domingo, 14 de mayo de 2017

¿La angustia de la libertad?




Si tuviéramos un lugar u objetivo hacia el cual hubiera que caminar,sí que encontraría terrible elegir correctamente el camino a elegir que nos llevara hacia aquello que nos proporcionara la realización.
  • Sé donde he de ir, pero apenas nos dominamos, controlamos, tanto en lo individual, como en lo colectivo. No veo la necesidad de llegar allí, no estoy de acuerdo en que allí estribe y se encuentre mi realización. Estoy condenado a llegar a un lugar entre la angustia y pena de un camino no deseado. ¿Para qué soy libre si no puedo disponer de ella?
Esto me diría si no tuviera elección sobre un fin impuesto. Mesieu Sartre, mi propia libertad para elegir y construir mi destino es una pura manifestación de alegría. No hay llegada, no hay fin, hay camino el cual recorrer desde la libertad. Oh, Nietszche, ¿la duda sobre lo que queramos ser será solo consecuencia de nuestra debilidad y cobardía en buscar aquel camino que nos realice?, pues, Ortega, ayúdame a que con mi razón e intelectualidad, sepa construir, por mi mismo aquel lugar y meta donde decida que debo llegar.
La libertad, dentro de la creatividad es la fortuna.
La atadura a los fines y metas es agobiante.
La vida es corta, irrealizable pues no tiene finen concreto.
Es una carretera sin señales, sin límites de velocidad, sin policías, sin preferencias de paso, tú veras como llevas ese camino a ningún lado y decidirás el camino y el medio de trasporte que gastas y qué buscas en la pequeña carretera, que no va a ningún lado, pero que nos encontramos en ella, desde aquel cualquier otro día y conduciendo entre sus márgenes.
La libertad es la bendición del ser humano, es lo que nos aleja de cualquier otra realidad o entidad cosmológica. No hay que renunciar de esta. Hay que adorarla, cuidarla, alabarla y abusar, con y en demasía de ella. En esto no quiero hablar de nuestra autodestrucción por tenerla, no, hablo de la capacidad y convicción que no hay error posible en mis elecciones ya que nadie te puede decir si es realmente correcto tus actos, pues no hay camino ni finalidad que nos lleve y debamos construir en función de ella.
No me siento angustiado, en cuanto asumo que la misma posibilidad, no más que siempre la misma, está el haber acertado yo en mi decisión y tú en la tuya.

La libertad es el rasgo diferenciador y es el camino de la felicidad.

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