Harto estoy del
aburrimiento que produce la estabilidad y normalización de las
circunstancias.
Cansado me resultan
aquellas situaciones en las cuales la normalidad, usualidad y
repetición imperan.
Me mata la ubicación de
todos los hechos y el encaje total de todas las operaciones.
Sin cambios, la
creatividad muere.
La creatividad y lo nuevo,
puede venir por diferentes caminos.
El cambio político,
económico y social, es uno de ellos, y la propia evolución de la
temática, también.
Vivo en España y llevo
demasiados años en lo mismo.
Mi España, está en la
Europa, donde no vamos más allá.
La Europa del siglo XIX,
tuvo que ser algo impresionante para los intelectuales, sea cual
fuere su inclinación por la ruptura con su plena creatividad ante
los cambios Filosóficos y Científicos.
La Ilustración extendida
por toda Europa por Napoleón, llevó con él, el poder del ser
humano y su pensamiento. El ser humano como el centro de la vida y
en esto, los pensadores no tuvieron miedo a crear, ni el pueblo a
leer.
Pero, no hay que irse tan
lejos, en mi España, hubo unos años, los llamados ochenta, -en los
cuales, debido a los vientos de libertad que tronaban en toda ella
tras la muerte del dictador Franco - en los cuales la creatividad se
hizo palpable en todos los ámbitos de la vida. Llegó la libertad y
la normalidad, hábitos, costumbre y repetición, murió en el rincón
de la alcoba y la libertad comenzó a bailar, y nunca mejor dicho,
por todos rincones de la casa.
Pero todo tal como viene,
se va. El movimiento ondulatorio del que nos habló,aquel que no
recuerdo su nombre, es patente y cierto.
La creatividad intelectual
del siglo XIX, acaba con la rigidez de los pensamientos autoritarios
que dominaron Europa en la parte sustancial del siglo XX, y España
¡Ahy!, como me duele ver, ahora, la cultura y política imperantes.
La política es todo menos un avance en los propósitos e
intenciones y el arte y la cultura, me llenan de pena de ver como
triunfan única y exclusivamente los estereotipos impuestos por
las grandes compañías de música.
Los físicos de los
cantantes se repiten y sus estereotipos se impone a la propia calidad
del arte.
El mensaje de la canción
esta olvidado.
El contenido es
repetitivo.
Cuando pienso en la
relación establecidas en la creatividad y los motivos comerciales me
mareo, tiemblo, sudo y tengo angustia..
Cuando la normalidad se
impone, la creatividad es mucho más complicada y dificil debido a
la necesidad de producción prácticamente propia personal del
camino hacia lo nuevo o hacia la preparación.
Cuando hay cambios
históricos, es o son los momentos creativos por excelencia, si
no se dan aquí, es mucho más difícil, no solo pensar en ellos,
sino también hacer que tengan alguna difusió.
Vivo en el mundo de la
repetitividad.
Todos somos iguales en
prácticamente todos los sentidos.
No me vale, como escusa,
la indisposición del sistema social-político-económico, pues
esto condiciona pero no obliga.
No nos salimos de la
repetitiva normalidad y aquellos que buscan la diferencia como
metódica, son quizás los más introducidos de el fagocitante
movimiento actual, pues su actuación viene directamente dada por el
grupo. En su seguimiento, como en su enfrentamiento, con el grupo
permanece de referencia y se articulan y complementan.
Necesitamos algo que rompa
los regímenes y estructuras actuales si queremos realizar un acto
de creatividad y evolución.
Desde la seguridad de la
tranquilidad, la creatividad muere de hambre en la propia puesta
de la casa.
La apocalipsis será
efectiva o, si no, queda el camino cansino,lento y difícil de
aquellos que pensemos en la podredumbre de los intereses, motivos y
fines colectivos, de la cual, también tomamos parte.
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