jueves, 3 de marzo de 2016

DESNUDÁNDOSE EN BUSCA DE LA LIBERTAD



Y le insistía en que fuera a corazón descubierto, a lo que él se resistía a toda continuación.
- ¡Pero qué quieres!, ¿acaso tú no sabes donde estás? - decía nervioso y alterado.
Marcábale con su tranquila mirada e insistía
- ¿Buscas algo, un poco de verdadera felicidad?
- Sí, igual que todos.
- Pues acéptate y desnuda tu persona a los que te rodeen.
La naturalidad con la que expresaba sus pensamientos, le introducían más en un suspiro místico, que en un  tema racional, cuando hablaba de la felicidad completa y temporal de las personas.
- Me estas pidiendo que renuncie a lo que soy y he hecho.
- No amigo – le dijo sonriendo desde la distancia- no eres más que todo aquello que los demás quieren que seas. Estáis todos atados y condenados a no ser vosotros mismo. Abre tu corazón sin miedo y liberate de tu máxima arma, que es tu corazón cuando permanece perdido y marginado en las profundidades.
- ¿cómo sabes que no soy lo que ves?
- En la mirada de tus ojos y el tono de tu voz, siento los pequeños coletazos de libertad luchan desesperadamente por escapar.
- Escapar, ¿de qué?
- Abre tus ojos y date cuenta de los pocos, cuando no decir ninguno que sea en la actualidad tal y como es. Poca gente conozco y aquellos provocan una atracción y empatía tremenda porqué, al fin de cuentas, todos lo queremos y lo buscamos así, pero pocos tienen valor.
-¿será la liberación de mi alma?
- Y realización de tu persona.
- Y ¿qué hago?
- Lo diferente, lo particular, lo distinto, es decir, tu persona como unidad y singularidad, siempre, sin miedo y sin agresión. Te construirá más sentirte un perro verde que ser una pelota más del futbolín. Somos más puntualmente distintos, que iguales en búsqueda de la unidad.
La miraba con los ojos rasgados y algo entre cerrados. Dudaba de sus palabras. Le parecían las usuales, en su caso, de una mujer soñadora. Pero su cara y mirada de sinceridad le hacía dudar, preguntar y continuar.
- ¿Tú lo hiciste?
- Sí, hace ya algún tiempo.
- Y ¿qué paso?
- Que me conocí, ya de por una vez y comencé a estar a gusto dentro de mi misma. Dejé de esconderme y la felicidad escaló por cada una de mis costillas hasta mi cabeza. Dejé de ser una actriz en la escenografía de la vida de los demás a ser la protagonista de mi obra de teatro.
- Bien, pero difícil tiene que ser empezar.
- No lo dudes
Trataba de alejar el efecto tremendamente amoroso y dulce que provocaban la pronunciación de sus palabras y entender que toda esa dulzura y amor, no eran producto más que el cabalgar, entre limitaciones e inutilidades, pero en el caballo de la libertad.
- Lo sufrí, hasta llegar al punto en el que nadie pudiera decir nada de mi que yo no hubiera dicho, ni ninguno sabrá algo sobre mi persona que en mi propia aceptación yo no supiese. El comprenderse supone ver la realidad de ti mismo.
Las dudas sobre el hecho de aceptarse, le dominaban. Casi le sonaban a utopías inllevables las palabras de ella, además de exigir una lucha y ruptura total sobre lo que en la actualidad, supuestamente, es lo normal, correcto y provocador de la felicidad. Sus dudas le rodeaban pero entre el olor de la verdad se ahogaba.
- ¿Y tus bonitos ojos, hermosa?

- Son producto de la sinceridad, guapo. 

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