Y
como los sufro, los teorizo, los contemplo y trato de subsanarlos en
su comprensión.
Los
estudio desde el momento de elegir una evolución cultural, en la
evolución histórica, que así los trae.
Si
problemas y ni accidentes no se avanza conscientemente en la
existencia grupal.
Y
voy a definirlo en negativo.
-
tu positivismo casi me insulta – me dijo aquel amigo, a lo que yo
le contesté
-
Y ¿cómo pretendes apreciar lo que tienes?, ¿qué valor cualitativo
tendrá? , ninguno, creerme.
Los
errores, desventuras y demás, son el medio y los asuntos que
configuran la vida de las personas, pues tenemos una conciencia que
los contempla, y que los sufre.
La
superación de las infortunos es la esencia de la dinámica funcional
de nuestra existencia.
El
modus operanti camino de la realización de los individuos, será y
es, el camino entre la superación de las circunstancias.
Las
personas sólo nos conoceremos y veremos nuestras dimensiones en
situaciones extremas.
Jamás
entraremos en ninguna fase de realización navegando en un mar
tranquilo.
Las
naves por el Mediterráneo, en un día de calma, no son la vida.
Éste
es el asunto que configura y da motivo y explicación ante la
existencia y razón de ser de estos problemas.
La
evolución, superación y avance del ser humano será por el camino
iniciado ante circunstancias negativas merecedoras de la superación.,
-
¡ahy!, y yo me los encuentro y me pregunto por qué
-
Y yo te digo que desde la superación te llegará la realización.
-
Sí, que fácil es la teoría fuera de ellos.
-
Cierto.
Que
la teoría sea difícil de aplicar y pierda gran parte, sino todo, su
realidad total, para convertirse en unas palabras con sentido no más,
cierto es.
Pero,
¿qué nos haría tener satisfacciones completas sino fuera los
retos, ya sean vitales o banales?
Nada.
Cuando
permanezco en la inmovilidad de la inacción por la supuesta
incapacidad de la superación de algunos circunstancias o problemas,
mi estado anímico se desmorona.
Sin
la desgracia, no habría la felicidad, sin los problemas, nada
tendría merito al conseguirlo.
Si
la vida tuviera una meta y final, consiguiendo un motivo de acción
independientemente del estado actual, los problemas apenas tendrían
importancia.
Pero
no, la vida es solo el camino hacia el final.
En
este recorrido habrá que buscar una realización personal.
No
hay nada más para la felicidad, nada.
Y
esta realización personal, obliga necesariamente a la superación de
unos retos problemáticos.
Sin
ellos, la vida carecería de sentido, pues no vamos a ningún lugar.
La
muerte nos espera sin juzgarnos.
El
juez es la noche de aquel día.
-
Sí, te entiendo, pero ¿cómo hacerlo?
-
Sólo hay una manera y ésta será la capacidad de aceptar los
problemas como elementos inherentes, formadores e indispensables para
la vida.
-Sí,
¡fíjate lo que me pasó!
-
¡Dolor! Pero nada especial, eso es la vida.
Y
me acuesto y me lo repito.
Los
problemas no deben de suponer una alteración vital y existencial por
son parte formadora de nuestra existencia.
La
dinámica del esfuerzo en su superación es el sentido de ella.
El
positivismo no es una postura, es la correcta realización de todos
estos acontecimientos.
Los
problemas me acucian, pero también me proporcionan, producto de
ellos, unos momentos de reflexión y de búsqueda explicativa, tanto
de su solución, como de su valor y razón de ser.
Sin
problemas ni dificultades resueltas, nuestra inquietud, no sería mas
amplia que la de un caracol.
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