaba las dos astas del Partenón.
- Mira, desde aquí – dijo señalando al mármol con el dedo indice de su mano opuesta- hasta nosotros. En el movimiento propio y esencial de la materia ha llegado a la conciencia de si misma. Se contempla. De ésto que tengo entre mis manos surgen tus amplios y omniabarcantes razonamientos filosóficos.
- Lucas, entre las piedras con las que juegas entre tus manos y yo, tú no lo sé – le dijo sonriendo en su amistad- hay, no una diferenia cuantitativa en la complejidad en la combinación las primeras partículas, sino una diferencia cualitativa. Tus partículas podrán ordenar el mundo en la progresión de forma logia, la misma de la que nos hablaban Frege o Wittgenstein, ahora bien, amigo, los bigotes de Dalíy sus elefantes no caben dentro de ningún potaje químico.
Era el año 3050. Vivían bastante mejor que los que vivieron digamos en el segundo milenio, pero su explicación vital sobre la misma no había ido más allá. La vida era más civilizada y tenia mucho más civismo y educación. Además, la paz mundial era total, pero esto no trajo la felicidad. Las dudas sobre nuestra naturaleza, esencia, destino, ocupación, realización y demás respecto a nuestra entidad entendida como seres humanos, seguían allí. Al menos, se flexionaba con normalidad sobre este tema y la pura acción de hacerlo, ya suponía un pequeño estado de embriaguez y felicidad en el placer de la sabiduría,
- Hicimos bien en venir aquí para ver el Partenón. Hace ya 3.000 años que aquí comenzaron las dudas y soluciones – le dijo asomándose a la polis de Atenas.
- Sí, pero entonces, nuestra existencia era un hecho evidente, trasparente, incuestionable, Nuestra existencia o el por qué de ella, no se planteo.
- ¿Demiurgo?
- Esa no es ninguna razón, es una acuarela del dios jugando.
- ¿Por qué tanto te cuesta aceptar nuestra solitaria dimensión material?, ¿te sientes perdido fuera del mundo de las razones?, ¿necesitas una obligatoriedad existencial para funcionar?,¿te sientes degradado?
Rieron los dos en el mismo momento que un Rastres bipolar pasaba por encima de ellos. Era un aparato volador de grandes dimensiones, éste de 10.000 metros cuadrados que, por fuerza electrodinámica, viajaba suavemente y sin ruido navegando entre las nubes.
- Sí, sí, mi espíritu está mucho más cerca de una divinidad que de ese pedazo de mármol – le dijo Andrés- cambiando, algo, el tono de su voz y el gesto de su cara. Así lo siento yo. Hay emociones y sensaciones que no tienen ningún orden que pudiera tener en ningún momento una existencias material. Hay momentos que las ideas, sensaciones, sentimientos y conclusiones siguen una reglas y leyes muy diferentes a la realidad y en el caso que se pudieran hacer la trasmisión a la inversa, dudo mucho que la gran, inteligente y siempre grande Natura, funcionara.
- El mármol o tu espíritu, Lucas, tú decides, yo ya tomé mi decisión.
- Vale, vale, Andrés, pero ¿eres consciente hasta donde puede llegar tuis razonamientos o la realidad que propones si damos como existente una entidad interactuante pero que no tiene forma física?
- Sí, totalmente.
Lucas subió su mano derecha hasta su oído y escucho atentamente.
- Andrés, el grupo está abajo ya esperándonos, vayámonos company, ah¡, y recuerda, mañana piénsate lo que me dirás respecto a tu deseado, pero solo imaginado espíritu.
- Sí, claro que sí, mientras que los electrones de calcio de tu cuerpo te lleven a términos abstractos.
Rieron los dos y bajaron rápidamente.



martes, 28 de noviembre de 2017

(Corrección de errores)

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En el último párrafo, cometí el error en asignar el nombre al personaje del diálogo. Ya corregido.
Tomas, aquel hombre  serio, totalmente encajado, pero reflexivo y con inquietudes intelectuales. Directivo de la editorial.
Tomas, de la encuadernación e impresión de la editorial. Culto y estrambótico. Observador y conclusivo.
Ambos buenos conversadores y amantes de las mismas.
Y Ustedes ¿qué ven el los ojos de los demás?

No me ven, sino yo los miro.




- Ni la gente, ni el mundo me miran, la película la filmo yo. No me ven, sino yo los miro. Yo no salgo en la pantalla, son ellos los actores de la película. Ellos no me miran, yo llevo la cámara. La vida empieza y acaba en el propio sujeto.
No llevaban más de 5 minutos hablando, cuando ya alzó la espada Andrés y comenzó a trotar afirmando. Tomas, con su traje de chaqueta informal y saliendo del impacto – venia de una reunión rutinaria, repetitiva y de baja intensidad- de las emociones de su amigo.
- Bueno – Andrés- sal de tu individualidad cognitiva.
- ¿Así?, pues que sepas además, que el camino de la evolución, nos ha llevado a un estado de autoconciencia no más. No hemos alcanzado algún estado espiritual propio del camino del ser humano, al cual, en nuestro conjunto hemos de llegar. La evolución nos ha dado las herramientas para sobrevivir, pero no el mapa para ir a ningún lado.
- Entonces ¿qué es el sujeto desvinculado de la totalidad?
- Es la realidad. El sujeto es la máxima expresión de la individualidad propia de cada uno. La vida empieza y acaba en el sujeto y la soledad de su pensamiento es la prueba empírica de su distanciamiento.
- Vale, vale, amic, lo que no me negaras es nuestro compartir de determinados elementos.
- Pues sí, no compartimos ningún caldo, no somos parte del mismo hervido. La resoluciones para unidad, son proyecciones de la necesidad de la unión en la guerra contra la incomprensión por nuestra incapacidad resolutiva de la realidad omniabarcante.
- Andrés - le dijo Tomas, no eres Agnóstico ni Ateo, eres un Filosofo emotivo, un teólogo interrogativo, un antropólogo dudoso. Es del genero tonto proyectar tu tiempo de ocupación mental en actos irresolubles.
- A ver, Tomas, cierto es que cuando hablamos tú y yo, hoy yo, mañana tú, teatralizamos y agudizamos los motivos de dudas, aun así, torero, pegate una lincerina, y dame soluciones
- Andrés, el encontrar un punto de síntesis, de convergencia, de unión, que comprenda a todos estos entes individuales y propios que paseamos, casi sin mirarnos, por las calles ruidosas de cualquier ciudad, es algo difícil y necesario. Ante esto tienes sólo dos y únicas soluciones. O obvias el problema o tomas como solución el hecho de la necesidad de compartir una realidad total.
- Vale, es difícil, más de lo que imaginamos, pues ¿qué dimensión tiene esto que compartimos? Son los lugares donde la ciencia muere por su naturaleza y seguir buscando conocimientos serán espirituales o religiosos.
- “Dios vendame los ojos con el pañuelo de tu fe” - pedía aquella tarde, deportivamente derrotado, en la carrera de la comprensión de cualquier elemento esencial del mundo circundante.
Tras este comentario, los dos se quedaron mirándose. En ambas cabezas, aun discutiendo la posible unión en su mundo reflexivo, la misma duda, inquietud y búsqueda tuvieron. El abrigar el ateísmo total, es un acto resolutivo que implica mucho valor. Pero, solo implica valor y no la verdad por el acto.
Andrés se volvía pitando a la editorial, a ver la impresión de la tapas del ultimo libro de Elisa Torres, pues debía de tenerla para dentro de dos días. Tomas se quedó observando como salia del café. Zapatos limpios, algo antiguos y buenos, pantalón bueno y arrugado y camisa buena y arrugada también. Tomas se acabó el café y pagó el suyo y el de Andrés, que se había olvidado hacerlo. Salió a la calle calibrando que si quería tener, si pudiera elegir, tal numero de inquietudes, vividas, disfrutadas y sentidas con las que vivía Tomas. ¿Quizás mejor, el equilibrio económica, la tele y el sillón buscando la inapetencia cultural y el sosiego mental?, ¿nos tiramos piedras a nuestra naturaleza y cavamos nuestro propio chapucero sepulcro?





martes, 26 de septiembre de 2017

LA ERRÓNEA BÚSQUEDA ESTÁTICA DE NUESTRA ESENCIA



La propia visión al comportamiento histórico en la búsqueda conceptual estática de nuestra ansiada esencia, nos habla de la inutilidad del asunto.
Cierto es que el conocimiento comportamental de los individuos y las correctas construcciones sociales de ellos, está más extendido y compartido en las personas que tienen algo de curiosidad y conocimiento sobre estas materias.
Pero el comportamiento psicológico, no es una explicación existencial.
La misma validez genérica, tiene una persona de aproximadamente igual que yo, escribiendo en una mesas de madera y sobre un pergamino con tinta hace 2.000 años. Y de aquí y por esto, igual de validez tiene cualquier definición y constatación que tenga de su persona. Tanto él como yo, tenemos las mismas condiciones intelectuales para deducir, con interés, ganas y acierto – en mi caso, nuestra concepción esencial.
El pasado está formado por personas iguales que nosotros, pero ubicadas en circunstancias históricas, y sólo históricas, diferentes. Será un cambio mecánico en nuestra comprensión esencial como personas en cada espacio de tiempo y en unas circunstancias determinadas.
Utilizando la razón con interés, casi cualquier persona, puede deducir, traslucir, imaginar, concluir o suponer un termino conceptual de su esencia.
Nuestra esencia queda reducida al camino de sus composiciones y explicaciones
Un camino altamente intuitivo y sensitivo por su directa vinculación con las circunstancias.
La objetividad de la razón aplicada al ser humano, se convierte en un instrumento inútil, conforme a nuestra explicación esencial.
El comportamiento colectivo, puede organizarse, rápido y perfectamente utilizando correctamente la razón, sin embargo, el destino final del camino de la razón, nos lleva a un concepto esencial, que tanto cambia y se revela.
Si la esencia se encuentra en el cambio, el asunto, el problema se duplica.
La evolución intelectual sujeta, delimitada y referente a como organizarnos como seres humanos, la veo real. Creo que en la esfera de la tierra, hay más conocimientos teóricos referentes a como conseguir un mundo mejor.
Pero, y otra vez, pero, esto no nos indica en ningún momento qué debemos hacer,cada uno de nosotros, como seres humanos, para realizarnos como tales, para poner en marcha nuestra esencia y actuar conforme a ella.
Una vez insertos en una civilización de máxima igualdad, legalidad y fraternidad ¡qué hacemos!, ¡donde buscamos la razón de mi existencia y consecuentemente los motivos de mis acciones!
Y os pregunto ¿creéis que tenemos una esencia formativa?, ¿cual?, ¿qué repercusiones tendrá, o deben de tener, en nuestra construcción social-vital?


sábado, 16 de septiembre de 2017

LA ILUSIÓN DE LA IGNORANCIA O EL DOLOR DEL CONOCIMIENTO




Más me pese o más me duela, mi razón conclusiva, está totalmente subyugada a mi estado sentimental.

En unos días de sentimiento de preclaridez, en la alegría a través de la razón y su capacidad explicativa y tras conseguir una conclusión buscada, es entonces cuando te llegan malas noticias de tu vida personal y aquello que veías como concluso y verdadero, cambia hacia la nueva indecisión.

Por momentos pienso y siento, la explicación total de todos los acontecimientos , ya sean físicos o psíquicos, a través de una concatenación de mecanismos. Es decir, tengo unos elementos primeros cuya dinámica de evolución y desarrollo, será lógica, racional y ordenada, llegando a unas conclusiones necesarias.

Pues, no, y no.

Al momento siguiente de enterarme de aquella cuestión curricular, mis sentimientos se entrecruzaron sin piedad entre mis supuestos correctos razonamientos y el mundo, suit generis, en totalidad, cambia rápidamente de explicación o pierde el posible orden justificativo.

En cuentas, mi ritmo, estilo, dirección, capacidad y así más cosas, en mi fet de razonar es absolutamente variable según sea el estado de ánimo en el que me encuentre.

Esto tiene muchísimas consecuencias constitutivas personales y en nuestra construcción de la realidad.

Si aceptamos al ser humano como un elemento sentimental, cuya realidad viene constituida por las circunstancias sentimentales y existenciales tenemos una construcción bastante distante y diferente de la realidad si nos consideramos unos seres racionales capaces de actuar dentro de esta.

El mundo pasa a ser de colores en el cual puedes trobarte con cualquier de ellos y en este mar de ilusiones y sentimientos, hay que mantener la alegría dentro de nuestra pequeñez e incomprensión.

O no. Puedes seguir tratando de buscar una explicación de la realidad, persiguiendo un orden mental y racional necesario.

Será vivir en la ilusión de la ignorancia o vivir en el dolor del conocimiento.

Yo he sido testigo de un cambio de lentes en mis gafas enfocadas hacia el mundo, tras unos instantes de un cambio sentimental o físico.

Nuestro racionamientos existenciales estás formados, directamente, por las circunstancias personales o históricas que nos rodeen.

Kant no nos dio una receta para la razón pura, nos dio una descripción de su funcionamiento, que no es lo mismo. En su crítica a la razón práctica nos dicta unas imposiciones necesarias, que no son tampoco, una descripción esencial de su naturaleza.

Cierto es que la duda, que solo aparece en los imprevistos, es el camino de la sabiduría, pero las dudas vitales en el conocimiento de tú persona y las demás personas, en ocasiones es un camino, al menos, desagradable.

Quizás el reflexionar sobre las malas situaciones, sea un vuelta al camino de la razón y resolución, pues te calma, sin duda el espíritu.

¿Los sentimientos impulsivos, primeros, ya se quedaron atrás en nuestra realización como personas o aun seguimos y seguiremos unidos a ellos, de manera totalmente accidental, ya de por siempre?

¿Cual es el mundo verdadero, si el que conocía antes de, digamos y solo digamos con ejemplo, cuando tus padres se separaron o tu hijo se fue de casa sin acuerdo, ni paz, o el mundo que se queda instalado en tu casa tras esto?, ¿es quizás el mundo una variable indefinida de movimientos sentimentales?, ¿dentro de estos puedo encontrar una explicación y significado racional?


¡Que nadie me mienta ni se lo haga, si me dice que piensa que la incomprensión no atraca en las costas de lo que queda de su mente tras la explosión sentimental que tuvo dentro de ésta!

martes, 29 de agosto de 2017

LA PUTREFACCIÓN MUSICAL




Gafas redondas, pelo largo, bigotes, cuellos amplios, colores betún y pastel, camales anchos, pañuelos de colores, guitarra acústica, y primeras eléctricas, bajos, piano, y belleza, amor, sueños, sinceridad....años sesenta, Beatles, Santana, The doors, Led Zeppeling, Bod Dylan digamos....y...¡mierda ahora!...gilipolleces, tonterías, letras ridículas, ritmos repetidos, creatividad nula, payasos/as en el escenarios, cuerpos y sexo imaginarios, mete-mete, saca-saca, garrulos cuyo conocimiento musical es peinarse las melenas, ¡la jodida y puta imagen!.....¡por favor, sacadme de aqui y llevarme, directamente, sin pausa ni descanso, a Woodstock!...me estoy retrotrayendo cada vez más en el movimiento de huida de la vulgaridad actual.
Y estamos en el asunto de siempre, si valió más la inocencia hasta la perdición total en ella que la seriedad y estabilidad actual hasta la muerte de aburrimiento, falsedad y enriquecimiento ajeno.
El extraterrestre, que pasea a veces a mi lado, me preguntaba el otro día si los espectáculos de aquella artista actual de cuyo nombre no quiero acordarme, los metíamos en el mismo saco que la guitarra de Jimi Hendrix en aquel concierto.
No puedo quitarme de la mente aquellos concursos televisivos de cantantes, la sonrisa de aquellos y aquellas....¡fijaros lo bien que canto y lo bueno/a que estoy!...más el locutor....espectáculo teatral del malo, mentira, hipocresía, cinismo.....
Estoy exageradamente, extremadamente, hiperbólicamente, patológicamente en un estado de desprecio total a esta manera de hacer lo que algunos llaman cultura.
Me ahogan los rizos de aquel tanto como las piernas de ésta a los, que los más engañados, llaman cantantes o músicos.
No soy un abuelo retrogrado, protestante y enfermizo.
Estudio lo que veo, observo con fijación, escucho con atención y sé muy bien lo que digo.


 Lo que si que es cierto es que mi mente pierde el control cuando la temática atraviesa, sin piedad, mi corazón.

miércoles, 16 de agosto de 2017

EL CAFÉ Y LA MANADA DE ESTÚPIDOS



  • La actualidad es una imbecilidad sin sentido.
  • Arturo, estás exagerando otra vez.
  • No, Carla, te estoy diciendo la verdad que nadie se atreve a decir por el significado de ella y las repercusiones que tendrían.

Desde la esquina inmediata de ellos dos, los escuchaba con atención y curiosidad. Ella tenia los ojos oscuros, muy oscuros y emanaban tranquilidad, situabilidad y calculo, el no, los tenía claros, insultantemente fulgurosos, que traían energía, pasión, valor. Se hablaban muy cerca y
con atención,. Tanto el uno como el otro fijaban estáticamente sus pupilas entre si.
    - Mira, Carla, estoy cansado de buscar una razón y necesidad de la estructuras, usos, maneras, hechos con los que desarrollamos nuestras vidas. Las sociedades no son mas que un quehacer sin sentido en el cual las más terribles sinrazones, injusticias y barbaridades, son tomadas como hechos inherentes y normalizados en los sistemas. El mundo funciona dentro de un sinsentido. Es una gran imbecilidad que tratamos de justificar y, para más dolor y tontería, tenemos absolutamente admitida. Si existiera una inquisición por marcar y decir la verdad, yo ya hubiera sido devorado por las llamas.
  • Arturo, como siempre me hablas desde las utopías y desde el inconformismo propio de los inadaptados y extraños al funcionamiento habitual y social. Eres un hombre inteligente, razonador, pero tienes que cazar con fuerza los machos de tus sentimientos para que no te arrastren por el camino de la locura.
  • Ah¡, bien, amiga, tú también me arrastras o tratas de arrastrarme a la imbecilidad formadora de la realidad y su justificación. Eres inteligente, culta, practica, pracmática, pero te mueves dentro de la sinrazón que nos rodea. Ten valor y renuncia con fuerza de aquello que alegamos como normalidad.

Arturo vestía con una cazadora vaquera. Debía tener unos cuarenta años y su pelo, aun bastante poblado, comenzaba a clarear. Las mangas remangadas dejaban ver un bonito reloj de manillas con el fondo marrón oscuro y la correa marrón también, pero claro. Piel buena, pero con muchos quilómetros encima. Carla debíase ser algo más joven y llevaba puesto una camisa negra abrochada hasta el último botón contrastando, de forma muy artística y estética, con unas gafas de pasta de un color rojo muy intenso. Estaban los dos sentados en la butacas de la barra y en ella, por cada uno, habían dos botellas vacías, mas la que se estaban tomando, de cerveza.

  • Me impacta – continuó Aturo – las noticias que escucho en la radio sobre el trascurrir y funcionar de nuestra ciudad, país, continente y el mundo si quieres, mucho, pero lo que me mata, tal y como te lo digo, son las opiniones de algunos y algunas sobre ellas y su funcionamiento. Encuentro las justificaciones de aquellos o las opiniones sobre lo otros realizadas desde una ignorancia suprema. Imbecilidades, estupideces, escuchadas y analizadas por los demás. Oigo a dirigentes políticos y me pregunto en que diablos piensan o me meto en Internet y me tropiezo con barbaridades y tonterías, al cuadrado, expuestas como justificaciones o proposiciones de hechos o actos.
  • Arturo – entre cerrando los ojos le dijo Carla – de qué me estás hablando ¿de la primacia sobre tus principios sobre los de ellos?. Pienso amigo, que te estas dando una ducha en prepotencia o un bañito en el agua caliente de la imposición de verdades. Te estas tomando un cubata, bien cargadito, amigo de totalitarismo. Acabarás borracho dándote vueltas, de lado a lado, en la sinrazón.

Más impactado que ninguno de los dos permanecí, entre callado, en aquel rincón de la barra. Esperé, atentamente, la respuesta que ambos dos se darían, tras estas directas acusaciones.

  • Eres demasiado inconformista – le dijo Carla mientras le subía lentamente su cabeza con la mano derecha empujando en el mentón.
  • No, Carla,- le dijo pasándole dos dedos de la mano izquierda por la mejilla – he perdido el miedo a decir aquello que pienso.

Se rieron, hicieron una pequeña pausa entre los reflejos plateados de sus ojos cuando Carla le dijo.

  • Arturo, la gente tenemos la inercia de contestar a lo que nos preguntas y seguir, aunque sea en su negación, los razonamientos que nos plantean. La amputación ideológica que planteas es un imposible. Hay mucho idiota en Internet, hay otros, muchos también que no lo son pero y además, es la corriente inevitable de los razonamientos y las conversaciones.
  • Carla, volvemos al punto de salida y al bucle de trabajar con principios equívocos que nunca jamas nos sacaran de esta imbecilidad que tenemos montada y a la cual queremos darle un funcionamiento optimo que nunca jamás tendrá.
  • Volver a revoluciones políticas es un peligro, y muy grande, y a la historia me refiero.
  • No querida amiga, esas revoluciones, supuestas revoluciones, políticas, no son sino la máxima grandeza de la dinámica de la falsedad y el error. Salgamos del engaño en nuestras relaciones humanas sociales, encontremos el verdadero camino de la realización de las personas, cambiemos los conceptos de justicia, puntualicemos el termino de igualdad, estudiemos la solidaridad, dejemos el desarrollo evolutivo, no nos engañemos con enfermizos principios de funcionamiento, no me deis justificaciones ridículas de la actualidad., Pido, necesito y quiero un cambio total.
  • Me vuelves a hablar de un cambio político.
  • Noooo! - por primera vez dejó de mirarla y apoyo la frente sobre el brazo que tenia en la barra.- te hablo de principios formadores de la realidad. No tenemos ni idea de lo que somos y nos empeñamos en construirnos desde la imposibilidad. Tengo en la cabeza grabados algún comentario de algún gran dirigente político a nivel mundial, y boquiabierto permanezco, incrédullolo de lo que dice. Veo como observamos con normalidad actos que este sujeto realiza y lo insertamos en unos movimientos ideológicos. Somos una manada de imbéciles que no somos capaces de ver la estupidez crónica de nuestras organizaciones a casi todos los niveles.

Mareado me tenia y eso que no me estaba clavando sus ojos explosivos. Pensé que las aguas se calmaban cuando los vientos arreciaban en los ojos oscuros de Carla. Proponia un cambio total en los primeros principios de unión. No me atreví a preguntárselos. Había estado perfilándolos toda la conversación pero no los puntualizaba, cuando Carla, moviendo suavemente la cabeza y demostrando su control emocional y pasional propia de casi todas las mujeres, le preguntó

  • Amigo, ponme un ejemplo.
  • Amiga, te lo estoy diciendo desde que hemos comenzado esta conversación – le contestó con la emotividad intelectual exagerada propia de casi todos los hombres.

Pagarón, se levantarón, se cogieron de la mano y salieron del bar., En la puerta se dieron un pequeño beso en la boca y por caminos opuestos cada uno se fueron hacia su casa. Ambos sabían que una noche que pasarán juntos en la cama, significaría el fin de sus conversaciones.



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sábado, 12 de agosto de 2017

Mis reflexiones audiovisuales, Vídeos.

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viernes, 11 de agosto de 2017

LA TECNOLOGÍA DE LA FELICIDAD. 6.




Como hilo conductor y base de todo el razonamiento, invoco, al valor particular, individual y propio de la Felicidad.
Válgame el destino!, todos aquellos que con el error que navega entre las raíces de la actualidad, buscan la Felicidad en los hechos y movimientos propios encontrados en los demás.
La Felicidad no tiene forma alguna que pueda constituir la verdad de ella.
No hay una definición compartida, no tiene principios abstractos, no tiene porqué ser ni esto ni aquello.
Aquellas maneras que entiendas como falsas, e incluso destructivas y degradantes, son absolutamente buenas y válidas para aquellos que así la disfruten y consideren.
Quizás si nuestra existencia fuera eterna, sí que hubiera la necesidad de buscar una correcta realización hacia la supuesta realización plena y por tanto feliz de nuestras personas.
Pero no. El impulso vital es corto, la vivencia es limitada, débil, finita, suave.
En la eternidad de existencia, si que habría un momento en el cual se pudiera juzgar el grado de Felicidad alcanzado. Pero en esta pequeña y mísera finitud, es un asunto puro y duro, personal.
El grado de satisfacción no estriba ni se encuentra ubicado en ninguna circunstancia general, globalizante y definitoria.
El individuo, la persona es el único punto de pendulación para juzgar la validez del asunto.
Aquel que se atreva a juzgar aquellos hechos en los que otros encuentren la felicidad, está cayendo en un mero acto de prepotencia o falsa clarividencia.
Yo no sé lo que es la Felicidad, nadie lo sabe. Lo que si sé es donde yo soy feliz y donde no, que ni es lo mismo, ni es igual.
En las sociedades del siglo XXI y nuestros grandes y alienantes movimientos de masas, tendemos a caer en la trampa impuesta por el sistema vivificado que nos indica cuales son los caminos de la Felicidad.
Le dan forma y concreción y a través de nuestro propio autoengaño en la búsqueda de la felicidad en la imitación de los actos ajenos, nos llevan a la mentira y enajenación, en el convencimiento de que la Felicidad tiene una forma concreta y acabada, siendo , ademas, la que el propio sistema, entre sus risas maliciosa y su propio autofuncionamento nos impone.
Mi sentimiento de felicidad es único, propio, mio pero y además, y que a nadie se le olvide, total y máximamente igual de válido que el de los demás.
Sé feliz como consideres necesario y oportuno, pues así lo serás, pero no nos atrevamos a juzgar los usos, maneras y caminos de los demás,pues te equivocarás y actuarás desde el error de la creencia en ideas inmutables, invariables y ciertas.
La uniformidad y monotonía definitoria es falsa e interesada.
El ser humano, como máxima realidad, es variable, incalculable, sin fin, ni motivo.
Bajo estas fronteras y condiciones, la realización siempre y por necesidad, es propia e individual.
Sólo acepto la ética formal Kantiana para la convivencia, lo demás no son más que actos de prepotencia y engañosa lucidez, invocando contenidos que no son y que no tienen por qué ser.
Yo sé donde encuentro mi máxima realización y felicidad como individuo, como persona, es más, como Alberto, pero sé que aun a años luz de distancia, es igual de validad que aquella del que la encuentra en la barra del bar abajo de su casa.



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miércoles, 9 de agosto de 2017

LA TECNOLOGÍA DE LA FELICIDAD (I-V)



LA TECNOLOGÍA DE LA FELICIDAD

I


La esencia del ser humano no existe, no tenemos fin ni motivo ni destino.
Somos una construcción accidental que tiene una operatividad correcta que puede ser buscada como elemento resolutivo.
Es la Tecnología de la Felicidad
El orden total y trascendente no existe, no hay una relación esencial de cada una de las partes de la totalidad.
Pero si que existen ordenes puntuales, reales y operativos que actúan como marco del desarrollo humano correcto.
De manera aséptica a toda tendencia irracional, siempre es posible construir un orden resolutivo en cualquier tipo de relación entre los individuos.
El moverse en la abstracción sustancial, con todas sus conclusiones, debe y tiene que ser tomado y comprendido como un acto placentero, no más, sin ninguna repercusión a nivel funcional, solo operativo en la educación de las personas.
No tienes que ser feliz directamente, por haber descubierto tu esencia, o voy más, la de la humanidad en general.
Pero y sin embargo, si aplicamos una técnica de disfrute y abstinencia, si que podemos alcanzar momentos álgidos de felicidad y comodidad.
El Arte del pensamiento, se queda en la belleza contemplativa o en la preparación del individuo.
Es el pensamiento operativo el importante, en el cual, los conceptos abstractos no actúan. El reparto justo, no implica el supuesto conocimiento de la justicia como entidad.
No quiero saber qué soy, sino, cómo ser feliz, que ni es lo mismo, ni es igual.
Las discusiones sobre el sistema operativo político para el funcionamiento social,son dictadas según unos principios partidistas que actúan sobre todos los elementos relativos a la persona que vive allí.
Este grupo de decisiones pretende ser la conclusión de una abstracción basada en el correcto funcionamiento social. Mentira. No hay ningún sistema operativo que exista como tal verdad.
El orden teleologico-esencial no existe, lo que hay, es tras un acuerdo, debate, dialogo, un orden establecido, concreto, puntual a susodicha situación.
 Es tecnología de la felicidad.


II


Vivo bajo techo techo de la Filosofía.
Me ducho en sus ideas cada mañana que me levante.
Compito constantemente en la comprensión de sus proposiciones.
¡Me gusta!, ¡la disfruto!, me forma y me construye, sí.
Pero no me equivoco cuando me entiendo y veo que la filosofía no tiene ninguna utilidad para optimizar ningún ejercicio práctico humano.
Es un camino propio de realización y no un mecanismo globalizante de Felicidad.
Es decir, mi búsqueda de las esencias queda, no más, con la introspección de la única y exclusiva existencia abstracta, que es mi propia consciencia. Todos los demás intentos de generalización en modo de abstracciones no son funcionales, sino más bien, ansias de totalidad.
Mas que me pese, me arrastro por un amplio materialismo, empirismo y funcionalidad en las concreciones de los actos a nivel social.
La operatividad, sea cual fuera sujeta bajo unos principios básicos – me conformo con igualdad, fraternidad y libertad- no tiene más base existencial que el movimiento optimo del conjunto social.
Por inducción llegares a los principios primeros de funcionamiento y su posterior construcción correcta.
Es una inutilidad funcional, debatir, sobre cual es el lugar al que debe de ir la humanidad.
Discusiones, malformaciones, abstracciones, principios, valores, irreconcializaciones, irresolubles. Estos son algunos de los Adjetivos y Sustantivos que en el camino aparecerían.
La formación del sistema debe de partir sin prejuicios constructivos.
Las únicas condiciones serian la libertad, la fraternidad e igualdad.
La forma resultante, de este movimiento, sin fin pero con condiciones, será incalculable.
La sociedad actual debido a estas - supuestamente bien deducidas ideas formadoras- encasilla y estanca la libertad y movimiento del sujeto.
Esas supuestas verdades concluidas, encadenan los movimientos propios de los sujetos en su capacidad de exponer sus opiniones.
Los caminos ya están elegidos, las elecciones ya están determinadas.

- ¡Mis ganas de ver a los actuales dirigentes de todos los países con la perspectiva de solucionar el problema absolutamente circunstanciado y definido y no de insertar el asunto en un movimiento abstracto que complica o imposibilita su resolución! - me dijo aquel, en el café, tras beberse la última cerveza de la tarde.



III


No medimos más que una forma minúscula de la importancia de este dato.
Es un hecho absolutamente necesario e indispensable para atisbar cualquier camino de continuidad.
Cuando hablamos de ella, aludimos a su importancia operacional y otras cuestiones mínimas en el desarrollo social. Los dolorosamente poderosos, dan Barroquismo a todos los acontecimientos educativos pero, tal es su importancia, que nunca hacen suficientes medidas propulsoras.
Se gastan folios y folios en discursos que no hacen más que despeinar la melena del león.
La educación no es un elemento decorativo o funcional, la educación es la esencia de la existencia de cualquier sistema.
Nuestra ignorancia, nos arrastra, siguiendo a los que vociferan, por el ejercicio deductivo en el que buscan supuestos estados de felicidad, que no existen. Los sistemas deductivos que acaban en sistemas ideales, son abstracciones que no tienen ninguna aplicación real.
Lo que sí que existe es la correcta actuación en el momento oportuno, y éste es el camino de la educación, es decir, nos tiene que dar a todo individuo la capacidad para decidir, teniendo y manejando datos objetivos, el futuro cercano.
Hagamos una acción inductiva y retrocedamos, de lo actual a sus principios formadores.
Y, la educación es el único mecanismo para la convivencia de los grupos sociales.
La capacidad de autodecisión de los sujetos proporcionada por el conocimiento de los hechos es el único camino de la correcta solución.
Debe de decidir el ciudadano o individuo preparado y educado, y no aquellas personas que ahora saben y quieren y nos llevan, por nuestra carcomida ignorancia, allá a donde consideran, ellos, necesario
No hay plan, ni adjetivo, ni destino, lo que hay son unos individuos preparados para ir andando el camino, vaya donde fuese.





IV


Patéticos me parecen, todos aquellos intentos de definir La Felicidad como un hecho objetivo, esencial, estático.
¡Todos hemos tenido un momento de felicidad!
¡todos nos hemos bañado por un momento en el rio de La Felicidad!
Pero, no para, es un delirio de emociones que no tiene ningún momento de estaticidad que se pueda dibujar, delimitar, concluir.
¿De qué nos vale saber el recorrido del rio hasta allá donde nos llegaran nuestros, siempre limitados, ojos, si nuestro barco se rompe en el rugir de los improvistos de las siempre injustas aguas del rio de la vida?
De nada.
Sólo cuenta en el estado estético de La Felicidad, el barco con el que navegues, independientemente de allá a donde lleva el rio que jamás llegaras a su final.
Es decir, el orden esencial y metafísico como elemento de búsqueda de las realidades operativas propias de nuestro actuar, es inútil.
La felicidad, siquiera en su práctica, tiene ningún aspecto igual en todos aquellos que disfrutan de ella. Movimiento y más movimiento.
La manera resolutoria del asunto será un orden correcto constructivo.
Orden, siempre orden, que es el mejor de los instrumento para llegar a una siempre ansiada pero nunca conseguida, justicia total.
En la puesta en practica de cualquier orden se produce el encontronazo entre el individuo y la totalidad.
Y aquí aterriza el problema máximo, pues ¿tendré que renunciar a parte de mi libertad por el bien del conjunto?

  • Sí, hombre – tengamos un comportamiento cívico.
  • No compañero, te hablo de una formalización de los problemas en los cuales el individuo desaparezca y vengan y entren, las variables constructivas. Es decir, es la resolución de los problemas entre países, comunidades e individuos olvidándonos, en todo momento, de aquellos sujetos que son representados por aquellas variables y actuamos con ellos como si tuviesen entidad propia y no mojama cargada de historia que siempre deja olores y aromas en las manos.
  • ¿Eres consciente del mal que trae la prioridad máxima de los ordenes?
  • Sí, sí – le contestó algo irritado a sabiendas de las verdad de sus palabras – pero me da lo mismo, me la juego y te lo digo, mis ganas que hubiera un orden constitutivo a nivel mundial que limitara mi libertad pero que diera más estabilidad para realización propia e individual.
  • En España ya tenemos unas leyes que se encargan de eso ¿No?
  • No, te hablo del desapego a todo estado estético, moral y propio a la hora de construir cualquier nueva circunstancia.
  • Es decir ¿cambiar la dirección de la flecha constructiva, tratando de olvidarnos de aquello que, supuestamente, somos concluyendo con lo que debemos hacer y comenzar a construir, sistemas estables, independientemente del contenido de las variables que lo ocupen?
  • Sí, eso barrunto, amic.


V



Parécese que no, pero son elementos posibles de cambiar sin cambio esencial del sistema operativo.
Las estructuras continuarían funcionando, pero que nuestra calidad de vida sería mejor.

¿Cómo?, fácil y directamente, con la prohibición de cualquier tipo de publicidad de masas.

Primero: la publicidad de masas implica poder decisorio y manipulador del funcionamiento correcto y limpio del mercado. La publicidad deforma hacia ilusiones ficticias,- elementos configuradores de una supuesta felicidad - el funcionamiento y discurrir de las totalidades. El dinero, en su abundancia y particularización , pasa a ser el elemento evolutivo social.
Si se redujera la publicidad sólo al lugar allá donde el individuo fuera a buscarla, es decir, voluntariamente, voy a leerla, verla, tocarla a oírla. La decisión seria más justa y correcta. Sería la calidad del producto la causa de definición.
Podríamos ir, digamos, al supermercado y sin más allá de poco tiempo de acudir allí, podrías conocer y saber, los productos, alimentos o cualquier elemento, si era bueno y, sobretodo, te convenciese. La publicidad de masas, los massmedia, no tienen una naturaleza necesaria en el funcionamiento del mercado.
Igualdad en las posibilidades de publicidad, igualdad de elección, más selección, más calidad.

Segundo: El sujeto, el individuo, el ciudadano, vive, vivimos, vivo, bombardeados con una suprema repetición de información que desvía nuestro ritmo operativo. Es decir, siempre tenemos un exceso informativo en cualquier tipo de operación social, que desvía nuestra atención y configura nuestro tiempo. Oír un programa de radio, viene con un ritmo configurado por un numero de bloques publicitarios, la televisión dificulta la concentración en cualesquier programa por los bloques publicitarios, cualquier viaje por la ciudad esta cargado, en 20 minutos, al menos,de doscientos mensajes publicitarios. Al recibirlos, has descifrar, entenderlos, situarlos, calibrar, asumir y otras operaciones automáticas. Sólo y digamos esas operaciones, pues hay más, que tu cabeza o la mía realiza obligadamente, por haber visto es botella de refresco al pasar, multiplicado por muchas cientos de oportunidades, produce estrés o fatiga mental.


Si que hay elementos razonados, concluyentes, acabados que, salen de los principios propio del sistema en su búsqueda resolutiva, pero actúan en función de lo que hay y de lo que, en estos momentos, somos.