-No cabe duda, ha tenido un pensamiento propio y libre.
De pie, con una larga túnica ajustada a su cuerpo y con las manos apoyadas en la mesa, miraba friamente al resto de los Atríbulos mientras les daba la noticias.
-Hemos comparado la similitudes, ritmos, motivos, reacciones de este sujeto, Praga, y presenta algunas desigualdades e incoherencias propias del libre pensamiento y la creación propia. Ha realizado elecciones propias, compañeros.
La cara de asombro preocupación surgió en ellos y en ellas. Vivían en el año 3.500 dc y hacia 700 de la gran apocalipsis.
Apenas quedaron supervivientes, la humanidad fue prácticamente eliminada. Hasta 300 años no se pudo salir a la superficie y volver a empezar. Y se comenzó de nuevo pero con una gran diferencia. Por acto necesario para la continuidadd de la vida en la tierra, todos los seres vivos en ella iban a perder su capacidad de decisión independiente. Nada podrá salirse de la normalidad, de la habitualidad, de la repetición, nada irá más lejos de lo establecido. La búsqueda de nuevos caminos, de ideas propias, de valoraciones distintas de cada uno y todos los asuntos. Ante estos movimientos inesperados producto de la libertad, surgieron situacciones difíciles y complicadas que acabo en lo que pudo ser el último día. Desde pequeños se les educaba en la supuesta incapacidad de nuestra mente para actuar correctamente fuera e las normas establecidas. Los jóvenes no buscaban nada, pues habían sido educados para actuar así. Los primeros supervivientes comenzaron a diseñar un pensamiento que abogaba por evitar el libre desarrollo propio de la especie y reprimir su instinto creativo y renovador por su beneficio y garantía de continuidad.
-Y, qué propone Usted que hagamos, con la tal ciudadana?, sabe igual que yo de la dificultad de nuestra decisión, pues es el primer caso de irregularidad y la ruptura del máximo orden, repetición y felicidad estudiada y su respuesta será aplicativa y decisoria para el futuro.
Tras este pequeño discurso, fría y comedida la máxima representante de la cota sur, suspiró. Todos los formadores del comité de emergencia habían pensado en asesinarla, hacerla desaparecer, fingir accidente mortal. Sabían que la única manera de mantener la especie, al menos un millón de años más sobre los tres millones de años que le quedaba a la tierra pasaba por impedir la creatividad sin contol. No podían arriesgarse.
El primero a la izquierda alegó, con control y contundencia una serie de razones por las cuales debían, aun cargando con la dureza de la decisión, hacerla desaparecer. Lo que comenzó siendo apenas un murmullo, acabo con elocuentes, serenas, graves y consecuentes afirmaciones sobre la decisión.
Arriba de la superficie de la entrada había un mini sistema auditivo y visual que, automáticamente, seguía el sonido y enfocaba al hablante. Y estas imágenes, recorriendo los cables diseñados por ella, le llegaban a su sistema informático que tenía escondido en el sótano trastero de su casa.
Era Praga, que escuchaba atentamente la conversación mientras acariciaba y pasaba los dedos sobre un pequeño botón con unos bonitos reflejos verdes. Si lo apretase, automáticamente a las 20.000 millones de unidades familiares les llegaría a su propio ordenador la información y, sabrían la verdad sobre el engaño. Estaban pidiendo su cabeza y lo entendía. Había tardado 14 años en redactar un informe completo que explicara el asunto para sacar del engaño al mundo en generalidad. Nunca buscaba la justicia pues empezó con las ganas de saciar curiosidad y acabo con una verdad imposible de llevar.
El pueblo, los ciudadanos, las personas, todos eran felices. La mentira era la totalidad. Había encontrado unos escritos que contaban una historia de la humanidad que habían deformado. Leyó como la gente realizaba elecciones y actuaba con su libre albedrío todo los días. Le costó días asumir esto que no sabía ni podía concebir. Supo de las guerras por la existencia del pensamiento libre y sus inevitables discordancias. Esto llevó a la especie su hecatombe.
Las amenazas de muerte y la necesidad de matarla se hacían cada vez más fuertes y justificadas.
Praga masajeaba con los dedos el botón que haría ver al los habitantes la naturaleza humana y sus problemas y limitaciones. Ella sabía que sería el comienzo de algo nuevo pero también era consciente de las muertes mismas en este primer acto de libertad buscando derrotar lo establecido.
Sino apretaba, con los sistemas de rastreo insertos e cada persona sería hecha desapareces sin duda alguna.
Permaneció escuchando las últimas palabras de la reunión, pero ya estaba ausente sabedora de su futuro.
Quitó el dedo del botón de la verdad y se inclinó, despacio, con sosiego y con una amarga expresión de resignación,hacia el respaldo del sillón. Sabía que iban a ir a por ella y decidió esperar a que llegaran a buscarla. Chesqueó los dedos y la casa adopto todas las acciones físicas posibles para el máximo confort de los inquilinos. Así todas y cada una de las casas el planeta.
No quiso traicionar a la felicidad, cerró los ojos y esperó.
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